UNA ESCALADA EN ESPIRAL- Israel-Palestina: “Orden permanente de pogromos contra los palestinos”/ Ver- Varias Informaciones Relacionadas

01/JUL/2023

Israel-Palestina. “Orden permanente de pogromos contra los palestinos”

Editorial de Haaretz

Decenas, o incluso cientos, de jóvenes judíos descienden a un pueblo palestino: coches incendiados, ventanas rotas, llamas que se elevan de las casas. Todo esto ocurrió el miércoles por la noche, 21 de junio, en el pueblo cisjordano de Turmus Ayya, al norte de Ramallah. [Ver a continuación, sobre esta reciente ola de pogromos propios de la colonización, el artículo de la web israelí +972.]

Este ataque era predecible, al igual que el hecho de que la policía y el ejército se mantuvieron “a distancia”, lo que se califica erróneamente como “inacción”. Cuando un mal funcionamiento se repite durante décadas, está claro que el problema no es una falta de control, sino un modelo de comportamiento y una decisión venida de arriba, es decir, de los líderes del país, de permitir que los israelíes ataquen a los palestinos. No es necesario tener órdenes explícitas; basta con conocer la mentalidad del comandante. La opinión pública también quedó claramente satisfecha con su propio asombro durante el pogromo de Huwara en febrero y se desinteresó en el tema.

A menor escala, los colonos también atacaron a los palestinos el miércoles en los pueblos de Luban al-Gharbieh, Burqa, Kufr al-Dik, Birin, Kisan, Husan, Yasuf, Urif y Susya, así como en la carretera entre Nahalin y Jaba. Según datos de la ONU, entre principios de año y el 18 de junio de 2023, los israelíes perpetraron 441 ataques contra palestinos, 10 de ellos en Turmus Ayya. De este total, 112 resultaron no sólo en daños materiales, sino también en traumatismos físicos. En 2022, 849 ataques fueron cometidos por colonos, y 496 el año anterior. En la mayoría de estos casos, las fuerzas del orden no buscaron a las personas involucradas y no juzgaron a los sospechosos.

La mayoría de las veces, los agresores no necesitan la excusa de un ataque terrorista. Golpean a ancianos y jóvenes con garrotes, apuñalan a cabras y ovejas, matan o queman árboles, arrancan las plantas de raíz, roban cosechas, atacan a pastores, se apoderan de las fuentes, disparan al aire o bloquean carreteras para impedir que las y los agricultores palestinos accedan a sus tierras, arrojan piedras a casas y coches, instalan tiendas y cercados para animales en tierras que pertenecen a pueblos palestinos. Para ellos, los ataques terroristas como el del martes 20 de junio [en la gasolinera de la colonia de Eli], en el que cuatro israelíes fueron asesinados, son una oportunidad para ampliar el campo de sus agresiones habituales. Su ira no es espontánea, sino calculada. Lo mismo ocurre con sus ataques, cuyo objetivo es apoderarse de las tierras palestinas y expulsar de ellas a más palestinos.

No podemos esperar nada del gobierno, y por tanto del ejército, del servicio de seguridad Shin Bet y de la policía. Pero quienes se oponen a la reforma legal prevista por el gobierno deben establecer la relación entre esta reforma y la violencia unilateral en Cisjordania. Luego deben encontrar formas concretas de demostrar que no todos los israelíes apoyan a los agresores judíos en serie. (Editorial del diario Haaretz del 23 de junio de 2023; traducción editorial A l’Encontre)

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Los vecinos afirman que la policía y el ejército protegieron a los colonos que se desataron

Oren Ziv

Decenas de colonos israelíes atacaron el pueblo palestino de Al-Lubban ash-Sharqiya, en la Cisjordania ocupada, en la noche del martes 20 al miércoles 21 de junio, destruyendo coches, casas y negocios, incendiando y tirando piedras. Cinco palestinos resultaron heridos por disparos de balas reales de colonos o soldados. Según testigos oculares, el ejército y la policía israelíes estuvieron presentes durante todo el ataque.

El desenfreno de los colonos, que se repitió en otras partes de Cisjordania anoche (21 de junio), se produjo tras un tiroteo ocurrido el lunes por la mañana en una gasolinera de la vecina colonia de Eli, en la que palestinos armados mataron a cuatro israelíes. Este ataque sucedía a una importante incursión del ejército israelí en Jenin el día anterior, que mató a siete palestinos.

Al-Lubban ash-Sharqiya se encuentra a pocos kilómetros de la gasolinera de la colonia de Eli. Después del tiroteo del lunes, decenas de colonos comenzaron a bloquear las principales carreteras de Cisjordania. Atacaron a los palestinos y obstaculizaron sus desplazamientos. Según testigos, inmediatamente después del ataque de Eli, un colono embistió con su coche a un joven palestino de 12 años que iba en bicicleta y luego lo atacó a culatazos.

Alrededor de las 22:30, más de cien colonos se reunieron en la entrada de Al-Lubban ash-Sharqiya, cerca de la carretera 60, y comenzaron a realizar un ataque. Según el jefe del consejo del pueblo, Yacoub Awais, 30 vehículos resultaron dañados, la mayoría de los cuales fueron incendiados; 10 casas resultaron dañadas; dos tiendas y una gasolinera fueron vandalizadas. Los colonos también dañaron un almacén de trigo, campos agrícolas y postes eléctricos. Estas imágenes recuerdan el pogromo que los colonos israelíes perpetraron en la ciudad de Huwara  a principios de año, pero a menor escala.

“Cada vez que hay un [ataque palestino] en la región, los colonos vienen aquí”, dijo Yacoub Awais, que estaba junto a los vehículos incendiados. “El ataque no tuvo lugar aquí, los tiradores no son de la región, pero aun así vienen a vernos. Dañaron todo lo que pudieron, quemaron, intentaron atacar la escuela, pero los vecinos los rechazaron”.

“Los vecinos salieron a defender las casas”, continúa Yacoub Awais. “Hubo cinco heridos por balas reales que fueron evacuados al hospital de Salfit. “El ejército y la policía estuvieron allí todo el tiempo, pero no impidieron los ataques, solo protegieron a los colonos”. Según Yacoub Awais y otros residentes, ni la policía ni el ejército regresaron al pueblo para investigar el ataque o recoger pruebas y testimonios.

Bilal, un vecino de 45 años de la vecina ciudad de Qabalan, viajaba con un grupo de personas que iban de Ramallah a Nablus cuando entró en el pueblo. “La carretera estaba cerrada por el ejército”, nos explicó. “Éramos siete coches, así que entramos en la gasolinera del pueblo. “Los vecinos nos llevaron a casa; vimos por la ventana que los coches estaban siendo quemados”.

“Me resulta difícil decir lo que siento”, continúa, con lágrimas en los ojos. “Los habitantes de aquí nos salvaron y protegieron. Nos quedamos con ellos hasta las 3 de la mañana. Cuando nos fuimos, vimos los coches quemados. “El ejército y la policía estuvieron allí todo el tiempo y no hicieron nada”.

“Todo el pueblo salió [para defenderse] de los colonos, pero el ejército y la policía protegieron a [los colonos]”, dijo otro residente que pidió permanecer en el anonimato. “Los israelíes deben saber que si la situación continúa, con Ben Gvir [ministro de Seguridad Nacional] y el gobierno, todo estallará.”

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Tras el pogromo, Yesh Din [voluntarios por los derechos humanos, fundada en 2005], una ONG israelí de lucha contra la ocupación, emitió un comunicado en el que indicaba que había identificado actos de violencia cometidos por colonos en Al-Lubban ash-Sharqiya, Za’atara Junction, Yitzhar Junction, Huwara, Qabalan y Bitin durante la noche (del 20 al 21 de junio). “Aunque hubo advertencias de antemano, así como la experiencia del pogromo de Huwara, una vez más el ejército no intervino y dejó que los manifestantes hicieran lo que querían. El mensaje de Israel a los colonos es claro: el monopolio del poder está en vuestras manos ”, dice el comunicado de Yesh Din. El miércoles 21 de junio, los ataques de los colonos se extendieron al pueblo de Turmus Ayya, cerca de Ramallah.

En un comunicado, el portavoz del IDF (Ejército israelí) nos dijo: “Varios ciudadanos israelíes intentaron entrar en Al-Lubban ash-Sharqiya anoche y incendiaron campos y edificios a la entrada del pueblo. Las fuerzas del IDF [“Fuercito de Defensa de Israel”] desplegadas en la región utilizaron medios para dispersar las manifestaciones con el fin de prevenir daños materiales. Varios ciudadanos fueron detenidos y trasladados a las fuerzas de seguridad para ser tratados posteriormente. Los soldados no resultaron heridos.” +972 también se puso en contacto con la policía israelí, cuya respuesta se publicará aquí tan pronto como se reciba. (Artículo publicado en el sitio israelí +972, 21 de junio de 2023; traducción redacción A l’Encontre)

Oren Ziv es fotoperiodista, reportero de la web en hebreo Local Call y miembro fundador del colectivo de fotógrafos Activestills.

23/06/2023

http://alencontre.org/moyenorient/palestine/israel-palestine-ordre-permanent-pour-des-pogroms-contre-les-palestiniens.html

 

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Una semana en el infierno: ¡vergüenza para quienes han optado por abandonar a los palestinos a la barbarie de Israel!

Asociación France Palestine Solidarité

Las semanas siguen en la Palestina ocupada, cada una peor que las anteriores. La que acaba de pasar fue un verdadero infierno. ¡El infierno para las y los palestinos y siempre la impunidad para los criminales israelíes!

Esta semana comenzó con otra incursión militar en el campo de refugiados de Jenin, donde el ejército de ocupación decidió eliminar a los resistentes que optaron por tomar las armas contra un ocupante que niega todos sus derechos básicos, incluido el de defenderse, y no les deja ninguna perspectiva de futuro. La casa de un combatiente fue bombardeada por un helicóptero en el corazón de un barrio muy denso, disparos a discreción, horas de terror, una nueva masacre: 7 muertos y 90 heridos. Fue la primera vez en 20 años que Israel bombardeaba a la población palestina en Cisjordania. Unas horas después, fue con un dron como Israel asesinó a cuatro jóvenes en su coche.

Una niña de 14 años, que estaba filmando a los soldados que pasaban por delante de su casa, recibió un disparo en la cabeza; el hospital de Jenin fue objeto de los disparos de este ejército de asesinos.

Un ejército que disparó contra un joven discapacitado durante una incursión de una extrema violencia en el campo de refugiados de Balata en Naplus, donde entró para dinamitar una casa en el centro de la ciudad.

¡En tres días, 17 palestinos han sido asesinados, incluidos dos niños! Un ejército que dispara a los niños en los coches de sus padres: después del pequeño Mohamed Tamimi, de dos años que murió de un disparo en la cabeza, fue el niño Khaled Malaha quien perdió un ojo, herido por bala.

¿Quién va a detener a este ejército bárbaro? ¿Quién va a condenar a Israel por sus crímenes de guerra?

Sin embargo, los palestinos no tienen que enfrentarse solo al ejército de ocupación: su vida cotidiana está determinada, día y noche, por la violencia desenfrenada de los colonos con la omnipotencia alentada por la impunidad que les proporciona un poder totalmente a su servicio.

En febrero el mundo descubrió estremecido el pogromo de Huwara. En 48 horas, la semana pasada, fueron 15 pueblos palestinos los que vivieron pogromos: casas, comercios y vehículos incendiados, escuelas y mezquitas incendiadas, cultivos y árboles incendiados, vecinos entregados a estas bandas de matones locos furiosos. Todo está documentado: las milicias de colonos armados disparando a los agricultores, el saqueo de una mezquita, el incendio de la escuela de Urif, el de un transformador eléctrico que deja 4 pueblos sin electricidad, algunos de ellos en manos de las hordas de colonos.

El ejército israelí, a quien la Convención de Ginebra obliga a garantizar la protección de la población bajo ocupación, hasta ahora no ha movido un dedo para detener a los colonos, pretendiendo ignorar todo lo referido a sus actuaciones. Peor aún, la mayoría de las veces los colonos actúan bajo su protección. Sin embargo, los ataques de los colonos han tomado tal magnitud que el ejército acaba de lanzar un comunicado para denunciar “ataques que contradicen los valores morales y judíos y constituyen terrorismo nacionalista …”. ¿Hay que llorar o reírse?

¿Qué credibilidad tienen tales declaraciones? La violencia de los colonos es una violencia de Estado, un Estado cuyo ejército es cómplice y actor. En la misma semana se le dieron nuevos poderes al ministro Smotrich para permitirle simplificar y acelerar el proceso de colonización del territorio ocupado, cuando se anunciaron miles de construcciones en las colonias, cuando se instalaron nuevos puestos avanzados de colonias bajo la protección del ejército, cuando los colonos de la colonia de Evyatar en las tierras del pueblo de Beita fueron reinstalados, alentados por el ministro Ben Gvir que les animaba a “subir a las colinas e instalarse en ellas” a la vez que llamaba a eliminar por miles a los palestinos que resisten.

Un panorama monstruoso al que hay que añadir la limpieza étnica que continúa en Masafer Yatta con el anuncio de la destrucción de una nueva escuela, los ataques de colonos, las agresiones del ejército, la limpieza étnica que continúa en Jerusalén. Y, todos los días, en toda la Cisjordania ocupada, las detenciones muy violentas, incluso de niños.

Frente a tal panorama, deberíamos haber asistido a una movilización de la comunidad internacional para denunciar y condenar a los criminales; deberíamos haber visto reunirse a los grandes de este mundo para detener a los asesinos; deberíamos haber visto una movilización del llamado mundo libre para garantizar la protección del pueblo palestino.

¿Y que hemos visto, oído? ¡Nada! ¡Solo un ensordecedor silencio cómplice!

Durante meses y años, la AFPS (Asociación Francia Palestina Solidaridad) ha denunciado la negativa del presidente de la República, el gobierno y la Unión Europea a tomar sanciones contra Israel, para obligar a este régimen de apartheid a respetar el derecho, especialmente en lo que respecta a sus obligaciones de poder ocupante.

No solo, el gobierno francés persiste en su negativa a sancionar, sino que no deja de desarrollar nuevas relaciones y emprender nuevas asociaciones con los representantes de este régimen de asesinos, a imagen del ministro del Ejército Lecornu que se atreve a presumir, el 22 de junio, de “una rica entrevista con su nuevo homólogo israelí… para reforzar nuestra cooperación bilateral…”.

La AFPS denuncia esta actitud indigna del gobierno francés que cierra los ojos a los horrores cometidos contra el pueblo palestino. También denuncia la indecencia de la política implementada por el ministro del Interior que, en apoyo a los incondicionales de la política israelí, intenta silenciar a quienes, en Francia, brindan apoyo al pueblo palestino.

La AFPS pide al gobierno francés que tome iniciativas concretas, fuertes y visibles para proteger al pueblo palestino frente a un poder fascista que ya no oculta su proyecto de eliminarlo.

26/06/2023

https://www.france-palestine.org/Une-semaine-en-enfer-honte-a-ceux-qui-ont-choisi-d-abandonner-les-Palestiniens

Traducción: Faustino Eguberri

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

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