Por Nick Clark
Los trabajadores de Royal Mail [empresa que ingresó a la bolsa en octubre de 2013, con un 35% de presencia estatal] iniciaron el viernes 23 de diciembre su último paro de dos días del año. Se espera que se lleve a cabo una nueva votación de huelga en enero de 2023. Los miembros del Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (CWU) están envueltos en una amarga disputa para salvar el futuro de sus trabajos.
Como el sábado 24 de diciembre marcará su 16º día de huelga, el correo se ha estado acumulando antes de Navidad en las oficinas de entrega y los centros postales. Un huelguista fuera de la oficina de distribución de Gateshead dijo: ‘Nuestro director general, Simon Thompson, dice que cuando entra en una oficina todo está en orden. Sabe muy bien que el correo está ahí. Pero lo llevan rápido y no lo llevan donde está el correo. Si no ves algo, no puedes mentir al respecto”.
Agrega que los gerentes, desesperados, reaccionaron diciéndoles a los empleados que priorizaran la distribución de paquetes y otros artículos, luego las cartas. Esta es una pequeña muestra de la estrategia de Simon Thompson para el futuro de Royal Mail: los paquetes rentables tienen prioridad y la entrega de cartas se eliminará gradualmente.
“Los servicios están llenos de correo en este momento”, dijo el huelguista. “Ayer no salió conmigo ni una sola carta porque teníamos que sacar los bultos, y solo los bultos. Estamos asqueados de alguna manera, porque nos enorgullecemos de cumplir con nuestros clientes. Cada año, en Nochebuena, no hay más cartas ni paquetes tirados por ahí. Y si nos perdimos algo, regresamos con una tarjeta de disculpa. Lo que quiere la dirección del Royal Mail es que si hay un par de zapatillas para entregar, sea más importante que una carta para el hospital. Agrega: “Tuve una discusión con un gerente durante la pandemia. Nos pidieron que recogiéramos los paquetes. Dije que estábamos en una pandemia, había una carta del hospital. Él respondió que el paquete trae más dinero. No me gusta.”
Los ejecutivos de Royal Mail tienen la misión de impulsar un plan que han fomentado durante mucho tiempo para dividir Royal Mail y convertirlo en un negocio de mensajería de paquetes de ‘gig-economy’. Es algo que ellos y sus accionistas han deseado durante años, y ahora lo harán.
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Apenas la semana pasada, los jefes se jactaron ante el derechista Daily Telegraph de que habían acumulado un “cofre de guerra de 1.700 millones de libras esterlinas” para hacer frente a las huelgas. Y esto, aunque aleguen la miseria para justificar sus ataques. Continúan con su táctica de perseguir y suspender a los representantes sindicales por sus actividades en los piquetes.
“Has leído sobre el cofre de guerra de 1.700 millones de libras esterlinas”, nos dice otro delantero de Gateshead. “Si quieren derribar el negocio, parece que tienen suficiente dinero para eso. Todo esto estaba planeado antes del Covid. Teníamos un encargado antes del Covid y me dijo: en unos años tendrás tu propia furgoneta y tu reparto será franquiciado. Esa es la dirección en la que va ahora”. [ Ver el artículo publicado en este sitio el 3 de diciembre de 2022. ]
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En un mensaje de video a los huelguistas a principios de semana, el secretario general de CWU, Dave Ward, dijo que durante las conversaciones, “la compañía claramente está comenzando a cambiar su posición”. Pero, agregó, ninguno de los “grandes problemas” del conflicto se ha resuelto.
A principios de esta semana, los líderes sindicales de CWU ofrecieron suspender las huelgas si los patrones accedían a algunas demandas iniciales. Estos incluían no realizar despidos obligatorios, no contratar más personal temporal, no empeorar las condiciones de los nuevos empleados y no aumentar el número de conductores autónomos.
Los líderes sindicales también quieren un aumento salarial del 9% durante 18 meses, lo que sigue siendo una reducción significativa en términos reales. Sin embargo, los patrones se negaron, casi de inmediato.
Eso significa que los trabajadores probablemente tendrán que seguir luchando el próximo año. Los líderes de CWU planean realizar una nueva votación para convocar una huelga a partir del 23 de enero, según las leyes antisindicales que dicen que una votación de huelga solo es válida por seis meses.
La votación organizada por CWU para lanzar una huelga por los salarios finaliza el 19 de enero, mientras que una segunda votación en línea sobre las condiciones laborales finaliza en febrero. Esto significa que aún pueden convocar más huelgas.
Pero por el momento, no hay otras fechas para la huelga después del segundo día de huelga del sábado 24 de diciembre. Dave Ward dijo que el período entre Navidad y Año Nuevo, así como principios de enero, es “un receso natural que nos permitirá volver a la mesa de negociaciones”.
Sin embargo, como dijo un huelguista de Royal Mail en Gateshead: “El problema con las negociaciones es que el CEO ni siquiera ha estado presente en todas las reuniones. Él envía a sus subordinados allí. Pueden acordar un acuerdo marco aproximado con el sindicato, luego van al director general y este lo rechaza. El único poder que tenemos es no trabajar. Es todo.”
La escala de la embestida significa que, si bien muchos trabajadores dicen que les resulta difícil aceptar la pérdida de sus salarios en los días de huelga, están decididos a seguir adelante. “Tengo una opción”, dijo un delantero de Gateshead. “Podría cruzar la línea de piquete. Pero no lo haré, porque me importa mi trabajo y el de los demás”. Y agregó: “Siempre hemos sido amigos, pero el paro nos ha acercado porque estamos todos juntos en esto”. El hecho de que la batalla de Royal Mail se lleve a cabo junto con muchas otras movilizaciones significa que los huelguistas saben que también cuentan con apoyo.
Un huelguista de Gateshead dijo: ‘Creo que el gobierno está moviendo los hilos entre bastidores. Creo que les está diciendo a los jefes ferroviarios que no hablen con los sindicatos. Pero creo que el gobierno malinterpretó la situación. Los instructores de la autoescuela se movilizan, los trabajadores del tren, los paramédicos, las enfermeras, los bomberos pensando en ello. Es prácticamente un paro nacional, solo hay que coordinarlo”. (Artículo publicado en Socialist Worker el 23 de diciembre de 2022; traducción editorial A l’Encontre )
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