Argentina:Reflexiones sobre el escenario político actual, resistencias y alternativas (Segunda Parte)

Eduardo Lucita, Jorgelina Matusevicius, Juan Pablo Casiello

Publicado 14 De Noviembre, 2022 Publicado

 

 

Desde ContraHegemonía Web presentamos aquí lo que intentamos sea un nuevo aporte al debate del pensamiento emancipador. En momentos donde la crisis civilizatoria, económica y ambiental que genera el capitalismo produce enormes desastres sociales, culturales y políticos creemos más necesario que nunca poder reflexionar al respecto para intentar transformar y enfrentar el desastre. Tratar de  encontrar no recetas acabadas sino pensamientos, indagaciones, preocupaciones que nos ayuden a construir caminos colectivos capaces de aportar herramientas para vencer la incertidumbre, la perplejidad y el escepticismo que hoy surcan amplios sectores de la sociedad y de la militancia. Intentaremos con cierta periodicidad convocar referentxs de las luchas populares para poder abordar un análisis de la coyuntura que pueda ser insumo de búsquedas, acciones, ensayos que no se resignan a reproducir y aceptar lo existente. En esta oportunidad convocamos a Jorgelina Matusevicius, trabajadora social y de la salud e integrante de la organización política Marabunta; Eduardo Lucita, integrante del colectivo Economistas de Izquierdas (EDI); y Juan Pablo Casiello, docente de Lengua y Literatura de nivel medio, delegado seccional de Amsafe Rosario y militante político y sindical.

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CH: Bien, la siguiente pregunta es cómo observan el desarrollo de las resistencias en el país al plan de ajuste y qué potencialidades y límites les ven hasta el momento.

Juan Pablo Casiello: corresponde partir diciendo que hay resistencia y que es importante. Me parece que ése es un dato central. Hay una marca histórica de nuestro movimiento obrero y popular que es un nivel de resistencia diría casi único en el mundo, esto que decimos de que los argentinos somos campeones mundiales de la inflación, bueno yo creo que somos campeones mundiales de la resistencia. Y capaz las dos cosas van un poquito de la mano. Una capacidad muy fuerte, de un importante activo desde abajo de los más diversos sectores que está absolutamente vivo y que es el que sostiene estos niveles importantes de resistencia. Es una marca fuerte, que es lo que impide que la derecha, la burguesía, el capital, avance con sus planes. En este país no pudo avanzar Macri, no puede avanzar el gobierno actual como quisiera, y no pueden hacerlo por esta resistencia muy diversa y tan fuerte. Me parece que lo del SUTNA puede ser una expresión de las resistencias que se ven, de las que tienen prensa, de las que obtienen algún triunfo resonante. Tiene que ver también con toda la resistencia del sujeto ambientalista, para nombrar un movimiento que convoca mucha presencia. También el movimiento de mujeres, que creo no está hoy en el nivel más alto pero que sigue expresando un nivel de resistencia importante. Jorgelina hacía mención también a las luchas docentes, y es otro dato a tener en cuenta.

En estos últimos seis meses hubo muchas luchas docentes importantes, que fueron significativas. Es un sector desde hace años protagonista principal y yo quiero ver qué es lo que está pasando ahora. Yo doy un dato, por ahí es muy puntual. La lucha que hicimos en AMSAFE, en este agosto-septiembre, fue la más importante en décadas y no es para mí un dato menor. En esto que discutimos bastante internamente acerca del balance del conflicto, yo digo que empecé a ser docente en el 91, hace 32 años, y en estos 32 años participé en muchas luchas, la más importante fue ésta que acabamos de protagonizar: por la cantidad de días, por la virulencia de la disputa que nos planteó el gobierno, por el protagonismo,  por la masividad, por el surgimiento de un activismo nuevo. Lo tomo como un dato, puede ser puntual, lo ubico en el marco de otras luchas docentes, pero me parece que es una señal bastante importante para tener en cuenta, hay que ver qué anticipa eso.

Insisto, sigue habiendo muchas resistencias en nuestro país y algunas en esta etapa aparecen como particularmente significativas. Hay que ver si empiezan a marcar nuevas tendencias o no. Ojo, con esto hay que decir que aun con lo importante, la resistencia que hay hoy no alcanza, lo primero a indicar es que estamos en retroceso, las clases dominantes avanzan, en eso no hay dudas. Esto que decimos de la desigualdad del ingreso, el retroceso del salario, las condiciones del trabajo, todo esto implica que la resistencia no llega a frenar el avance del capital. Lo que hace en todo caso es lentificarlo, plantearle un conjunto de dificultades, frenarlo puntualmente en algunos lugares.

Junto con esto hay otra marca -y es me parece lo que en todo caso permite este avance- y es que hay una enorme fragmentación. Una fragmentación que por un lado es estructural, porque tiene que ver con la fragmentación en los distintos sectores. Hoy hay una fragmentación de la clase trabajadora que me parece que es histórica, muy grande. Entre registrados y no registrados, por ejemplo, que es cada vez más significativa, cada vez más estructural, y dificulta unificar la resistencia. Otra fragmentación muy grande que hay es la tremenda disparidad salarial y de condiciones (laborales) que hay entre distintos sectores, me parece que esa fragmentación, esa diversidad, hace que sea más difícil encontrar los lugares de unidad en la resistencia.

También hay otro problema obviamente en esta resistencia que es político, que tiene que ver con que las principales conducciones del movimiento obrero, de los sindicatos, de las organizaciones sociales, francamente la amplia mayoría están encolumnadas con el gobierno o algunos incluso con sectores de la oposición de la derecha, entonces me parece que esas conducciones  sigan estando ahí presentes, sigan siendo las que conducen, son una garantía para ponerle límites a la resistencia y evitar todas las posibles líneas de unificación y de masificación de estas luchas que sin dudas es lo que hace falta.

Y en eso, en relación con la perspectiva, y con esto termino, me parece que para que la resistencia avance tendrá que ver en todo caso con las tareas que discutiremos en el último punto. Creo que no podemos descartar, a muchos y muchas nos sorprendió el 2001, que este nivel de resistencia que se va dando hoy en determinado momento pueda pegar un salto y desbordar. No lo estoy  anticipando como pronóstico más probable, sí me parece que lo tenemos que señalar como una posibilidad real, que el movimiento de resistencia hoy, fragmentado como está, logre pegar un salto, me parece que es una posibilidad sin duda importante.

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Eduardo Lucita: comparto lo que dice Juan Pablo, que resistencias hay y que además el proletariado y el conjunto de las clases subalternas argentinas tienen un historial de resistencias que se encuentra en pocos lados del mundo. Esto es así. También que en determinadas circunstancias la lucha puede dar un salto cualitativo, cita al 2001, los que ya cargamos años recordamos también la lucha del frigorífico Lisandro de la Torre en 1959, que se convirtió en un paro general, no declarado por la CGT sino por el boca a boca, o el Cordobazo, claro que ese era otro movimiento obrero.

Ahora, nosotros vivimos una doble situación, objetivamente hay condiciones para que las resistencias defensivas se multipliquen, el impacto de la crisis es muy fuerte y además no se ven perspectivas de futuro, como no sea un agravamiento de las condiciones del presente, por lo tanto la resistencia se realimenta a sí misma. Ahora, como decía Juan Pablo, por otro lado los sindicatos y los movimientos sociales mayoritarios están subordinados a sus direcciones y además están totalmente cooptados por el Estado y por el gobierno, entonces ahí hay una contradicción difícil de resolver en la actual situación de fuerzas.

Juan Pablo hacía referencia al carácter disciplinador de los procesos de alta inflación, y citaba ejemplos anteriores. Precisamente un documento que se conoció recientemente, no recuerdo de quién es, titulado “La oportunidad para disciplinar” señala que la conflictividad sindical del 2022 es la más baja de los últimos quince años y que este año registró el récord de convenios y acuerdos paritarios con cláusulas de paz social, que supone que antes de ir a una medida de fuerza hay una serie de intermediaciones y de diálogos que la postergan. De hecho si uno analiza la mayoría de las paritarias, la única que fue con conflicto fue la de neumáticos; el resto, la de bancarios y otros, la han hecho en el escritorio. Ese es un dato de la realidad. En ese sentido el conflicto del neumático se destaca por su prolongación en el tiempo y su carácter ofensivo. Tuvimos un intercambio en su momento con Juan Pablo sobre este carácter que yo le asigno. Sigo pensando que fue el único conflicto ofensivo y con una gran autonomía frente a los poderes constituidos, que deja un saldo que demuestra que con la lucha y apoyándose en la democracia obrera, en la asamblea, etc. etc., algo se puede.

Ahora, por otro lado hay algunos estudios que muestran que ya no hay quejas por despidos, no hay grandes cantidades de despidos, no hay cierres de empresas ni tampoco hay empresas que se vayan del país. Si esto es cierto, que yo no lo sé, solo he visto un escrito sobre esto, es posible entonces que la situación en el sector privado en el que los trabajadores privilegiaban hasta ahora el empleo frente a mayores salarios tenga una inversión de la cuestión. Puede ser entonces que el conflicto del neumático sea el primer eslabón de una serie de conflictos que puedan desenvolverse en el plano salarial y de condiciones de trabajo. Pero de todas maneras hay que verlo, porque desde el punto de vista de los salarios el sector privado registrado le emparda a la inflación y si uno los desagrega hay una cantidad de gremios que superan la inflación, no por mucho pero lo superan, y hay otros sectores que no. Obviamente como se dijo acá, el más castigado es el sector informal, y también los estatales que no pierden tanto como los informales pero han perdido.

Es cierto, Juan Pablo conoce más que yo, que la conflictividad docente este año ha sido muy fuerte. Ahora pregunto, ¿qué experiencia histórica hay en el país que los docentes o los estatales hayan traccionado al conjunto del movimiento obrero? Yo no tengo presente ninguna, no quiere decir que no la haya habido. Creo que son gremios que en esta etapa del capitalismo están en permanente conflicto desde hace muchos años pero no superan el conflicto propio, no es como en otra época era el gremio ferroviario o los metalúrgicos que arrastraban al conjunto. Hoy me parece que eso no se da.

En los anteriores gobiernos kirchneristas la economía crecía y arrastraba el empleo y el salario, por lo que estamos viendo en estos ocho primeros meses es una economía que creció y arrastró el empleo pero no al salario, por eso en el promedio de los trabajadores formales e informales el salario está por debajo de la inflación. Es cierto lo que decía Jorgelina, la mayor creación de empleo es en el empleo informal, pero creo,  hay que prestarle atención a todo obviamente, que el que puede dar vuelta la situación es el empleo en el sector formal, especialmente la industria. En la industria se crearon en este tiempo 89.000 puestos de trabajo, es cierto que en el gobierno de Macri se perdieron 160.000, hay que recuperar  60.000 más pero ya se está en el equivalente del 2019. Creo que por ahí es por donde se puede dar la situación, si los trabajadores ven que crece el empleo en el sector industrial, que no hay riesgo de despido, que no hay riesgo de cierre de fábrica, puede ser que la situación sea otra, puede ser, no lo aseguro, pero habría mejores condiciones. Por lo demás está el otro sector, el de los movimientos sociales, que está muy controlado por los grupos mayoritarios del movimiento, que están totalmente cooptados por el gobierno, encerrados en sus cosas. Y el gobierno ratifica esta cooptación, el decreto que resolvió que no se reemplazan más las bajas del programa Potenciar Trabajo, pero que al mismo tiempo le han dado a esos movimientos oficialistas hasta el 30% de cada obra pública con un costo no mayor de 300 millones de pesos, para que lo hagan con esos planes Potenciar, ahí el gobierno está dando una serie de prebendas para que realmente siga la cooptación. Y además eso juega dentro de la pelea interna del FDT y tal vez también en la perspectiva electoral.

A diferencia de esto, la aparición este año de la Unidad Piquetera conformada como sabemos por un amplio arco de alianzas bajo la hegemonía del Polo Obrero, dio muestras de moverse con autonomía política y ha dado grandes batallas que señalan un camino. Finalmente un dato que a mí me parece importante, el saldo en esta situación en donde los salarios no  alcanzan a  recuperarse, en el mejor de los casos las paritarias empardan la inflación, la distribución del ingreso es cada vez más regresiva, los niveles de precarización son cada vez mayores, en esta situación de conflicto social la clase ha alumbrado dos figuras públicas de envergadura que no teníamos desde los primeros años ´90 cuando aparecieron De Gennaro y el Perro Santillán. Las figuras de Alejandro Crespo del SUTNA y Eduardo Belliboni de la Unidad Piquetera y el Polo Obrero ocupan un espacio importante entre los proletarios, de los trabajadores, de los marginados de la producción y del consumo, y no sé cuál puede ser su evolución pero pueden llegar a jugar un papel muy importante en este sentido. Yo estoy convencido que los liderazgos y las figuras públicas son importantes.

Por último, no desconozco las luchas contra el extractivismo, por los bienes comunes, la mercantilización de los espacios públicos, por los territorios, por el derecho de los pueblos originarios, el movimiento de las mujeres, y un largo etc., que mencionaba antes Jorgelina. Ahora bien, tengo la impresión de que día a día se afianza un sentimiento identitario, de pertenencia a pequeñas  estructuras que no superan sus propios contornos y que eso conspira con una estructuración y una orientación general de esas luchas, que sin perder las especificidades de cada una puedan tomarse de conjunto. A lo mejor esto tiene que ver con esta fragmentación extrema que hablaba Juan Pablo, él hablaba sólo del movimiento obrero ocupado y desocupado, pero que también se puede aplicar a estas luchas y yo creo que tiene que ver con la lógica del capital en este tiempo histórico; que homogeniza, concentra y centraliza por arriba y fragmenta, divide y escinde por abajo. Si fuera así, como creo verlo yo, esto nos permitiría una aproximación a por qué los destacamentos obreros y los movimientos sociales de todo tipo tienen tantas dificultades para centralizar sus luchas y más aún para darle una perspectiva anticapitalista. Yo creo que en el marco de las potencialidades y límites señalados en la pregunta, están las dos cosas en juego.

Jorgelina Matusevicius: primero coincidir con lo que dijeron tanto Eduardo como Juan Pablo en términos de la existencia de resistencias y de la capacidad del pueblo de no presentarse doblegado ante estas ofensivas de ajuste, de caída de condiciones de vida en general. Pero para referirme a algunas de las resistencias comenzando con el movimiento piquetero. La particularidad que tiene el movimiento de trabajadoras y trabajadores desocupades y precarizades en nuestro país es que ha mostrado, al menos una parte nucleada en la Unidad Piquetera, cierta capacidad de movilización  de modo permanente, porque quizás las otras experiencias de luchas ligadas a las luchas salariales no se mantuvieron con la misma persistencia en términos de movilización en la calle. Me parece que rescatar ese esfuerzo de unidad en la calle de distintos sectores que se resguardan en torno a la independencia política del gobierno no era algo previsible en este escenario, porque la apuesta del gobierno era a tener subordinado a todo el movimiento piquetero y que la gobernabilidad pasase en gran parte por tener planchado a ese sector.

Entonces me parece que no es un dato menor que se haya constituido y que haya mostrado la masividad que tiene en la calle. Y además tiene otra virtud, creo que lo dijo Bellibone en el acto, el decía -y yo coincido fuertemente- que el movimiento piquetero en su lucha al lograr impedir de que caigan aún más los planes sociales, la persistencia en la lucha y la posibilidad de conquista de mayor asistencia y que no caigan los montos de los planes sociales también tiene un efecto sobre el movimiento ocupado, sobre todo en el sector informal, ya que impide que los salarios mínimos bajen por debajo de determinado umbral. Entonces me parece que ese dato no es menor, que es el puente que también se establece entre ocupades y desocupades y que es la bronca que muestran algunos sectores empresarios, empresarios del agro, al afirmar que no pueden conseguir trabajadores que trabajen por salarios ínfimos.

Ahí me parece que hay una potencia, de no dejar pasar de cierto umbral el salario mínimo, más allá de que esté bajísimo y que nadie puede vivir con un plan, pero si no estuviera eso la situación sería aún peor.

Después, coincido con los datos o las apreciaciones en torno a las resistencias del sector ocupado, creo que la lucha del SUTNA sin duda fue una de las más significativas y que además permitió también que las negociaciones de otros sectores se dieran en mejores condiciones, aún con el gobierno apuntando al desgaste de la huelga, del conflicto, del SUTNA, con estigmatización, con intentar equiparar al sindicato con una de las expresiones políticas, me parece que ahí hubo una fortaleza de un tipo de trabajo sindical y la foto de la última asamblea donde se acepta la paritaria me parece que es una foto que impacta no sólo en les trabajadores del sector ocupado privado sino también es un estímulo para muchas otras luchas salariales.

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Y respecto de las luchas yo coincido muchísimo, no conozco el caso particular, coincido con esto de algunas de las expresiones de lucha que se están dando en torno al conflicto docente, en junio-julio fue la huelga de trabajadores autoconvocades de La Rioja que estuvimos siguiendo, después fue la marcha que fue importantísima en Mendoza, que fue una marcha que no solo aglutinó a les trabajadores de la educación sino también a trabajadores de la salud, también hubo apoyo de la comunidad educativa y digamos una apropiación de la lucha que iba más allá del sector específico. En el caso de La Rioja, un total rebasamiento de las estructuras sindicales, el acampe, las medidas tomadas bajo una lógica más bien asamblearia o de autoconvocatoria.

Me parece que ahí hay algunos elementos que también se replican en el caso que antes, fuera de la grabación, comentábamos del conflicto de residentes y concurrentes en la ciudad de Buenos Aires. El doble componente de una lucha que arranca con asambleas por fuera de los espacios gremiales, asambleas autoconvocadas de residentes y concurrentes que obligan a los sectores de los gremios de la federación de profesionales y de médicos municipales a plegarse a la lucha y convocar al paro de la semana que viene, pero que además tiende puentes con la sociedad, es un conflicto que es apoyado, que es muy difícil rechazar o estigmatizar. Me parece que ahí hay un elemento importantísimo y es clave la apuesta a la construcción desde abajo. Cómo se fueron dando las asambleas para construir las medidas de luchas y la medida de los residentes y concurrentes que es un paro por tiempo indeterminado, los residentes y concurrentes no están yendo a trabajar. Me parece que es algo que solo se puede construir y sostener durante esta semana, semana y media que dura el conflicto, con mucho apoyo de las bases y que tiene alguna expectativa de tener logros.

Por otro lado, ahí Eduardo señalaba los límites que tienen algunas luchas en términos de recluirse en el sector, pero me parece que también hay bastante vitalidad de las luchas en contra de la matriz extractivista o contra las salidas extractivistas, con el caso emblemático de la provincia de Chubut el año pasado, que traen algunas pistas de una resistencia fuerte que también se verifican en algunos procesos en torno a las luchas por protección de los humedales, la lucha contra las plataformas marinas en la zona atlántica y ni hablar del conflicto mapuche, donde ahí hay una tensión claramente en torno a la propiedad privada de la tierra, para apropiarse los sectores empresarios de la propiedad de la tierra, para ponerlo al servicio de los negocios turísticos, inmobiliarios, etc.

Me parece que en las luchas extractivistas hay algunos rasgos que coinciden por un lado con una capacidad de organizar una fuerza social amplia, que aglutina a distintos sectores y está muy vinculada a los territorios, a lo que se articula en torno a la defensa de los territorios. La radicalidad y las medidas de acción directa en el caso de Chubut resultan clarísimas, pero también se verifica en muchas de estas luchas. Y otro dato que no es menor para mí, es el dato de las organizaciones estables y permanentes como la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones que es un espacio que aglutina a distintos sectores sociales, políticos, pero que tiene una permanencia generando un polo de organización estable.

Después, respecto al movimiento de mujeres, ya lo decía Juan Pablo, una particularidad es que después de las luchas por la conquista del derecho por el aborto legal, seguro y gratuito, hubo un cierto declive si se quiere y una pretensión de institucionalizar al movimiento de mujeres y disidencias en nuestro país, pero al Encuentro de San Luis, en el que estuvimos participando, fueron entre 100.000  y 120.000 mujeres y disidencias, personas organizadas, que no es un dato menor. Me parece que se conserva todavía algo que antes del Encuentro aparecía más como pregunta, si iba a mantenerse cierta vitalidad en términos de la autoorganización, en términos de construcción de espacios deliberativos que tiene el Encuentro históricamente en nuestro país y efectivamente esa potencia, esa participación estuvo como un componente importante en el Encuentro, con una mayor politización en los debates en las comisiones, en los talleres, incluso una presencia muy fuerte de los sectores oficialistas en el Encuentro pero que no dejaban de reconocer todas las consecuencias que tiene el plan de ajuste sobre las mujeres y disidencias. Me parece que ahí hay otro dato importante de cómo se mantiene vivo y es importante el movimiento feminista en general.

Además se logró preservar también una comisión organizadora que tuviera pluralidad, que tuviera independencia política del gobierno, el documento de arranque de apertura me parece que da un poco cuenta de eso, donde se denunciaba la criminalización de las mujeres mapuches.

Pero en general hasta acá menciono las luchas más sectoriales, quizás un dato que a fines del año pasado y principio de éste apareció, en esto de cómo superar la fragmentación, fueron estas coordinaciones que se dieron para impulsar movilizaciones en torno a la lucha contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Me parece que ahí hubo un punto, un mojón de organización. Recordemos que esas movilizaciones se construyeron con más de 200 organizaciones que firmaban esa convocatoria y que además movilizaron y fueron importantes y masivas, donde se nuclean estos espacios, participó la coordinación de Basta de falsas soluciones, la Autoconvocatoria por la suspensión del pago y auditoria de la deuda, participó el sector Orgullo en lucha en algunas de ellas. Ahí hubo algunas coordinaciones, una experiencia que pasada la aprobación del acuerdo con el Fondo se truncó, no continuó, pero me parece que ahí hay entonces algunas potencias.

Para decirlo rápido, por un lado, existe una fuerza que no está subordinada ante el parate, el freno que están teniendo algunas de las centrales de trabajadoras y trabajadores, me parece que hay un sector que se ve en el escenario con independencia política, no se logró esa gobernabilidad y ausencia del conflicto que siempre el peronismo en el gobierno pretende o intenta mostrar que puede disciplinar.  Por otro lado, hubo bastante masividad en muchas de las protestas, pero también dificultades para trascender y lograr que esas protestas, si bien importantes, aglutinen a sectores que no están organizades. Y también por otro lado que en muchas de ellas, hay algunas experiencias de autoorganización, de autoactividad, el caso del Encuentro, las asambleas ambientales, algunas de las luchas salariales y del sector público sobre todo, me parece que ahí hay algunas experiencias donde se conservan estos procesos de autoactividad que tienen bastante importancia en los procesos de subjetivación política y de asumir las luchas que no sólo se queden en el sector y en el reclamo reivindicativo, corporativo, sino que trasciendan también a una explicación más general de lo que está pasando.

Y respecto a los límites, la fragmentación me parece que es un dato claro -ya lo comentaron los compañeros- y que no se termina de avizorar que el conjunto de resistencias pueda tener una perspectiva de aglutinarse en torno a un proyecto político propio, un proyecto de salida de la crisis.

Otro de los límites me parece que es la debilidad que existe todavía para interpelar un sector social a nivel más de masas, si se quiere interpelar el sentido común existente en términos de introducir una perspectiva antiajuste en la sociedad, me parece que ahí hay otra cuestión que queda como saldo a construir.

(Continúa en la Tercera Parte)

 

Fuente: CONTRAHEGEMONÍAWEB

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