Venezuela: Así es como Maduro se prepara para combatir el cambio climático/ Ver- Venezuela propone cambiar el modelo capitalista para preservar la vida en el planeta/ Sequía, calor y revolución

Por: Einstein Millán Arcia*

 Lunes, 07/11/2022

 

Durante la presente semana se celebra en Egipto la conferencia COP27 impulsada por las Naciones Unidas, donde asistirán más de 120 países buscando la solidaridad y singularidad en las acciones pertinentes a combatir el supuesto del “cambio climático”.

En declaraciones previas a dicha conferencia, Nicolas Maduro expresa [Noticia al Día on Twitter: “Maduro exigirá “cumplir con acuerdos climáticos” en la COP27 https://t.co/kOitANmgZA https://t.co/CBlWsMAufX” / Twitter] que “exigirá cumplir con los acuerdos del “cambio climático”, asegurando que “estamos comprometidos con traer ante la COP27 en Egipto, el clamor de los pueblos que sufren los duros golpes, generados por un sistema destructor que amenaza la existencia de la humanidad”.

Sus declaraciones parecen ir de la mano con las recientes catástrofes que ha vivido Venezuela, donde las inundaciones han sido múltiples, habiendo causado estragos en general, aunque particularmente entre la población más necesitada. A nuestro entender el presidente Maduro tiene una confusión fundamental, al no saber diferenciar entre aquellos estragos y catástrofes originadas por el abandono, la falta de planificación y mantenimiento, y sobre todo, la corrupción de las autoridades, y los efectos del supuesto del cambio climático.

En Venezuela es ya usual ver pueblos nacidos en el cauce de la depresión de valles, ciudades que se han edificado en abanicos aluviales como el caso de Tejerías. Es común ver ríos y quebradas que sirven de basurero público, ciudades plagadas de desechos y alcantarillas taponadas de basura. La pobreza galopante e invasiones apoyadas por las mismas “autoridades” en zonas de alto riesgo son comunes, porque esas mismas “autoridades” lo menos que le importa es el bienestar del país y su gente, sino el voto y poder robar. No existe en Venezuela cultura de mantenimiento, planificación, ni menos la atención y el cuidado hacia el medio ambiente.

Todo ello, aunque ha sido común y creciente en Venezuela desde la caída de Pérez Jiménez, sin lugar a dudas ha crecido con fuerza durante el madurismo, al haber sido este el responsable de haber llevado la pobreza a niveles estratosféricos de sobre 95% por primera vez en la historia contemporánea de Venezuela.

Maduro y el Cambio Climático

Analizando las cifras y datos disponibles y sintetizados a partir de información directa e indirecta, sobre el perfil de emisiones, desechos de efluentes, derrames y contaminación en general que sufre nuestra nación, nos encontramos con un país sumido en abandono, no solo con el conocimiento, sino con la complacencia del gobierno central.

No existe en Venezuela conciencia por el cuidado del medio ambiente; del bioma. Desde las mansiones construidas ilegalmente en parques nacionales y zonas supuestamente protegidas como El Ávila y Los Roques, la devastación del Arco Minero, hasta los derrames, descarga de efluentes contaminantes y emisiones de gases tóxicos desde PDVSA.

Se estima que han sido barridos varios millones de árboles para la explotación irracional y criminal de nuestros recursos en el arco minero. Cada millón de “arboles asesinados” se traduce en la perdida de absorción y potencial de remoción del aire de unas 25,000 toneladas de CO2 anuales.

A un promedio de 2.6 arboles por metro cuadrado, por cada hectárea que se devasta, se pierden unos 3,850 árboles. Tan solo en el caso del millón de hectáreas cedidas por el madurismo a los iranies en nuestra Guayana, estarían en peligro de extinción unos 3,850,000,000 de árboles; equivalentes a 96 megatones o 96,000,000 toneladas de CO2 que dejaran de ser removidas del aire por año.

Por el lado de PDVSA, las cifras de emisiones de gases tóxicos, desechos sólidos y líquidos, y contaminación son no solamente recurrentes, sino realmente críticas y en aumento. En cuanto al contenido de carbonos proveniente tanto de emisiones provenientes de la quema y venteo de gases como de la producción asociada de crudos y pozos abandonados, la cantidad de CO2 equivalente totaliza una cifra cercana a 86 megatones al año (86,000,000 toneladas de CO2).

En el caso del contenido de carbonos proveniente de la producción y mejoramiento de crudos pesados y extrapesados, el total de potencial de emisiones de carbonos abona unos 146 megatones anuales, mientras que, por la quema de gasolina vehicular, solo tomando en consideración vehículos privados alimentados por gasolina, sumaria unos 16 megatones cada año, para un gran total “conservador” de 248,000,000 toneladas de carbonos cada 365 días, faltando por incluir los vehiculos de carga pesada.

Por el lado de las termoeléctricas, a pesar que en teoría, Venezuela debería tener instalados unos 17,000 megavatios nominales, tan solo un 20% a 25% está realmente operativos. Normalmente, considerando el uso de gas como fuente de alimentación de estas termoeléctricas, cada kWh de termo generación posee un potencial de emisión de 0.46 Kilogramos de CO2, sin embargo, de ser crudo la alimentación, esta cifra tiende a triplicarse.

A pesar de las falsas ofertas de Rafael Ramírez de sustituir el diésel por gas en la generación eléctrica, ello nunca llego a suceder, sencillamente porque ningún proyecto gasífero resulto exitoso, a pesar de las recurrentes ofertas de Ramírez, quien opto en 2011-2015 por desinflar nuestros yacimientos para tapar el desastre.

En Venezuela, se dejó de utilizar gas para termo generación luego de 2012-13, cuando se consumía sobre 160,000 BPD de diésel termoeléctrico [FRENTE COMUNICADORES SOCIALES DE MICHELENA: Ramírez: Nuestro gas está sustituyendo el diesel en plantas eléctricas (frentecomunicadoresmichelena.blogspot.com)], en consecuencia y tomando las cifras anteriores, las emisiones de carbono por generación termoeléctrica totalizan una cifra cercana a 10,000,000 toneladas de carbono por año, elevado el total de emisiones a 258,000,000 toneladas de carbonos por año.

Considerando una población nacional de unos 30,000,000 de habitantes, ello se traduce en un potencial de emisión unitaria de carbonos de 8.6 toneladas de Carbono por habitante-año, por concepto de producción y consumo de fósiles, además de termo generación, y sin incluir las emisiones industriales, de la construcción y emisiones provenientes de rellenos sanitarios.

Ello coloca a Venezuela muy por encima del promedio mundial; más que duplicándolo, y a nivel de los países industrializados, aun sin tener prácticamente industria activa alguna y sin satisfacer la demanda eléctrica básica para la población nacional.

Por el lado de los derrames y crímenes ambientales, la situación en Venezuela es realmente preocupante, acumulando sobre 8,300 derrames, fugas y filtraciones, además de unos 182,300 barriles de crudo derramado durante 2017. Luego de la llegada de Quevedo, Asdrubal y Aissami dichos derrames y fugas se han catapultado.

Como nuestro único interés es la nación y a pesar que entendemos que al final caerán en saco roto como todas las propuestas anteriores, en nuestro afán por ayudar al país y abrirle los ojos al sector político, pusimos a la orden nuestra empresa e hicimos recomendaciones sobre como ayudar a aplanar el camino hacia adelante [Einstein Millan Arcia on Twitter: “Sugerimos al gobierno de @nicolasmaduro abordar urgentemente proyectos para decarbonizar nuestros crudos; tanto en producción, como en exportación y procesamiento. #PDVSA debe buscar reducir la intensidad de carbonos en nuestros crudos marcadores. El mundo se adentra (sigue)” / Twitter], sugiriendo al gobierno de Maduro abordar urgentemente proyectos que apunten a decarbonizar nuestra cadena de valor comenzando por PDVSA, tanto en producción, como en exportación y procesamiento, a la par que redunde en la creación de conciencia y cambios de fondo en la orientación de la relación consumo-producción. Sin embargo la idea es extrapolar dicha acción al resto de las áreas jerarquizando por intensidad de generación.

Buscar reducir la intensidad de carbonos en nuestros marcadores, ya que el mundo se adentra irremediablemente, más por factores políticos y geopolíticos que por la realidad, en un periodo de profunda inseguridad energética, donde los países consumidores pujaran por energías limpias en un intento por imponer la hegemonía de sus propias tecnologías con la excusa del cambio climático. Es por ello que resulta fundamental que Venezuela se adelante a dicha coyuntura.

Si consideramos las potenciales emisiones totales incluida producción, exportación además de procesos (crudo y gas) y termo electricidad, la exposición total de esos 258 megatones anuales, se traduciría en un valor en exceso a los $17,000 millones anuales en créditos de carbono en el mercado #europeo y sobre $7,000 millones en el mercado oeste de #EEUU. Créditos que pueden ser negociados en las bolsas de valores y podrían a la vez ser intercambiados entre mercados energéticos.

 

*Einstein Millán Arcia: Asesor Petróleo y Gas “Upstream”. Managing Director for Energy & Carbon Sequestration @ Fractal [https://fractal-software.com/ ]. Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979.

Fuente: Aporrea.org

 

 

 

Venezuela propone cambiar el modelo capitalista para preservar la vida en el planeta

 

Sequía, calor y revolución

 

 

 

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