Publicado en:20/10/2022
Editorial de Esquerda Online
A diez días de la segunda vuelta, la disputa es cada vez más feroz. La leve ventaja de Lula en las encuestas, entre 4 y 6 puntos porcentuales, no garantiza una victoria anticipada. Habrá que conquistarlo en las calles, en las redes, en conversaciones con amigos, familiares y conocidos. Todo esfuerzo en esta recta final de campaña puede marcar la diferencia en esta histórica batalla por el futuro del país.
No basta votar por Lula: es necesario militar en los próximos diez días. Tenemos que hacer que todos los que votaron por el PT en la primera vuelta repitan el gesto. Y más relevante aún: es fundamental convencer a los que tienen simpatía por el expresidente, pero que no fueron a votar el día 2, de ir a las urnas el domingo 30. Cada voto cuenta. Disminuir la abstención del electorado potencial de Lula, o al menos evitar que aumente, es clave para la victoria.
Otra tarea fundamental es la batalla por el voto del pueblo que eligió a Simone Tebet, Ciro Gomes y otros candidatos en la primera vuelta. Este contingente es de casi diez millones de votantes, con mayor peso en las ciudades grandes y medianas. Ciertamente, en ese público habrá votantes que se resistan a votar por Lula. Por eso, la explicación paciente de las razones por las que Bolsonaro representa lo peor para el país es central. Votar por Lula no necesariamente tiene que ser un gesto de confianza en el PT, y solo puede representar una decisión para sacar a Bolsonaro del poder.
También es importante mantener alto el rechazo a Bolsonaro. Para algunos, el tema más acertado es explorar los casos de corrupción del actual gobierno y de la familia Bolsonaro. Para otros, es recordar el descuido y la perversidad de la actuación de Bolsonaro en la pandemia. Y hay muchos otros argumentos: la alta inflación, el discurso de las armas, la propagación del odio y la intolerancia, el machismo, el racismo, la LGBTIfobia que fomenta el prejuicio, la discriminación y la violencia, la falta de educación, los ataques a los católicos, la insinuación de la pedofilia, en fin, hay muchas preguntas por explorar. Elija el tema más efectivo para cada persona.
Cabe mencionar el recrudecimiento del hostigamiento patronal en varios puntos del país. Los empresarios bolsonaristas están tratando de coaccionar a los trabajadores, de todas las formas posibles, para que no voten por Lula. Hay amenazas de despido, ofertas de compra de votos, entre otras barbaridades. Los sindicatos y el conjunto de las fuerzas de izquierda y democráticas deben levantarse contra esto. El TSE y el Ministerio Público tienen el deber de investigar y sancionar, sin dilación y con rigor, a estos capos criminales.
¡Ampliar las campañas en las calles, trayendo esperanza para una vida mejor!
Es de suma importancia expandir la campaña en las calles y en las redes sociales. Cuanta más visibilidad tiene la campaña, más confianza y compromiso genera en el votante. Una elección no sólo se define por elecciones racionales, sino también por la emoción, por los sentimientos que suscita.
Una campaña con mucha gente en la calle, con muchas banderas, pegatinas, pancartas, en fin, con mucha presencia, animación y confianza, genera una ola de contagio que puede decidir el marcador en una disputa muy reñida. Entonces, únete a la campaña callejera de tu ciudad y aumenta su visibilidad en las redes sociales.
La presentación de propuestas concretas de Lula puede ayudar en la disputa del voto. Elija el que más resuene con la persona con la que está hablando. Algunos compromisos de campaña: elevar el salario mínimo por encima de la inflación todos los años; exención del impuesto a la renta para quien gane hasta R$ 5 mil; más inversiones en educación, salud y vivienda; renegociación de deudas familiares; crédito barato para pequeñas y microempresas; aplicación derechos de los trabajadores; mantenimiento y ampliación de Auxílio Brasil; igual salario para hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo; entre otras. Recuérdele a la persona con la que está hablando que Bolsonaro no está comprometido con ninguna de estas propuestas.
Finalmente, vale la pena enfatizar la necesidad de una mayor articulación de las fuerzas de izquierda y democráticas para la última semana de campaña. Iniciativas y actividades comunes y lineamientos políticos conjuntos pueden potenciar la lucha electoral.
Tenemos diez días para elegir a Lula y sacar al fascista del poder. No hay tiempo que perder. Llenemos las calles de gente y esperanza. ¡La victoria se gana en la lucha!
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