Lula ganó! Tenemos mucho que celebrar. Fue una elección muy dura. Sin embargo, es necesario entender que la elección mostró un país profundamente fracturado. Se constató una polarización política muy fuerte, pero no se trata de una disputa entre dos proyectos igualmente radicales, entre dos antípodas.

Por un lado, el bolsonarismo, con una clara estrategia de destrucción del régimen democrático liberal. Una dirección política que no sólo se organiza dentro de los límites de la legalidad, sino que por el contrario, apunta permanentemente a la democracia y la institucionalidad, quiere destruir los logros de la redemocratización. Por otro lado, un frente democrático, liderado por Lula, en coalición con un líder histórico de la derecha brasileña, formado por grupos con diferentes estrategias políticas y corrientes ideológicas.

No hay peligro de comunismo, contrariamente a lo que pretende la derecha neofascista. Pero hay un riesgo para la democracia. Por eso es necesario enfrentar el golpe de los camioneros sin concesiones a las movilizaciones que cuestionan los resultados de las urnas.

Actualmente hay alrededor de 240 bloqueos de carreteras en 20 estados. El escandaloso silencio del presidente y sus permanentes ataques al sistema electoral son un incentivo para las movilizaciones golpistas. Todavía es necesario investigar seriamente si existe un vínculo directo entre Bolsonaro y sus hijos con este movimiento.

La intervención institucional es urgente. Investigar y sancionar a los involucrados. Imponiendo duras multas a las empresas que auspiciaron este episodio y reprimiendo los bloqueos por la fuerza. La Policía Federal de Caminos tiene que actuar y despejar las carreteras. No es democrático tolerar la defensa de un golpe de Estado.

Los editoriales de la prensa mayoritaria llaman a un giro hacia el centro de Lula, algunos no dudaron en publicar un llamado literal. Lo que necesitamos ahora es un gobierno que realmente cambie al pueblo brasileño. Será con amplias medidas sociales para la clase obrera y con un fuerte incentivo a la autoorganización de cada una de las periferias brasileñas que avanzaremos hacia nuevas y robustas victorias.

Ganamos una batalla importante. La guerra continúa.