Daniel Velázquez Mantilla es docente universitario y ha trabajado con las comunidades desde hace más de 20 años, principalmente en el departamento de Cundinamarca. Habló con Colombia Informa para explicar varias de las dificultades que enfrentan los municipios de la región en materia de transporte.
Colombia Informa: Cerca de 108 mil habitantes de Soacha que usan las rutas hacia Bogotá se quedarán sin el servicio a partir de noviembre. Claudia López no renovará contrato entre Soacha y Bogotá. ¿Cómo lograr articular el transporte de Bogotá con Soacha?
Daniel Velázquez: Me preocupa un poco la perspectiva que plantea Bogotá como una centralidad que no permite que las gentes que viven en Cundinamarca se desarrollen social y productivamente por depender de este centro, en todos los sentidos.
Soacha padece ese vínculo con Bogotá al tener que someterse a las políticas que plantea el distrito sin reconocer la perspectiva de vida de los cundinamarqueses.
En el caso del transporte de Soacha, es muy grave lo que está pasando con la declaración que hizo Claudia López. Lo que está haciendo es retar a Soacha y exponerlo de una manera muy crítica a tener que vivir unas condiciones muy desafortunadas en torno a un modelo de movilidad que construyó la ciudad de Bogotá, sin reconocer las dimensiones de los tránsitos y los recorridos que hacen los cundinamarqueses para llegar a la Capital.
¿Qué quiero decir con esto? El tema de Transmilenio es un modelo con el cual se ha concentrado la política en los últimos años que se ha querido transformar por la perspectiva de intentar construir un modelo de movilidad que utilice no solamente este servicio, sino otros que puedan complementar para garantizar ese derecho fundamental como es la movilidad.
Desafortunadamente por los intereses económicos, la movilidad de Bogotá se concentró en Transmilenio, debido a esto tenemos una crisis muy grave con lo que está pasando en este medio de transporte.
Otras perspectivas que se crearon y que pudieron haberse integrado al modelo de Bogotá se borraron y construimos un modelo de transporte en el siglo XXI que realmente favorece a los intereses privados y no el derecho de la gente a movilizarse con dignidad.
CI: ¿Qué pasa con Transmilenio y Soacha?
Daniel Velázquez: El Transmilenio es muy importante para Soacha porque ayuda a transportar a cientos de miles de soachunos que viven de la capital porque en su municipio no encuentran un anclaje social y productivo que les permita desarrollarse en su propio entorno.
Transmilenio termina siendo como el puente para que ciudades como las de Soacha se conviertan en ciudades dormitorios.
A través de la imposición de ese modelo, nos impusieron también que perdiéramos otros sistemas de transporte interno que nosotros tenemos en el municipio y que teníamos históricamente en nuestro territorio.
Por Soacha llegaba el tren, que sus últimas estaciones eran en lo que se conoce como Bosa la Estación. Bosa en ese contexto no era parte de la capital, sino que era también un municipio en ese contexto histórico.
Ese tránsito que tenían los cundinamarqueses pasaba por una de las vías de conexión fundamental para lo que fue el desarrollo social y productivo del país, como fue la troncal de Tequendama.
Ese tren que teníamos y que era tan importante para los cundinamarqueses y sobre todo para los soachunos, lo perdimos. Hoy tenemos solamente un puente de conexión que es Transmilenio.
CI ¿Por qué ocurre esto?
Daniel Velázquez: Por una política que no garantiza el derecho a la movilidad, sino que se concentra en un negocio que pretende operar el sistema de transporte a través de esta empresa, que ni siquiera le pertenece a los bogotanos, sino a un grupo reducido de empresarios que no nos han permitido desarrollar el derecho a la movilidad. No solamente en Bogotá, sino en todo el municipio.

Docente Daniel Velázquez Mantilla
CI: ¿Qué pasó con los proyectos de transporte para unir a los municipios de Cundinamarca con Bogotá como Regiotram?
Daniel Velázquez: Eso está frenado. Realmente eso es una pantomima de las últimas gobernaciones que han pasado por el departamento de Cundinamarca. Desafortunadamente, no tenemos un proyecto cierto y está empantanado tanto el Regiotram de Occidente como el Regiotram del Norte.
Para los soachunos nunca se ha pensado un modelo de Regiotram del Sur. A mí me parece importante que podamos restablecer las vías férreas que conectaban con Bogotá y que alimenten también una estructura de articulación distinta a la que se ha creído con Transmilenio.
Estamos muy preocupados porque estos proyectos no han salido a la fecha, no tenemos ningún avance real y cierto para que se den.
Por lo pronto, lo más desarrollado será el Regiotram de Occidente. También se anunció iban a hacer el Regiotram del Norte, pero hasta ahora son obras inconclusas. Pasa igual que con el Metro, se dice que lo vamos a hacer hace más de 60 años en Bogotá, pero no ha habido una política cierta o compromiso del Estado para que ese tipo de proyectos salgan adelante.
Considero que es necesario construir ese tipo de modos, de articulación regional con Bogotá, pero también de una interconexión vial que nos permita a nosotros conectarnos entre los cundinamarqueses.
Hoy tenemos situaciones muy críticas, como por ejemplo, que a menos de 70 kilómetros que estamos algunos de los municipios cercanos a Bogotá, tenemos que pasar por más de tres horas y media, cuatro y hasta cinco horas para llegar a la ciudad.
Eso habla de un atraso muy complicado en la estructuración de una malla vial que conecte al departamento con Bogotá. Hasta ahora, lo que ha sucedido es que se lograron definir unas fronteras como la de Soacha, que pudo traer el Transmilenio, que ha beneficiado a muchas personas, pero no hay una estrategia que nos permita realmente, de forma cierta, construir un plan vial y de movilidad que nos articule entre la región con Bogotá.
A Soacha llegó un candidato a la Gobernación, en la estación de León 13, muy cerca de Quintanares con una valla que dice mucho sobre lo que es el vender humo en la política convencional. No voy a decir el candidato, pero para que todos los cundinamarqueses se puedan enterar, “Un metro para Soacha”.
No hemos construido un metro en Bogotá y si vamos a prometer un metro en Soacha. Eso me parece demagógico y una falta a la honradez por parte de estos políticos que quieren vendernos humo para poder posicionarse políticamente en los territorios.
¿Qué necesitamos?, un plan vial de articulación interregional, pero también de articulación con Bogotá, que no solo contemple Transmilenio, sino otras modalidades e integre a las distintas asociaciones cooperativas de transportadores que existen en los distintos municipios.
CI: ¿Qué puede pasar cuando el monopolio de Transmilenio controle a Soacha?
Daniel Velázquez: Pues que nos van a sacar las cooperativas de transportadores de los municipios. Esas cooperativas son las que únicas que han prestado el servicio para poder garantizar la movilidad de todos los Soachunos.
Tenemos que reconocer no solamente a Transmilenio como un puente de articulación, sino también los esfuerzos que han hecho los cundinamarqueses, para construir sistemas que son muy locales, pero que permiten el tránsito y la conectividad con Bogotá y entre las regiones.
En Soacha no ha llegado de manera cierta y segura el tema de los buses alimentadores de Transmilenio. Quienes prestan ese servicio son operadores locales, cooperativas y algunos lo hacen desde la perspectiva de lo que se conoce como la piratería, pero para mí eso no es piratería.
Lo que debe hacer el municipio es reconocer cómo es que se están moviendo los soachunos y los con cundinamarqueses es integrarlos para poderlos vincular a un modelo de tránsito que nos permita construir ese plan vial.
Yo podría conectar este ejercicio con los Nissan Patrol, que se detienen en Quintanares para poder transportar a los habitantes de la comuna IV, en Soacha. Estas comunidades tienen un abandono histórico del Estado de más de 40 años, es más, nunca ha hecho presencia.
Esos fueron barrios de autoconstrucción, lo hizo la gente con todo su esfuerzo y todo lo que existe allá es por el esfuerzo de su gente, no es por el esfuerzo del Estado.
¿Qué hace esa cooperativa, ese grupo de transportadores que principalmente tienen un Nissan Patrol y que están subiendo a las personas a barrios como Villa Mercedes, Cazucá, Julio Rincón, Ciudad Latina, en fin, a todos los que están en la parte alta en las montañas de nuestro municipio? Pues prestan un servicio. Los podemos incorporar, no los tenemos que sacar.
Cuando llegue Transmilenio con el monopolio lo que pretende hacer Claudia López en este propósito es sacar a esos transportadores. Nosotros no podemos hacer eso. ¿Por qué? Primero, porque ellos son los que han garantizado a través de la prestación de ese servicio la movilidad en el territorio.
Segundo, porque ellos son fuente de generación de ingresos para el municipio. Ellos trabajan y generan recursos que se quedan aquí mismo en el municipio, no es plata que se va para Bogotá, sino que es plata de los cundinamarqueses, de los soachunos que sigue circulando y eso permite que existan unas economías locales que se van fortaleciendo.
CI: ¿Cómo se puede construir un plan vial?
Daniel Velázquez: Se debe reconocer esos procesos de movilidad que ya existen. Yo puedo hacer un ejercicio en donde ellos se sostengan y también potenciar un modelo de turismo urbano, como lo ha hecho la Comuna 13 en Medellín.
Este tipo de transportadores tienen muy bien cuidados sus vehículos, los cuales se pueden convertir en patrimonio histórico porque los tienen muy bien adaptados para meterse en las trochas que tienen que subir para llevar a la gente en esos territorios.
Con esos vehículos podríamos vender y ofertar un turismo que llegue de la comuna 13 a la comuna 4 de Soacha. Ese tipo de ejercicio los podemos hacer.
También vincular a los que están por el sector de Terreros. Allá hay una serie de taxistas, de personas que sobreviven y que sus capitales se están recogiendo a través de la prestación de servicio nocturno de los habitantes que trabajan en esa ciudad dormitorio que hemos construido en Ciudad Verde. A esos transportadores también los tenemos que reconocer.
Lo que quiere hacer Claudia López y lo que está tensionando es finalmente que nos terminemos vinculando al modelo como lo tiene establecido Bogotá, pero los soachunos y los cundinamarqueses no podemos hacer eso.
Nuestra inversión se tiene que concentrar en reconocer cuáles son los sistemas de movilidad que nosotros tenemos para poder fortalecerlos y traer también nuevos sistemas para poder construir un tránsito no solamente interno, sino también en el ámbito de la región y la colectividad que podamos tener con Bogotá y con el país.
CI: ¿Cómo plantear un modelo alternativo de transporte para el municipio, teniendo en cuenta que también están presentes los politiqueros y sus intereses en Soacha que se aprovechan de los transportadores?
Daniel Velázquez: Hay que precisar dos cosas, la mediación no ha sido política, sino que la mediación ha sido politiquera.
Del mismo modo, hay que entender también que el transporte y la movilidad pertenece a un sector económico que es la prestación de bienes y servicios, es decir, nosotros no nos podemos transportar si no existe la prestación de un servicio público y eso puede estar en dos horizontes, puede tener un horizonte privado o puede tener un horizonte público.
No vamos a decir aquí cuál puede ser el mejor, porque en un horizonte privado o público pueden pasar cosas buenas. Pero en un horizonte privado o público también pueden pasar cosas negativas.
El escenario de la movilidad depende de la prestación de un buen servicio de transporte. Los transportadores en Soacha tienen que vivir además porque el transporte ha sido construido por privados. ¿Por qué? Porque el Estado no ha sido capaz de construir un andamiaje público para prestar ese servicio y ese derecho a la movilidad. Los privados ven una oportunidad y construyen este modelo.
¿Qué es lo que ha pasado? La mediación ha sido politiquera y a ellos los han reconocido para que sigan siendo como son. Y eso tampoco puede ser así. El tema es que tenemos que lograr vincularlos. Ellos tienen cooperativas y asociaciones. Tenemos que lograr fortalecer esas asociaciones y esas cooperativas para que el desarrollo del transporte en el municipio se preste con calidad para todos los soachunos y para todos los cundinamarqueses.
Debemos trabajar con ellos un poco en la cultura. Se debe fomentar un escenario que nos permita transformar la cultura organizacional de estas asociaciones y estas cooperativas, para que cuando presten el servicio, no lo hagan desde una perspectiva que lo que está haciendo es arruinar a la gallina de los huevos de oro, y no está sosteniendo esa gallina de los huevos de oro como debe ser.
De continuar esto, lo que va a pasar es que ese vacío lo va a llenar el discurso de la ciudad de Bogotá, prometiendo ser quien va a garantizar el proceso.
Esto es algo que no podemos permitir porque estas cooperativas y asociaciones generan recursos que circulan internamente en nuestro municipio. Incluso aunque lo presten con mala calidad, son dineros que sirven para todos los soachunos y que al final van a terminar redundando en impuestos para poder mejorar socialmente la vida de la comunidad.
No podemos depender de Bogotá para que construya el modelo de movilidad en nuestro territorio, porque nos vamos a desfinanciar.
CI: ¿Qué se puede hacer?
Daniel Velázquez: Ellos no pueden seguir operando como lo están haciendo, tienen que transformarse y prestar un servicio. Lo he puesto como ejemplo, aquí las personas que están en Quintanares pueden prestar un servicio que se transforme en la construcción de un modelo de turismo que pueda llegar al Julio Rincón, como lo que pasó en la comuna 13 de Medellín, que es exitoso. Aquí tenemos muchas cosas que contar. Esta es una comuna que tiene una historia muy importante para la nación, para el mundo.
Todo esto lo podemos articular para que ellos sigan prestando el servicio de movilidad, pero dándoles un nuevo aire, vinculándolo a otros sectores para que ellos se fortalezcan y crezcan en nuestro municipio. Lo mismo podemos hacer en Soacha con estos transportadores. Ahora, lo que sí no puede pasar es que sigamos haciendo las cosas como las estamos haciendo.
CI: ¿Qué pasa con Cundinamarca?
Daniel Velázquez: Yo no he escuchado al Secretario de Transición y de Movilidad del Departamento pronunciándose sobre los esquemas de movilidad que tienen los municipios.
Entonces, a Soacha casi que le toca resolver su problema solo. Lo mismo ocurre con cada municipio, aunque hay Gobernación. Cada municipio termina resolviéndolo por su cuenta y eso no puede pasar.
Necesitamos meter la fuerza del departamento para que ayude a resolver los graves problemas que tenemos de movilidad, no solo en Soacha, sino en todo Cundinamarca.
Tomado de colombiainforma.info
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