Comité de Solidaridad en Brasil celebra oferta de ayuda brasileña a apátridas en Nicaragua/ Ver- Óscar René Vargas*: Nicaragua. “En la situación actual se afirma la necesidad de un frente único de la oposición”

Comité de Solidaridad con el Pueblo de Nicaragua se manifestó en carta abierta al presidente Lula, y exigió firmeza al país frente a la dictadura Ortega-Murillo

8 DE MARZO DE 2023

Fue con satisfacción que el Comité de Solidaridad con el Pueblo de Nicaragua -colectivo que apoya la restauración de la democracia en ese país- recibió la noticia de que Brasil está dispuesto a acoger a ex presos políticos expulsados ​​y privados de su nacionalidad por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La intención fue anunciada por el embajador de Brasil ante la ONU, Tovar da Silva Nunes, en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU el pasado viernes (3/3).

Ayer, martes, el comité emitió una Carta Abierta al presidente Luiz Inácio Lula da Silva y al canciller Mauro Vieira, en la que saluda la decisión “y la propuesta de un diálogo ‘constructivo’ con el gobierno de Nicaragua y ‘todos los actores relevantes’ que el país estaría dispuesto a apoyar y alentar.

Sin embargo, la misiva recuerda al gobierno brasileño que el “diálogo” con Ortega solo sería posible con el fin de la represión, con la liberación de los 35 presos políticos que permanecen presos en el país, con la revocación de las 317 casaciones de nacionalidades. y con justicia y reparación por los 351 asesinatos durante el levantamiento popular de abril de 2018.

Mira el mensaje completo:

 

Carta abierta al gobierno brasileño

El Comité de Solidaridad con el Pueblo de Nicaragua saluda el gesto solidario del gobierno brasileño al recibir a los nicaragüenses afectados por la medida del presidente Daniel Ortega, que anula arbitrariamente la nacionalidad de 317 nicaragüenses, entre opositores, activistas, exguerrilleros del Partido Popular Sandinista Revolución, periodistas y estudiantes.

Creemos que la posición presentada por el Embajador de Brasil ante la ONU, Tovar da Silva Nunes, durante la Sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, representa elementos de un gobierno con vocación democrática y preocupado por la estabilidad regional. La posición de la delegación brasileña responde también a las expectativas de sectores democráticos nicaragüenses que desde hace semanas piden una posición brasileña frente a la crisis.

Reconocemos también el llamado de Brasil a un diálogo “de manera constructiva con el gobierno de Nicaragua y todos los actores relevantes”, ya que estamos convencidos de que la sociedad nicaragüense merece una salida institucional, capaz de garantizar un futuro democrático, con reparación y justicia.

Pero debemos recordar que las condiciones actuales, muchas de ellas provocadas por las medidas autoritarias de Ortega, no son propicias para un diálogo amplio. No puede haber diálogo con “todos los actores relevantes” mientras permanezcan 35 presos políticos, 317 apátridas -y a quienes Ortega ni siquiera reconoce como interlocutores- persecución de activistas, cierre de medios alternativos y sin condiciones de justicia y reparación para los asesinato de 351 personas, vía represión policial y ejecución extrajudicial.

También debemos señalar que Brasil merece exigir justicia por el asesinato de la médica pernambucana Raynéia Gabrielle Lima, de 31 años. Su asesino confeso no solo fue amnistiado a través de una polémica medida, sino que sigue activo en la nómina del gobierno de Nicaragua. Este caso impulsa directamente a Brasil a exigir la debida investigación y reactivación del juicio, teniendo en cuenta la voz de la familia víctima.

Como nicaragüenses residentes en Brasil, y brasileños solidarios con el pueblo de Nicaragua, somos parte interesada en el curso de la situación y nos ponemos a disposición para dialogar con su gobierno y la sociedad brasileña en general, a fin de contribuir a soluciones democráticas y pacíficas a la crisis actual.

Tuyo sinceramente,

Comité Brasileño de Solidaridad con el Pueblo de Nicaragua


________________________________________________________________

Nicaragua. “En la situación actual se afirma la necesidad de un frente único de la oposición”

La dictadura Ortega-Murillo canceló la personería jurídica de 18 cámaras del sector privado y de los empresarios representados en el Cosep.

Por Óscar René Vargas*

El factor tiempo político funciona en detrimento de la dictadura. Esto significa que ha perdido la iniciativa política estratégica. Cada acción que toma no logra cambiar las cosas a su favor. Es decir, no todas las iniciativas tácticas resultan en modificar el factor tiempo político a favor de la dictadura; por el contrario, se vuelven desfavorables para él debido a su efecto boomerang.

El problema de fondo radica en que la dictadura no puede superar la crisis política a través de medidas represivas, sino que sus iniciativas refuerzan su aislamiento internacional y aceleran la fractura interna, debilitándola mientras otros factores continúan socavando sus apoyos.

Al factor social se suma el desempleo, el subempleo, los bajos salarios y la incapacidad de la gran mayoría de la población, incluidos los propios simpatizantes del régimen, para abastecerse de productos básicos. Esto debilita y debilita la base social de Ortega.

De plus, la vague d’émigration résultant de la répression et de l’appauvrissement de la population affecte également la composante sociale pro-Ortega, tandis que le pays continue à perdre du «capital humain», ce qui réduit sa capacité à une récupération corto plazo.

El factor económico es primordial porque ha reducido la capacidad del régimen para ampliar su clientelismo a través de la distribución de beneficios y bonificaciones, por lo que recurre a la represión para apuntalar su limitada base social que, según la encuesta CID-Gallup, asciende a un 15%. Según diversos organismos internacionales, el crecimiento macroeconómico en 2023 será de entre 1,8% y 2,3%. Sin embargo, la situación microeconómica de los hogares será negativa. La inflación esperada es superior al ajuste salarial de las personas con empleo formal. Al mismo tiempo, ante las últimas decisiones del régimen, incluyendo el cierre de todas las sucursales [son 18] que integran el COSEP (Consejo Superior de la Empresa Privada), la inversión extranjera y nacional se reducirá aún más. En consecuencia, habrá menos empleos, más pobreza y mayor descontento social.

Otro elemento que estimula la situación de degradación de la dictadura es el factor religioso. Desde la segunda mitad de 2022, el régimen ha emprendido una represión más abierta contra la Iglesia Católica. Cerró estaciones de radio y otras instituciones católicas nacionales e internacionales, incluida Caritas. Arrestó a sacerdotes, diáconos y seminaristas y condenó al obispo Rolando Alvarez a 26 años de prisión. Prohibió las procesiones religiosas, impidió la entrada de sacerdotes al país, expulsó a otros, así como a monjas, etc. Todo esto repercutió negativamente en la sensibilidad religiosa de la población en general y en la base social del propio Ortega, lo que se traduce en un mayor debilitamiento de la dictadura.

El aumento de la represión (privación de la nacionalidad de más de 316 ciudadanos, expropiación de bienes, destierro de 222 presos políticos, cancelación de la personería jurídica de asociaciones empresariales, etc.) ha hecho que la situación en Nicaragua se haya convertido en motivo de preocupación para gobiernos latinoamericanos y europeos en las últimas semanas. A esto se suma la declaración de los Expertos Independientes en Derechos Humanos de Naciones Unidas, quienes calificaron las acciones represivas de la dictadura Ortega-Murillo como similares a las realizadas por la Alemania nazi a principios de la década de 1930.[1 ]. También es importante señalar que el Grupo de Expertos en Derechos Humanos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha llamado a los países a comenzar desde ahora a abrir procesos contra los responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos en Nicaragua entre abril de 2018 y hoy. También hizo un llamado a las instituciones financieras internacionales, que continúan brindando apoyo financiero al régimen, a que dejen de hacerlo e incluyan el respeto a los derechos humanos como una condicionalidad en sus programas. Todos estos elementos han reforzado aún más el aislamiento internacional del régimen Ortega-Murillo.

En consecuencia, la dictadura Ortega-Murillo no tiene la capacidad de revertir los diversos factores que contribuyen a su debilitamiento y pérdida de legitimidad tanto a nivel nacional como internacional. El proceso de desintegración de su base social se acentuará a medida que transcurra el tiempo político.

Ante este escenario, el régimen Ortega-Murillo adoptó al pie de la letra la fórmula de Tomás Borge [hecha antes de morir en 2012 y que Ortega repitió en el décimo aniversario de su desaparición]: “Podemos pagar cualquier precio no importa lo que digan, pero lo único que no podemos perder es el poder”. Sin embargo, su margen de maniobra para permanecer en el poder es cada vez más limitado. No sería de extrañar que en las próximas semanas o meses, Ortega proponga adelantar las elecciones en un intento de controlar el factor tiempo político, porque considera que la oposición está dividida, desarticulada.

Ante esta posible maniobra del régimen, la estrategia inmediata de la oposición debe consistir en formar un frente único de lucha basado en diez puntos fundamentales. Para ello recomiendo releer el documento presentado por la Conferencia Episcopal al gobierno en mayo de 2014 [ver aquí el Nicaragua_dialogo1_cen2014 de este documento]. Creo que sería un buen punto de partida para trabajar los puntos fundamentales que se pueden utilizar en la formación del Movimiento de Unidad Nacional.

Debemos tener claro que el régimen es frágil, que tiene muchas grietas internas y que el proceso de descomposición continúa a pesar de la represión. Debemos organizar un contrapoder capaz de conducir al país hacia la restauración de la democracia, hacia el respeto a los derechos humanos y hacia la justicia social.

___________

[1] The New York Times (versión en español) del 2 de marzo de 2023 escribe: “El Presidente de Nicaragua, su esposa y altos funcionarios del gobierno han cometido graves violaciones a los derechos humanos –incluyendo torturas y asesinatos– que constituyen crímenes de lesa humanidad, concluyó un equipo de investigación de las Naciones Unidas que aportará pruebas para cualquier intento de enjuiciarlos en el extranjero [ver comunicado de prensa del 2 de marzo de 2023 emitido por Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua]

En una conferencia de prensa el jueves 2 de marzo, el jefe de la investigación pidió sanciones internacionales contra el gobierno y comparó el historial de derechos humanos de Nicaragua con el de los nazis, diciendo que los métodos utilizados por el régimen actual para mantenerse en el poder desde 2018 se parecían a los discutidos. en los juicios de Nuremberg. “La militarización del sistema de justicia contra los opositores políticos, como está ocurriendo en Nicaragua, es exactamente lo que hizo el régimen nazi”, dijo Jan-Michael Simon, quien lideró el equipo de expertos en justicia penal designado por la ONU, durante una entrevista: “ Las personas son despojadas masivamente de su nacionalidad y expulsadas del país: esto es exactamente lo que hicieron los nazis”. (Ed. en contra )

(Artículo recibido el 7 de marzo de 2023; traducción editorial A l’Encontre )

*OscarRené Vargas: sociólogo, economista, historiador, analista político y escritor nicaragüense. Autor de 36 libros y coautor de otros 20.

 

Tomado de: A l’Encontre

Visitas: 2

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email