Reino Unido: Un creciente dinámica de huelgas/ Ver- Por qué paramos

4 FEBRERO 2023

[Continúan las huelgas en Inglaterra, Gales y Escocia. A lo largo de febrero -9-10, 14-16, 21-23- y marzo -2, 16-17, 20-22-, el personal y los profesores de 150 universidades estarán en huelga. El 6 de febrero, los conductores de ambulancias irán a la huelga. Los días 6 y 7 de febrero, los enfermeros organizados en el Real Colegio de Enfermería irán a la huelga. El 14 de febrero, los profesores de Gales, organizados en el NEU-National Education Union, irán a la huelga. El 20 de febrero, los conductores de ambulancias reanudarán su huelga. El 28 de febrero, los profesores de las regiones Norte, Noroeste, Yorkshire y Humber, organizados en el NEU, irán a la huelga. Está en marcha una votación por el derecho a la huelga -del 23 de enero al 16 de febrero- en Royal Mail (la empresa de correos que tiene estatuto de empresa privada y cotiza en bolsa). Lo mismo ocurre en el sector del transporte de Londres, sometido a votación por el RMT (entre el 31 de enero y el 21 de febrero). Podríamos añadir a la lista huelgas y votaciones.

La oleada de movilizaciones no tiene precedentes desde hace mucho tiempo. Lo hemos documentado en esta web. Pero la determinación de clase del gobierno de Rishi Sunak y de la patronal se refleja en las contrarreformas legislativas para aumentar los obstáculos a la acción sindical, siguiendo la estela del thatcherismo y del nuevo laborismo. Pretende criminalizar a los activistas sindicales, con despidos a mansalva, e imponer multas masivas a las estructuras sindicales con el objetivo de reducir al mínimo su capacidad de organización y acción. Los órganos de gobierno y el Partido Conservador están debatiendo medidas para prohibir las manifestaciones desde el principio, con el pretexto de que podría “degenerar”. Además, la política de tipos de interés del banco central está repercutiendo rápidamente en los tipos hipotecarios y en los préstamos, y también repercutirá en el llamado “mercado laboral” para debilitar la posición de los trabajadores. Un sector de la burguesía británica, enfrentado a una movilización social cuya magnitud no ha percibido, está dispuesto a infligir al movimiento social y sindical una derrota que tiene el tono de la venganza de una clase sorprendida por los desafíos que le plantean unos trabajadores cuya existencia y potencial como actor sociopolítico colectivo negaba. Una fracción de la clase dominante cree que un gobierno laborista encabezado por Keir Starmer ofrecería un compromiso más adecuado al contexto de la crisis del capitalismo británico, una crisis que no sólo es coyuntural, sino que tiene el regusto del Brexit. En forma descriptiva, los rasgos fuertes de esta confrontación de clases se desprenden de los artículos que figuran a continuación. – Réd. A l’Encontre]

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“Este 1 de febrero, medio millón de trabajadores estarán en huelga. Sin embargo, el Gobierno está prácticamente bloqueando las negociaciones y desinformando”

Jessica Elgot, Sally Weale y Gwyn Topham

Hasta medio millón de trabajadores irán a la huelga el miércoles 12 de febrero, con miles de escuelas cerradas, líneas ferroviarias sin trenes e importantes perturbaciones fronterizas, al declarar los sindicatos que las negociaciones que condujeron a la interrupción de las huelgas estaban “dando marcha atrás”.

Los ministros del Gobierno han sido acusados de “engañar a la opinión pública” y de bloquear cualquier avance hacia un acuerdo con los trabajadores del NHS y los sindicatos ferroviarios. Fuentes gubernamentales han admitido en privado que el optimismo de principios de enero de que se pondría fin a la huelga se ha desvanecido.

La serie de huelgas coordinadas incluye a profesores, funcionarios, policía de fronteras y conductores de trenes. El Gobierno ha pedido a los ciudadanos que se preparen para “importantes trastornos”.

Miles de escuelas de Inglaterra y Gales permanecerán cerradas, o parcialmente cerradas, debido a la huelga de casi 200.000 miembros del sindicato NEU-National Education Union, que reclaman un aumento salarial garantizado por encima de la inflación. Las escuelas de Fife y Orkney, en Escocia, también estarán en huelga el miércoles como parte de una huelga regional continua del Instituto Educativo de Escocia (EIS), el mayor sindicato de profesores del país.

La NEU prevé que el 85% de las escuelas se verán afectadas, y una encuesta indica que hasta una de cada siete escuelas cerrará a todos los alumnos, y una de cada cuatro en Londres.

El alcance de la perturbación no se conocerá hasta el inicio de la jornada escolar, ya que los profesores en huelga no están obligados a informar a sus centros con antelación, lo que presiona a los padres para que adopten disposiciones alternativas. El portavoz oficial del primer ministro declaró que la falta de información era decepcionante.

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La mayoría de los trenes de Inglaterra no circularán, ya que las huelgas afectan a los 14 mayores operadores, y se esperan mayores trastornos en los aeropuertos y colas en las salas de control de pasaportes (inmigración) debido a las huelgas del personal organizado en el Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS).

También están convocados a la huelga más de 100.000 funcionarios de más de 100 departamentos y organismos públicos, entre ellos la Oficina del Gabinete, los departamentos de Sanidad, Transportes, Educación y Empresa, así como el Museo Británico, la Comisión Electoral, la Agencia Espacial del Reino Unido y el Registro de la Propiedad.

No hay previstas más negociaciones entre ministros y sindicatos, aunque la secretaria de Educación, Gillian Keegan, se reunió con cuatro sindicatos educativos a principios de esta semana.

Los trabajadores del NHS -que no irán a la huelga hasta la semana que viene- están especialmente descontentos con los informes del Gobierno según los cuales las negociaciones salariales no han llegado a buen puerto porque sólo se tendrían en cuenta si se conseguían mejoras de eficiencia.

Un funcionario del Royal College of Nursing dijo que el Gobierno había “bloqueado” todas las ofertas de nuevas reuniones. El portavoz del primer ministro, Rish Sunak, dijo que “no tenía conocimiento de que se estuvieran celebrando negociaciones”.

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El lunes 30 de enero fracasaron las conversaciones en el sector educativo para evitar una huelga. El sindicato NEU dijo que quería reabrir las negociaciones para evitar huelgas más adelante, en febrero y marzo. Ahora parece haber pocas esperanzas de apertura, ya que el Tesoro (el ministro de Hacienda) bloquea de hecho cualquier avance.

Mary Bousted, secretaria general conjunta del NEU, declaró: “Este Gobierno no entiende el papel de los sindicatos. No entiende que al final tendrán que negociar. Por el momento no han presentado ninguna propuesta. Tenemos 27 días hasta la próxima jornada de huelga [28 de febrero y 1 de marzo, incluido el 2 de marzo en Londres y el sudeste y sudoeste]. Nos comprometemos a aprovechar este tiempo para negociar una solución a este conflicto. Pedimos al gobierno que muestre el mismo compromiso”.

El Sindicato de Conductores de Trenes (RMT) declaró que los esfuerzos por resolver el conflicto salarial estaban ahora completamente bloqueados antes de la huelga del miércoles 1 de febrero. Simon Weller, vicesecretario general de la Associated Society of Locomotive Engineers and Firemen (Aslef), afirmó que los maquinistas están más lejos que nunca de una solución. Dijo: “Desgraciadamente, las cosas han retrocedido hasta cierto punto”. Simon Weller achacó la ruptura de las negociaciones a una propuesta inicial que el Rail Delivery Group, que representa a los operadores ferroviarios [de mercancías y pasajeros], filtró inmediatamente a la prensa el mes pasado, antes de que el sindicato pudiera verla. “Destrozó cualquier confianza que tuviéramos en el proceso de negociación, las actas de las sesiones… En conclusión, se metieron en un lío”. Dijo que la oferta y las condiciones adjuntas implicaban que estaban “diseñadas para fracasar”. Además de enfadar a los líderes sindicales, la medida fue contraproducente para los operadores ferroviarios, ya que los maquinistas estaban exasperados por los detalles del acuerdo, añadió. “La semana pasada celebramos un seminario web con 1.000 afiliados… Las preguntas eran: ¿cuándo vamos a aumentar la presión? Están muy enfadados”.

De los 14 operadores de Inglaterra, sólo South Western Railway intentará prestar un servicio normal, mientras que Greater Anglia, LNER (London North Eastern Railway) y GWR (Great Western Railway) prestarán un servicio reducido.

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Se espera que el miércoles se desplieguen unos 600 militares para mitigar los efectos de las luchas, la mayoría de ellos en tareas fronterizas. El portavoz oficial del primer ministro ha declarado: “Sabemos que habrá importantes trastornos dada la magnitud de la huelga de mañana y será muy difícil para el público intentar seguir con su vida cotidiana.”

Una alta fuente gubernamental afirmó que el primer ministro había dejado claro que los sindicatos debían poner fin a las huelgas antes de que pudieran celebrarse negociaciones serias, aunque se hizo una excepción con la NEU el lunes [que fracasó]. Añadió que “los funcionarios trabajaban constantemente para encontrar una solución”.

En cuanto a las demandas planteadas por los sindicatos de sanidad y educación, la fuente gubernamental dijo que estaba claro que las demandas actuales eran inviables sin recortes significativos del gasto o subidas de impuestos. En cuanto a las huelgas del NHS de la próxima semana, la misma persona dijo: “Hemos dejado claro que estamos dispuestos a discutir los salarios, pero debe haber un punto de encuentro. No sabemos dónde está para los sindicatos y no podemos asumir un aumento general del 10%”. Sin embargo, los sindicatos sanitarios afirmaron que no habían recibido ninguna indicación de cuál podría ser la oferta del Gobierno.

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El director ejecutivo de Border Force (la agencia responsable de las operaciones de control fronterizo en puertos, aeropuertos y estaciones), Phil Douglas, declaró en una conferencia de operadores aeroportuarios en Londres que las huelgas podrían tener un impacto mayor que las de diciembre, cuando se desplegó el ejército y los tiempos de espera sólo se redujeron ligeramente. Esta vez Phil Douglas dijo: “Todo el mundo está en huelga. Todos los miembros del PCS estarán en huelga total mañana”. Y añadió: “sin duda” habrá más huelgas en la Fuerza de Fronteras, con el mandato del PCS [tras la votación entre los miembros] que se extiende hasta mayo: “Espero que lo utilicen”.

El personal de los servicios fronterizos que trabaja en Dover, Calais, Dunkerque y en la entrada de EuroTunnel a Francia irá a la huelga durante el primer trimestre, según anunció el martes por la noche el sindicato PCS. Se trata de la primera huelga en los puertos marítimos durante el actual conflicto. Se espera que en la acción participen más de 1.000 agentes los días 17, 18, 19 y 20 de febrero. […]

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Se espera que las huelgas del NHS se intensifiquen la próxima semana. Tendrán lugar todos los días excepto el miércoles y en ellas participarán personal de ambulancias, enfermeros y fisioterapeutas. Los sindicatos también se han enfadado por la presidenta del Órgano de Revisión Salarial del NHS, Philippa Hird, que reveló que el Departamento de Sanidad y Asistencia Social aún no había presentado datos para respaldar su postura de cara a la próxima ronda salarial, que comienza en abril, casi tres semanas después de la fecha límite.

Unison, el mayor sindicato del sector de los servicios públicos, ha dicho que anunciará fechas de huelga hasta marzo. Es probable que las huelgas afecten al doble de centros sanitarios vinculados al NHS e incluyan a todo el servicio de ambulancias de Inglaterra. La responsable de Sanidad de Unison, Sara Gorton, dijo que los ministros estaban “engañando al público” al afirmar que estaban trabajando para un acuerdo. “No hay negociaciones salariales, y el primer ministro debe dejar de intentar engañar a la opinión pública. La táctica del Gobierno parece consistir en guardar silencio, esperar meses a que el organismo de revisión salarial presente su informe y confiar en que el conflicto desaparezca. No lo hará”.

Los miembros del Royal College of Nursing, GMB y Unite harán huelga el lunes 6 de febrero, a la que seguirá una segunda jornada de acción del RCN el martes 7. La Chartered Society of Physiotherapy hará huelga el jueves 9 de febrero, y 15.000 trabajadores de ambulancias de Unison irán a la huelga al día siguiente en cinco servicios de ambulancias de Inglaterra.

El Institute for Government [un think tank creado en 2008, cuyos miembros han trabajado en el Times y el Financial Times, con las conexiones sociales que ello implica] ha publicado un informe que muestra que la rotación del personal de la función pública está en su nivel más alto de la última década. Muestra que la moral ha bajado por primera vez desde 2015. Sólo el 41% de los encuestados afirma que su organización les motiva para alcanzar sus objetivos, frente al 51% del año anterior. (Artículo publicado en The Guardian, 31 de enero de 2023)

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Reino Unido se prepara para la mayor jornada de huelga desde 2011 al oponerse el Gobierno a las subidas salariales
Delphine Strauss, Jasmine Cameron-Chileshe, Bethan Staton, Philip Georgiadis y Jim Pickard (Financial Times)

Profesores, maquinistas y funcionarios se sumarán este miércoles a la mayor jornada de huelga en Reino Unido desde 2011, mientras el Gobierno y sus ministros siguen resistiéndose a las demandas sindicales de subida salarial para el sector público.

Se prevé que unos 150.000 profesores se declaren en huelga en Inglaterra y Gales, lo que afectará a más de ocho de cada diez centros escolares. También se prevén bloqueos para los viajeros: 12.500 maquinistas bloquearán por completo algunas líneas ferroviarias, dejando sólo un tercio de los servicios en funcionamiento en la red. Alrededor de 70.000 profesores universitarios protagonizarán la última de una serie de huelgas.

También irán a la huelga más de 100.000 miembros del sindicato PCS-Public and Commercial Services Union, que representa a los funcionarios. Su huelga afectará a las oficinas de Whitehall [sede del gobierno], organismos legislativos y de otro tipo, museos y agencias de empleo, así como a los pasos fronterizos, donde se ha contratado a personal militar para controlar los pasaportes.

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El Trades Union Congress (TUC), representante del movimiento sindical británico, convocó la jornada de acción coordinada para protestar contra la nueva legislación que en el futuro permitirá al Gobierno imponer el mantenimiento de unos servicios mínimos durante las huelgas en sectores clave como el transporte, la sanidad y la educación.

“Nuestro mensaje al gobierno es: deje de atacar el derecho de huelga y empiece a negociar de buena fe con los sindicatos sobre los salarios del sector público”, dijo Paul Nowak, secretario general del TUC. Calculó que el trabajador medio del sector público ha perdido 203 libras (230 euros) al mes en comparación con 2010, una vez tenida en cuenta la inflación.

No hay indicios de que cambie la voluntad del Gobierno de colaborar con los sindicatos en la cuestión salarial. Por ello, los sindicatos se preparan para más huelgas si no se mejoran los índices de indexación salarial para 2022-23.

Para 2022-23, se ha concedido a los profesores un “aumento salarial” de al menos el 5%. Pero los sindicatos de profesores quieren aumentos por encima de la inflación [que fue del 9,2% interanual en diciembre de 2022]. Esto, dicen, “corregiría” años de descenso de los salarios en términos reales.

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Al mismo tiempo, el Gobierno ha ofrecido al personal de la guardia de fronteras un aumento del 2% para 2022-23, pero el PCS ha exigido un incremento del 10%.

El ministro de Sanidad, Steve Barclay, declaró el martes (31 de enero) que el Gobierno estaba “dialogando con los interlocutores sindicales” para intentar resolver el conflicto del sector sanitario. “Reconocemos que el NHS ha estado sometido a una enorme presión como consecuencia de la pandemia”, declaró ante la comisión de Sanidad y Asistencia Social de la Cámara de los Comunes, y añadió que el Gobierno “quiere mantener conversaciones… teniendo en cuenta las propuestas del organismo de revisión salarial para el año 2023”.

Pero Sara Gorton, responsable del sector sanitario en el sindicato Unison, afirmó que el Gobierno no estaba haciendo “precisamente nada” para poner fin al estancamiento. Los diputados se enteraron de que el Ministerio de Sanidad había incumplido el plazo de presentación de pruebas al organismo de revisión salarial para fundamentar sus recomendaciones sobre la evolución salarial en 2023-24. Sara Gorton declaró: “Rishi Sunak quiere que la gente crea que el Gobierno y sus ministros están haciendo todo lo posible por resolver el conflicto. Este no es el caso. No hay negociaciones salariales y el primer ministro debe dejar de intentar engañar a la opinión pública”. Unison anunció que sus miembros de cinco servicios de ambulancias de Inglaterra organizarían una cuarta huelga el 10 de febrero, tras lo que ya se perfila como la mayor semana de huelgas en la historia del NHS.

Otros cuatro sindicatos convocan huelgas de personal de ambulancias, enfermeros y fisioterapeutas. Los responsables de los servicios sanitarios advierten de que las medidas corren el riesgo de causar daños “graves y de gran alcance” a largo plazo. La NHS Confederation, que representa a los organismos de todo el sector sanitario, afirmó que la huelga de profesores del miércoles 1 de febrero aumentaba el riesgo de “retiradas repentinas de pacientes con responsabilidades parentales” [ya que se encargarán de cuidar a sus hijos], lo que agravaría los retrasos en el tratamiento.

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Mientras tanto, los sindicatos del transporte RMT y TSSA (Transport Salaried Staffs’ Association) están estudiando ofertas de la patronal ferroviaria en un momento en que el sector trata de poner fin a meses de huelgas perjudiciales. Pero Simon Weller, vicesecretario general de Aslef, el sindicato de maquinistas, afirmó que las relaciones con las operadoras ferroviarias habían “retrocedido” desde que en enero rechazaron una oferta de subida salarial del 8% en dos años, propuesta vinculada a importantes reformas. “Los maquinistas tenían una actitud bastante dura antes de ver las propuestas de la patronal. Ahora se ha endurecido”, dijo, añadiendo que incluso sin condiciones, un aumento salarial del 8% no resolvería el conflicto. El Rail Delivery Group, que representa a los operadores ferroviarios, dijo que la oferta era “justa” y elevaría el salario medio de los conductores a 65.000 libras (73.300 euros).

Downing Street advirtió de que la magnitud de la huelga provocaría “importantes trastornos” el miércoles, y añadió: “Será muy difícil para la gente que intente realizar sus actividades cotidianas”.

Aunque el gobierno quiere que los sindicatos reconsideren su planteamiento y prosigan las negociaciones, el secretario del gabinete del gobierno, Oliver Dowden, está llevando a cabo una “importante labor de planificación”, que incluye planes de contingencia para las huelgas de maquinistas” [en otras palabras, planificación para movilizar personal militar – ed]. Downing Street añadió que 600 militares, que habían sido movilizados durante las huelgas de Navidad, permanecían en reserva para hacer frente a la próxima oleada de huelgas. (Artículo publicado en el sitio web del Financial Times, 31 de enero de 2023)

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Cuando los profesores en huelga se educan y educan en la lucha
Andrew Fisher

El jueves pasado recibí un correo electrónico del colegio de mi hijo: “Hemos realizado una evaluación de riesgos detallada y, como resultado, no podemos abrir el colegio a los alumnos de forma segura los días de huelga.”

Esto no me sorprendió. El martes anterior había asistido a una concurrida reunión del sindicato local National Education Union (NEU), en la que los profesores se reunieron para debatir la huelga nacional. La reunión fue decidida y, como cabría esperar de los profesores, seria y organizada: planearon meticulosamente la huelga y plantearon preguntas prácticas a los responsables sindicales que dirigen el local. Los profesores más veteranos compartieron su experiencia de conflictos anteriores. Se intercambiaron buenas prácticas entre las distintas escuelas.

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A principios de este mes, más del 90% de los 320.000 profesores de Inglaterra y Gales representados por el mayor sindicato de educación del Reino Unido votaron a favor de la huelga en un conflicto salarial (los profesores de Escocia, representados por los sindicatos escoceses, ya llevan varios días de huelga).

Este año se ha ofrecido a los profesores una subida salarial del 5%, mientras que la inflación es más del doble. Pero no se trata sólo de una queja justificada por el salario de este año. Según el ferozmente independiente Instituto de Estudios Fiscales, el salario de los profesores se ha recortado en casi 6.600 libras en términos reales desde 2010, o más de 500 libras al mes.

Muchos centros de enseñanza tienen problemas para contratar y retener a los profesores. Un amigo profesor y jefe de departamento de un gran centro de secundaria de las afueras de Londres me dijo que era una “lucha constante” contratar y retener al personal. Me habla de un profesor que se incorporó a la profesión más tarde, “queriendo devolver algo” tras una carrera excepcional. Lo dejó al cabo de dos años por la carga de trabajo y el bajo salario. Era “muy buen profesor”. Otro profesor que se marchó ahora da clases particulares a tiempo parcial y gana más dinero sin la burocracia ni el estrés de gestionar una clase de alumnos a tiempo completo. Las lagunas también se cubren con profesores suplentes que “se esfuerzan pero no alcanzan el mismo nivel”.

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La ministra de Educación, Gillian Keegan, se mostró “decepcionada por la acción del NEU”. Sin embargo, no parece demasiado decepcionada por el hecho de que, a nivel nacional, casi uno de cada tres profesores abandone la profesión en un plazo de cinco años o que el propio objetivo del Gobierno para la contratación de profesores este año sólo se haya cumplido en un 59% (y en un 79% el año pasado). Este año, el Gobierno sólo ha contratado al 34% de su objetivo de profesores de informática, un dato que deja en evidencia las fanfarronadas del ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, de que quiere “ayudar a convertir el Reino Unido en el próximo Silicon Valley del mundo”.

Al secretario de Educación debería preocuparle que más de medio millón de niños reciban clases de profesores no cualificados y que más de medio millón de nuestros niños reciban clases en aulas con más de 30 alumnos. Gillian Keegan también podría mostrar cierta “decepción” con la política de Jeremy Hunt. Un funcionario de NEU me dijo que el gobierno sólo ha presupuestado un aumento salarial del 3% y ha pedido a las escuelas que compensen la diferencia entre el 3% y el aumento propuesto del 5% que se incluirá en los presupuestos educativos existentes, lo que significa que habrá que hacer recortes en otros gastos del sector. (Artículo publicado en iNews en la sección Opiniones, el 31 de enero de 2023)

Al’Encontre

Traducción: viento sur

Tomado de: Viento Sur

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Por qué paramos

 

Profesores y miembros de otros sindicatos participan en la manifestación «Salvemos nuestras escuelas» en el centro de Newcastle. (Ian Forsyth/Getty Images)

 

Una profesora, una funcionaria civil y una trabajadora universitaria del Reino Unido explican por qué participaron de la jornada de huelga de este 1 de febrero, la más importante en una década.

 

Cientos de miles de trabajadores abandonaron este miércoles sus puestos de trabajo. Desde profesores y funcionarios hasta trabajadores del ferrocarril y personal universitario, todos los sectores de la economía han llegado a un punto de ruptura debido a los salarios continuamente bajos, las necesidades inasequibles, el colapso de los servicios públicos y un gobierno que se niega a escuchar las voces de quienes hacen funcionar el país. Han decidido que la acción sindical es la única forma de lograr ese cambio, y lo están haciendo en su mayor número en más de una década.

Su acción llega en un momento importante. La última legislación antihuelga del gobierno pasó su tercera lectura en la Cámara de los Comunes el lunes por la noche y, si se permite que se convierta en ley, podría significar que los trabajadores sean despedidos por negarse a cruzar sus propios piquetes y que los sindicatos que los representan sean demandados hasta el olvido.

Aquí, en sus propias palabras, tres trabajadoras explican por qué se sumaron a la huelga y por qué esa acción es vital no sólo para protegerlos de los bajos salarios y la crisis del coste de la vida, sino para salvar los servicios de los que todos dependemos y para construir una sociedad mejor.

La profesora

Llevo dieciocho años trabajando como profesora de inglés en un instituto de Londres. El trabajo ha cambiado enormemente en este tiempo. La carga de trabajo ha aumentado año tras año. Las escuelas responden a la presión del Ofsted (Oficina de Normas de Educación, Servicios para la Infancia y Competencias ) y a una agenda de rendición de cuentas que, en la práctica, significa pedir a los educadores que hagan tareas burocráticas, alejándolos del aula.

La financiación está en un momento horrible. Las escuelas no pueden pagar las facturas de electricidad y gas, que en algunos casos están subiendo un 400%. Recortan gastos donde pueden. Además, nos enfrentamos a un verdadero problema de contratación y retención. En Londres, uno de cada tres profesores abandona la profesión en cinco años. En un entorno de tanta presión, es inevitable el agotamiento. No hay un presupuesto público dedicado a la contratación.

La realidad en las escuelas es que no se imparten asignaturas no troncales. En mi escuela, por ejemplo, una asignatura como Ciencias Empresariales ya no se imparte. Se eliminan asignaturas del plan de estudios porque no hay dinero suficiente para contratar personal. Los alumnos tienen un plan de estudios muy limitado y las escuelas se centran cada vez más en los exámenes. El resultado es sencillo: nuestros hijos no reciben una educación completa.

El tamaño de las clases aumenta cada año. Uno de mis representantes me hablaba de una clase colapsada, donde tienen dos grupos en una clase: 45 alumnos a cargo de un solo profesor. Eso supone un aumento del 50% respecto a una clase típica de 30, y todo porque no pueden permitirse un profesor más. Los profesores se ven obligados a ir a trabajar cuando están enfermos, porque no hay nadie que los cubra.

Empiezan antes y se van a casa más tarde, trabajan los fines de semana y hasta altas horas de la noche. El personal de apoyo suele ser concienzudo y desinteresado, por eso está en esta profesión. Pero llega un momento en que los salarios son tan bajos que piensas: ¿por qué trabajo 12 horas al día? ¿No estaría mejor en el sector privado? La crisis del costo de la vida es otra de las razones por las que los educadores abandonan la profesión en masa. Tenemos personal de apoyo y profesores que recurren a los bancos de alimentos.

He oído a colegas hablar de tener que traer comida para los niños. Nosotros somos los que estamos ahí para nuestros alumnos, luchamos por su educación. Pero a este gobierno no le interesa en absoluto ofrecer la calidad que los niños merecen. Si hubiera un compromiso, no nos estarían dando míseros aumentos de sueldo en escuelas infradotadas. Incluso hay directores de escuela hablando de huelga. Están preocupados por cómo van a dirigir sus escuelas.

Nos han llevado al borde del abismo. Hay mucha rabia entre los educadores en nombre de los niños a los que enseñamos. Eso se reflejó en nuestra votación preliminar nacional. Obtuvimos un 62% de participación con un 86% de votos afirmativos. Cada vez son más los profesores que se dan cuenta de que sólo conseguirán mejores salarios y condiciones mediante la huelga.

En este conflicto es fundamental que la gente vea que no se trata sólo de una cuestión salarial, sino del futuro de la educación. El gobierno no sólo está defraudando a los profesores, sino que está robando a los jóvenes su futuro. Se trata de defender el sistema educativo que tanto nos apasiona. Somos totalmente solidarios con los sindicatos afines de la educación. El sistema está roto y no tenemos más remedio que luchar por él.

– Venda Premkumar

La trabajadora universitaria

Nuestras pensiones han sufrido constantes ataques en los últimos años. Justo al comienzo de la pandemia, cuando los mercados financieros se desplomaban, se llevó a cabo una evaluación del régimen de pensiones del Universities Superannuation Scheme Limited (USS). Por supuesto, en ese momento arrojó un déficit. El USS lo utilizó para justificar el recorte de nuestras pensiones en una media del 35%. Otra evaluación a principios de este año mostró que el sistema está ahora en superávit, pero el representante de los empleadores universitarios de Universities UK (UUK) se ha negado a revocar los recortes. Antes de esos recortes, yo habría recibido 18.000 libras al año por jubilación. Ahora serán 10.000 libras. Estos recortes afectan desproporcionadamente al personal universitario más reciente.

El salario se ha recortado en términos reales un 25% desde 2009. Llevo trabajando en la educación superior desde 2009 y me pagan 14.000 libras menos de lo que deberían y eso es porque el salario no ha subido en línea con la inflación. Mientras tanto, los vicerrectores cobran cientos de miles al año. Las diferencias salariales por género, raza y discapacidad son del 15%, 17% y 9%, respectivamente. Exigimos que se eliminen.

Exigimos el fin de las prácticas laborales precarias. Los académicos y los estudiantes de doctorado se encuentran a menudo con contratos eventuales y se enfrentan a una gran incertidumbre, que puede prolongarse durante años. De hecho, no tienen red de seguridad. No cobran durante los meses de verano y en septiembre no saben si tienen trabajo o no. La semana pasada hablé con una profesora. Me sorprendió mucho escuchar su historia sobre cómo le ha afectado el coste de la vida. Decía que ni siquiera puede permitirse usar agua caliente todos los días. No esperaba que una académica viviera así.

La comercialización de la enseñanza superior es un factor importante. Las universidades se gestionan como empresas, para conseguir el mayor número posible de estudiantes. Eso se hace a costa del personal, al que se le pide que haga cada vez más con menos recursos y apoyo. En nuestra universidad, el principal motivo por el que el personal pide ayuda al sindicato es el estrés laboral. Esta cifra ha aumentado considerablemente en los últimos años.

El Sindicato Nacional de Estudiantes nos apoya. Una encuesta realizada a principios de este año reveló que la mayoría de los estudiantes nos apoyan. Aquí es donde los estudiantes y el personal tienen que estar unidos. En mi universidad formamos a estudiantes para profesiones como enfermería, derecho y periodismo. Y todos ellos son sectores que se han visto envueltos en conflictos o que están llevando a cabo acciones sindicales. Estas luchas serán sus luchas en el futuro.

– Rita Mahli

La funcionaria civil

Los funcionarios tocan la vida de todo el mundo en el Reino Unido. Es muy gratificante saber que lo que hacemos tiene un impacto. El trabajo suele ser intelectualmente exigente, y puede ser difícil desconectar cuando no se está trabajando. En la función pública hay una gran variedad de funciones y los puestos suelen ser difíciles.

Cuando recibimos nuestra oferta salarial, me quedé de piedra. Tardé un tiempo en asimilarlo. Lo primero que pensé fue: ¿cómo voy a sobrevivir? ¿Cómo voy a permitirme vivir? Si tenemos en cuenta lo rápido que se está disparando y sigue disparándose la inflación, una subida de un par de puntos porcentuales no servirá para nada.

La crisis del costo de la vida ha sido horrible. A medida que nos acercamos al invierno, el estrés no deja de aumentar. En noviembre yo todavía no había encendido la calefacción. Pasan las semanas en las que suelo hacerlo y me digo que no hay ninguna posibilidad de que eso ocurra pronto. Con los precios del gas y la electricidad, no sé cómo me las voy a arreglar.

Me siento en casa con varios jerseys y pares de calcetines puestos. No enciendo las luces a menos que sea absolutamente necesario y lavo todos los platos con agua fría. Es muy incómodo vivir así. Es difícil cuando tienes que hacer concesiones para poder desplazarte a la oficina sólo para hacer tu trabajo. Mis desplazamientos son especialmente largos y caros. Intenté hacer cuentas para ver si me saldría más barato viajar más a menudo a la oficina, donde hace calor, en lugar de encender la calefacción en casa. Pero resulta que no puedo permitirme ninguna de las dos cosas.

Es difícil. El otro día fui a la oficina y me di cuenta de que me había olvidado de llevar el almuerzo y tenía que comprar algo. Fui a la tienda y me quedé en el pasillo de las papas fritas. Miré y pensé: esto es ridículo, ni siquiera puedo permitirme un paquete de papas fritas. Al final tuve que hacer de tripas corazón y comprar un paquete de papas fritas saladas de marca. Ese es mi capricho de este mes. Me rompe el corazón.

Me duele el corazón por mis colegas. Muchos de ellos tienen que recurrir a los bancos de alimentos. No pueden permitirse el viaje al trabajo. Creo firmemente en el pan para todos y también en las rosas, pero las rosas son lo primero que se pierde cuando se lucha por pagar el alquiler. Hace poco oí a una compañera decir que no iba a poder permitirse regalos de Navidad para sus hijos si también quería tener comida en la mesa.

La gente está enfadada. Nadie quiere ir a la huelga, nadie quiere perder ese sueldo. Es realmente el último recurso para proteger nuestros derechos.

-Maia Khan

 

*Venda Premkumar es secretaria de distrito y de rama de Redbridge NEU.

**Maia Khan es funcionaria y miembro del PCS. Escribe bajo seudónimo.

***Rita Mahli es miembro de UCU y trabaja en los servicios profesionales de la City University of London.

 

Fuente: Jacobin América Latina

 

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