Por Dan La Botz
¿Cómo entienden los izquierdistas y progresistas estadounidenses el tema de la raza [ 1 ] y el racismo? Si bien el análisis económico, la clase social y el papel de la policía, es decir, el sistema capitalista estadounidense, explica mucho, no explica todo. La raza y el racismo juegan un papel de poder. Las estadísticas raciales, separadas de la clase, son absolutamente necesarias para comprender el racismo.
En los Estados Unidos, el gobierno federal, los economistas, los sociólogos y los epidemiólogos, entre otros, incluyen la raza al observar el censo nacional, los patrones de votación, el desempleo y la riqueza o la salud pública. En todas partes guardamos datos raciales y sacamos conclusiones de ellos, con el objetivo de mejorar la situación de los grupos raciales históricamente oprimidos y hacer que la sociedad sea más igualitaria.
El censo de EE. UU. realizado cada diez años ha contado a blancos y negros desde 1790, asiáticos desde 1860, nativos americanos desde 1890, hispanos desde 1940, “otra raza” desde 1950 y personas de “dos o más razas” desde 2000. El censo determina representación geográfica en el Congreso y la distribución de fondos federales. El censo también proporciona información sobre edad, sexo, estado civil, composición del hogar, características familiares y tamaño del hogar. La Oficina del Censo de EE. UU. también mantiene datos mensuales sobre el empleo por raza. Otras encuestas brindan información relacionada con la salud y el nivel educativo.
Gracias a estas estadísticas, sabemos que en 2020 había 47,2 millones de personas que se autoidentificaban como negras, lo que representa el 14,2 % de la población del país. Sabemos que el hogar negro promedio en Estados Unidos tiene alrededor de $24 000 en ahorros, inversiones, capital inmobiliario y otras riquezas, mientras que el hogar blanco promedio tiene alrededor de $189 000, una brecha enorme que ha aumentado en las últimas décadas. Sabemos que el desempleo negro siempre es mayor que el desempleo blanco. Sabemos que los negros constituyen el 12,1 por ciento de la población, pero que los hombres negros constituyen el 35 por ciento de los encarcelados.
Un ejemplo llamativo
La clase social explica mucho, pero no todo. Considere esto, por ejemplo. El New York Times del 12 de febrero de 2023 informó:
Nuevos datos de California muestran que, por cada 100.000 nacimientos, 173 de los bebés nacidos de las madres blancas más ricas mueren antes de su primer cumpleaños. 350 bebés nacidos de las madres blancas más pobres mueren. Mueren 437 bebés nacidos de las madres negras más ricas. Mueren 653 bebés nacidos de las madres negras más pobres.
Incluso las madres negras más ricas, que tienen acceso a una excelente atención médica, pierden más bebés que las madres blancas más pobres. Algunos dicen que el sesgo en el sistema de atención médica es un contribuyente importante. ¿Por qué? Joia Crear-Perry, fundadora y presidenta de National Birth Equity Collaboration dice: “La raza no es un factor de enfermedad y muerte, pero el racismo, los prejuicios y la discriminación definitivamente lo son”.
Si pensamos que la clase es el único problema, entonces financiaríamos la atención prenatal para los pobres, por ejemplo. Esto debería hacerse, pero el racismo de la sociedad continuaría causando que las mujeres negras perdieran a sus bebés a un ritmo mayor. También hay un problema general: en promedio, las cifras de mortalidad infantil de EE. UU. son las peores entre los países ricos.
Aquí hay otro ejemplo del impacto del racismo en la salud. Las hebras de ADN llamadas cromosomas tienen colas llamadas telómeros de leucocitos (LTL); la duración de estos es un indicador del envejecimiento sistémico general, con LTL más cortos asociados con varias enfermedades crónicas del envejecimiento y una mortalidad más temprana. Varios estudios de personas negras encontraron que las experiencias de racismo causaron LTL más cortos, lo que sugiere que el racismo da como resultado una esperanza de vida más corta. Como informa un estudio en el Journal of Preventive Medicine:
Los resultados sugieren que múltiples niveles de racismo, incluidas las experiencias interpersonales de discriminación racial y la internalización de prejuicios raciales negativos, operan conjuntamente para acelerar el envejecimiento biológico entre los hombres afroamericanos.
Como marxistas y socialistas seguimos observando el capitalismo y la clase para entender nuestra sociedad, pero también debemos usar las estadísticas raciales para entender y luchar contra el racismo. También sabemos que algunos reaccionarios pueden usar estas estadísticas para estigmatizar a ciertos grupos raciales, y es nuestra responsabilidad estar a la altura de este desafío. Somos, después de todo, socialistas científicos.
9 julio 2023
[Gracias a mi esposa, la Dra. Sherry Baron, epidemióloga, por su ayuda con este artículo].
Tomado de internationalviewpoint.org
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