Entrevista a Pierre Rousset: “El compromiso con la solidaridad es un contrato indefinido”

Europe Solidaire Sans Frontières (ESSF) es bien conocida por los militantes de la Cuarta Internacional por la rica y abundante documentación de su sitio web. También es una asociación de solidaridad concreta. Pierre Rousset nos habla de esta aventura, iniciada hace más de veinte años.

¿Puedes presentar a tu asociación?
Europe solidaire sans frontières (ESSF) es una asociación de solidaridad internacional que mantiene lazos privilegiados en Asia. No obstante, nuestra web bilingüe (francés e inglés) es multitemática y generalista, pese a que Asia, una parte de Europa y Francia ocupan en ella un lugar más importante que otras regiones del mundo. El año 2005 representa en nuestra historia un impulso fundacional. El tsunami de diciembre de 2004 en el océano Índico fue realmente devastador y nos convenció de que había que reforzar la ayuda económica a nuestras organizaciones hermanas asiáticas.

En octubre de 2005 fui al norte de Pakistán y la parte de Cachemira ocupada por este país, que habían sufrido un terremoto violento. Nuestros socios locales figuraban entre los primeros en haber reconstruido viviendas precarias cuando se anunciaba ya el invierno. Aquella experiencia fue para mí una lección: nuestra tarea consiste en apoyar a organizaciones progresistas implantadas localmente, capaces de establecer prioridades concretas con conocimiento de causa y de ponerlas en práctica de común acuerdo con la población afectada, contribuyendo a su autoorganización.

Hemos pasado de campañas de solidaridad puntuales a una política de apoyo continuado a nuestros socios en Pakistán, Indonesia, Mindanao (Filipinas) y Bangladesh. Ya en 2005 sabíamos que se sucederían las llamadas catástrofes naturales (que también pueden ser provocadas por los seres humanos), conflictos armados cuyo precio pagaría la población civil y la represión recurrente contra las y los activistas de izquierda. Veinte años después, seguimos haciéndolo. El compromiso solidario es un contrato indefinido.

¿Qué os ha hecho seguir adelante?
El impulso inicial, en primer lugar, y el apoyo que hemos recibido. Me veo obligado a hablar de mis antecedentes. En 2005 yo ya llevaba 40 años como activista. Durante mucho tiempo fui miembro de la dirección de la Cuarta Internacional, donde una de mis principales responsabilidades era servir de enlace con un amplio abanico de organizaciones asiáticas. También fui durante un tiempo miembro del Consejo Internacional del Foro Social Mundial, así como del Foro de los Pueblos de Asia y Europa, y participé en muchos comités de solidaridad en Francia. Durante la legislatura de 1999-2004, formando parte de la delegación de la Liga Comunista Revolucionaria, trabajé en el Parlamento Europeo para el grupo GUE/NGL (presidido entonces por Francis Wurtz, líder del Partido Comunista Francés) y para el Foro Parlamentario Mundial; buena parte de mis actividades allí fueron asiáticas.

De hecho, la precursora de la actual Europe Solidaire Sans Frontières era una asociación al servicio de las y los eurodiputados (de ahí su nombre). Una vez terminada la legislatura, la heredamos y la refundamos como asociación de solidaridad internacional, con la bendición de mis camaradas de la Cuarta Internacional, que nos ayudaron de muchas maneras, respetando, insisto, la independencia de la asociación. Fue una experiencia interesante, que ha permitido a Adam Novac unirse a nuestro proyecto en 2019 y dejar su huella en nuestro desarrollo.

Dos cifras para ilustrar el trabajo que hemos realizado: desde 2005 hemos recaudado cerca de 500.000 euros, que se han enviado íntegramente a nuestros socios asiáticos (nosotros mismos cubrimos los gastos de funcionamiento de la página web y de la asociación, y ninguno de nosotros recibe remuneración alguna). Hemos desarrollado nuestra web más allá de lo que habíamos imaginado: ahora tiene 70.000 páginas, gracias a Arnaud, nuestro webmaster. Recientemente hemos aumentado el número de traducciones al francés (gracias a Pierre Vandevoorde) y también nos beneficiamos de la riqueza del blog Entre les lignes, entre les mots, que ofrece una documentación inigualable.

Una web como la nuestra nos permite colaborar activamente con numerosos movimientos cuyas posiciones y análisis podemos reproducir. Ofrece una amplia documentación y puede utilizarse para apoyar muchas causas ajenas al propio ámbito de responsabilidad de ESSF. En red con otras webs, hemos podido contribuir muy activamente a la campaña internacional de apoyo al levantamiento Mujeres, Vida, Libertad, en respuesta al llamamiento de la asociación Solidarité socialiste avec les travailleurs en Iran (SSTI), y con la inversión de Alain Baron. Podemos recibir fondos y hacerlos llegar cuando, como en este caso, necesiten tiempo para reabrir sus propias cuentas bancarias. Podemos aumentar significativamente nuestra cobertura de una situación de crisis, como Ucrania y Palestina en la actualidad. Todo ello con un espíritu de solidaridad: defendemos a todas las poblaciones victimizadas, independientemente del poder o del régimen que las oprima. Para nosotros, este es el fundamento mismo del internacionalismo.

¿Es la solidaridad más necesaria que nunca?
Vivimos una época terriblemente paradójica. La policrisis, la crisis mundial, es un hecho cuyos efectos devastadores saltan a la vista. Es en este momento cuando los poderes políticos y económicos establecidos anulan las escasas medidas que se habían tomado para limitar el calentamiento global y criminalizan a los movimientos ecologistas. Su objetivo es destruir los viejos lazos de solidaridad e impedir el desarrollo de otros nuevos.

En gran medida, es en el ámbito de la solidaridad, de nuestra solidaridad, donde se decidirá el futuro. Tenemos que afrontar juntos estos retos, ya sea a escala local, nacional o internacional. A lo largo de las décadas, hemos pasado a formar parte de una amplia red informal de puntos de apoyo en distintos continentes que comparten la misma percepción de las emergencias y el mismo concepto de solidaridad.

En este reparto colectivo, nosotros asumimos una responsabilidad particular: asegurar la continuidad del apoyo a nuestras y nuestros camaradas asiáticos en un periodo en que la atención internacional se centra en Ucrania y Palestina. La situación en Asia del sur y del sureste es dramática. Esta parte del mundo resiente brutalmente las consecuencias del caos climático. Así que quiero dar de nuevo las gracias a quienes contribuyen a nuestro fondo de solidaridad con Asia.

L’Anticapitaliste

Traducción: viento sur

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