Venezuela-María Alejandra Díaz*: No es sólo salario, es dignidad/ Ver- El Petro, un fraude en contra de los jubilados. Bonus; La precaria directiva de PDVSA ya presenta fuga

La CRBV no es un hecho baladí, coyuntural, pueril. Es el resultado del poder constituyente –pueblo consciente y emancipado- que se da a sí mismo un acuerdo de largo aliento político para desarrollar y materializar las demandas sociales, económicas, éticas y espirituales que históricamente fueron desechadas, reprimidas, limitadas y aplastadas por los gobiernos y poderes fosilizados, petrificados que quedaron deslegitimados en el tiempo, por su desempeño contrario a los intereses y necesidades del pueblo venezolano.

La única forma de romper este acuerdo es a través de la decisión soberana del poder constituyente. No puede una facción minoritaria atribuirse el derecho de derogarla, destruirla, desaplicarla arbitrariamente por vías de hecho, para complacer así a sus amos globalistas que pretenden hacerse del país, sus recursos, territorio y exterminar por hambre a sus habitantes, expulsarlos, someterlos a las más terribles vejaciones, perseguirlos, en fin, alegando ataques externos, bloqueos, sanciones, dejarnos sin Constitución, ignorando los mecanismos de protección que ella misma prevé.

Hemos advertido hasta la saciedad que este peligroso camino corrompe, destruye, desnaturaliza y pervierte la vida y el tejido social, la convivencia y la vida digna en común, así como los auténticos caminos de la prosperidad y el trabajo.

 

 

Resulta inconcebible como de manera sistemática han sido inaplicados, inobservados y destruidos los derechos constitucionales, especialmente todos los relacionados con los derechos laborales, por sujetarse y apostar a un dogmatismo monetarista que la CRBV resolvió en los artículos 89 y 91.

El deber del gobierno -del signo que sea- es ceñirse al dictamen previsto en ella, entendiendo que el centro de su acción es el hombre y que el conflicto distributivo producto de las relaciones capitalistas que marcan nuestra economía debe ser resuelto en favor del trabajador y nunca del capital. No puede el gobierno justificando el aumento de la producción, pactar con grupos de poder fuera del contrato social, violentando el acuerdo que nos dimos e imponer otra vía fuera de ella.

Pretender que los derechos sean abolidos, con sueldos y salarios de hambre, instructivos fantasmas que reducen beneficios en un 50% de lo pactado, y poniéndose de parte de la acumulación violenta de capital a costa del salario de los trabajadores, y además amenazar a quiénes legítimamente estamos reclamando, protestando y manifestándonos pacíficamente por nuestras reivindicaciones, no sólo es contrario al artículo 68 de la CRBV y otros pactos y convenios internacionales, sino que es inhumano.

El salario es vital para el desarrollo del trabajador, sin él la posibilidad de vida digna es inexistente, así como vestirse, alimentarse adecuadamente, atender enfermedades, vivienda entre otros derechos fundamentales. Por ello la destrucción de la seguridad social derivada de salarios hambreadores, es una bomba de tiempo, pues ningún ser humano se dejará matar -de hambre- sin luchar.

 

 

Para este gobierno con una clara estrategia monetarista (neoliberal) que busca imponer a trocha y mocha una economía autorregulada, el artículo 91 de la CRBV que garantiza salarios justos y dignos, es inaceptable y debe ser destruido para lograr los objetivos: precios determinados únicamente por mecanismos del mercado, por tanto, no pueden existir subjetividades sociales (trabajadores organizados en gremios o sindicatos libres e independientes) que se opongan a ésta fórmula y reclamen dentro de los canales constitucionales.

El salario y los sueldos no son sólo para satisfacer necesidades de subsistencia, tienen además una función formativa que Negri denomina “autovaloración del trabajo” pues los trabajadores adquieren consciencia de sus intereses, necesidades y desarrollos (Max-Neef).

La errática política de bonificaciones -que no son otra cosa que aquellas peonías que daban los capataces y dueños de hacienda a los campesinos y siervos-, como dosis mínimas para mantener el sistema, se agotó. Este neofeudalismo del más ramplón en las relaciones laborales ya los trabajadores no lo aceptamos. Pues comprendimos que los bonos son un dispositivo para desmovilizar y despolitizar lo importante: la lucha por el restablecimiento del estado de derecho, la Constitución, la institucionalidad, que han sido violentados por esta estrategia neoliberal deliberada que destruye la vida. Éso señores, no se arregla con bonos, el problema es más profundo y los trabajadores lo sabemos.

¿Qué pretende el capital con la estrategia de los bonos? Domar nuestro comportamiento rebelde, someternos, dominarnos para asimilarnos al proceso de acumulación de capital que en Venezuela es originario y violento. No se puede seguir tratando lo político y lo económico como un tema simplemente biológico: convirtiendo a la masa de trabajadores en dóciles a través de estímulos y respuestas (neoconductismo) No somos ratas de laboratorio en este experimento social en el que nos metieron para acabarnos y acabar con la CRBV.

El trabajo es fuerza que busca autovaloración, más allá de los discursos y dogmas de los capitalistas, economistas, revolucionarios profesionales e ideólogos ique socialistas, que se constituyen en cuatro facetas de la subjetividad del capital en su estrategia de dominio y contra la cual los trabajadores nos rebelamos, además con toda la razón.

Resulta curioso que mientras la derecha global dejó de hablar de la Patria, la Nación la soberanía y la independencia, la izquierda por su parte abandonó las reivindicaciones salariales y del pueblo.

Lo peor es que el sacrificio extremo del pueblo y la vulneración del honor y la dignidad, que se hacen evidentes ante la ausencia misma del decoro, no está ni siquiera siendo propicio para el desarrollo de un Estado Nación en función de forjar sólidas bases para su desarrollo.

Al contrario, también estamos perdiéndolo en función de qué? De qué ellos garanticen su poder, un poder sucio y corrompido que les pudre a ellos mismos, los gobernantes, que no pueden excluirse de tamaña enajenación.

A quiénes le sirven? Al desleal propósito de entregar la Patria, La Nación y su territorio a las fauces sangrientas del imperialismo.

Por esto nosotros decimos hoy, que sin soberanía, sin Estado, sin instituciones, sin Constitución, no existe posibilidad alguna de dignificar el trabajo, los salarios y al pueblo mismo.

Llegó la hora de unirnos los ciudadanos patriotas en favor del pueblo dignificado, la Constitución y la República.

Nos toca luchar y Triunfar!!

*María Alejandra Díaz:

Abogada constitucionalista y representante del Estado ante la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Vicepresidente de la Comisión de Justicia y Tutela Efectiva de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela (2017).

Fuente: Aporrea.org

__________________________________________________________________________________

 

El Petro, un fraude en contra de los jubilados. Bonus; La precaria directiva de PDVSA ya presenta fuga

 

No queriendo descalificar la necesidad de todos los jubilados de Venezuela, lo que ha sucedido en particular en contra nuestros jubilados de la industria petrolera, es más que un hecho inhumano, un crimen premeditado desde las entrañas del gobierno madurista.

El fondo de pensiones de los empleados petroleros fue creado inicialmente en 1993. Este era alimentado con el aporte de los mismos trabajadores y administrado por la misma Pdvsa de aquella época.

En total, la industria petrolera y petroquímica mantiene actualmente entre 29,000 y 30,000 jubilados. La desgracia de todos nuestros jubilados nace de gobiernos incapaces e indolentes, pero la de los jubilados petroleros, es producto además de hechos irregulares cometidos en contra del fondo de jubilación, con la complacencia de ciertas autoridades petroleras y gubernamentales Venezolanas.

Francisco Illaramendi mantenía relaciones con PDVSA incluso desde tiempos de rafal ramórez, teniendo enlaces a través de terceros, con los más altos niveles del poder central. El fondo de pensiones de la industria petrolera fue entregado a dicho individuo en 2006, por la propia tesorería de la empresa para entonces bajo la estructura de Eudomario Carruyo y el visto bueno de ramírez. El hoy procesado por la justicia estadounidense ofrecía jugosos dividendos, cosa que a la postre nunca sucedió. Por el contrario, Illaramendi utilizó $381 millones de los haberes de fondo para una negociación fraudulenta de acciones, que terminaron en un purulento esquema Ponzi.

 

 

El fraude se destapa “públicamente” en Noviembre’2010, ya cuando H. Chávez estaba postrado en cama padeciendo de una enfermedad terminal y un gobierno dirigido a distancia con una firma digital. En la directiva de PDVSA estaban R. Ramírez como presidente y N. Maduro y J. Giordani como directores externos; entre otros.

Es a partir de entonces cuando comienza el calvario para los jubilados petroleros, quienes ya para el entorno de 2016 no percibían regularmente los excedentes anuales de sus haberes, que habían estado “depositados” en el fondo de jubilación. Hoy, PDVSA adeuda a los jubilados de la industria más de $7,000 millones desde entonces.

Como solución al pago pendiente de dichos intereses, representantes de PDVSA con el beneplácito del gobierno central, propusieron a la directiva de los jubilados un pago progresivo de 4 petros. Hoy día esa supuesta solución se ha convertido en un esquema fraudulento tan o más nefasto como aquel por el cual desaparecieron entre 2006 y 2010 sus propios ahorros.

Nos recuerda el caso de Carlos Castillo hacia el entorno de 1990, entonces presidente de Maraven. Bajo su administración, los fondos del plan fondo de ahorros de los empleados de dicha filial, fueron desviados a inversiones oscuras en República Dominicana para obtener supuestas ganancias que nunca aparecieron. Era un año especial donde los ahorristas esperaban jugosos intereses que jamás llegaron. Pero en aquel caso y a diferencia del de los jubilados de hoy, Arturo Sosa se encargó personalmente de despedirlo del cargo de presidente de dicha filial. En el caso actual, todo quedó cubierto con el típico excremento de la misma cofradía putrefacta del poder PDVSA-gobierno.

Mientras la página del “PetroApp” publica la semana pasada un precio de referencia de 1,116 BsD por petro, y la misma página “Patria” recomienda una tasa de 931 BsD por petro, la venta no puede ser realizada a menos que el precio real de negociación sea reducido a menudo por debajo de los 500 BsD por petro; es decir una pérdida para cada jubilado de hasta 616 BsD por petro, o el 55% de un dinero que por derecho le pertenece.

 

 

Es decir, cada mes dichas plataformas, sus operadores, o los inescrupulosos intermediarios del poder, se embolsillan alrededor de $4,000,000, que son financiados con el hambre, la necesidad y hasta la vida de esos Venezolanos inocentes y necesitados que entregaron su vida por PDVSA.

¿Porque razón el estado y PDVSA han puesto a los jubilados de nuestra industria petrolera a perder el 55% de su dinero?

¿Porque razón el estado y sus plataformas digitales obligan a los jubilados, a negociar a perdida de hastya 55% de su valor, un dinero que por derecho les corresponde?

Quien, sino el mismo estado y/o sus allegados se quedan con las jugosas ganancias, producto de una estafa en contra de Venezolanos que entregaron sus mejores años al país?

Bonus: Nueva junta directiva o destructiva

Estamos claros en que 2023 es un año distinto para PDVSA, particularmente por los acuerdos firmados en la más reciente ronda de negociaciones gobierno-oposición.

Tenemos razones para pensar que el punto principal fue el tema del pago de las deudas pendientes de PDVSA con las corporaciones petroleras norteamericanas y europeas; Chevron, Conoco, Eni y Repsol. De hecho, ya se han enviado 3 cargamentos hacia las refinerías de Chevron en EEUU y uno a las de Repsol en Europa, mientras se estaría en medio de conversaciones con Conoco para negociar crudos de la FPO en norteamerica. El pequeño detalle es que ninguno de esos envíos produce flujo de caja sustancial (quizá pequeñeces) para la nación, ya que como dijimos, son para “honrar” deudas pendientes.

Bajo dicho entendido, no creemos que Venezuela-PDVSA aguanten mucho, sobre todo en las condiciones en las que actualmente se encuentra de profunda sequia financiera, propiciado por el debilitamiento profundo del barril desde Junio’2022, la desaceleración de las principales economías mundiales, la desaparición de nuestros crudos de los mercados orientales por la entrada de los crudos Ruso-Iranies, la caída de la precaria producción criolla, la vandalización de la infraestructura de PDVSA y el nombramiento de una junta directiva a todas luces no apta para el cargo.

Bajo la mano de esta incipiente directiva, en cuestión de días ha habido múltiples derrames y grandes accidentes-explosiones [Einstein Millan Arcia on Twitter: “#Pdvsa y su directiva comienza 2023 con más accidentes y derrames. Explosión en planta de #PdvsaGas. Culpan a chatarreros; es decir, la planta estaba abandonada en la desidia. Vas bien #tellechea. Adelante https://t.co/wPyg14JWqz” / Twitter].

 

 

Mientras más en detalle, se analizan los nombramientos hechos recientemente en PDVSA, más seguro estamos que el propósito del madurismo no es, ni ha sido salvar ni rescatar la industria petrolera, sino colocar una especie de cofradía cómplice al frente de ella, para cubrirse las espaldas y “cocinar” sus planes personales al margen del resto del país.

Cuando la experiencia promedio en el área de hidrocarburos de la junta directiva de Shell y Exxon supera los 30 años, con edad promedio de 60 años (excepto 2-casos en Shell), en PDVSA el presidente no supera los 35 meses de experiencia ( y en Pequiven), mientras que el promedio de experiencia de la directiva en pleno, no llega a 8 años de presencia en la industria petrolera. Ni se hable de algún tipo de exposición internacional en materia petrolera o gasífera. La minúscula experiencia del actual presidente de PDVSA; fallido por cierto en Venalum, no necesariamente suma para dirigir una industria petrolera verticalmente integrada como la nuestra; aún bajo el supuesto de que algo haya aprendido a su paso por Pequiven.

Hemos asegurado que los primeros 3 a 4 meses de 2023 serán muy duros para Venezuela [Einstein Millán Arcia: Pdvsa; visión 2023. Retos, amenazas y propuesta – Emisora Costa del Sol 93.1 FM (costadelsolfm.org)], dado que podría enfrentarse nuevamente al fantasma de la hiperinflación en su peor forma, al conjugarse un estado sin flujo de caja, un barril que no repunta, una PDVSA destruida en manos incapaces y unos compromisos con EEUU/Europa, que succionan y poco dejan.

La economía Venezolana no ha mejorado como aseguran desde el gobierno; por el contrario, se encuentra en su peor momento. Es aun dependiente directa de los precios del barril, quienes regulan proporcionalmente de hecho, el impacto de la inflación, más allá de lo que aparentan las cifras oficiales [Einstein Millan Arcia on Twitter: “La falsa esencia que intentan meter por las narices a los# #Venezolanos desde el gobierno #madurista sobre la recuperación económica se desploma a la misma velocidad que el precio del crudo. No ha habido tal recuperación. Es sólo la respuesta al alza coyuntural del barril. https://t.co/ht9dSF8mRI” / Twitter].

Pensamos que quizá hacia finales de Q2’2023 las cosas podrían tender a mejorar en el país a medida que el factor estacional entra en escena en el hemisferio norte, pudiendo impactar hacia arriba la demanda y con ello el barril. La situación se complica con la cadena de destrucción que está sucediendo en las refinerías locales, lo cual podría forzar al gobierno a importar nuevamente gasolinas. Pero sin dinero, con un barril deprimido, una producción incipiente-decadente y para colmo, exportando crudos sin percibir ingresos, es poca la esperanza que se puede tener, máxime con aprendices en la directiva de PDVSA.

La intensidad con la cual mejore la economía criolla dependerá de que tan rápido se enderecen los entuertos en PDVSA, pero también del entorno político tal que estén dadas las condiciones para invertir y se produzcan los cambios de fondo necesarios en las instituciones. Variables que por ahora no parecen conjugarse ni en el corto, ni en el mediano plazo.

 

*Einstein Millán Arcia:

Asesor Petróleo y Gas “Upstream” & RE SME/Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979. Ha publicado y presentado en diversas revistas y conferencias internacionales más de 12 trabajos especializados en materia de Petróleo y Gas. Ha escrito más de 300 artículos de opinión y sido citado en materia de petróleo y gas en: spglobal.com, aporrea.org, NoticiasVenezuela.org, Plattsblog, Oilpro.com, las armas de coronel, Vanguardia de España, segurosybanca.com, The Slush Pit (Oklahoma Oil & Gas News), Energy Economist, Kaieteur-news & Stabroeknews Guyana, Sputnik-news y Los Ángeles Times

 

Fuente: Aporrea.org

Visitas: 4

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email