La cumbre europea de Granada: militarismo imperialista y xenofobia

En Granada se está desarrollando la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) que reúne a casi 50 representantes de gobiernos de Europa. La UE reafirma su compromiso con la guerra de Ucrania, el envío de armas y el refuerzo de las políticas racistas en las fronteras.

La cumbre de la CPE, una conferencia ampliada a Estados europeos que no son miembros de la Unión Europea, como Reino Unido, Suiza, varios países de los Balcanes, Ucrania y Suiza, entre otros, tiene dos grandes cuestiones en su agenda: la guerra y las fronteras.

Con Pedro Sánchez como doble anfitrión (como presidente español y como presidencia rotativa del Consejo europeo), no han faltado declaraciones sobre los “valores democráticos” de Europa y su compromiso por la “libertad”. Una forma cínica de encubrir los intereses imperialistas de la OTAN que están detrás del aumento de los presupuestos guerreristas y los pactos racistas en las fronteras.

Granada se encuentra blindada estos días para recibir a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, con el despliegue securitario más grande de los últimos años, solo superado por el realizado en Madrid en junio de 2022, con motivo de la cumbre de la OTAN.

Más de 5.000 agentes de Policía y Guardia Civil están destinados estos días a la pequeña ciudad andaluza. El gobierno ha prohibido que la manifestación crítica con la cumbre se acercara hasta el lugar de las sesiones.

Con la llegada del presidente ucraniano Zelensky a Granada el jueves, uno de los ejes de la cumbre ha sido la guerra de Ucrania, que ya lleva más de 19 meses y que no tiene muestra señalares de terminar en lo inmediato. El apoyo financiero y militar a Ucrania, por parte de los países europeos, se ha reafirmado. Paradójicamente, esto ocurre en momentos en que un sector del Partido Republicano en Estados Unidos viene cuestionando este enorme flujo económico.

Zelensky y Sánchez se han reunido a solas para acordar un aumento del apoyo militar y presupuestario para la guerra. Sánchez ha prometido seis lanzadores de misiles Hawk y antidrones, junto con formación especializada para los soldados ucranianos, y nuevos equipos de desminado. La UE ha destinado ya más de 85.000 millones para Ucrania, en este año y medio. Aún así, se seguirán destinando fondos para financiar la guerra.

“Hemos abordado un nuevo paquete de apoyo a la defensa, que incluye equipos adicionales de defensa aérea, artillería y sistemas antidrones. También hemos hablado sobre el suministro de equipos energéticos a Ucrania antes del período invernal y el funcionamiento y protección del corredor de cereales”, ha señalado Zelensky en sus redes sociales.

“Zelenski sabe bien que cuenta con el apoyo de España y la voluntad de seguir dando pasos para que se abran las conversaciones para la entrada de Ucrania en la UE”, ha remarcado el presidente del Gobierno en funciones.

Otros temas centrales han sido la cuestión migratoria, una agenda marcada por la crisis migratoria en Lampedusa, hace pocas semanas, y las exigencias de mayor “mano dura” en las fronteras por parte de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que ha sido acompañada por la mayoría de los líderes europeos.

Esta semana, el ministro del interior español, Fernando Grande-Marlaska, ha celebrado que se haya llegado a un acuerdo para un pacto migratorio en la UE. Un pacto que será aprobado por el Parlamento europeo y que implica un reforzamiento de los mecanismos de control de las fronteras y un alargamiento de las detenciones de las personas migrantes en situación irregular (podrán ser detenidas hasta 20 meses). Al mismo tiempo, se aumentará la financiación de Estados del norte de África para que sigan actuando como “gendarmes exteriores” de las fronteras europeas. Un acuerdo que tiene a Túnez en el centro, y que implica un reforzamiento de los métodos represivos para las poblaciones migrantes, con métodos brutales.

El Mediterráneo ya se ha convertido en la fosa común más grande del planeta, con 27.000 muertos en la última década. Personas que huyen de guerras, de la pobreza generada por el saqueo y la expoliación imperialista, en la que participan estos mismos Estados europeos.

El ascenso de corrientes de la extrema derecha en varios países (en el gobierno de Italia, en Hungría y Polonia, apoyando coaliciones de gobierno en Finlandia y Suecia, o como primera fuerza de oposición en Alemania, Francia y otros países) ha significado mayor presión para el endurecimiento de las políticas migratorias. Pero también los gobiernos “progresistas” defienden estas políticas de xenofobia y represión como mostró Pedro Sánchez del gobierno español cuando expresó su “sintonía” con Giorgia Meloni en materia de inmigración.

El gobierno de Pedro Sánchez, el “más progresista de la historia”, que ahora se prepara para renovar su investidura, centra su discurso en que son la única opción frente al avance de la derecha. Sin embargo, en lo que hace a políticas guerreristas, imperialistas, racistas y de xenofobia, no se diferencia en nada de Meloni. Tanto asustar con que “viene la derecha”, cuando las políticas de la derecha las están aplicando ellos.

Por eso, cuando se discute en estos días una amnistía limitada, para cerrar el derecho a decidir de los pueblos, nosotros decimos: amnistía total para todos y todas, derecho a decidir y también amnistía para los cientos de encerrados en CIEs.

La lucha por la regularización de todas las personas migrantes, por el cierre de los centros de internamiento para extranjeros y por igualdad de derechos para todos y todas, está ligada a la lucha contra las políticas guerreristas y de saqueo de la OTAN y los imperialismos europeos. ¡Abajo la Europa del Capital! ¡Fuera el imperialismo de África, Asia y América Latina! ¡No al envío de armas a Ucrania, ni Putin, ni Otan!

Tomado de laizquierdadiario.com

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