El movimiento kurdo enseña músculo

Por Trino Brugos.

Se cumplen 25 años del periplo de Abdullah Öcalan, líder del PPK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán), dirigente de la insurgencia kurda desde la fundación del partido en 1978. El golpe militar de 1980 no logró acabar con su actividad. Una parte de  la dirección se había trasladado meses antes a Oriente Medio con la idea de organizar la resistencia armada, hecho que se cumplió a partir de su instalación en el valle de la Bekaa, bajo control sirio. Desde 1984, las acciones armadas se extendieron progresivamente por todo el territorio de Kurdistán bajo dominio turco y la guerra se generalizó con la aplicación por parte del Ejército turco de una política de tierra arrasada que tenía como objetivo el desplazamiento forzado de la población civil con la idea de cortar los apoyos sociales con los que contaba la guerrilla desde el comienzo.

A pesar de los miles de muertos, bosques incendiados y aldeas arrasadas, el Ejército no pudo acabar con la insurgencia. Por eso, decidieron iniciar un acoso sobre el Gobierno de Siria a fin de que expulsara de su territorio a Abdullah Öcalan. La amenaza de guerra acabó surtiendo efecto y el gobierno de Bashar el Assad conminó a Öcalan a salir del país. Se iniciaba así un erróneo periplo por diferentes países europeos en busca de asilo político. Tras pasar por Grecia, Rusia e Italia, no logró respuesta positiva a su petición. Los diferentes Estados europeos no fueron capaces de ofrecer una respuesta positiva. Las presiones de Turquía (y de la OTAN) lo impidieron. Fuera de Europa, se trasladó al continente africano. Su viaje hasta Kenia acabó con una intervención de miembros del MIT (Servicio de Seguridad turco) que procedieron a su secuestro y traslado ilegal a Turquía. El movimiento kurdo siempre ha calificado estos acontecimientos como una conspiración internacional.

Visto con veinticinco años de distancia, llama la atención ver que Siria evitó el enfrentamiento directo con Turquía, pero eso no impidió que, una vez iniciada la guerra civil que asoló ese país a raíz de la Primavera Árabe, Turquía se convirtiera en valedor de los diferentes grupos islamistas que ensangrentaron el país y, además, acabara ocupando territorios kurdos dentro de Siria como es el caso de Afrin. De este modo, cedieron al chantaje de Erdogan, padecieron las consecuencias de su política de apoyo a diferentes facciones islamistas y, hoy, Siria es víctima de la ocupación ilegal de una parte de su propio territorio.

Tras la captura de Öcalan y su juicio, con sentencia de muerte que no llegó a ejecutarse, el movimiento kurdo inició un proceso de reorganización interno que le permitió adecuar su actividad a las nuevas condiciones políticas creadas con la desaparición de Abdullah Öcalan de la primera línea en la dirección del movimiento. Algunos cambios que ya se habían iniciado con la caída del bloque soviético se profundizaron hacia una visión más flexible, participativa, menos vertical y autoritaria. El propio Öcalan impulsó estos cambios con sus escritos desde la cárcel.

El nuevo paradigma del confederalismo democrático se ha convertido en el motor de la renovación y reanimación del movimiento. Veinticinco años después, el movimiento kurdo confederal está presente en las cuatro partes de Kurdistán y en la diáspora europea. Se mantiene sólidamente enraizado en la parte turca (Bakur), administra una parte del nordeste de Siria (Rojava), está presente en Irán (Rohilat), donde hemos asistido a movilizaciones multitudinarias de mujeres al grito de Yin, Yihan, Azadi (Mujer, Vida, Libertad), así como en Iraq (Basur) donde ha logrado una sólida implantación en  la región de Sinjar poblada por la minoría yezidi, duramente afectada por las masacres que realizaron en la zona los fundamentalistas del ISIS.

La incorporación de las mujeres al proceso de liberación (nacional, social y de género) ha generado un nuevo rostro del movimiento y conocimos a las combatientes kurdas que se enfrentaron con las armas en la mano a los fundamentalistas del ISIS en Kobane. La juventud sigue siendo la punta de lanza de un movimiento que, por mucho que se empeñe, el gobierno turco no es capaz de detener.

La Conferencia Internacional sobre la situación de los presos
El pasado día 16 de febrero, se celebró en Bruselas una “Conferencia internacional sobre la situación de los presos políticos en Turquía y la búsqueda de vías para lograr su liberación y el reconocimiento de los derechos políticos del pueblo kurdo”.

Organizada por la Turkey Civic Comission y el Congreso Nacional Kurdo (KNK) de Bruselas, se desarrolló en las instalaciones del Parlamento Europeo. Con un patronazgo honorario de lujo (Shirin Ebadi, Bianca Jagger, Noam Chomsky y Leyla Zana), contó con diferentes ponentes que trasladaron sus denuncias desde planos como el académico universitario, el mundo jurídico o político. Intervinieron, entre otros, Rezan Sarica, del equipo de abogados de Abdullah Öcalan, y Jónasson Ögmundur, ex Ministro de Justicia de Islandia.

El primero hizo una disertación en la que ofreció datos elocuentes acerca de la situación del preso político Abdullah Öcalan y su situación de aislamiento extremo. Informó de todas las gestiones efectuadas ante la Justicia en Turquía, así como las gestiones efectuadas ante la Comisión de DDHH de las Naciones Unidas o el Comité para la prevención de la Tortura. Todo ello ha chocado contra lo que Jónasson Ögmundur denominó el muro de la impunidad absoluta del Gobierno y diversas instituciones de la República Turca que, conocedora de su importancia geoestratégica y contando con el aval sin reservas de la OTAN, desprecia cualquier petición de clemencia relacionada con Abdullah Öcalan. A día de hoy, no se tiene ninguna noticia referida a su situación carcelaria o de salud, desde junio del año 2019. Ni sus familiares, ni su equipo de abogados han sido capaces de obtener respuesta alguna por parte de las autoridades de Turquía.

Otras intervenciones, como la de Paolo Ferrero, ex Ministro de Asuntos Exteriores italiano, señalaron la impotencia, pese a las gestiones realizadas en su momento, para concederle el asilo . Señaló que Italia tiene una deuda pendiente con el pueblo kurdo e hizo un paralelismo entre Gramsci y la difusión de su pensamiento desde la cárcel con el rol que ha venido jugando Öcalan a la hora de aportar propuestas nuevas desde el confinamiento para buscar salidas políticas al conflicto kurdo en Turquía.

La Conferencia sirvió también para poner en contacto a entidades de diversos países europeos que trabajan en la denuncia de la situación de los DD HH en Turquía, que se movilizan por la liberación de Öcalan y por la búsqueda de soluciones políticas para el pueblo kurdo. La voz de la sociedad civil europea estuvo compuesta por más de una cincuentena de personas, algunas incluso procedentes de la India.

Hubo una fuerte representación procedente de Italia junto a voces de Alemania, Noruega, Reino Unido, Dinamarca o Francia. Del Estado español llegó una nutrida representación del mundo del sindicalismo alternativo, implicado en la campaña Libertad  para Ocalan que se presentó el pasado verano y realizó sus primeras declaraciones públicas en otoño por medio de diferentes ruedas de prensa. OSTA de Aragón, CSC e IAC de Cataluña, CIG de Galicia, ELA y LAB del País Vasco, la Intersindical Valenciana, así como la Confederación Intersindical renovaron su solidaridad con la lucha del pueblo kurdo y compromiso para seguir adelante con esta campaña, tal como se recogió en un comunicado conjunto que se trasladó al día siguiente de la Conferencia a la manifestación que se desarrolló en Colonia, Alemania.

La solidaridad con los presos políticos de Turquía y Kurdistán es un tema que debemos trasladar a nuestra sociedad. Sufren políticas de aislamiento y represión marcadas por la dureza y el intento de aislarlos de sus propios pueblos. Se insistió en el aporte que tras su estancia en la cárcel hizo Nelson Mandela en Sudáfrica, haciendo una relación con los aportes de Öcalan en la búsqueda de nuevas vías para encontrar soluciones justas para las reivindicaciones del pueblo kurdo. Frente a esa posibilidad, el Estado turco reacciona con un reforzamiento del aislamiento. A día de hoy, la última visita de sus abogados se produjo en el año 2020 y una llamada telefónica, que se cortó, en 2021. Desde entonces no hay ninguna noticia sobre su situación o estado de salud.

La movilización de Colonia
El 25 aniversario del secuestro de Öcalan no podía pasar sin una movilización masiva de denuncia en la calle. Por razones evidentes Alemania era el lugar clave debido a la presencia de casi dos millones de ciudadanos y ciudadanas procedentes de Turquía, entre los que se contabiliza más de medio millón de origen kurdo. Sin embargo, no se puede olvidar que, desde el año 1993, el PKK es una organización ilegal en ese país, lo que constituía un reto desde el comienzo.

Hubo que sortear numerosas dificultades legales, entre otras, la amenaza de impedir la manifestación si aparecían imágenes del líder kurdo encarcelado. Finalmente se lograron superar, pero eso no impidió la presencia de un enorme despliegue policial (furgones, cámaras, drones) que acosó de forma continuada durante el desarrollo de la manifestación, que se presentó como la culminación de la Gran Marcha europea, una movilización que, desde hace años, impulsa el movimiento kurdo por diversos países europeos. En la misma participaron todas las organizaciones políticas y culturales kurdas así como organizaciones de la izquierda turca.

La manifestación resultó multitudinaria. Saliendo del muelle situado junto al Rin, describió un cuadrilátero, cruzando el río por dos puentes diferentes para retornar al punto de salida donde tuvo lugar el mitin final. Pese a las cautelas de la organización, se podría hablar de una participación que rondaría unas doscientas mil personas que marcharon a lo largo de varios kilómetros. Cuando la cabeza retornaba al punto de inicio, todavía se apreciaba en el horizonte la cola de los últimos manifestantes cruzando el primer puente.

El servicio de orden de la organización se las vio y deseó para poder encuadrar a los manifestantes por el itinerario previsto sin salirse del espacio autorizado, los carriles de circulación y reservando las aceras. Si algo destacaba en la marcha, era la presencia de contingentes en los que la juventud era mayoría, con abundante presencia de mujeres, también jóvenes, junto con personas de todas las edades: ancianos y ancianas vestidos con los colores kurdos, familias enteras con menores en sus correspondientes carritos, etc. Una demostración de la transversalidad del movimiento kurdo.

Se trató, sin duda de una demostración de fuerza de la vitalidad y renovación generacional del movimiento kurdo.

DEM Parti
Días después, se produjo en Estambul un importante encuentro en el que participaron representantes parlamentarios de diferentes partidos europeos de Francia, Italia, Suecia, Noruega junto a cargos de EH Bildu y la CUP. Por medio de una rueda de prensa celebrada en su sede, se trasladaba al interior de Turquía el eco de las movilizaciones europeas al tiempo que se daba el aval político a la nueva formación prokurda que se presentará a las próximas elecciones municipales que tendrán lugar el domingo 31 de marzo. Conviene recordar que el ámbito municipal es el gran bastión con el que cuenta un movimiento kurdo institucionalmente acosado desde que decidió disputar el espacio político en los años noventa del pasado siglo.

Desde entonces, hemos conocido el asesinato de diversos representantes parlamentarios y municipales, así como la detención y encarcelamiento de buena parte de la dirección de los diferentes partidos que han sido sistemáticamente ilegalizados. HEP, DEP, OZDEP, HADEP, DEHAP, DTP, BDP, DBP, HDP son las diferentes marcas con las que han participado en procesos electorales tanto presidenciales como legislativos y municipales. En las elecciones de 2015, el HDP logró convertirse en el tercer partido en el parlamento turco con una lista paritaria formada por el mismo número de hombres y mujeres y un programa caracterizado por la presencia de importantes propuestas que abarcaban el ecologismo, feminismo y la temática LGTBI con candidatos que se presentaban con esa orientación abiertamente.

El Presidente del HDP, Salahatin Demistas, acusado de vinculación con el terrorismo, ha sido juzgado y se encuentra en la cárcel, al igual que buena parte de sus antecesores políticos. Un dato que señala de manera inequívoca los rasgos antidemocráticos en los que se sustenta el sistema político turco y la deriva autoritaria del actual presidente Tayip Erdogan.

El pasado año, 2023, el HDP, en riesgo de ilegalización, se presentó bajo las siglas YSP que ahora pasan al DEM Parti (Igualdad y Democracia para los Pueblos), continuador de la tradición anterior de alianza plurinacional, feminista, ecologista y de izquierda y, sin duda, bajo la atenta mirada de las autoridades judiciales y policiales del estado turco.

Tomado de vientosur.info

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