El mayor crimen medioambiental urbano del mundo no puede quedar impune

La historia de la extracción de sal gema en Maceió es un ejemplo de cómo el poder económico es capaz de imponerse en la vida de las personas. Para obtener sus ganancias, no importa si hacen enormes cráteres subterráneos bajo las casas de miles de personas. Ni siquiera se consideran las recomendaciones mínimas sobre cantidades y límites de las llamadas minas explotables. Tampoco importa que la planta industrial que procesa este mineral removido esté instalada en otro barrio cercano de la misma ciudad, lo que representa otro grave riesgo para la población (un temor permanente de los maceioanos desde la instalación de la entonces Salgema Indústrias Químicas Ltda).

El desastre causado por Braskem es considerado el mayor del mundo ocurrido en una zona urbana. Son más de 200 mil personas afectadas. Otros 60 mil tuvieron que abandonar sus hogares. Estas cifras pueden darnos una idea de la magnitud de la tragedia, pero no nos dicen la magnitud del sufrimiento causado. De aquellos que de repente se vieron desarraigados, desestructurados y sin al menos una reparación y compensación dignas. El sentimiento de injusticia es como pellizcar una herida abierta. Hubo casas, barrios y comunidades destrozadas. Personas que perdieron su medio de vida y vieron arruinado el trabajo de generaciones. Estos son barrios históricos que transmiten mucho de lo que es Maceió. El hundimiento de la región afectó la vida en su totalidad. Como está escrito en la tierra que aún resiste: “¡MACEIÓ SE HUNDE EN LÁGRIMAS!”

El desastre también afecta la vida de la laguna de Mundaú y de todo el complejo lagunar del que forma parte. Junto con la laguna Manguaba, el complejo lagunar limita con seis municipios. Se estima que alrededor de 260 mil personas dependen directa o indirectamente de las lagunas. El riesgo de colapso de la mina cerró Mundaú, que ya se vio gravemente afectada. La laguna que proporciona sururu para comer también nos proporciona una parte esencial de lo que nos identifica como maceioenses y alagoas. Nuestra identidad local más popular nace de las lagunas y los manglares. Los medios de vida y el modo de vida de miles de personas están amenazados.

No dejaremos que Braskem y sus aliados hunda Maceió

Por lo que hemos visto en estas cuatro décadas y, en particular, en los últimos 5 años, el poder de cometer un desastre criminal corresponde al poder de ocultarlo, para luego negarlo y al final querer eximirse de cualquier castigo. . Incluso después de los daños observados –cuando ocurrieron los terremotos de 2018– la multimillonaria eléctrica Braskem sigue sin obstáculos. Desde entonces, la empresa pasó a controlar los barrios afectados, los planes, los acuerdos, los discursos mediáticos y la agenda de las fuerzas políticas hegemónicas en Alagoas. Logró someter a sus intereses a los grandes medios de comunicación, al poder judicial y a las figuras políticas dominantes, que en su mayor parte guardaron silencio, si no colaboraron, ante las sucesivas arbitrariedades cometidas.

Pero nadie ha llegado tan lejos como el actual alcalde de Maceió. Ni siquiera han pasado 6 meses desde que el alcalde de Bolsonaro, João Henrique Caldas (PL), JHC, firmó un infame acuerdo con Braskem. A cambio de 1.700 millones de reales, “pagó” la deuda de la empresa con el municipio. El acuerdo se produjo sin la participación de la sociedad y sin transparencia alguna. Hecho en un “clandestin” donde sólo los más viles pueden llegar. Porque, lejos de representar una reparación mínimamente digna, tal acuerdo simplemente tenía como objetivo fortalecer el flujo de caja del ayuntamiento en vista de las ambiciones electorales de su presidente. Sin embargo, los acontecimientos de la última semana quizás hayan arrojado “sal” a las intenciones de JHC. El colapso de la mina 18 (¡una de las 35 minas!) y la nacionalización de la agenda arrojan algo de luz sobre todo este desastre y, ahora, alimentan la revuelta contra las maniobras de Braskem y sus “colaboradores”.

Como reacción a las negociaciones entre Braskem y JHC, el senador Renan Calheiros (MDB), recién en septiembre de este año, comenzó a elevar el tono y llamó a la apertura de un IPC. La confrontación política hegemónica en Alagoas se ha polarizado entre dos facciones oligárquicas que compiten entre sí por espacios de poder en el estado. Actualmente, por un lado, los Calheiros con el gobernador Paulo Dantas (MDB); del otro, Arthur Lira (PP) con el intendente JHC (PL). Pero en medio de estas fricciones intraoligárquicas, lo que generalmente no se contradice son los intereses del gran capital. Renan Filho (MDB) fue gobernador en 2018, con un segundo mandato hasta 2022 y no se enfrentó a Braskem en ningún momento.

Los intereses del pueblo que sufre este megacrimen socioambiental y Maceió que no es “instagrameable”, de esos a los que la propaganda turística oficial da la espalda, sólo podrán garantizarse con una intensa movilización de los de abajo.

La lucha contra los crímenes de Braskem y sus aliados no será “arriba”. Es hora de que los movimientos, sindicatos y organizaciones populares asuman un papel protagónico y se disputen el rumbo de esta lucha. Los intereses del pueblo que sufre este megacrimen socioambiental y Maceió que no es “instagrameable”, de esos a los que la propaganda turística oficial da la espalda, sólo podrán garantizarse con una intensa movilización de los de abajo.

Es necesario exigir que se instale el CPI del Senado y que actúe para revelar y apoyar el castigo de todos los responsables, tanto del CNPJ como del CPF involucrados. Con la desmoralización de los actores locales involucrados, la federalización de las investigaciones es inevitable. Y el acuerdo espurio del ayuntamiento debe ser anulado: JHC no tiene capacidad moral para llevar a cabo más negociaciones con Braskem o incluso para permanecer en la alcaldía. Exigir un trato digno a los desplazados y una compensación justa, con la revisión de todos los acuerdos, son tareas inmediatas y prioritarias. El evento del 6 de diciembre, en la principal avenida de la capital (ubicada en el “borde” de las regiones afectadas), es un paso importante en esta dirección. ¡No dejaremos que Braskem y sus aliados hundan Maceió!

David Menezes es miembro de la Resistencia-PSOL Alagoas

 

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