Córcega – La lucha por la liberación nacional está ligada a la lucha por la liberación social

Por A Manca.

Macron llegó a Córcega a finales de septiembre con la palabra autonomía en los labios. Cuando entró en las líneas generales de su proyecto, el globo se desinfló.

En resumen, el reconocimiento del pueblo corso es un no. El estatus cooficial del corso y el francés es un no-no. Ampliar los poderes de la Asamblea de Córcega, incluida la posibilidad de legislar en una serie de áreas, es un no-no. Y el estatus de residencia diseñado para frenar la especulación inmobiliaria sigue siendo un no-no.

La derecha afiliada a LR en la Asamblea se mostró plenamente tranquila. En el otro extremo del espectro, los miembros independentistas del movimiento Core in Fronte entendiblemente consideraron que los comentarios de Macron eran poco más que un plano regionalismo, sin ningún deseo de encontrar una solución política digna de ese nombre.

La relación entre dominantes y dominados

Pero la situación social, económica, democrática y cultural de nuestro país requiere algo más que discursos vagos basados ​​únicamente en la retórica.

Con un índice de precariedad que sitúa a Córcega a la cabeza de la lista de regiones donde el número de personas que se encuentran en el umbral de pobreza o por debajo de él aumenta constantemente. Con precios de los alimentos un 16% más altos que en Francia. Con la especulación inmobiliaria privando de vivienda a miles de trabajadores. Con un lenguaje que sobrevive únicamente gracias a la determinación de docentes y activistas comunitarios. Por todas estas razones, además de la negación democrática de los derechos fundamentales del pueblo corso, la visita de Macron se inscribe en una relación entre dominantes y dominados que el imperialismo francés no tiene intención de abandonar.

Las consecuencias del enfoque ultraliberal, que se centra principalmente en el sector turístico como “modo de desarrollo”, son la desaparición masiva de tierras cultivables, precios exorbitantes en el mercado de alquiler con la adquisición de redes como Airbnb y la total Privatización del transporte marítimo. En este sector en particular, los consorcios dictan su ley y especulan alegremente en el sector agroalimentario.

El derecho a la autodeterminación

Frente a este tsunami económico y social, no tiene ningún sentido esperar que los nacionalistas moderados o no sean capaces de convencerse de la necesidad de romper con el modelo económico que aún domina. Su línea se reduce a denunciar la precariedad galopante sin aportar soluciones reales.

En lo que a nosotros respecta, no hay nada nuevo bajo el sol. Seguiremos exigiendo incansablemente la realización efectiva del derecho a la autodeterminación basado en el principio de una comunidad de destino abierta a todos, cualesquiera que sean sus orígenes.

En el ámbito económico y social, pedimos la introducción de una escala salarial móvil, una imposición masiva de las segundas residencias y la creación de empresas públicas de transporte marítimo, terrestre y aéreo. Llevamos décadas abogando por la introducción de un plan de emergencia económica y social que también tenga en cuenta la cuestión de la agricultura. Córcega importa actualmente el 93% de sus necesidades básicas.

A Manca sigue vinculando la lucha por la liberación nacional a la lucha por la liberación social, con la clara perspectiva de una ruptura con el capitalismo y con la dominación imperialista de la que Macron y sus secuaces siguen siendo representantes. Hasta que se crucen estos umbrales, la situación en nuestro país seguirá siendo de alienación y tutela.

Tomado de internationalviewpoint.org

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