Actualidad e importancia del Ecosocialismo en el Día Mundial del Medio Ambiente
05 Junio, 2023
Por Centelhas
El 5 de junio es un momento importante para reflexionar sobre la preservación del medio ambiente y concienciar sobre la necesidad de cuidar de nuestro planeta. Es fundamental reconocer que Brasil enfrenta varios problemas ambientales que exigen acciones urgentes. Desde la deforestación desenfrenada en la Amazonia y otros biomas, hasta la contaminación de los ríos y la degradación de los ecosistemas costeros, nuestro país ha sido escenario de acciones que ponen en peligro la biodiversidad y comprometen la vida de todas las especies.
Cuando se trata de políticas públicas ambientales en el contexto brasileño, los ataques sufridos por el Ministerio de Medio Ambiente y Pueblos Indígenas por parte del presidente de la Cámara de Diputados nacional, Arthur Lira, son extremadamente preocupantes. Estos ministerios desempeñan un papel central en la lucha por la preservación del medio ambiente, cuyos compromisos asumidos en la campaña electoral del presidente Lula fueron pilares fundamentales en la escena nacional e internacional.
Uno de los hechos más alarmantes fue la aprobación del régimen de urgencia que resultó en la aprobación del Proyecto de Ley 490. Esta medida cambia las reglas para la demarcación de las tierras indígenas, dificultando el proceso y abriendo espacio para la invasión y explotación de estas áreas. Esta medida representa un retroceso en el reconocimiento y la protección de los derechos de los pueblos indígenas, dejándolos vulnerables a los ataques de la agroindustria, los acaparadores ilegales de tierras y los mineros.
Además, la Medida Provisional 1150 introdujo cambios preocupantes en las normas de concesión de licencias ambientales, flexibilizando el proceso y reduciendo los requisitos para las actividades que impactan en el medio ambiente, incluso en biomas extremadamente degradados como la Mata Atlántica, la Caatinga, la Pampa y el Pantanal. Esta medida suscita serias preocupaciones en relación con la preservación del medio ambiente y la garantía de un modo de vida socialmente justo y ambientalmente sostenible.
Al inicio del gobierno Lula, se crearon los ministerios de Pueblos Indígenas, responsables, entre otras cosas, de la demarcación de tierras, el Ministerio de Igualdad Racial y el Ministerio de Cultura, a través de la Medida Provisional 1124. Además, se reestructuró el Ministerio de Medio Ambiente, que pasó a gestionar el Registro Ambiental Rural (CAR), que, si se utiliza correctamente, puede ser una herramienta eficaz contra el acaparamiento de tierras. Sin embargo, estas medidas no pueden ocupar un lugar meramente simbólico en la estructura gubernamental, ya que tanto el Ministerio de Medio Ambiente como el Ministerio de Pueblos Indígenas han sufrido ataques y han sido despojados de sus funciones.
Es necesario reconocer que el gobierno Lula presenta graves fallas en relación a la agenda ambiental. En varias ocasiones, está cediendo a las presiones del centro derecha, abandonando o debilitando medidas en favor del medio ambiente. Incluso dentro del frente gobernante, hay acciones que impactan directamente en los biomas y la biodiversidad, como la exploración de petróleo en la costa atlántica brasileña. Esta actividad de perforación y extracción de petróleo implica riesgos de fugas y derrames, que pueden causar daños irreparables a la salud de las poblaciones amazónicas, a los ecosistemas marinos, a la fauna y flora acuáticas y a las playas. Estos accidentes pueden provocar la contaminación del aire y del agua, además de afectar a la pesca y al turismo, sectores importantes para las comunidades costeras.
Es fundamental destacar las continuas luchas ambientales llevadas a cabo por los pueblos originarios (indígenas) y tradicionales en cada bioma (ribeirinhos, quilombolas, seringueiros, geraizeiros, etc.), tanto a nivel nacional como mundial. Las agendas abarcan la lucha por la justicia climática y ambiental, contra la extracción de combustibles fósiles, por la soberanía alimentaria y contra el hambre, por la preservación de los ecosistemas y la biodiversidad, entre otras luchas. Estas luchas representan demandas urgentes, que requieren una acción colectiva y comprometida. En este contexto, se torna fundamental la construcción de una sociedad Ecosocialista, donde la superación del modelo de producción capitalista es esencial para asegurar nuestro presente y futuro.
La protección de los bienes comunes de la naturaleza es esencial para unir la lucha por los derechos humanos con los derechos de la naturaleza, hacia la construcción de un país con justicia socioambiental. Necesitamos estar vigilantes frente a los ataques a los ministerios responsables de estas agendas y luchar por una gestión pública ambiental sólida y comprometida con estas garantías.
Sólo a través de una profunda transformación en nuestra relación con la naturaleza y de una reestructuración de las bases económicas podremos avanzar en una transición societal ecosocialista. Es necesario unir fuerzas, movilizar a la sociedad, organizar la militancia y fortalecer las luchas para presionar por cambios efectivos y enfrentar los desafíos, conquistando el buen vivir para las generaciones actuales y futuras.
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Fuente: Centelhas, tendencia-movimiento del PSOL/Brasil y de la IV Internacional
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