Artículo de Folha de São Paulo
El senador Flavio Bolsonaro (PL), hijo del presidente Jair Bolsonaro (PL), se pronunció en la red social esta tarde (31 de octubre) levantando la cabeza y diciendo que “no abandonaremos a Brasil”.
Fue la primera manifestación de uno de los hijos del presidente, 20 horas después de la confirmación de la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) en la lucha por la presidencia. Bolsonaro aún no se ha pronunciado.
Flavio Bolsonaro, sin citar a Lula, dijo: “Gracias a todos los que nos ayudaron a salvar el patriotismo, a los que rezaron, a los que salieron a las calles, a los que sudaron por el país que va bien y que le dieron a Bolsonaro el mayor voto de su ¡vida! ¡Levantemos la cabeza y no renunciemos a nuestro Brasil! ¡Dios manda!”, sin citar a Lula.
Aproximadamente una hora después, Flávio publicó un nuevo mensaje: “¡Padre, estoy contigo para bien y para mal!”.
El TSE (Tribunal Superior Electoral) declaró electo a Lula, con el 50,9% de los votos, frente al 49,1% de Bolsonaro. Bolsonaro es el primer presidente que no es elegido después de postularse para la reelección.
Aliados de Jair Bolsonaro escribieron un discurso de reconocimiento de la derrota. Iba a proponerse al presidente que permanece en silencio [1 de noviembre a las 8:30 hora francesa] sobre el resultado de las elecciones del domingo. Según varios informes, el documento de los aliados no cuestiona el resultado, pero se refiere a las “injusticias” sufridas por el presidente durante su gobierno y su campaña electoral.
Los que rodean al presidente esperan que vuelva a hablar el lunes 31 de octubre. Para estos aliados, cuanto más tarde, más negativo será para Bolsonaro. El texto propuesto al presidente pretende mostrar respeto por el régimen democrático, pero ha sido cuidadosamente redactado para no dejar “huérfanos” a los activistas de Bolsonaro.
Se teme que una posición completamente legalista lleve a la pérdida de sus partidarios más radicales [por ejemplo, los camioneros que en unos 17 estados han bloqueado carreteras, con una Policía Rodoviaria Federal (PRF, Policía Federal de Carreteras) conciliadora] que apoyaron a la presidente y ayudó a propagar los desafíos de Jair Bolsonaro al sistema electoral, que fueron reforzados por las fuerzas armadas [los militares fueron integrados al sistema de control de resultados electorales]. Los aliados de Bolsonaro recuerdan que, a pesar de su derrota, obtuvo 58 millones de votos y tuvo varios aliados elegidos, incluido el gobernador de São Paulo [Tarcísio de Freitas], el estado más grande del país [Bolsonaro recolectó allí 14 millones de votos]. La idea de sus aliados es clara: el jefe ejecutivo debe mantener vivo este activismo. [Además, los muchos representantes electos de la corriente bolsonarista en el Congreso y al frente de los Estados no quieren una iniciativa intempestiva de Bolsonaro para poner en tela de juicio su posición – Ed.]
Jair Bolsonaro ha dicho repetidamente a lo largo de su mandato que solo reconocerá los resultados de las elecciones si son “limpios”. El presidente saliente ha expresado muchas veces sus dudas sobre las urnas electrónicas. Sin pruebas, señaló que el sistema era vulnerable y que había habido fraude, incluso en las elecciones de 2018.
El ataque más reciente al sistema electoral se produjo después de la acusación de que los insertos de radio y televisión de la campaña de Bolsonaro fueron boicoteados por emisoras de las regiones Norte y Nordeste. La tesis no fue aceptada por el ala política de su gobierno. Fue finalmente abandonado por uno de sus impulsores, el Ministro de Comunicación Fábio Faria [después de la advertencia y la solicitud de “prueba” expresada por el presidente del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes – Ed.]. (Artículo publicado en Folha de São Paulo el 31 de octubre a las 16h; traducción editorial A l’Encontre )
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