El atractivo laboral de Israel para jóvenes de Malawi, a pesar del contexto de guerra

Jóvenes de Malawi encuentran en Israel oportunidades laborales en medio de la desolación. Las granjas abandonadas tras los ataques de Hamás y la guerra en Gaza han sido destino para cientos de ellos desde noviembre pasado. En un país profundamente empobrecido, el Gobierno de Malawi ha diseñado un programa de exportación de mano de obra dirigido a su juventud, buscando así obtener divisas extranjeras necesarias para el país.

Además de los jóvenes malauíes que emigran en masa a Israel en busca de una vida mejor, en esta edición de los Fragmentos de África, abordamos la persistencia de Reino Unido, que, a pesar de numerosos desafíos legales, insiste en su proyecto de expulsar a migrantes y solicitantes de asilo hacia Ruanda. También, hablamos del nuevo revés para el presidente derrocado Mohamed Bazoum, con el reconocimiento de la ONU a la junta militar de Abdourahmane Tiani como autoridad legítima en Níger; de la frustración africana tras la COP 28 y del fallecimiento de Yacouba Sawadogo, conocido como ‘el hombre que detuvo el desierto’.

1) Miles de malauíes migran en masa hacia Israel

Jóvenes de Malawi emigran en masa para trabajar en granjas israelíes en busca de oportunidades, huyendo un país azotado por la pobreza. A pesar de la guerra en Gaza, consideran esta opción como un rayo de esperanza. Graciam Banda reveló su realidad a la agencia de prensa AFP. El comerciante de 30 años gana apenas 60 dólares mensuales en su país, mientras que en Israel le ofrecen 1.500 dólares. Esta distancia de 6.800 kilómetros representa una oportunidad inesperada para él.

“La situación en Malawi es cada vez más difícil”, lamenta añadiendo, que tiene que “alimentar a (su) familia, pagar el alquiler y encargar(se) de todo lo demás”. “Con lo que gano aquí, es imposible”, calcula.

La guerra en Gaza ha provocado la huida de miles de trabajadores agrícolas de Israel, desequilibrando un sector clave de la economía de este país. Entre ellos, extranjeros y palestinos de Gaza cuyos permisos laborales fueron revocados.

Se estima que hasta 5.000 malauíes podrían ser enviados a Israel. Aunque la oposición critica este acuerdo como una “transacción diabólica” con una región asolada por la guerra, el Gobierno lo defiende.

“Jóvenes de nuestra nación trabajan en varios países como Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Israel y muchos más”, explicó Moses Kunkuyu, ministro de Información, a la AFP. “Los eventos pueden ocurrir en cualquier lugar, pero se brindará el mismo nivel de seguridad otorgado a los ciudadanos israelíes a los ciudadanos malauíes”, añadió.

El embajador de Israel en Malawi, Michael Lotem, aseguró por su parte que se trata de un acuerdo beneficioso para ambos países, enfatizando que los malauíes trabajarán en Israel, no en Gaza, y prometiendo cuidar de ellos como a sus ciudadanos.

2) Reino Unido revuelve su proyecto de expulsión de solicitantes de asilo hacia Ruanda

Londres persiste. A pesar de que la Corte Suprema británica declaró ilegal el plan para deportar a Ruanda a solicitantes de asilo que llegaron al Reino Unido en embarcaciones a través del Canal de la Mancha, Londres está intentando reactivar este proyecto por todos los medios.

En su decisión del 15 de noviembre, la Corte Suprema argumentó -basándose en un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados- que la colaboración entre Londres y Kigali implicaba un riesgo de devolución de los solicitantes de asilo a sus países de origen por parte de las autoridades ruandesas, incluso si su solicitud de protección es justificada.

Sin embargo, el martes 5 de diciembre, el ministro del Interior, James Cleverly, viajó a la capital ruandesa para firmar un tratado con el ministro de Relaciones Exteriores ruandés, Vincent Biruta. El nuevo tratado retoma los términos del acuerdo pero busca abordar las objeciones de la Corte Suprema.

Aún pendiente de ratificación por los Parlamentos británico y ruandés, compromete a Kigali a no rechazar a ninguno de los solicitantes de asilo enviados por el Reino Unido. Tras revisar sus solicitudes, las personas recibirán un estatus de refugiado en Ruanda o un permiso de residencia a largo plazo en el país. Al único lugar donde podrían ser enviados es Reino Unido, en caso de que impugnen en apelación su deportación a Ruanda y tengan éxito.

“Hemos abordado los problemas planteados por (Corte Suprema), así que no veo por qué las (deportaciones a Ruanda) podrían enfrentar nuevas obstrucciones”, declaró James Cleverly.

¿Será suficiente esta etapa para hacer operativo el acuerdo migratorio con Ruanda? El Gobierno de Rishi Sunak lo duda e incluso está preparando una propuesta de ley para declarar a Ruanda “seguro” en términos de asilo, con el objetivo de reducir al mínimo los riesgos de acciones legales contra las deportaciones.

3) La ONU reconoce a la junta de Tiani como autoridad legítima en Níger

Es otro revés para el expresidente de Níger, Mohamed Bazoum. Casi cinco meses después del golpe de Estado que lo sacó del poder, quienes lo derrocaron han obtenido una nueva victoria diplomática.

El lunes 18 de diciembre, el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria anunció en la televisión nacional que la ONU reconocía a los militares en el poder como “los únicos y legítimos representantes de Níger en las Naciones Unidas”. Las autoridades nigerinas se enorgullecieron afirmando que esta decisión “simplemente confirma un punto de derecho internacional que no admite interpretación alguna”, según un comunicado oficial.

Una fuente de la ONU confirmó a la prensa que a principios de diciembre, la Comisión de Verificación de Poderes, compuesta por nueve miembros y responsables de designar la autoridad legítima que representa a un Estado soberano en la ONU, reconoció al régimen militar de Abdourahamane Tiani como representante oficial de Níger.

Este nuevo reconocimiento viene después que el 10 de diciembre de 2023, los presidentes de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) ya habían reconocido que el Gobierno de Bazoum “fue efectivamente derrocado”, abandonando así las demandas de restauración del presidente destituido de su cargo.

4) Tras el acuerdo “histórico” de la COP28, África se queda frustrada

El acuerdo final derivado de la COP28 fue calificado como “histórico” al mencionar por primera vez el tema de las energías fósiles. Aunque no abordó directamente la eliminación del petróleo, el gas y el carbón, instó a “transitar fuera de las energías fósiles en los sistemas energéticos, de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crucial para lograr la neutralidad de carbono en 2050 según las recomendaciones científicas”.

Sin embargo, los representantes africanos consideraron que este acuerdo de compromiso descuidó sus intereses. Según un documento enviado por el grupo africano al presidente de la COP28, Sultan Ahmed Al Jaber, y consultado por el medio Jeune Afrique, los representantes lamentaron que el acuerdo final no hiciera referencia al apoyo necesario para que los países en desarrollo realizaran esta transición energética. Adoptaron las palabras del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, según quien “un marco sin medios de implementación es como un coche sin ruedas”.

Los países africanos buscaban disposiciones vinculantes. Querían que el texto final “instara” a los países desarrollados a proporcionar financiamiento a los países en desarrollo. Sin embargo, en la versión final del documento, la palabra “instar” no fue incluida, siendo reemplazada por “demandar”.

En septiembre, los 54 países africanos adoptaron la ‘Declaración de Nairobi’, un documento resultado de la primera Cumbre Africana sobre el Clima, liderada por el presidente keniano William Ruto. Buscando influir en los debates de la COP28, llegaron con varios objetivos, como el aumento de la capacidad de producción de energías renovables en África, así como el establecimiento de una “nueva arquitectura financiera adaptada a las necesidades de África”. Objetivos que aún están lejos de ser alcanzados.

5) Yacouba Sawadogo, el burkinés que detuvo el desierto, ha fallecido

Conocido como ‘el hombre que detuvo el desierto’, Yacouba Sawadogo falleció en su hogar en Gourga, al norte de Burkina Faso, cerca del bosque al que dedicó su vida. Durante más de cuarenta años, Sawadogo se hizo famoso por plantar árboles en la región de Yatenga (Norte), un esfuerzo que le fue reconocido con el premio Right Livelihood en 2018.

A pesar de la aridez del suelo, logró desarrollar un bosque de aproximadamente treinta hectáreas, convirtiéndose en un símbolo prominente en la lucha contra la desertificación y la preservación de la biodiversidad en Burkina Faso.

Yacouba Sawadogo, conocido como "el hombre que detuvo el desierto", recibe el Premio al Modo de Vida Sostenible en Estocolmo, Suecia, el 23 de noviembre de 2018.
Yacouba Sawadogo, conocido como “el hombre que detuvo el desierto”, recibe el Premio al Modo de Vida Sostenible en Estocolmo, Suecia, el 23 de noviembre de 2018. AFP – MELI PETERSSON ELLAFI

Su bosque alberga hoy numerosas especies de plantas y diferentes especies animales. Utilizando un machete y su vasto conocimiento adquirido a lo largo de décadas, Sawadogo se apoyó en la técnica del zaï. Esta técnica, utilizada en varios países del Sahel, consiste en cavar fosas en la tierra y permite recoger el agua de las lluvias.

Yacouba Sawadogo introdujo varias innovaciones en esa técnica ancestral, como llenar los fosos con estiércol y compost para proporcionar nutrientes a la planta. El estiércol atrae termitas, cuyos túneles ayudan a romper el suelo y enraizar mejor y más lejos.

En 2020, recibió el título de ‘Campeón de la Tierra’ de Naciones Unidas por su trabajo, y sus técnicas de reforestación se extendieron por todo el país.

Tomado de france24.com

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