Por Modesto Emilio Guerrero*
La siguiente entrevista la realizó Jean Arnaud desde Caracas, corresponsal del medio europeo InvestigAction, dirigido en Paris, por el conocido periodista de investigación belga Michel Colon.
El autor ha consentido su publicación en 1reesisto.com para el público chavista y de izquierda que lee este medio. (Nota del Consejo Editor de 1r)
*Investig’ Action:
Estimado Modesto. Más que un libro tú obra parece un expediente judicial.
Cuando se habla de asesinato, magnicidio en este caso, lo que hacen los investigadores, por lo general policías o servicios de inteligencia, es preparar un expediente para un tribunal para qué jueces pueden dictar su veredicto. Incluye una víctima, un probable móvil, arma del asesinato, sospechados autores intelectuales y materiales. ¿En tu caso que te motivó para investigar?
*Modesto Guerrero: Es cierta esa sensación de expediente en este libro. Ese parecido no es casual, Jean. Surge del objetivo del libro y de su estructura de investigación. Técnicamente se acerca a un expediente judicial.
Esto se debe a que mi propósito fue/es asentar, estructurar y desarrollar una hipótesis. Pero una hipótesis de muerte que a su vez sirva, sea útil, a lo más importante, que es la construcción de un balance de la llamada “revolución bolivariana” de su frustración. ¿Por qué se quedó a medio camino? ¿Qué combinación desigual, compleja, de factores, produjeron ese resultado de frustración, una frustración que es una base de la degeneración madurista del chavismo?
Es la hipótesis de un asesinato. Supongo que un investigador policial funciona de la misma manera y con técnicas parecidas. Por ejemplo, yo utilizo la máxima de la criminalística, que se pregunta a un crimen ¿a quién le sirve? ¿Quién o quiénes se benefician con ese hecho?
Esa pregunta me condujo a caminos de investigación sorprendentes y sensibles que ninguno de los que han escrito sobre el tema se atrevieron a tocar. Yo hice lo opuesto. Por eso me convencí y lo expreso, que la conspiración para sacar a Chávez del armado geopolítico, nació afuera pero desde muy temprano, 2007, 2009, se instaló adentro, en Miraflores, en el PSUV en el Gabinete y en las FANB.
I’Action: ¿Qué puede decir a los científicos que consideran imposible inocular el cáncer?
M. Guerrero : Mira, para la investigación que sostiene este libro tuve el cuidado de consultar a tres científicos. Uno especializado en neurociencias, el otro en tumores y a un físico llamado Mauro Brigado, especializado en nanotecnología.
Mauro trabaja en la Universidad de Campinas en Brasil. Mauro me explicó que la programación molecular de un nano cáncer es complejo, pero que su inoculación en un organismo es algo simple. Solo depende de alguien con acceso directo al cuerpo/victima. Todo lo demás está programado en los cromosomas sintetizados destinados a ser inoculados.
En este punto es donde aparecen los dos principales indiciados de ser autores materiales, o sea, quienes habrían inoculado el nano veneno.
Se trata de la excapitana Claudia Díaz, la enfermera designada para asistir a Chávez en su primera convalecencia en junio 2011. El segundo indiciado es el capital de navío Leamzy Salazar, que fue su Edecán y escolta 2º. Ellos dos tuvieron acceso directo y casi diario al organismo de Hugo Chávez.
Ese es el valor del aporte de Eva Golinger en 2013, haberlos señalado a ellos y a sus parejas amorosas como los dos como principales sospechosos en esta historia.
Claro que hubo otros y otras con acceso directo al paciente: No más de 12 funcionarios, familiares y médicos.
Pero nadie de esos 12 están o estuvieron bajo protección policial y financiera total del gobierno estadounidense. Ninguno.
Esa diferencia es decisiva, clave, para desenredar la trama conspirativa.
Hay otro hecho sorprendente que relato en este texto. Al presidente Chávez le descubrieron el primer rastro de cáncer 10 meses antes de que él lo informara desde La Habana.
El 1º de agosto del año 2010, el periodista venezolano Manuel Isidro Molina, escribió en un diario poco leído que al presidente le habían descubierto un cáncer en los pólipos paranasales durante una intervención para extirparsárseos. Eso ocurrió en julio-agosto de 2010. Hoy Manuel Isidro es hoy un precandidato presidencial independiente, pero es un reconocido periodista de hace mucho tiempo. Fue chavista hasta un punto en que se separó.
¿Los médicos lo ocultaron al presidente o a sus hijas, o a la dirección política?
¿Sabia Hugo Chávez en junio 2011 que en 2010 ya tenia cáncer?
No lo se, pero el hecho permanece ahí como uno de los misterios mejor guardados.
Esa información la registré en la segunda edición de la biografía Quien inventó a Chávez en enero de 2013 en Buenos Aires, cuya edición en francés se vende en Paris bajo el título “Chávez l´home qui défia a l´Histoire”.
Ahí cuento esa parte de esta trama criminal. La información se la dio a Manuel Isidro una amante chavista del palacio. Pero ella la debe haber tomado de alguien del círculo más íntimo del comandante. Así se fue tejiendo la conspiración interna. Informantes y actores de distinto tipo y nivel.
En 2022, cuando se editó en Caracas ¿ Quienes mataron a Chávez? (a cargo del diario oficial Cdad. Ccs.), me llamó un viejo amigo que fue el clínico designado por el Ministro de Salud de 2010, para atender políticamente la extirpación de los pólipos. Este profesional y militante, Frido Majul, me dio la seguridad sobre los pólipos cancerados.
Entonces, ¿Por qué no fue un hecho nacional? ¿Por qué no se hizo una investigación rigurosa? ¿Por qué no se tomaron las medidas preventivas y correctivas de tipo clínico, político y policial para tamaña novedad? ¿Por qué los jefes del PSUV y del Palacio guardaron reserva?
Yo creo que ya estaba instalada la conspiración interna. Nació en la CIA, la Mossad y la DAS, pero se instaló rápidamente en Miraflores.
Fíjate en esto que me dijo este doctor del Ministerio: “Si se hubiera tratado desde 2010, el comandante podía sobrevivir, como sobrevivieron los presidentes de Brasil, Lula, Dilma Rousseff, el ex presidente paraguayo Fernando Lugo, incluso el ex presidente colombiano Juan Manuel Santos, archi enemigo de Chávez, que también padeció un cáncer de piel en esos años y se curó. Ya existen protocolos de curación para cánceres tratados a tiempo. Claro, hay que tener plata”.
Bueno, un general de apellido Mendoza, rechazó en noviembre de 2010, un Protocolo de curación llevado al Palacio como propuesta, por un experto en tumores. Me refiero al reconocido científico Sirio Quinteros, con amplio récord de curación de tumores en su clínica de Boconó. Quinteros se especializó en la Universidad de Turingia, Alemania y lo ofreció de gratis en 2010.
*Modesto Emilio Guerrero: Es periodista, escritor y conferencista. Nació en la península de Paraguaná, Venezuela (1955) y reside en Argentina. En 2012 ganó en Caracas el Premio Nacional de Literatura Stefania Mosca, género Crónica. Por Reportaje con la Muerte (la biografía del reportero argentino que filmó su asesinato en Chile). Otros libros: Panamá, soberanía y revolución (Maracay, 1990); Haití, el último Duvalier (1986); Después del 4-F (Valencia, 1992); Morir es la noticia (coautor, Chile, 1998); El Mercosur y la Revolución Bolivariana (Caracas, 2006); Venezuela 10 años después (Buenos Aires, 2009); El chavismo después de Chávez (en imprenta); La izquierda latinoamericana después del Muro (coautor, La Habana, 2012); Venezuela en el Mercosur (Caracas, 2012).
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