Las primeras medidas firmadas por Lula ayer durante la ceremonia de inauguración en el Palacio del Planalto acaban de ser publicadas en el Diario Oficial (DOU). En total fueron 13 órdenes, entre decretos y medidas provisionales. Algunas medidas son técnicas y obvias, como la creación de nuevos ministerios y la reestructuración de la estructura de gobierno. Pero la mayoría tiene contenido social, político y económico. Entre las principales medidas se encuentran:

– Decreto que determina el combate a la deforestación y restablece el Fondo Amazonía, con recursos de R$ 3,3 mil millones provenientes de donaciones internacionales. Este fondo, creado en 2008, fue efectivamente extinguido en 2019 por Bolsonaro, quien decretó la disolución de su Comité Rector (COFA) y Comité Técnico (CTFA). El fondo es considerado una iniciativa pionera en la lucha contra la deforestación y la crisis ambiental, habiendo invertido, desde su creación, al menos R$ 1 mil millones en proyectos. Aún en el área ambiental, Lula determinó la alteración de las reglas para la investigación y sanción de los delitos ambientales, en una primera iniciativa para acabar con la “liberación general” de los delitos ambientales. El presidente juramentado también revocó el permiso para realizar actividades mineras en tierras indígenas y de protección ambiental y determinó que el Ministerio del Medio Ambiente proponga nuevas regulaciones al Consejo Nacional del Medio Ambiente (Conama). El plazo otorgado para la elaboración de la nueva propuesta fue de 45 días.

– Despacho para la Contraloría General de la Unión (CGU), en un plazo de 30 días, para reevaluar las decisiones de secreto de información en el gobierno de Bolsonaro. Esta es la forma correcta de iniciar el procedimiento de fin del secreto, que está regulado por la Ley de Acceso a la Información. Entre los principales documentos que, en perspectiva, han roto su secretismo, se encuentran la cartilla de vacunación de Bolsonaro e información sobre la participación del exministro de Salud, general Eduardo Pazuello, en una manifestación golpista en Río de Janeiro.

– En el campo social, la principal medida firmada por Lula fue, sin duda, la que instituyó el nuevo Bolsa Família en el valor de R$ 600 por familia, más R$ 150 por niño hasta los 6 años. En total, se beneficiarán 21 millones de familias. El programa, al igual que el anterior Bolsa Familia, requiere nuevamente contrapartidas, como la cartilla de vacunación del niño al día y la escolarización regular. Lula también determinó la recreación de Pro-Catadores, un programa de apoyo a los recolectores de materiales reciclables; firmó un decreto que determina la inclusión de personas con discapacidad en la educación, extinguiendo la segregación previamente determinada por los decretos de Bolsonaro. Finalmente, siempre en el campo social, Lula firmó un decreto que elimina los impedimentos a la participación social en la construcción de políticas públicas,

– En el área económica, la medida que mantiene la exención de impuestos federales (PIS/Cofins) sobre los combustibles por un año más. Esta medida, a pesar de haber sido controvertida dentro del equipo de transición, era necesaria para evitar un aumento inmediato de los precios, mientras el gobierno no encuentra una solución a largo plazo. Lula también firmó un despacho ordenando a los ministros elaborar propuestas para la salida de Petrobras, Correios y Empresa Brasil de Comunicação (EBC) del Programa Nacional de Privatizaciones. Esta medida es sumamente progresiva y constituye un primer paso hacia el fin definitivo de las privatizaciones desatadas en los últimos años.

– Finalmente, en el campo de la Justicia, Lula comenzó a revisar la legislación sobre armas. Se suspende el registro de nuevas armas de uso restringido a Cazadores, Tiradores y Coleccionistas (CAC). Lula también suspendió las autorizaciones para nuevos clubes de tiro hasta que se emita un nuevo reglamento, además de otras medidas restrictivas.

En términos generales, las medidas de Lula son un soplo de aire fresco después de la barbarie creada por el gobierno de Bolsonaro. Pero son sólo un primer paso. Su importancia es directamente proporcional al tamaño de las batallas que quedan por delante. La derecha, el centro y Faria Lima no permitirán que esta dinámica continúe indefinidamente. Habrá resistencia en el otro lado. Habrá que enfrentarse a los ricos y poderosos. Solo así podremos transformar los importantes compromisos que Lula asumió durante la campaña en medidas reales, de carne y hueso, que cambiarán a Brasil para siempre. Ayer fue un día de fiesta. Hoy comienzan los días de lucha.