Argentina – ¿Los votantes de Milei soportarán el ajuste? // La gira relámpago de Javier Milei por Estados Unidos: más deuda, relaciones carnales y una misión divina // Milei al Gobierno, Macri al poder… ¿y el pueblo?

Por Raúl Kollman.

Aunque hay polémica, la mayoría de los expertos creen que las idas y vueltas en el gabinete aún no impactan en la imagen del presidente electo aunque podría producir una debilidad que impacte en la gestión. ¿Cuánto plafón político tiene y cuánto se extenderá la luna de miel en sociedades cada vez más impacientes?

¿Habrá luna de miel para Javier Milei, cierta paciencia con su gobierno al principio? O, como sucedió con anteriores gobiernos, la sociedad es demandante y espera resultados inmediatos. ¿El ajuste será tolerado de entrada o los ciudadanos piensan que el ajuste tiene que caer en el otro y aceptará muy poco? La mayoría de los consultores y encuestadores polemizan sobre estos puntos y sostienen que, tras una primera semana tormentosa de transición, el presidente electo Javier Milei mantiene las expectativas y sus idas y venidas no impactan aún en la opinión pública. Sin embargo, las aguas tumultuosas de la formación del gabinete podrían producir una debilidad que condiciona su gestión. ¿Es Milei al gobierno, Macri al poder o es Milei dominando lo que se viene? Y, por supuesto, ¿podrá avanzar sin diputados, sin senadores, sin gobernadores?

 

Página|12 consultó a diez de los más conocidos consultores de la Argentina. Como ya señaló este diario, casi todos adelantaron que Milei se impondría en el balotaje y ya tenían en claro que a los votos de La Libertad Avanza (LLA) se sumarían los de Juntos por el Cambio (JxC) y una parte de quienes apoyaron a Juan Schiaretti.

¿Luna de miel?

Se entiende como luna de miel un período de tolerancia, de enamoramiento con el que está en la Casa Rosada. El consultor Hugo Haime, de Haime y Asociados, advierte que los tiempos se acortan. “En general, los gobiernos, cuando empiezan, tienen las expectativas a favor. El tema es que en los últimos cuatro gobiernos las expectativas cayeron rápidamente. Hay que tener en cuenta que hay dos segmentos que construyen el triunfo de Milei. Su núcleo duro de jóvenes hombres pobres y empobrecidos que se quieren sacar de encima las castas. Y el macrismo y el núcleo PRO movilizados detrás del liberalismo y el antiperonismo. Hay que ver cómo impacta la política de shock sobre los sectores populares y cómo reacciona la opinión pública. Por de pronto, aún no queda claro si es Milei al gobierno y Macri al poder o es Milei manejando los hilos para no desairar a su aliado, pero finalmente saliéndose con la suya. Todo esto no creo haga mella en la opinión pública por ahora, pero insisto en que los tiempos se acortan”.

Tal vez tenga un tiempo

Analía Del Franco, de Del Franco Consultores, piensa que Milei tiene un margen. “Hay un primer impacto de tranquilidad que deja a Milei y Sergio Massa con buena imagen. No hay atrincheramientos, sino buen nivel de convivencia. El ajuste, la población lo comprende a medias: arranca con una esperanza de cambio. Pero hay que ver si los hechos son tomados como positivos y como castigo a la casta. Como está instalado que las mejoras no van a ser rápidas porque, supuestamente, el gobierno les deja un desastre, el nuevo presidente tendrá un tiempo. Por eso prima las expectativas positivas hasta ahora. Esa es la postura mayoritaria”.

Una tregua más bien difícil

Marina Acosta, de Analogías, ve improbable una tregua. “Estamos ante una sociedad muy demandante. Advertimos un enorme espacio de reclamo social que excede la cuestión de la inflación y los ingresos. Y no es verdad que la ciudadanía votó un programa radicalizado. Ese programa de ajuste no fue así expuesto en la campaña, no cuenta con un apoyo mayoritario. Cada vez que medimos algunos indicadores de programas de ajustes radicalizados advertimos que no logran acompañamientos mayoritarios. En paralelo, hay que ver qué coalición política lo acompañará en su gestión. Hay una reconfiguración del sistema político y, al peronismo, se le presenta el desafío de representar, no sólo a los ciudadanos que no acompañaron las propuestas de la LLA, sino a aquellos que se sientan desilusionados por las decisiones que tome Milei.

Sin luna de miel

“De cara a la opinión pública no habría que esperar una ‘luna de miel’ masiva, más allá de la tradicional pausa de fin de año y el cada vez más breve periodo de verano”, observa también Acosta. “El comienzo de todo gobierno genera expectativas que superan en mucho el nivel de popularidad que tenía al momento de ser electo. Suele suceder que un presidente electo mantiene altos niveles de imagen positiva. En el caso de LLA no es así. El actual nivel de aceptación de Milei es similar al que tuvo al momento de ser electo, con un predominio de imagen negativa. La contundencia de sus propuestas de achicamiento del Estado y un avance contra derechos adquiridos, junto con esa alianza que se está formando con parte notable de la casta de JxC son la base de este fenómeno no habitual. Es sólo comparable con el año 95, en el inicio del segundo mandato de Carlos Menem, donde un presidente votado por el 55 por ciento de la ciudadanía, sin embargo inició su gestión con imagen negativa”.

Números crudos

Marcelo Escolar, de Inteligencia Analítica, transmite los resultados de las encuestas que siguieron haciendo durante toda la semana que pasó. “Lo que vemos en nuestros estudios es que las expectativas están creciendo. O, mejor dicho, bajan fuerte las expectativas negativas. Más del 80 por ciento consideraba que al país le va a ir peor en 2024 y lo mismo respecto de su situación personal. Ahora, ese porcentaje de expectativa negativa bajó a menos del 50 por ciento. Después de la elección, Milei es el político con mejor imagen, seguido de Patricia Bullrich y Sergio Massa. Son los datos objetivos”.

Más allá de los gabinetes

Raúl Timerman, de Grupo de Opinión, también menciona un sondeo. “Hay una encuesta realizada en los primeros días posteriores a la elección. El presidente electo mantiene una imagen positiva del orden del 59 puntos. La encuesta fue realizada por CB Consultores. La expectativa se va a mantener más allá de los gabinetes que anuncie, preanuncie y reanuncie. Da la impresión de que está terriblemente desordenado por un lado, y por otro lado da la impresión de que la gente que está eligiendo no va a cumplir con los mandatos que él propuso y por el cual fue elegido. La realidad es que Milei ganó la presidencia apoyado en dos pilares fundamentales. Uno es la dolarización y el otro es acabar con la casta, meter presos a todos los corruptos. Agregó incendiar el Banco Central, los vouchers para educación y salud. Si empieza el gobierno de Javier Milei y no se ve la perspectiva de cumplir con ninguna de las cosas que prometió, se va a producir una nueva decepción en el electorado. Es todavía demasiado prematuro, todavía ni siquiera asumió, hay que esperar un poco”.

Expectativa e incertidumbre

“La gente seguramente está con la expectativa de cambio —diagnostica Federico Aurelio, de Aresco—, de mejora de la situación económica. La reacción de Milei con el triunfo fue una reacción medida, con un discurso del día del triunfo electoral que no fue enfático, como había sido en otras ocasiones. Sí ratificando sus conceptos y sus propuestas, pero sin generar las discusiones y los conflictos de otros discursos o de otras apariciones públicas. Posteriormente, se dedicó a la conformación del gabinete, que por lo que uno fue observando, hubo algunas designaciones que no se realizaron relacionadas con la dolarización y la eliminación del Banco Central. Con lo cual, genera una incertidumbre importante sobre uno de los ejes de las decisiones económicas que había planteado Milei en sus propuestas. Por otro lado, todavía no tengo claro si bien hay algunos integrantes del gabinete del PRO responden a un acuerdo con Macri o son acuerdos autónomos, por ejemplo, con Patricia Bullrich o Luis Caputo”.

El gobierno más débil

“Creo que hoy la sociedad lo mira expectante —sostiene Facundo Nejamkis, de Opina Argentina—. Lo miran expectantes sus votantes. Quieren ver hasta dónde va a cumplir con su programa anticasta y liberal. Lo miran expectantes los votantes del peronismo, que quieren ver hasta dónde se anima a recortar el gasto público. Al mismo tiempo, pienso que el gobierno de Milei está preso de una paradoja. Es quizás el primer proyecto liberal en la Argentina que arranca con altos grados de legitimidad popular. Es decir, lo votó un 55, 56 por ciento de la gente sabiendo que su proyecto político implica, en parte, un recorte importante del gasto público. Pero, al mismo tiempo, es el gobierno más débil de la historia de la joven democracia argentina. No tiene legisladores, diputados, no tiene senadores. Entonces, no queda claro con qué fuerza va a poder lograr llevar adelante su programa. Por lo tanto, en términos de la opinión pública, va a estar tensionado por el éxito o fracaso en el combate a la inflación, el impacto social que tenga la reducción del gasto público y la fortaleza o debilidad política que tenga su gobierno”.

El ajuste es para el otro

Santiago Giorgetta, de Proyección, apunta contra un concepto instalado de que la gente votó el ajuste. “Me parece que Javier Milei comienza en términos de opinión pública con un gobierno donde el 56 por ciento supuestamente votó un ajuste. Pero no es un cheque en blanco. Milei dice que es el primer presidente que dice que va a hacer un ajuste y lo votan y gana. No lo vemos del todo correcto. El votante de Milei votó con la consigna de que el ajuste es al otro. De manera que espera una mejora económica propia, del ingreso familiar. Ahí van a estar los primeros problemas en la opinión pública. Todas estas idas y vueltas que está teniendo en el gabinete todavía no impactan en la opinión pública, pero sí pueden empezar a debilitar a la imagen presidencial antes de asumir. Eso es muy llamativo”.

Lo que viene: una coalición heterogénea

Roberto Bacman, al frente del CEOP, hace un análisis de los interrogantes que se plantean. “Es lógico. Una coalición tan heterogénea —LLA, el macrismo, Schiaretti— no se construye de la noche a la mañana. Amalgamar ideas, conceptos, políticas y argumentos (entre otras cosas) es una tarea que requiere de tiempo y paciencia. Y esto último es justamente lo que falta: existen urgencias. Al mismo tiempo se está produciendo una lucha por el poder real que incluye la necesidad de cada socio de la coalición de llevar agua para su propio molino”.

“En tal contexto, la transición transcurre en aguas turbias y turbulentas. Las idas y vueltas, marchas y contramarchas potencian entre los argentinos dos sensaciones psicográficas que no son positivas para quien posee la obligación de gestionar: incertidumbre y miedo. Por lógica, en este escenario no se está generando el mejor clima de época para iniciar una gestión de gobierno. Todo parece indicar, al menos por lo que está pasando en estos días, que vivimos una agitada transición con muchos interrogantes: el fundamental, si el ajuste lo va a pagar el ciudadano común”.

Tomado de pagina12.com.ar

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La gira relámpago de Javier Milei por Estados Unidos: más deuda, relaciones carnales y una misión divina

Por Matías Ferrari.

La presencia del exsecretario de Finanzas de Macri en la comitiva le asegura un puesto en el gabinete económico. El presidente electo afirmó que necesita de su “muñeca financiera experta” para conseguir los dólares para el Plan Motosierra. El embajador norteamericano, Marc Stanley, se subió al mismo avión y aseguró que hará de puente con funcionarios de la Casa Blanca. El paquete de leyes que se viene y la parada frente al santuario del exlíder de una comunidad ultraconservadora, en Nueva York, para “agradecerle a Dios” por haber ganado las elecciones.

En medio de las tensiones por la conformación de su futuro gabinete, Javier Milei pisará finalmente este lunes territorio estadounidense para abrir una nueva era de relaciones carnales con el país del norte. Lo hará de la mano del especialista en deuda externa y fuga de capitales, el exsecretario de Finanzas de Mauricio Macri, Luis “Toto” Caputo, quien —al menos por ahora— tiene todos los números para manejar los hilos de la política económica a partir del 10 de diciembre. A ambos los espera una apretada agenda de reuniones en Washington, tanto con emisarios políticos de la Casa Blanca para la región como de funcionarios del Departamento del Tesoro y del Fondo Monetario Internacional.

Todo apunta a que el viaje tendrá como objetivo aceitar los contactos y profundizar las negociaciones para conseguir el colchón de dólares que le den sostén al Plan Motosierra. Pero antes, el presidente electo hará escala en Nueva York, donde planea hacer un alto de carácter religioso y también ideológico: le agradecerá “a Dios” haber ganado las elecciones desde el santuario que recuerda al rabino Menachem Mendel Schneerson, exlíder de una comunidad ultraconservadora de nombre Jabad Lubavitch. 

El entorno de Milei se ocupó de otorgarle a ambas agendas casi la misma prioridad. “Primero va a ir al Ohel a dar las gracias por el lugar que le ha dado Hashem. Después va a mantener reuniones de trabajo en Washington DC”, confirmaron a Página/12. El “Ohel” es el sitio sagrado donde rendirá culto a Mendel Schneerson, tal como ya lo había hecho en un viaje anterior, previo a las PASO; y “Hashem” es el término hebreo que se utiliza para referirse “al nombre de Dios”.

El presidente electo se crió en el catolicismo, pero desde hace por lo menos dos años inició un proceso que él mismo describió en una entrevista reciente como “de conversión”. Para reafirmar ese proceso, recibió este domingo la bendición del Mekubal rabino David Pinto Shlita, durante una ceremonia en el barrio de Once de la que participó horas antes de subirse al avión.

La gira ya estaba en agenda desde los primeros días después del balotaje, pero las tensiones por la transición con el gobierno saliente y los tironeos en la conformación del gabinete obligaron a postergarlo para esta semana. La presencia de “Toto” Caputo como parte de la comitiva es un síntoma de que el casillero vacante más importante del futuro gobierno ya tendría dueño, pese a que todavía no hubo confirmación oficial. Algo parecido a eso, de todos modos, deslizó el propio Milei en LN+ el domingo a la noche junto a uno de sus interlocutores favoritos, Luis Majul. “Las designaciones oficiales van a estar el 10 de diciembre. Pero está claro que necesito a alguien que tenga una muñeca financiera experta para desarmar las bombas de las Leliqs, que es clave para evitar la híper y abrir el cepo. Dicho esto, creo que no hay persona más experta que Caputo”, dijo.

Casi en simultáneo, Milei subió a su cuenta de Twitter una foto junto al dueño de la “muñeca financiera” que dijo necesitar. En la imagen se los ve a ambos antes de subirse al jet privado que los depositaría en New Jersey. “Rumbo a los Estados Unidos. Viva la libertad carajo” (SIC) posteó. La foto confirmó la presencia de Caputo como parte de la comitiva, dado que en un primer momento su nombre no figuraba en la lista original de pasajeros que difundieron a la prensa los voceros de la La Libertad Avanza. El resto de los que se aseguraron un asiento son el futuro jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el empresario Santiago Werthein, quien suena para embajador argentino en EEUU; la omnipresente Karina Milei; el asesor en comunicación política preferido del líder libertario, Santiago Caputo, a la sazón sobrino de “Toto”; y Marc Stanley, el embajador norteamericano en el país.

Stanley ya había dado pistas la semana pasada de en qué consistiría el viaje. “Voy a reconocer que lo invité a reunirse en Washington con funcionarios. Si él quiere vamos a coordinar esas visitas”, dijo ante los micrófonos durante la celebración del día de Acción de Gracias en la Embajada, y soltó el nombre de Kevin Sullivan, exembajador norteamericano en Nicaragua y actual funcionario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, como uno de los posibles interlocutores. “Estas serían unas reuniones introductorias a nivel técnico para generar sinergias comunes y para entender cómo trabajaríamos juntos a futuro. No es una reunión bilateral de dirigentes, es una serie de reuniones para conocerse, básicamente”, precisó.

El tema de la deuda externa y de la necesidad de dólares frescos para el plan económico ultraliberal y de ajuste que planea Milei estarán sobre la mesa de conversaciones. También, seguramente, los 9500 millones de dólares en materia de vencimientos con el FMI y otros organismos de crédito y entidades privadas que su administración deberá afrontar en los primeros cuatro meses del año próximo.

Posiblemente, además, la comitiva del presidente electo ofrecerá detalles de lo que planea hacer en el futuro inmediato. En carpeta hay un paquete de leyes que se enviará al Congreso para ser tratado en sesiones extraordinarias. Dijo Milei al respecto a LN+: “El día 11 entra un paquete enorme con todas las reformas del Estado. No vamos a esperar a marzo a que vengan las ordinarias. Vamos a llamar a sesiones extraordinarias y vamos a tratar todos estos temas porque es urgente. No podemos esperar hasta marzo, porque empieza a caer la demanda de dinero. Los problemas del Banco Central hay que resolverlos cuanto antes”.

El “Ohel”

El santuario ante el que Milei rezará no es cualquier santuario. Se trata del lugar donde descansan los restos de un exlíder religioso-ortodoxo fallecido en 1994 y que predicó con un discurso fuertemente “anticomunista” y de ribetes libertarios, que creó el movimiento Jabad Lubavitch. De ahí el fervor del presidente electo por él. Milei ya había viajado de incógnito a Nueva York antes de las PASO para rezar frente a la tumba de Menachem Mendel Schneerson, el rabino en cuestión. Aquella vez lo capturó un usuario de Twitter, que lo filmó vestido con el Kipá y con la Torá bajo el brazo. Esta vez, como afirmaron sus voceros, será para “dar las gracias por el lugar que le ha dado Hashem, es decir, por haber sido electo presidente.

“Estoy a poco, sólo me falta el pacto de sangre”, dijo Milei recientemente sobre su proceso de conversión. El autor de su biografía “El Loco”, el periodista Juan Luis González, describió algunas de las aristas de ese proceso —que incluyen la convicción de que Dios lo eligió para el cargo— y reveló que el presidente electo tiene planeado dedicarse a la lectura del Torá una vez que deje la política.

También reconstruye el rol que tuvo en ese camino el integrante de la Comunidad Marroquí Judeo Argentina, y que trabaja en un centro religioso en Palermo, Axel Wahnish, quien “le manda a diario pasajes de La Torá por Whatsapp para que estudie, y además le sugiere temas para reflexionar”, precisa el libro. Uno de los contactos posibles entre Milei y Wahnish pudo haber sido el economista Julio Goldestein, quien además es miembro del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), partido que le prestó la personería electoral a La Libertad Avanza para que pueda competir en las elecciones de medio término de 2021. Goldstein fue cuarto en la lista de diputados nacionales de Milei en CABA, pero no ingresó. Quien si lo hizo es uno de los referentes del MID, el ex radical Oscar Zago, de pasado cercano a Daniel Angelici y que suena como uno de los hombres encargados de presidir el bloque libertario en la nueva etapa política que se abre.

Tomado de pagina12.com.ar

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Milei al Gobierno, Macri al poder… ¿y el pueblo?

Por Aram Aharonian

Javier Milei ganó la Presidencia, pero Mauricio Macri recuperó el poder político, tras el inesperadamente abultado triunfo del ultraderechista en el balotaje de una semana atrás, que coloca a la Argentina ante  la imposición de un nuevo programa económico que pretende una reorientación radical del orden establecido.

Opinólogos y ciudadanos se plantean una serie de interrogantes: ¿Podrá el nuevo presidente hacer el ajuste radical que prometió? ¿Cuál será la fuerza de la resistencia de sindicatos y movimientos sociales frente a un gobierno que se ubicará muy a la derecha del de Macri (2015-2019) y que promete una terapia de shock? ¿Logrará Milei construir una base social para sostener sus reformas? El tiempo nos lo dirá.

La debiltada democracia está en estado de alerta. El negacionismo es parte de la fórmula presidencial: Milei repite que la dictadura cívico-militar fue un “exceso” del Estado en medio de una “guerra” y su vice, Victoria Villarruel, niega la desaparición de más de 30 mil personas .

A diferencia del ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro, parece difícil que Milei pueda recurrir a las Fuerzas Armadas como eje y sostén de gobernabilidad. Los recortes presupuestarios y la resistencia a la politización de los propios militares conspiran contra esta idea.

Lo que no se logre en los seis meses iniciales de gobierno será de mayor difícil cumplimiento en los tiempos siguientes, dijo Milei. Sabe que para aplicar cualquiera de sus planes debe tejer acuerdos con parlamentarios que no condicen con ellos y si no logra sus objetivos el escenario más probable será el de la inestabilidad económica y social. Este plan requeriría de un sistema de contención de la seguridad y de represión policial de las previsibles manifestaciones.

El giro de la Argentina hacia la ultraderecha hace prever una pesadilla en materia de política exterior: rechazo de derechos humanos básicos, alejamiento de la integración regional, descarte de organismos multilaterales y dinámica de amigo-enemigo.

Es época de pocas certezas y demasiadas amenazas, como la de Macri: «el núcleo revolucionario de Javier Milei formado por jóvenes no se va a quedar en casa si estos señores empiezan a tirar toneladas de piedras, los jóvenes van a salir. Entonces los orcos van a tener que medir muy bien cuando quieran salir a la calle a hacer desmanes».

Los orcos son los monstruos de la mitología celta que Tolkien retomó en El señor de los anillos, caníbales deformes de piel verde, que expresan con gruñidos el odio que los anima.

Cambia, ¿todo cambia?

Había una especie de lógica según la cual “las masas” deberían apoyar siempre a las fuerzas progresistas o de izquierda. Unos dicen que el (re)surgimento de la ultraderecha se debe a las equivocaciones y engaños de gobiernos dizque progresistas, mientras otros lo ven como producto de la desesperación de la gente que, ante la falta de respuesta de gobiernos frágiles y temerosos, que temen atacar las causas reales de las crisis de sus países, se “sublevan” votando a su opuesto en el espectro político.

Lo cierto es que la mayoría de la población argentina está distanciada de la organización popular y los movimientos sociales, y cansada de la falta de respuestas del progresismo y, sobre todo del pésimo gobierno de Alberto Fernández, que arrastró a su ministro de Economía Sergio Massa a su gran fracaso electoral en el balotaje del domingo 19.

Para los votantes pareció que era preferible el peligroso delirio de Milei y su caótica propuesta política. Más allá de su discurso fundamentalista, el fenómeno Milei significa el ascenso de una nueva derecha, mucho más radical que la tradicional, en un proceso de consolidación de una nueva hegemonía ideológica, radicalizada en torno a la desregulación agresiva, la adoración al libre mercado y el totalitarismo.

Si la realidad demostrara la existencia de un sentido común neoliberal, conservador, donde prevalece un mercado omnipresente, sería el verdadero triunfo del neoliberalismo con la produndización de las brechas sociales y económicas y la  reducción al mínimo del Estado. Se trata del mundo del sálvese quien pueda.

La ultraderecha ha logrado calar profundamente en la conciencia de la población en un momento de desgaste profundo del tejido social, una falta de trabajo en la memoria y la perspectiva histórica de la vida y la realidad, así como de un progresismo anquilosado en un proyecto político borroso –sino inexistente- y en el oportunismo, señala la revista Crisis.

Junto con el fenómeno Milei llega la fascistización.  Bajo la consigna de “corran, zurdos de mierda”, Milei demostró que puede existir una rebelión de ultraderecha a la imposición liberal del discurso de la democracia, el derecho internacional o los derechos humanos. No sorprendió que Milei  ondeara una bandera israelí en apoyo al genocidio en una manifestación sionista (no hay que olvidar que Argentina es un faro del sionismo en América Latina).

Lo que vendrá

Mientras Macri y Milei barajan el nuevo gabinete, las grandes empresas proveedoras de los supermercados siguen subiendo los precios de los alimentos: además del 50% que cargaron tras las elecciones, las nuevas alzas llegan a un 140%. Está claro: los empresarios confían en que Milei no recurrirá a ningún tipo de control de precios.

Es la economía, estúpido: James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton en 1992, señaló que éste debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas. Parecía claro que el ministro de Economía (Sergio Massa) de un país coon un 150% de inflación anual no podía llegar a la presidencia por el voto.

Y si la mayoría votó para mejorar su economía no tiene sentido que elijan a alguien que prometió ajustar más de lo que pedía el FMI, y juró acabar con los subsidios, lo cual generará un enorme shock inflacionario porque hará que todo aumente, desde el transporte hasta el último de los alimentos.

Milei ratificó sus planes de cerrar el Banco Central, privatizar las empresas del Estado, realizar un fuerte ajuste económico y de paralizar toda la obra pública en el país. Además, mantuvo una conversación telefónica con la titular del Fondo Monetraio Internacional, Kristalina Georgieva. En el plano internacional, el mandatario electo sigue cultivando sus lazos con figuras de la ultraderecha: invitó a Jair Bolsonaro a su asunción y recibió el llamado de Donald Trump, quien prometió visitará la Argentina.

No es nuevo para los argentinos, ya que lo mismo se intentó y/o se impuso otras veces en la historia, siempre con resultados negativos en el mediano o largo plazo. Entre ellos estuvieron los que naufragaron en ciclos cortos: el de la dictadura cívico-militar del ministro José Martínez de Hoz (agotado entre 1979-1981) y los fracasados proyectos ensayados bajo el gobierno radical de Raúl Alfonsín: el Plan Austral de 1985, y el aún más efímero Plan Primavera de 1988.

Dos planes alcanzaron a establecer un “modelo” de funcionamiento de la economía. Uno, poco antes y tras la convertibilidad del gobierno de Carlos Saúl Menem a comienzos de años noventa, cuya desarticulación comenzó a evidenciarse hacia 1998 y su estallido se verificó en 2001. Otro, el de la posconvertibilidad de 2002-2003, que tuvo su consolidación durante las dos primeras administraciones kirchneristas.

Quedan solo unos 15 días para la asunción y restan muchos casilleros por llenar, pero el presidente electo avanza lenta y erráticamente, trazando nuevas alianzas sobre la marcha y aguardando a que Mauricio Macri regrese finalmente a la Argentina para terminar de sellar el organigrama. Cada paso que Javier Milei da en pos de acercarse a la presidencia desata nuevas tormentas internas. Renuncias intempestivas, promesas incumplidas, señales a nuevos aliados, reclamos de los que estaban de antes.

Se profundiza, por un lado, el acuerdo con el excandidato presidencial y gobernador de la provincia de Córdoba Juan Schiaretti, abriéndole los brazos a algunos de sus dirigentes más cercanos, mientras le esquiva a su propia vice Victoria Villarruel, quien dejó en claro su descontento por el anuncio de que la excandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich volvería al Ministerio de Seguridad. Y pone en pausa la designación de  la presidencia de la Cámara de Diputados.

El plan promercado del ultraderechista Javier Milei todavía está en la incertidumbre. La designación de Luis “Toto” Caputo -macrista- como ministro de Economía no despeja los interrogantes: amenaza una estrategia de shock neoliberal, adversa a las regulaciones estatales, enemiga del déficit fiscal y para arrasar con los derechos laborales y la inversión pública.

El plan debe, primero, asegurar la estabilización: la progresiva baja de la inflación, junto a cierto equilibrio cambiario, y levantamiento del cepo cambiario, junto a unas drásticas reformas en la laboral, impositivo y la reducción del Estado. Lo primero exige resultados urgentes -como prometió en su demagógica campaña-, sobre todo porque la prometida dolarización es inacanzable en un el corto plazo, siempre y cuando no haya sido ya descartada.

La improvisación, precariedad y debilidad del elenco ultraderechista para la gestión del estado corre el riesgo de caer en estado de indigente dependencia de las imposiciones del neoliberal Partido Republicano (PRO) del expresidente Mauricio Macri, que lo alejan de las consignas que identificaron la campaña. La ascendencia de Macri la desperfila de su perfil propio y le enajena sus adhesiones “anticasta”.

Con la subordinación al macrismo, se hacen cada vez más evidentes los conflictos internos en el mileísmo, con renuncias antes de asumir, desplazamientos y malestares que hacen colisionar entre sí a algunas de sus figuras fuertes, como su hermana Karina, la vicepresidenta electa Victoria Villarruel o Carolina Píparo, y los candidatos para cerrar el Banco Central (Emilio Ocampo y Demian Reidel).

Diez gobernadores de la neoliberal alianza Juntos por Cambio no fue de resplado a Milei, sino una demostración del poder que representan -junto a las bancadas legislaivas que disponen- y con quienes  tendrá que negociar presupuestos, distribución de recursos y manejo de la obra pública. Queda en evidencia la fragilidad parlamentaria del futuro oficialismo, con sus escuálidos 40 diputados y ocho senadores, lo cual podría paralizar las iniciativas gubernamentales.

La dureza del mercado, que no permite ilusionar a las provincias con nuevo endeudamiento y la decisión de Milei de cerrar todos los grifos estatales, plantea un problema de supervivencia a todos los gobernadores, incluyendo los del Frente de Todos y los de Juntos por el Cambio.

La Libertad Avanza no tiene ni uno, apenas un puñado de intendencias, ninguna significativa. Los argumentos con que Milei anunció la paralización de la obra pública son insostenibles, pero bien pueden servir de condicionamiento de la labor de gobernadores e intendentes.

Hoy Milei ni siquiera reivindica la presidencia de Diputados para su escuálida fuerza legislativa. Pretende que la encabece Florencio Randazzo, un candidato opositor, que supo ser ministro en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Esta es una tarea insólita para un huérfano político al que solo le responden tres diputados.

Aun si a sus 37 bancas sumara las 50 del macrismo, Milei no llegaría al quórum propio, de 129, y quedaría dos por debajo de los dos tercios que preservan al Presidente del juicio político.

El periodista brasileño Gilberto Marigoni señala que muchos preguntan cómo un país que dio al mundo personajes como el Che, Evita, Borges, Cortázar, Quino, Gardel, Piazzolla, Oesterheld, Maradona, Messi y Francisco, entre muchos otros, puede elegir a Milei. Y les contesta: la cuestión es otra: ¿por qué los gobiernos progresistas  tenían que imponer ajustes fiscales, recortes presupuestarios a todo costo, cuyos resultados inmediatos son priorizar la vida del pueblo y abrir camino para el fascismo?

Hoy se trata del destino de ese reacomodamiento político y difícil es saber para qué lado, en el mediano plazo, se orientarán los mismos. ¿Podrá Milei domar al caballo de esta recomposición?, ¿le dará el cuero para conducir los múltiples conflictos que tiene en puerta, tanto aquellos de vieja data como los que él mismo provocará, voluntaria o involuntariamente?, se pregunta Juan Guahán.

Milei y su motosierra carecen del “tiempo de gracia” que suele acompañar a los nuevos gobiernos. La especulación de los analistas es sobre si podrá Milei avanzar en la dirección anunciada y cómo reaccionará el pueblo ante esas decisiones… o tal vez el propio presidente induzca a explosiones limitadas para terminar controlándolas.

En la respuesta a estas interrogantes se irán delineando los caminos del futuro, para auscultar cuáles son los límites que el pueblo y las organizaciones populares le opondrán a esas novedades. Si sus propuestas son rechazadas por la población, bien  podrá cambiar el destino del gobierno. Dentro de las filas de La Libertad Avanza y de algunos de sus actuales socios hay muchos que esperan enfrentamientos, para poder apelar nuevamente a la represión (siempre y cuando los militares lo permitan, claro).

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Fuente: https://estrategia.la/2023/11/26/juntos-con-el-ajuste-radical-milei-al-gobierno-macri-al-poder-y-el-pueblo/

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