Publicado en:02/12/2022
El apoyo del PT a Lira recuerda la manida pero precisa frase de Gramsci: “La historia enseña, pero no tiene alumnos”. Por su parte, el Centrão –así como el MDB, la derecha orgánica tradicional y todos los sectores de la burguesía que, por el momento, se inclinan por una “unión nacional” con Lula– debe tararear un verso del poeta con el ojos pizarra: “Te perdono por traicionarte”.
Es importante la postura del PSOL de no apoyar a Arthur Lira en su reelección a la Presidencia de la Cámara de Diputados. “Lo que es correcto es lo que es correcto”, y es cierto que la izquierda socialista no debe dudar ni un segundo, en las calles y en el Parlamento, para defender al gobierno Lula de los ataques neofascistas, de la misma manera que hay No debe haber dudas en cuanto a, también en las calles y en el Parlamento, defender a los trabajadores ante las posibles (y, lamentablemente, probables) medidas antipopulares/pro-capital provenientes del Palacio del Planalto. Para ello, es decir, para combatir el neofascismo bolsonarista y al mismo tiempo lograr conquistas sociales que mejoren la vida de las personas -y es sólo a través del segundo eje que el primero puede lograr un éxito efectivo-, la izquierda socialista debe no componer el futuro gobierno, sino ubicarse en la izquierda e independientemente de ella.
Como la verdadera independencia no se puede negociar, y como habrá mucha negación en la Santa Cena, no nos conviene ser un apóstol más en la mesa donde hasta Lira parece ya arrastrar una silla y sumarse. Habrá muchos cristianos nuevos, algunos jesuitas y ciertamente muchos judas. Será mejor que conservemos un poco, al menos un poco, de nuestra forma de vida esenia. Así, no es necesario hacer muchos esfuerzos para saber que la traducción de la independencia política de la izquierda socialista en el Parlamento no puede ser su adhesión a ninguno de los bloques a constituir en la Cámara, ni –¡obviamente! – la de la oposición (de derecha), ni la del gobierno (después de todo, quien está en el bloque de gobierno es el gobierno, y hasta las piedras –y la Lira– lo saben).
Visitas: 6
