Brasil – Nueve apuntes sobre el Congreso del PSol

Por Valerio Arcary

1.Hay dos grandes bloqueos y dos grandes interpretaciones sobre el mayor peligro para el PSol. La minoría evalúa que el PSol está amenazado por la “fuerza de gravedad” del gobierno de coalición liderado por Lula, y podría convertirse en un satélite o, como fue maliciosamente, agitado: un “atracción” del PT. La mayoría considera que la amenaza aún presente de la extrema derecha no se puede reducir y que la iniciativa del PSol es necesaria para apoyar la campaña democrática “sin amnistía”, para castigar a los golpistas y encarcelar a Bolsonaro. Considera que el mayor peligro sería que el PSol priorice una línea de oposición al gobierno de Lula y pierda la brújula, adopte una táctica ni Lula ni Bolsonaro y caiga en la marginalidad política. Lo que prevaleció fue la línea de priorizar la lucha contra el neofascismo, no el calendario, no las privatizaciones, por la nominación de una mujer negra y progresista en el STF, defensa de la unidad de la izquierda para movilizarse en las calles por la aplicación del programa elegido en las urnas en 2022, contra Arthur Lira y Centrão, afirmando una ecosocialista, feminista, Programa PSol antirracista y LGBT para luchar por más. El Congreso del PSol fue una victoria política.

dos.La intensa tensión en el Congreso fue expresión de incertidumbre, hasta el último momento, sobre el alcance del cambio en la relación de fuerzas internas. Lo que estaba en disputa era la conquista del bloque PTL (Psol de Todas as Lutas), liderado por el PSol Popular, apoyado por el campo Semente (Resistência, Insurgencia, Subverta) con una mayoría de dos tercios. Una mayoría cualificada, en un partido que respeta a las minorías y garantiza una representación proporcional de las corrientes internas, permite superar una situación de impasse crónico. La mayor estabilidad de la dirigencia se expresó en la conquista de la presidencia y el derecho a una segunda convocatoria, que podría ser la tesorería o la fundación, por parte del PTL. El resultado adquirió una forma dramática porque dependía de un voto entre los 450 delegados. MES, la corriente interna que lidera la oposición, realizará una tercera convocatoria. Psol no es monolítico,

3. El bloque mayoritario pasó del 56% al 67%, con 300 votos. El bloque minoritario disminuyó al 32,89% con 147 votos. Dentro del PTL, Psol Popular crece hasta el 55,03%, alcanzando la mayoría absoluta. El campo de semillas fluctuó del 14% al 12% y ya no era el punto de inflexión. En el Bloque opositor, el MES cayó del 22% al 16,77%, Fortalecer osciló al 3,57% y la APS obtuvo el 3,57%. Pero crearon una extraña alianza con los “independientes” de Bahía, que crecieron hasta un 4,92%. Una alianza “rara”, porque esta corriente, más conocida como “grupo Franklin”, defiende la participación del PSol en el gobierno de Lula y formó parte del gobierno de Jerónimo en Bahía. Lo cual no sólo sería incoherente, sino incompatible con las tesis del bloque de oposición.

4.Una segunda tensión pasó por el Congreso. Y se refiere a la relación entre el partido y su Fundación. Los estatutos del PSol establecen que la Fundación debe reflejar la relación de fuerzas. Pero la negociación de un acuerdo político en 2013 incluyó excepcionalmente la presidencia de la Fundación en las “convocatorias” de cargos ejecutivos para superar las crisis recurrentes impuestas por la ausencia de hegemonía política de cualquier corriente. El PSol estuvo, durante muchos años, desgarrado por una división interna de dos bloques, políticamente, afuera y, orgánicamente, adentro, más o menos equivalentes. Preservó su unidad gracias a la lúcida comprensión de los dos bloques de que la unidad era estratégica para la preservación del proyecto de un partido de izquierda socialista que tiene la ambición de desempeñar un papel en la reorganización de la izquierda. El cambio cualitativo en la relación de fuerzas estableció la supremacía del PTL, que reivindicó el derecho legítimamente ganado a asumir la presidencia de la Fundación. Pero esta demanda abrió una crisis dentro del propio PTL. La necesidad de superar el impasse llevó a posponer hasta el futuro una solución para la relación del partido con la Fundación. Una decisión madura.

5.La pluralidad interna en el PSol es mayor que nunca, como lo confirmó la participación en los plenos preparatorios del Congreso Nacional, con intensos debates. Desgraciadamente, el Congreso estuvo convulsionado desde el principio por un altísimo nivel de tensión. En la inauguración, ante los invitados, precipitando una crisis embarazosa, el MES, descontento con el cambio objetivo en la relación de fuerzas, denunció la exigencia del PTL de excluir la presidencia de la Fundación como un “golpe estalinista”. Las palabras importan. Los excesos “apocalípticos” tienen consecuencias. Pero lo peor fue que, al final del Congreso, se produjo un lamentable episodio de enfrentamiento físico, que no debe ser exagerado, ni menospreciado. A pesar de duros debates y acaloradas disputas sobre consignas en el pleno, aplausos y abucheos, El Congreso avanzó hacia la votación final sobre las boletas sin incidentes. El clímax llegó con una provocación absurda. Después de una hora de negociaciones, se decidió que el episodio será investigado por una comisión, y la investigación permitirá evaluar las penas, porque el uso de la violencia es inaceptable. Ya no había condiciones para ningún debate y se votaron las nominaciones.

6.En el tema político central, la definición del centro de táctica, el Congreso del PSol consolidó la resolución de diciembre de la dirección Nacional. La posición de que será independiente del gobierno de Lula, pero defendiéndolo frente a la oposición neofascista, afirmando la legitimidad de su mandato, el derecho de Lula a gobernar contra la mayoría reaccionaria en el Congreso. Pero preservando un lugar crítico, como cuando Lira fue elegido presidente de la Cámara de Diputados, o la votación del marco fiscal, entre otros. El PSol no forma parte del gobierno Lula, pero autoriza a sus miembros que representan a movimientos sociales, como Sonia Guajajara por la APIB, Sílvio Almeida por el movimiento negro o Guilherme Simões por el MTST. Una solución inteligente que evita tanto la participación en el gobierno del Frente Amplio de la coalición PT con varios partidos de derecha,

7.Sigue sin resolverse una diferencia respecto de la centralidad estratégica de las tácticas del Frente Unido de Izquierdas. La controversia es la relación con el PT y el PCdB. Ningún partido de izquierda puede afrontar solo el desafío de derrotar al bolsonarismo. El PSol debe asumir su responsabilidad, pero necesitamos a todos los partidos de izquierda. Y lo más importante es el PT. Sin unidad de movimientos, el sindical con la CUT, el reformista agrario con el MST, el estudiantil con la UNE, el feminista, el negro, el LGBT, el indígena ambientalista y todos los demás, no es posible soñar con movilizaciones de masas. PT y PCdB están presentes en estos movimientos. La evaluación de la situación política debe partir de una apreciación de la relación social de fuerzas en la sociedad y, en otro nivel de abstracción, de la correlación política de fuerzas entre partidos, movimientos e instituciones. El dato más importante es que Lula ganó la elección presidencial sólo por la diferencia lograda en el Nordeste. Bolsonaro ganó las elecciones en São Paulo y Río de Janeiro, en el extremo sur. Aunque la extrema derecha se encuentra actualmente a la defensiva, debido a la aplastante derrota que sufrió tras la semiinsurrección del 8 de enero, Brasil, según las investigaciones más recientes, sigue fracturado. Al considerar el estrecho margen de la derrota de Bolsonaro, el peso de la mayoría reaccionaria en el Congreso Nacional, el control de la extrema derecha de los tres gobiernos del triángulo estratégico del Sudeste, sería imprudente descartar la posibilidad de que la extrema derecha podría competir, en condiciones de victoria, en las elecciones de 2026 y en muchas de las ciudades más grandes en 2024. El espacio para que un partido de izquierda radical como el PSol se afirme,

8.Una segunda discusión conduce a una discusión más estratégica sobre la naturaleza del PSol y, hasta cierto punto, su destino. La valoración del bloque minoritario es que existe el peligro de que un hegemonismo “mandonista” del Psol Popular se imponga en la dirección del PSol, asfixiando a las corrientes minoritarias. Hubo dos cambios en la relación de fuerzas interna, respecto al Congreso de 2021. Uno cualitativo y otro cuantitativo. El aspecto cualitativo es que dentro del Bloque de la mayoría, el PSol de todas las luchas o PTL, el campo del Psol Popular superó el 50% más uno, y ya son mayoría absoluta. El campo de Semente mantuvo su 12%, pero perdió su lugar como “el equilibrio” dentro de la mayoría. Lo cuantitativo es que el Bloque de Oposición perdió influencia. El resultado de este cambio es que el PSol Popular tendrá la prerrogativa de elegir en primer lugar los dos principales cargos del Ejecutivo Nacional. La disminución del peso relativo del Bloque de Oposición no es suficiente para legitimar la conclusión de que habrá abuso de poder. No se produjo por métodos burocráticos, sino, esencialmente, por el crecimiento del PSol, la presencia de la Revolución de Solidaridad, como una de las principales corrientes internas, y la proyección de Boulos como principal líder nacional.

9.No es justo comparar la evolución del PSol con lo ocurrido en el PT, que vio la afirmación de la Articulación a mediados de los noventa y, posteriormente, con la construcción del CNB, relegando las corrientes internas a un papel testimonial. Cualquier “fatalismo” es un error de valoración. A pesar de que ningún partido de izquierda es inmune a la presión de los procesos de burocratización, la experiencia del PSol ha sido prometedora para que tendencias y organizaciones con diferencias teórico-programáticas puedan coexistir, preservando el respeto mutuo, en un proyecto común compartiendo perspectivas y acuerdos tácticos. Cinco factores explican esta diferencia, aunque tienen pesos diferentes. En primer lugar, la dinámica de construcción del Psol refleja el modelo de un partido formado por militantes y no por militantes, pero, hasta el día de hoy, fue posible establecer límites a la “clientelización” de la participación. En segundo lugar, siempre se ha respetado la proporcionalidad interna, incluso en el acceso al financiamiento electoral, con amplias garantías de participación, en ocasiones, una democracia interna incluso “semiótica”. En tercer lugar, hay un interés por parte de todos los bloques en preservar la unidad del PSol, sin amenazas de exclusión, porque todos tienen más que ganar que perder con la unidad, para garantizar la presencia institucional superando las condiciones cada vez más graves de cláusula de barrera. En cuarto lugar, el peso del aparato político-administrativo del PSol sigue siendo relativamente pequeño y, aunque las bancadas de diputados desempeñan un papel destacado, el PSol no es un partido de diputados, es un partido de corrientes. Por ultimo, En el PSol no hay una dirección que pueda ocupar, interna o externamente, un papel similar al de Lula. Guilherme Boulos es una esperanza para la reorganización de la izquierda, no una amenaza. Quien no entienda esto no ha entendido nada.

Tomado de esquerdaonline.com.br

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