Editorial- LA AURORA (organización marxista): Europa cruje/ Ver- La banca se deja 20.000 millones en Bolsa por la tormenta financiera pero se prepara para repartir 9.000 millones en dividendos

28/marzo, 2023

 

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Los precios suben, los bancos pierden valor a gran velocidad (DB, Santander…), incluso quiebran (CS). La Unión Europea, el BCE y los Estados aseguran que habrá dinero para garantizarlo todo. Los ricos y quienes trabajan para ellos no se lo creen y huyen refugiándose en la deuda pública para reducir sus abultadas mermas. La economía capitalista continúa atascada y empeorando sin que los juegos de alquimia financiera den con la piedra filosofal que devuelva a los “años felices” que, para una generación entera, ya nunca existieron. La tasa de ganancia no se recuperará a golpe de descapitalización del Estado, inflación, precariedad y bajos salarios. Al contrario, el recurso a tales instrumentos anuncia una crisis más y más profunda, a la vez que empuja a una mayor concentración, desigualdad y al aumento de la pobreza que se observa en todo el continente.

Los conflictos están servidos. Ayer Alemania se paralizó. La huelga en el transporte y en la enseñanza constituyó un rotundo éxito. Reclaman subidas del 10,5% para hacer frente a la inflación. En Gran Bretaña, se vive la mayor ola de huelgas de los últimos 40 años con los salarios como fondo y en Francia, la lucha contra el recorte de las pensiones decretado por Macron se mezcla con los grandes problemas irresueltos provocados por la desindustrialización, la falta de futuro o la despoblación. El telón de fondo de todo ese escenario es, sin duda, la guerra de Putin en Ucrania y sus enormes consecuencias para la población ucraniana, rusa y la del resto de Europa.

Las resistencias crecientes de hoy muestran como las poblaciones de las principales economías europeas no están dispuestas a aceptar un dictat de contaminación, pobreza, guerra, inflación y falta de futuro para mayor gloria de las grandes corporaciones. Hay que darle la vuelta como a un calcetín a esta Europa de Bruselas. Mucho queda para reorganizarla sobre la base de medidas de intervención pública, de nacionalización de sectores estratégicos como la energía o la propia banca, o para la creación de modelos sostenibles que reduzcan la desigualdad a la vez que aumentan la democracia y garantizan los derechos de los pueblos y naciones, así como la paz.

En cualquier caso, las luchas que ahora crecen en el corazón del viejo continente o la resistencia del pueblo de Ucrania representan los brotes que anuncian una savia que permitirá acumular nuevas y regeneradas fuerzas.

Fuerzas nuevas y regeneradas no fueron precisamente las que se vieron en moción de censura-astracanada que se vivió de la mano de VOX y Tamames la semana pasada en el Congreso de los Diputados. Una inaguantable fiesta de la nada. Ni el candidato fue capaz de leer su discurso completo, ni el presidente de Vox de aguantar la sesión: ¡se fue del hemiciclo! Un montón de dinero y de horas gastadas para no sacar ni una medida a favor de la gente sin casa, de subir los impuestos a los ricos, blindar derechos para las mujeres o derogar la ley mordaza. Para lo que sí sirvió la moción fue para demostrar lo alejado que está el llamado espíritu de la transición y sus grotescos figurones de los problemas de hoy. Lo poco útil que ha sido y es la constitución del 78 y sus instituciones para dar respuesta a los problemas actuales. La segunda restauración cruje y al igual que la Europa de Bruselas y Maastricht.

Fuente: LA AURORA (organización marxista)

 

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La banca se deja 20.000 millones en Bolsa por la tormenta financiera pero se prepara para repartir 9.000 millones en dividendos

 

Los inversores asignan a las seis principales entidades financieras del Íbex 35 un tercio menos de la valoración que estas se atribuyen en sus balances, con un retroceso que acumula diez puntos desde el inicio de las turbulencias en el sector bancario con la quiebra del SVB

Varios ordenadores y paneles en el patio de negociación de la Bolsa de Madrid. E.P./Ricardo Rubio
Varios ordenadores y paneles en el patio de negociación de la Bolsa de Madrid. E.P./Ricardo Rubio.  Ricardo Rubio / EUROPA PRESS

Las seis principales entidades financieras españolas se han dejado más de 20.000 millones de valoración bursátil en las dos semanas de turbulencias en el sector bancario a nivel global iniciadas con la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank en EEUU, a las que siguió el episodio del ya renqueante Credit Suisse como previo a los temblores en el Deustche Bank (BD), cuatro episodios que aunque resultan aparentemente ajenos a la operativa de las finanzas locales coinciden en el tiempo con un intenso y vertiginoso deterioro de la valoración de estas a ojos de los mercados.

Entre los viernes 10 y 24 de marzo, las fechas posteriores, respectivamente, a la afloración de las crisis del SVB y del DB, la capitalización bursátil de los seis grandes bancos del Íbex 35, es decir, su valoración a manos del mercado de inversores, se ha reducido en 20.162 millones de euros para caer a 128.164 tras una pérdida de diez puntos, a un ritmo de uno por sesión.

Eso sitúa la valoración conjunta del sector local en el 62%, es decir, en poco más de tres euros por cada cinco de capitalización que tienen anotados en sus libros. Y el lunes siguieron los retrocesos, de entre el 3% y el 5,5% para las seis fichas del sector financiero español.

 

Nota (1r) Para revisar los gráficos en donde se muestran los valores de la banca y de sus cotizaciones, ir al enlace siguiente de Público.es:

https://www.publico.es/economia/banca-deja-20000-millones-bolsa-tormenta-financiera-prepara-repartir-9000-millones-dividendos.html#md=modulo-portada-ancho-completo:t1;mm=mobile-big

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“Hay deterioros del negocio que no están recogidos en los balances, fundamentalmente en las valoraciones, y hay deterioros que no son coyunturales y que antes o después tendrán que recoger”, explica el economista Carlos Sánchez Mato, que recuerda que las autoridades monetarias “no les han exigido acciones fuertes de capitalización” en los años posteriores a la crisis de 2008 y al proceso de saneamiento y concentración que se llevó por delante a más de un centenar de entidades.

Los grandes números de ese proceso son estos: una movilización de 125.000 millones de dinero público en rescates y saneamientos, de los que se han recuperado menos de 4.500, previa a una década en la que el sector bancario ha acumulado 122.575 millones de euros de beneficios netos (180.239 si el contador se activa en 2008), una factura de 75.000 en impuestos que los créditos fiscales reducen prácticamente a cero y, paralelamente, solo 32.789 más (22.826 desde 2008) en el patrimonio neto, que se situaba al cierre de 2022 en 235.916, el equivalente al 8,7% de los 2,7 millones de depósitos de hogares y empresas que gestionan.

Sin embargo, las turbulencias actuales no van a afectar a esa política de remuneración de los accionistas tras un año de récord de beneficios. De hecho, Bankínter abre en unos días el carrusel de reparto de dividendos de los seis grandes bancos españoles, que en las próximas semanas distribuirán entre sus accionistas un total de 9.340 millones de euros: 280 el primero de ellos, 3.000 BBVA, 1.700 CaixaBank, 430 Sabadell, 3.800 Santander y 130 Unicaja, en algunos casos con pay-out o porcentaje de ganancias netas a repartir superiores al 50%.

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“No repartir los dividendos asustaría al mercado, como también lo haría ir a pedir liquidez a la ventanilla del BCE (Banco Central Europeo), con lo que la opción es seguir adelante y rezar para que no pase nada”, anota Sánchez Mato, que recuerda cómo “la subida de los tipos de interés ha provocado la aparición de debilidades antes de que se hubieran recuperado las anteriores”.

Coincide en parte con el diagnóstico que realizan fuentes del sector bancario. “Se ha puesto en marcha un proceso de ajuste por la subida de los tipos de interés que ha hecho que afloren las debilidades de algunas entidades. Va a haber un proceso de ajustes y de normalización”, señalan, mientras remarcan que los niveles de rentabilidad, capital, liquidez y diversificación de la banca española, con un 70% del negocio centrado en los depósitos de hogares y empresas y una baja exposición a la deuda pública, sitúan a la banca española “entre las más eficientes y menos expuestas” de Europa a crisis como la iniciada en EEUU.

Los bancos españoles “no están libres de incertidumbres ni exentos de algún riesgo de contagio -admiten-, pero se trata de modelos de negocio rentables y sostenibles”.

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Dos bancos cotizan por debajo de la mitad de su valor oficial

La evolución de sus cotizaciones apunta, en cualquier caso, a la existencia de algunas debilidades, con dos bancos cotizando por debajo de la mitad de su valor (Unicaja en el 32% y Sabadell en el 40%), uno en su entorno (Santander, 54%), dos a un 25% de su valor oficial (BBVA y CaixaBank) y solo uno, Bankinter, con la cotización bursátil a solo seis puntos de lo que dicen sus libros de contabilidad.

“La banca española tiene una enorme fortaleza que nos tiene que permitir gestionar los episodios de inestabilidad con serenidad”, dijo este lunes José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, quien, aunque señaló que el control de la inflación debe seguir siendo el objetivo principal de la política monetaria, admitió que “hay que mirar de reojo la estabilidad financiera”.

“Tanto decir que todo está garantizado acaba creando alarma, como ha ocurrido en EEUU. Lo que hay que hacer es analizar la situación real y actuar”, indica Julio Rodríguez López, expresidente del Banco Hipotecario y miembro de Economistas Frente a la Crisis, que llama la atención acerca de cómo “el apalancamiento, que es lo que resulta de restar los recursos propios de un banco a los ajenos, sigue siendo muy alto en la banca europea”.

El economista destaca, no obstante, que algunos aspectos del modelo bancario español actúan en el actual escenario como factores atenuantes del riesgo para las entidades, caso del descenso de la demanda de crédito, en parte por la subida de los tipos y en parte por las restrictivas condiciones que llevan tiempo aplicando, que reduce la necesidad de liquidez, y las resistencias a remunerar los depósitos de los clientes.

El ‘triple escudo’, el FGD y los ‘CoCos’

Sánchez Mato, por su parte, alerta de los riesgos de que lleguen las convulsiones si las turbulencias se mantienen. “Si la inestabilidad es breve se podrá superar, pero si se mantiene mucho tiempo puede haber problemas. Cuando hay mucha volatilidad es fácil que las empresas más débiles sufran convulsiones, y el BCE dice que va a estar ahí por si hace falta, pero pueden darse situaciones que lleven a las ventanillas de emergencia”, señala.

En ese caso, los usuarios de la banca disponen de un triple escudo de protección que, al menos sobre el papel, les garantiza la salvaguarda de hasta 100.000 euros por cliente y entidad, aunque está por ver si los 6.609 millones de euros que acumula el Fondo de Garantía de Depósitos (FDG) para hacer frente a esos eventuales rescates resulta suficiente en caso de activación.

Por lo pronto, los propietarios de CoCos, los bonos contingentes convertibles, comienzan a arrepentirse de sus inversiones en estos productos ante los riesgos más que probables de que su valor, al formar parte del capital de los bancos y como ya ocurrió en el caso de Popular, acabe volatilizándose en caso de quiebra de alguna de las entidades financieras que los ha emitido.

 

*Eduardo Bayona (Esplús, Huesca, 1969) es periodista y ha dedicado la mayor parte de su carrera profesional a la crónica de sucesos y tribunales, …

 

Fuente: Público.es

 

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