Lucas Ribeiro Scaldaferri, de Porto Alegre, RS
Publicado en:13/11/2022
El período postelectoral está siendo marcado por acciones neofascistas que cuestionan los resultados de las urnas y exigen la intervención militar para evitar que Lula asuma el cargo. Miles de personas realizan acciones antidemocráticas en las carreteras y frente a los cuarteles. Lo mejor que pueden hacer los sectores de izquierda y progresistas en este momento es tomar en serio los movimientos golpistas en curso.
Fuertes indicios apuntan a la participación de empresarios en el financiamiento y la logística para cortes de carreteras y para los campamentos. El Ministerio Público de São Paulo ya entregó al Ministro del Supremo Tribunal Federal y Presidente del Tribunal Superior Electoral Alexandre de Moraes pruebas de que las acciones promovidas por los bolsonaristas no son espontáneas sino planificadas.
Sin embargo, el pasado viernes 11/11 estuvo marcado por una nota difundida por los Comandantes de la Armada, Ejército y Fuerza Aérea, donde aseguran que los actos antidemocráticos son “manifestaciones populares” haciendo un verdadero paso de tela por el neo -fascistas. La nota castrense también dice que “cualquier restricción de derechos por parte de los agentes públicos es reprobable”, en un evidente intento de cuestionar las decisiones del STF contra los golpistas y los difusores de noticias falsas.
La nota de los militares es una verdadera afrenta a las libertades democráticas y a los pilares de la Constitución de 1988. El primer párrafo destaca la autoimagen y el rol en la sociedad que se imaginan tener los altos mandos de las fuerzas armadas al afirmar que están “siempre presentes y moderadores en los momentos más importantes de nuestra historia”. No existe en nuestra Constitución un poder moderador y mucho menos un encargo especial para que los militares actúen de esta manera. Por otro lado, la historia brasileña enseña la tradición golpista y autoritaria de las fuerzas armadas.
Con esta nota, los militares dialogan con las falanges golpistas diciendo que “se mantienen vigilantes, atentos y enfocados” y hablan de la misma retórica del bolsonarismo al objetar el papel del legislativo como “corrector de posibles arbitrariedades o desviaciones autocráticas que puedan poner en peligro la bien mayor de nuestra sociedad, a saber, su Libertad”. Una supuesta amenaza a la libertad ha sido la nota clave de las narrativas neofascistas no solo en Brasil.
Para la sociedad, la dirección de las Fuerzas Armadas envía un mensaje contundente al no repudiar la demanda de intervención militar y al mismo tiempo opinar sobre asuntos que no atañen a la defensa nacional. No es función de los generales dar su opinión sobre asuntos civiles, y mucho menos sobre política. En el plan inmediato, esta nota refuerza la alerta para no bajar la guardia. Sin movilización y vigilancia no hay garantías de consolidar la inmensa victoria popular obtenida en las calles.
Fuente: Esquerda Online
Fuente: Esquerda Online
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