Contra la privatización de la educación pública en Grecia

Por Alvaro Laine.

La lucha por defender los logros sociales y las nuevas demandas es global. En Argentina se están produciendo fuertes movilizaciones contra las regresiones sociales que el nuevo gobierno, con actitud bonapartista, quiere imponer con violencia. En Europa, el sector agrícola creció como consecuencia de las políticas de libre comercio y desregulación laboral impuestas por la legislación europea. En todo el mundo se están celebrando protestas contra la guerra y, en particular, contra el genocidio del pueblo palestino. De manera similar, en Grecia, desde finales del año pasado, estudiantes, profesores y trabajadores de la educación se han levantado en masa contra un nuevo intento del gobierno de Nueva Democracia (gobierno tradicional de derecha) de privatizar la educación universitaria.

Es importante recordar que en Grecia, desde la firma del primero de los tres programas de rescate en 2010 con la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional (FMI)), como consecuencia de la crisis global de 2007, ha habido Ha habido un impacto muy grave en las condiciones de trabajo, los servicios públicos (sanidad, educación, transporte, etc.) y la propia soberanía política. Actualmente, el PIB del país aún está lejos de recuperar el nivel alcanzado en 2009, los salarios reales han caído drásticamente desde entonces y los indicadores de pobreza son alarmantes.

Como dice el refrán: “Donde el diablo pone su mano, su huella permanece por un tiempo”. Especialmente si tenemos en cuenta que la política económica del país está directamente supervisada por las instituciones europeas y el FMI, hasta un punto que niega cualquier ilusión de que pueda existir un mínimo de soberanía estatal. De hecho, el director general del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, cuando fue preguntado hace unos años en una entrevista por el diario griego Ta Nea sobre hasta qué fecha supervisarían la política económica del país, respondió con la siguiente aclaración : “(…) MEDE terminará cuando se haya pagado hasta el último euro”, es decir, por ahora, el año 2060. Pero las condiciones de vida de la población activa y de los jóvenes griegos están empeorando cada vez más.

Sólo así es posible comprender las fuertes movilizaciones que, desde diciembre del año pasado, se iniciaron en las principales ciudades del país contra el actual intento de privatizar la educación universitaria, con un grado cada vez mayor de participación de estudiantes y trabajadores de la zona. Aunque la privatización ha sido una constante desde 2010, la constitución griega prohíbe la formación de universidades privadas cuyos títulos puedan ser homologados, hecho que ha servido para defender el espacio de la educación pública de la ola de privatizaciones. Sin embargo, el nuevo gobierno conservador que ganó las elecciones en junio del año pasado (Nueva Democracia) tiene intención de aprobar a finales de febrero un proyecto de ley para romper esta defensa en el ámbito de la educación (probablemente el último reducto público del país) frente al capital privado.

Los riesgos son cruciales, por eso estudiantes y trabajadores se han opuesto firmemente a esta medida. En Atenas, desde enero, se han producido ocupaciones de universidades y manifestaciones masivas en el centro de la ciudad todos los jueves. El gobierno pretende posicionarse a favor de la privatización y hay una respuesta sólida desde las calles, con creciente participación y vigor. No es la primera vez que un gobierno intenta modificar esta ley constitucional en el país y, hasta ahora, trabajadores y estudiantes lo han impedido. La movilización avanza y sigue dando señales de que la resistencia popular continuará.

Tomado de movimentorevista.com.br

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