España – Histórica huelga general feminista en el País Vasco

El jueves 30 de noviembre tuvo lugar en el País Vasco una huelga general feminista por “el derecho colectivo a la atención y al apoyo”, convocada por el Movimiento Feminista Euskal Herria y la coordinación de decenas de asociaciones, grupos de lucha, sindicatos y partidos políticos.

Más de 1.500 comités de empresa se sumaron a la huelga, que contó con el apoyo de todos los sindicatos vascos excepto CC.OO y UGT (una minoría en el País Vasco Sur). El objetivo de esta jornada mixta de lucha era exigir un sistema de atención público y comunitario frente a la precarización, la privatización y la mercantilización, y resaltar la importancia del género, la raza y la clase en la economía de la reproducción social.

Líneas de piquete

A partir de las 7 de la mañana, piquetes bloquearon numerosos polígonos industriales y paralizaron el tráfico en las principales vías de acceso a Bilbao, Pamplona, ​​San Sebastián y Vitoria. Alrededor del mediodía, se convocaron otras acciones y concentraciones frente a ayuntamientos, parlamentos provinciales e incluso ante la prisión de Martutene, para denunciar las desigualdades en las condiciones de las reclusas. En Bilbao se celebró otra concentración por iniciativa de un grupo de trabajadoras frente a la Oficina de Inmigración para denunciar las condiciones laborales que sufren las trabajadoras de ayuda a domicilio, el 42% de las cuales son inmigrantes. Por la tarde, las manifestaciones en las cuatro capitales vascas y en una docena de ciudades más reunieron a varios miles de personas bajo la lluvia.

El impacto fue muy fuerte en el sector público, particularmente en la educación (70%), pero también en la industria, aunque menos en el comercio. Los sindicatos denunciaron servicios mínimos excesivos en el sector salud para romper la huelga. La jornada terminó con varios enfrentamientos con la policía durante los bloqueos. Dos mujeres activistas fueron detenidas en la fábrica de Michelin en Vitoria y otras cinco en Donostia por encadenarse a un edificio público.

Resistencia militante e innovación en la lucha

Este día tiene como telón de fondo las largas y victoriosas huelgas de los trabajadores de residencias de ancianos en los últimos años, así como las huelgas del 8 de marzo de 2018 y 2019. A pesar de este éxito histórico, era fundamental que los organizadores pensaran en todos aquellos que no podían estar allí, como las “internas”, las trabajadoras de atención domiciliaria. “Aquí no estamos todos, faltan los becarios” o “La precariedad también es violencia”, coreaban en las calles de Bilbao.

En un artículo publicado en El Salto/Hordago , Xavi Mínguez y Clara Sánchez (Antikapitalistak) señalan que el largo proceso de construcción de esta huelga (desde 2020) revela la necesidad de avanzar en nuevos mecanismos de solidaridad y resistencia militante, pero también de seguir construyendo poder popular e innovando estrategias de lucha.

Tomado de internationalviewpoint.org

Visitas: 4

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email