Homenaje a Vicente Zito Lema: profesor de Psicología Social/ Ver- Vicente Zito Lema recita “El poeta palestino”/ Vicente Zito Lema recita “Pasión por la justicia”

Luis Hessel*

11 De Diciembre, 2022

 

 

(Homenaje a Vicente Zito Lema) Entre sus múltiples oficios terrenales, Vicente Zito Lema fue discípulo de Enrique Pichón Rivière y uno de los más destacados difusores de su pensamiento, pero sobre todo, fue autor del libro de divulgación más importe de la disciplina las “Conversaciones con Enrique Pichón Rivière sobre el arte y la locura”, la obra más acabada sobre la vida del célebre psicoanalista.

Conoció a Pichón Rivière en el invierno de 1964 en el taller del pintor surrealista Juan Batlle Planas. El primer tema de conversación fue la poesía y la vida trágica de Isidoro Ducasse el Conde de Lautréamont, por lo que inicialmente la relación entre ambos se construyó alrededor de sus intereses por el surrealismo y el vínculo entre locura y la creación artística, a tal punto fue el compromiso, que años después Vicente invitó a Pichón a organizar la cátedra de “Introducción a los mecanismos de la creación artística”, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En una entrevista señaló que “fue la primera vez que en Latinoamérica, si mal no digo, se organizó una cátedra universitaria para analizar sistemáticamente cómo se produce la obra de arte, sin desechar la necesidad histórica del arte, su materialidad social y poniendo luz a la vez en la subjetividad del artista”.

El 6 de abril del año 2000 fundó la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo en homenaje a Pichón Rivière, que rápidamente se constituyó en el centro por excelencia de encuentro de la militancia popular y el pensamiento crítico, que a su vez albergo la mayor escuela de psicología social de ese entonces. El plantel docente contó con figuras de la talla de Armando Bauleo, Ángel Fiasché, Eduardo Pavlosvky, Hernán Kesselman, Gregorio Baremblitt, Ana Quiroga, Alfredo Moffatt, Juan Carlos Volnovich Gregorio Kaminsky, León Rozitchner, Horacio González, David Viñas, Osvaldo Bayer, Enrique Mari, Rubén Dri, Norman Briski, Abelardo Castillo y Ricardo Piglia, entre otros. A su vez publicó una serie de títulos por la editorial de las Madres dedicados a la psicología social, el psicodrama y la salud mental. Dirigió la revista “Locas, cultura y utopías” donde otorgó un lugar importante a la psicología social, por ejemplo, vale destacar la entrevista que le realizó a Fernando Ulloa titulada “La obscenidad del poder, la ternura de los piqueteros”, cuyo dialogo entre ambos pensadores es un análisis psicosocial de la realidad argentina. Vicente utilizó el concepto de “tiempo de los asesinos” acuñado por el poeta francés Arthur Rimbaud para describir la violenta represión tras la derrota de la Comuna de Paris de 1871 y realizando a la vez una analogía con los secuestros y asesinatos perpetrados durante la dictadura cívico-militar argentina de 1976. Presentando al movimiento piquetero como el emergente de la violencia social y la desigualdad en nuestra sociedad y como único actor con capacidad de confrontación con la “obscenidad del poder”. Mientras que Fernando Ulloa, cerró la entrevista afirmando que “no hay duda de que el movimiento piquetero, con todas las precariedades o improvisaciones de lo nuevo, es una respuesta límite a un poder perverso”.

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Junto a Alfredo Moffatt y Carlos Sica en el “Moffattazo” en la Biblioteca Nacional

Y con la organización del Primer Congreso Internacional de Salud mental y Derechos Humanos, su gestión en la universidad adquirió renombre internacional hasta su trágica persecución y expulsión de la misma que él había soñado.

Participó activamente de la difusión de la vida y obra de Pichón Rivière y defendió su legado. Fue docente invitado en decenas de escuelas de psicología social del país y participó de congresos, foros y apoyó toda iniciativa tendiente a reclamar el reconocimiento profesional, como la ley nº 6353 de la provincia del Chaco que establece el ejercicio de la profesión de “Operador en Psicología Social” en todo el territorio provincial.

Alentó la creación de instituciones propias de la actividad, como la Asociación de Psicólogos Sociales de la República Argentina (APSRA) y la recientemente creada Asociación de Psicología Social Clínica Argentina (APSCA) donde dirigió el área de Derechos Humanos.

Pero sin duda alguna, el aporte más valorado a la disciplina fue el libro de entrevistas con Pichón Rivière que se convirtió en la referencia bibliográfica más acabada sobre la vida del célebre psicoanalista.

“Conversaciones con Enrique Pichón Rivière sobre el arte y la locura”, tiene los grandes méritos de ser el más completo testimonio en primera persona que existe sobre Pichón Rivière y es la única obra que reconstruye su infancia en el Chaco, la fundación del Partido Socialista en la ciudad correntina de Goya, su apoyo a la revolución española de 1936, la llegada a la psiquiatría, el encuentro con el psicoanálisis y su salto a la psicología social, así como el interés común por ambos sobre la naturaleza del arte y la locura.

El trabajo surgió a partir de una idea del empresario periodístico Jacobo Timerman de realizar una serie de reportajes a intelectuales para el diario La Opinión, como se realizaban en Francia donde, según Vicente, “un intelectual más joven se reunía con uno ya maestro, no en un clásico reportaje, sino en un intercambio de opiniones”. Fue tan buena la recepción del trabajo que fue el titulo elegido para inaugurar la editorial Timmerman Ediciones. La obra tuvo 20 reediciones y actualmente se consiguen ejemplares de Ediciones Cinco.

Vicente detalló la organización del trabajo de la siguiente forma:

“Nos reunimos durante el otoño y el invierno de 1975, una o dos veces por semana, en sesiones (grabación, comentarios de grabaciones anteriores, búsqueda y lectura de libros y documentos)”.

“Yo concurría a su domicilio, que es a su vez su consultorio. Su enfermera me hacía pasar; en seguida aparecía Pichón, nos abrazábamos”.

“Después nos sentábamos frente a frente, yo de espaldas a su diván de psicoanalista (marrón, con extrañas manchas que nacen a partir del desgaste del cuero y que, si son observadas, permiten descubrir un rostro casi perfecto de leopardo y junto a él un torso de mujer)”.

“Ya acomodados, Pichón me preguntaba, invariablemente: ¿Cómo estábamos nosotros dos, ¿cómo está la calle? Le comentaba yo los hechos del día, casi todos dramáticos”.

“Tomamos como método que yo le leyera la desgrabación de la charla anterior. A partir de allí, en su caso, aclarábamos o completábamos los distintos temas. O bien enfocábamos otros que, previstos o no en el plan original, entendíamos en ese momento que eran necesarios”.

“Debido a las dificultades físicas de Pichón, que tornan su voz poco audible (en todo caso, no registrable fácilmente por el grabador), a medida que él contestaba mis preguntas, o me preguntaba, yo iba repitiendo y sintetizando, con la mayor fidelidad que pude, sus palabras”.

Junto a Joaquín Pichón Rivière y Gladys Adamsom homenajeando a Pichón Rivière en la Biblioteca Nacional

Recientemente la psicóloga Social Gladys Adamson rememoró en sus redes sociales, que el libro se publicó en medio de la represión. Incluso a pesar de su avanzada edad y deteriorado estado de salud, Pichón Rivière fue amenazado por el grupo terrorista la Alianza Anticomunista Argentina conocida como la Triple A o las tres A. En ese contexto, Vicente fue expulsado de la universidad y una bomba explotó en su estudio y en su hogar. Mientras en n la provincia de Tucumán secuestraron a la psicóloga social Ana María Sosa de Reynaga mientras participaba de los festejos del día del niño organizado para los hijos de los obreros del Ingenio Concepción.

Tiempo después retomó la idea de volver escribir sobre Pichón Rivière y tras 10 años de trabajo publicó en 2015 el libro “Luz en la selva. La novela familiar de Enrique Pichón Rivière” de editorial Metrópoplis, complementado por “Diálogos, Encuentro con Jacobo Fijman, Enrique Pichón Rivière, Fernando Ulloa, León Rozitchner y otras travesías por la belleza, las verdades de la época y los delirios”, publicado por Editorial Topia.

La psicología social de Vicente Zito Lema es una psicología humanista centrada en la praxis del sujeto como sujeto de transformación revolucionario de la humanidad y preocupada, a su vez, por entender los mecanismos y consecuencias de la violencia social. Pero íntimamente estuvo impulsada por la relación conflictiva entre el arte y la locura, la poesía y el delirio, la libertad y el manicomio.

Ana Sosa de Reynaga después de ser torturada y asesinada por los militares, su cuerpo fue arrojado al Pozo de Vargas, un antiguo pozo de agua que los militares usaban como fosa común para esconder los cuerpos de los compañeros y compañeras asesinados en los centros clandestinos de detenciones de la dictadura.

Enrique Pichón Rivière falleció el 16 de julio de 1977 a los 70 años de edad.

El 4 de diciembre de 1977 Vicente Zito Lema partió al exilio rumbo a Amsterdam, Holanda. Escribió la poesía “Espiral del cielo” en homenaje a Pichón Rivière.

El 4 de diciembre, coincidencia o no, pero de 2022, falleció en su casa rodeado de libros y acompañado por Regine (el amor de su vida) y sus hijas.

Un día después, centenares lo despedimos en el salón Julio Cortázar de la Biblioteca Nacional.

“Sigo escribiendo, comprometido por mi país, recorriéndolo de punta a punta, denunciando el odio, la amargura, la impotencia y luchando por la esperanza, la utopía y la belleza, sabiendo que aún en las peores circunstancias se puede resistir, crear y soñar”. Vicente Zito Lema.

*

Algunas de las fuentes consultadas fueron los testimonios de Vicente en el libro “Psicología Social Hoy”, compilado por Graciela García y Ana María Moragues, “Noche de locos” un homenaje bajo la dirección de Martín Smud, el ejemplar nº 4 de la revista “Locas Cultura y utopías” de 2002, el inagotable “Conversaciones” y los recuerdos de sus clases y charlas que por durante un cuarto de siglo tuve el privilegío de aprender de su vida y de su de multifacética obra, que por suerte, seguirá perdurando.

-Para leer y descargar el libro “Conversaciones con Enrique Pichón Rivière” hace clic aquí-

 

*Luis Hessel: Psicólogo Social, se desempeña como Preventor de riesgos psicosociales en el ámbito laboral e Instructor de Factores Humanos en la empresa… 

 

Fuente: CONTRAHEGEMONÍAWEB

 

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Vicente Zito Lema recita “El poeta palestino”

 

Vicente Zito Lema*

 

11 De Diciembre, 2022

(Homenaje a Vicente Zito Lema) Presentación en conferencia de solidaridad con la causa palestina celebrada en la Universidad de Avellaneda, 2016.

 

El poeta palestino carga el dolor en el fondo
de sus huesos, el espanto entre ceja y ceja;
la tumba de los niños es su última mochila…
El poeta palestino es un ser obstinado,
no le pide flores al pasado…

El poeta palestino lleva su patria en los
ojos, como si fuera el sol o el arcoíris,
O sea que su patria es ahora un cielo
y nadie se la podrá usurpar…
y aunque lo persigan
las nubes doradas saben protegerlo…
también su desierto tiene aguas de rosas…

Son veloces las nubes / como caballos, y alegres en su belleza…
Se desnudan inocentes, por más que se tuteen
con la muerte…
Igual que el muchacho sobre la colina
que carga y descarga su viejo fusil
en la noche que arde…
sin tregua… bajo la luna de luto…

El poeta palestino lleva su patria
en la boca,
porque siempre hay un momento
para besar…
El poeta palestino se inclina sobre
su tierra… y la acaricia… mientras pasan
las lluvias y las sombras…
Por más que nos persigan y nos maten
-le dice al cielo, le grita al mundo-
mi patria nunca será una sepultura abierta…
Hemos nacido para la vida / y lanza
su risa al viento el poeta palestino…
y piensa en la mujer que mañana mismo
temblará en sus labios…

Bajo la noche estrellada por miles de años,
el poeta palestino se despide,
la vida día a día
es el exilio de la vida…
Adiós, madre, prometo que cuidaré tus flores,
La guerra, este martirio de los niños, más que
un infierno es el mar del laberinto:
Se sale hacia adelante…

Adiós, madre, no temas… me entrego
al viento…
Mi alma es un navío…
La patria es tu susurro que me besa…

 

 

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Vicente Zito Lema recita “Pasión por la justicia”

 

Vicente Zito Lema*

11 De Diciembre, 2022

 

(Homenaje a Vicente Zito Lema ) Durante la presentación del libro “Darío y Maxi 20 junios” en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.

 

 

 

Cuando vio a las humildes mariposas del bañado
Con sus alas clavadas y quemadas
En el altar de todos los días,
Más que clamar a los dioses por justicia
O derramar nuevas lagrimas sobre los valles agotados del lamento
Quiso ser justo
Las puertas de cristal del paraíso están cerradas
Ni siquiera piedad tendrán las mariposas, se dijo
En un tiempo donde los cielos son una tierra sin luz, baldía
Y las flores del amor se pudren antes de nacer
En los bordes de las tumbas…

Quiso ser justo y ningún ángel ciego le entregó su espada
Ningún héroe antiguo le susurró secretos; ningún viento
Cálido y venturoso acaricio las velas de su navío…
A mordiscones, entre gritos de pecho desnudo y gomas quemadas
para el vuelo de los cuervos
Apenas empuñando un palo y el pañuelo palestino
Debajo de los ojos que ardían
En el grueso mar de las desdichas
Inició su odisea…

Mientras su vida navegaba sobre la cresta de las olas
Supo que hay una ciudad en las colinas de la riqueza
Donde los cuerpos devoran a los cuerpos como si fueran de oro…
Y que otra ciudad crece y crece en las espaldas de la basura
Y allí las almas lloran a las almas como si fueran el pan de dios…
Quiso ser justo y recorrió la muralla que separa las ciudades
Supo que las murallas de piedras son pasiones tristes
Y la última piedra es el silencio
Supo que las bocas del silencio jamás besan
Y que el pecado de la pobreza se paga con la muerte…

Una noche de tormenta con furiosos destellos azules
Soñó que la diosa justicia – Temis, la madre
de las parcas, la llamaban – ,
Se alzaba desde el fondo de las aguas y se escurría
Como un pez de sol entre sus sábanas frías…
Se arrimó al fuego, buscaba un abrazo. Ella se negó, con risas.
Sintió el desprecio como si fuera un gato de porcelana
Solo puedes mirarme y desearme. Mi dueño es la ley,
y el dueño de la ley es el poder, que tiene un dueño…
la muerte, que violó a mi madre, para que
yo naciera, dijo ella, y su voz de infante
pareció la seda del alba
cuando la rasga un relámpago…
Y se fue de su vida como se fue del sueño
Desnuda y ajena, igual que cuando llegó…
A caballo de la eternidad…

 

Abrió sus ojos de la oscuridad de una cueva de diamantes…
Detrás de los pinos tardíos el desierto se movía
Más rápido que el viento y tan frágil
Como una bailarina
Y más lejos, donde la mirada se termina entre crespones de niebla
Pudo leer el anuncio del alba: ya llega la estrella matutina…
La justicia se ofende con las pasiones, dijo, casi a gritos
hechizado por la luz, aún sin decidirse
entre el rojo y los celestes que abundaban…
Acaso el terror le haya secado los labios, dijo, más calmo
La justicia cierra su culo sobre la riqueza
y se pavonea con aires de ninfa, dijo, y se rió
como ríen los muchachos en el barrio…
Vio mil potros sudorosos al galope por las pampas y pensó
otra vez en la justicia…
Su belleza huele a cadáver pero ella no lo sabe…
Nació muerta en un tiempo de esclavos, dijo al fin,
con tristeza y agotó su cigarrillo
como quien agota la paciencia en los filos del aire…

Quiso ser justo. Volvió a su navío. A su viaje
Entre las aguas de la miseria y los barros
Del dolor que se eterniza y se muestra
Al desnudo y tan natural como la noche más noche
Donde ni siquiera brilla el consuelo de la luna…
Quiso ser justo. Allí estaban las fábricas cerradas,
Las escuelas caídas como hojas del peor invierno, ayer doradas,
Y los hospitales con sus madres y sus niños en colas infinitas
Que poco alivian los rezos y las maldiciones
Allí estaban la prostitución y el pegamento
para las criaturas que cruzan la puerta del infierno
Allí, bajo las ramas raquíticas y las ochavas mojadas
se veían los colchones de jirones, de fantasmas,
para que los viejos entre toses y gargajos
amarillos tengan el último de los sueños negros…
Quiso ser justo y abrió su corazón a todas las lluvias…
Con la inocencia del recién nacido
Era el fervor de quien decide mover el mundo
Día tras día… hora por hora…
Hasta lograr con sus manos el milagro…

Quiso ser justo allí donde lo justo escasea como los lirios en el potrero
Eligió por puerto un barrio donde sólo abundan los caminos
Que llevan al cementerio
Trabajó duro en la bloquera (lo más duro fue organizarla)
Trabajó duro levantando la salita de salud y la biblioteca
Trabajó duro moviendo las conciencias
En el pueblerio duro del sur

Quiso ser justo: o sea que su acción diera sentido
a la idea primigenia de la vida,
la que mueve las almas y los sueños;
o sea darle finalidad de bien común
a la reproducción material de la existencia,
para que el gozo de lo creado
detrás de la necesidad,
en pos de la belleza,
no lo pervierta el valor de cambio,
tampoco lo espante la usura;
Y más aún: que la igualdad en las dichas
de la vida resulte la más dicha,
en el viaje de los cuerpos amorosos
que trepan a sus navíos…

Quiso ser justo y cuando el hambre no tuvo respuesta
Recogió piedras para acompañar las palabras – y las palabras
fueron más limpias y más sonoras –
Y cortó las calles, las rutas y los puentes
para no cortar
el dulce hilo de la vida

Y sonrió con la bella arrogancia del justo: no somos
elefantes para morir en soledad, dijo
Aunque cierren los ojos y nos desprecien, aquí estamos…
Aunque nos declaren la guerra seguimos en el viaje, dijo
Y junto a sus compañeros del barrio que cuidaban su navío
Alzó sus manos con palos hacia el cielo
Como si fueran la corona triunfante de la tierra…

Esa mañana como nunca la gente del reclamo a flor de piel estaba allí
con tantas cicatrices como mil colores
Sobre los cuerpos sin artificio
También como nunca las fuerzas del poder los esperaban,
Arteros en lo suyo,
Preparados para una guerra en el espacio
Quiso ser justo entre los justos
Rabioso, con toda la espuma del amanecer
Amenazante, listo para pisotear la cabeza del monstruo
Otra vez la historia se obstinó en mostrar
Que las armas en manos del poder
Pueden más que los corazones desarmados…
Quiso ser justo entre los justos
Ayudó como pudo en el desorden de la retirada
Cuidó a los más desesperados
Dio aliento al que sufría las heridas (eran balas de goma
y después de plomo)
Siguió siendo justo con ojos desencajados
Por los gases y las visiones del dolor
Ardía, era muy joven, no había bebido los alegres vinos
en la noche de bodas,
Sintió que vivía las vísperas del adiós
Estaba marcado y lo perseguían
Apenas tuvo tiempo de tomar la mano del compañero en agonías
No es bueno que muera en soledad…
Es necesario que alguien sostenga su mirada…
Es justo morir a su lado, acaso dijo…
… Dio su espalda a la partida de asesinos
Los tiros fueron muchos y sintió que una nube de brazos
lo subían otra vez a su navío
Y mientras los vientos y las aguas lo llevaban del este hacia el oeste
Vio como las rojas y amarillas, humildes mariposas del bañado
Nunca antes tan brillantes
Rompían con sus alas
Las puertas de cristal del paraíso…

 

*Vicente Zito Lema: En una chacra del Neuquén, otoño de 2005

Fuente: CONTRAHEGEMONÍAWEB

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