El pasado 1ro, inaugurando el año 2023, Lula asumió en Brasilia, acompañado de cientos de miles de personas que acudieron a la Esplanada dos Ministérios de Brasilia, celebrando la derrota de Bolsonaro. El MES participó en la campaña de Lula para enfrentar y derrotar al bolsonarismo en las elecciones. Creemos que el PSOL debe continuar esta lucha, manteniendo su independencia, sin dar tregua a la extrema derecha. Al respecto, Roberto Robaina y Pedro Fuentes publicaron artículos recientes en Revista Movimento .

El ascenso del nuevo gobierno indica una nueva situación en Brasil, particularmente en la lucha contra la extrema derecha. Esta lucha sigue siendo decisiva por tres aspectos: 1) es fundamental derrotar al bolsonarismo para mover toda la agenda política nacional hacia la izquierda; 2) ajustar cuentas con el fascismo, cuando sus representantes obtengan casi el 50% de los votos, tendrá sentido histórico; y 3) existe un peligro real en las acciones terroristas promovidas por bolsonaristas en las últimas semanas – si bien son incapaces de cambiar el equilibrio de fuerzas, presentan riesgos reales para la integridad física del activismo.

El declive del gobierno de Bolsonaro: final melancólico y huida a Florida

A dos días de su toma de posesión, Bolsonaro usó un avión de la FAB para ir a Orlando, Florida, donde se espera que permanezca unos meses, como se sabe, inicialmente se hospedó en la casa del peleador de la UFC José Aldo. Es posible calificar el viaje de Bolsonaro a días de la pérdida del foro privilegiado como una fuga, que frustró parte de su propia base, en un desenlace tragicómico comparado por muchos con las escenas finales de la telenovela de los años 80 “Vale Tudo” o con el fugas de otros déspotas a lo largo de la historia. Vehículos de prensa reportaron preocupaciones del entorno de Bolsonaro con una posible orden de arresto en los próximos meses.

La huida de Bolsonaro y la asunción de Lula provocaron la consternación y la desorganización de los bolsonaristas que aún mantenían campamentos en cuarteles por todo Brasil y, en particular, en el cuartel general del ejército en Brasilia. La desmoralización de estos grupos aumentó con el discurso de Hamilton Mourão en la televisión nacional el día 31, cuando marcó su distanciamiento de Bolsonaro, tratando de disputar, a su manera, el protagonismo en la oposición al nuevo gobierno.

Las variables de extrema derecha

La extrema derecha obtuvo un resultado electoral considerable y demostró, aunque sin mucha fuerza política, capacidad de actuación con los tranques. El país sigue fracturado, a pesar de la victoria electoral de Lula por un estrecho margen. La extrema derecha seguirá siendo una fuerza política y socialmente relevante, además de haber demostrado la existencia de un peligroso sector de terroristas, inspirados en el armamento de Bolsonaro. No por casualidad, una de las mayores voceras de este sector, Carla Zambelli, acaba de ser sometida a un operativo de allanamiento ordenado por el STF para retirar sus armas, luego de la persecución de un hombre negro en las calles de São Paulo en la víspera de la segunda ronda

Hay, sin embargo, un sector de la base política bolsonarista, en particular el “centrão”, que se incorporará a las negociaciones, como se vio con Cláudio Castro y Arthur Lira, quien hasta hace poco era “el hombre de Bolsonaro” en la Cámara. Incluso dentro del PL y de los republicanos, ya hay líderes y parlamentarios, como la exministra Flávia Arruda, guiñándole el ojo a Lula.

El “laboratorio de São Paulo”

Queda por ver cómo será el desarrollo del gobierno de São Paulo con Tarcísio de Freitas. Su gobierno será sin duda un escaparate para la derecha. En los últimos días, el nuevo gobernador se pronunció sobre no ser un “bolsarista de raíz” al tiempo que agradeció al expresidente su apoyo electoral cuando fue juramentado.

Tarcísio, por un lado, deberá hacer gestos y arreglos con el gobierno federal y con la base de tucanes. El PSD de Kassab, bien instalado en ambas estructuras, federal y estatal, es el máximo ejemplo de este punto de contacto. Por otro lado, el gobernador también debe girar a la derecha y su peso, el peso de la demora, se expresó en la composición de la secretaría, particularmente con el nombramiento de un diputado bolsonarista, capitán retirado de la Policía Militar de São Paulo, para la secretaría de seguridad pública.

Corresponderá al movimiento social y a la oposición organizada de São Paulo emprender una lucha de repercusión nacional: el PSOL jugará un papel fundamental con su grupo en ALESP y con su presencia en sindicatos importantes, como APEOSP y Metroviários, y en organizaciones estudiantiles como los DCE de la USP y Unicamp.

“Sin amnistía”

Durante la toma de posesión, entre los reunidos en la Explanada, la consigna más coreada fue “no a la amnistía”, en un reclamo para que los responsables de los crímenes del último gobierno, en particular el propio Bolsonaro, sean investigados y sancionados. El PSOL está del lado de los que exigen sanción para el expresidente y la bancada del partido pidió al STF su prisión preventiva y la incautación de su pasaporte.

El nuevo gobierno de Lula expresa las características de la conciliación de clases, con nombres progresistas en los ministerios y nombres vinculados a la vieja política como Daniela Carneiro, Jader Barbalho Filho, Renan Filho, además del ruralista Carlos Fávaro en Agricultura. El elemento más preocupante es la tutela de José Múcio Monteiro en el Ministerio de Defensa.

Entre las principales medidas tomadas durante la ceremonia de inauguración, hubo elementos importantes: la lucha contra la deforestación y el restablecimiento del Fondo Amazonía, la nueva Bolsa Família de 600 reales, más 150 reales por cada niño hasta los seis años y la suspensión de privatizaciones, como Correios, EBC y Petrobras, entre otras. Al mismo tiempo, exigiremos la derogación de los decretos secretos y bolsonaristas a los que se comprometió Lula durante la campaña. En esos primeros días, ya había una reducción en la cantidad de armas y municiones a las que se podía acceder y Lula pidió que la CGU emitiera una opinión sobre el secreto de 100 años en un plazo de 30 días.

No aceptaremos la impunidad de los responsables del genocidio durante la pandemia del Covid-19, de la invasión y destrucción de tierras indígenas, quilombolas y espacios públicos destruidos por la prospección y minería, del asesinato de Bruno Pereira y Dom Phillips, y tantos líderes perseguidos y masacrados en los últimos años, por las operaciones asesinas de la policía en las periferias estimuladas por el discurso de muerte de Bolsonaro, entre otros crímenes. Tampoco nos olvidaremos de exigir que continúen las investigaciones sobre los asesinatos de Marielle Franco y Anderson Gomes, para saber quiénes fueron los hasta ahora desconocidos autores intelectuales del crimen. Dino señaló el esclarecimiento del caso como una “cuestión de honor”, ​​apuntando a la federalización de las investigaciones. Necesitamos presionar en las calles para que este crimen no quede impune.

Esperamos que, con el cambio de situación, se abra un nuevo espacio para las luchas sociales de los trabajadores y la juventud. Allí estaremos, sin confiar en que, conciliando con el centro y los agentes de Faria Lima, habremos resuelto nuestras demandas. Por eso, es fundamental preparar el calendario de luchas para el año a partir de ahora, apoyando luchas en marcha y anunciadas como la de los trabajadores de la app, y estando muy presente en la agenda de marzo: el 8 con las mujeres, el 14 por justicia por Marielle Franco, 28 y 31, fechas de lucha juvenil y por la consigna de “Dictadura nunca más”.