Filosofía de la práctica

Por Francisco Fernández Buey

Esquema

1. En cierto modo todos los hombres son filósofos.

Hay una filosofía espontánea que aparece vinculada al lenguaje, al sentido común, a las religiones populares, a las tradiciones, al folklore. Este primer nivel del filosofar del hombre, vinculado al sentido común, es lo que llamamos concepción del mundo. Una concepción del mundo espontánea o implícita junta o mezcla un conjunto de creencias acerca de la existencia o inexistencia de dios, de la naturaleza en torno, de la sociedad y del hombre mismo. En ellas nos formamos. Las concepciones del mundo o filosofías espontáneas se transmiten a través de un lenguaje compartido.

2. Un segundo nivel del filosofar del hombre son ya las filosofías en sentido técnico, lo que estudiamos en las historias de la filosofía. Las filosofías en sentido técnico han nacido de la acentuación del sentido crítico: de la crítica del conformismo que es característico de las concepciones del mundo establecidas y que cristalizan en tradiciones.

La crítica (de lo que hay y de lo que somos) es la condición necesaria para el paso de la filosofía espontánea de todo hombre a las filosofías en la acepción técnica de la palabra.

En este sentido, las filosofías son puntas elaboradas de las concepciones del mundo, progreso crítico del sentido común hacia lo que llamamos buen sentido o sentido común ilustrado, por lo general superación de la religión y del mero sentido común.

3. No existe la filosofía en general. Existen diversas filosofías relacionadas con distintas concepciones del mundo: diversas formas de filosofar. Siempre se hace una elección entre ellas. Y esta elección está condicionada, en cada caso, por múltiples factores culturales, históricos y materiales.

4. La filosofía de la praxis o de la práctica es una de ellas, una de estas puntas elaboradas de las concepciones del mundo. Su acta de nacimiento es la tesis XI de Karl Marx sobre Feuerbach: “Hasta ahora los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo de diversas maneras; lo que hay que hacer es transformarlo”.

Esta afirmación no tiene que entenderse como un llamamiento al mero activismo, a la acción por la acción. No tiene que leerse como si dijera: “Basta ya de interpretaciones del mundo; hay que ponerse ya a cambiarlo”. Tiene que leerse como una crítica a las filosofías meramente especulativas y como una invitación a pensar que la práctica, la acción y el trabajo productivo de los hombres es la piedra de toque de las teorías.

Lo que se quiere decir es: el análisis y la teoría deben de tener una prolongación práctica explícita. Las ideas filosóficas deben arraigar en creencias colectivas y las creencias colectivas tienen una dimensión prácica fundamental.

5. La filosofía de la práctica, así entendida, es un intento de superación de las filosofías académicas, de las filosofías licenciadas. No por desprecio de las filosofías técnicas, sino por conciencia de sus limitaciones.

La filosofía de la práctica desemboca así en una crítica de la filosofía como sistema, pero también en un elogio del filosofar a partir de las prácticas y experiencias vividas.

Coherencia entre el decir y el hacer.

El hacer es la mejor forma de decir.

El filosofar productivo es reflexión sobre saberes positivos.

Saberes positivos son los que proporcionan las ciencias y las artes.

6. La filosofía de la práctica da mucha importancia a la afirmación explícita del punto de vista. Se basa en la idea de que, en última instancia, los intereses y relaciones sociales determinan la conciencia de los hombres. Aspira a la objetividad o a la intersubjetividad, pero llama la atención acerca de las racionalizaciones ideológicas de la neutralidad.

Por eso se presenta como expresión del sentido común ilustrado de los de abajo.

7. La filosofía de la praxis es crítica de las ideologías, de todas las ideologías.

Eso mismo implica la necesidad de su corrección autocrítica.

8. La filosofía de la práctica es crítica del determinismo y del economicismo. Importancia de las ideas en la vida social. Importancia de la batalla de ideas.

Del materialismo ontológico al idealismo moral.

Voluntad concreta y capacidad de análisis.

9. La filosofía de la práctica insiste en las mediaciones entre conocimiento y análisis, de un lado, y decisión de cambiar el mundo, de otro.

La acción no se sigue sin más del conocimiento.

La acción no se sigue sin más de la posición de clase.

Importancia de la cultura crítica alternativa.

10. La filosofía de la praxis como conciencia histórica. Importancia de la historización: materialismo histórico e inmanentismo.

11. La filosofía de la praxis como sociología de la contemporaneidad.

12. La filosofía de la praxis como reforma moral e intelectual: una filosofía que es también una política y una política que es también una filosofía.

13. Crear una unidad ideológica entre los simples y los intelectuales: un bloque cultural y social entre intelectuales y masas. Así se pasa a una filosofía histórica. La exigencia del contacto cultural con los de abajo.

Tomado de elviejotopo.com

Visitas: 6

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email