Lejos de que el ajuste lo pague la casta, las medidas económicas anunciadas por el nuevo ministro de economía, Luis Caputo, son un golpe directo para la clase trabajadora. La devaluación del 120% impactará de forma inmediata en el precio de artículos de primera necesidad como los alimentos, llevando los índices de pobreza a niveles alarmantes. Frente a esto, llamamos a todas las organizaciones del campo popular, a los sindicatos, partidos y organismos de derechos humanos a enfrentar el ajuste en la más amplia unidad de acción.
A pocos días de finalizar el año, con una inflación que ya viene erosionando los salarios de manera constante y acelerada, y con niveles de pobreza e indigencia que alcanzan a casi la mitad de la población, el gobierno de Milei anuncia medidas que sólo vienen a profundizar esa realidad. Con descaro plantean que “si los comerciantes suben mucho los precios nadie les va comprar” y que así va a bajar la inflación. Esto no sólo es irreal sino que además deja a la vista una completa falta de humanidad, porque de lo que se está hablando es que en los sectores populares no vamos a alcanzar ni siquiera para comprar alimentos. Quienes resultarán más afectadxs serán nuevamente las infancias, las mujeres y las disidencias, que somos quienes deberemos multiplicar las tareas de cuidado y los malabares para sostener la comida de cientos de familias en un contexto al borde la de hiperinflación.
A esto se le agrega una enorme cantidad de despidos del sector público que aumentará rápidamente los índices de desocupación, sumado al congelamiento de las paritarias, de las jubilaciones y de las políticas de asistencia social como el Potenciar Trabajo. Ni el aumento de la AUH y la tarjeta alimentar compensan en lo más mínimo este descomunal ajuste.
Así como lo hicieron Mauricio Macri y Gabriela Michetti durante su gobierno, quieren hacernos creer que este es el último mal trago, que “luego del túnel vendrá la luz” y que todxs debemos hacer un esfuerzo para salir adelante. Pero no todos pierden en este nuevo escenario; la política de Milei y Caputo significa una enorme transferencia de recursos de lxs trabajadores hacia los sectores más concentrados de la economía: los banqueros, los especuladores financieros y un grupo reducido del sector agropecuario exportador. No hubo ni una sola medida para cortar con los privilegios y los espectaculares beneficios que recibe la casta. Por el contrario, la misma se ha incorporado cómodamente en puestos clave del nuevo gobierno. Todo este ajustazo está pensado en pos de conseguir nuevas vías de endeudamiento para cumplir con las exigencias del FMI.
También está claro que para hacer pasar este ajuste desplegarán una fuerte política represiva y de persecución política hacia quienes luchamos y nos organizamos en defensa de nuestros derechos. Bajo la amenaza de que “quien corta una calle no cobra” y con el lema de “quien las hace las paga”, apuntan infundir el miedo y a expandir el odio en la sociedad, para seguir castigando a quienes menos tenemos. A este fin sirven los medios de comunicación hegemónicos que vienen construyendo, desde hace tiempo, una imagen criminalizadora contra lxs pobres, como si fuéramos lxs causantes de todos los problemas y males de la Argentina. Este accionar busca dividir a la clase trabajadora y fomenta el envalentonamiento de grupos reaccionarios y de choque para que cometan actos de violencia contra quienes ejercemos nuestro legítimo derecho a la protesta. Por lo tanto, los hacemos responsables directos de cualquier ataque que pueda producirse en las calles.
Frente a esta avanzada contra nuestras vidas y derechos no debemos dejarnos amedrentar. Nuestra clase tiene una larga historia de lucha y organización que está en nuestras manos retomar y fortalecer. En la más amplia unidad, en la calle y desde la izquierda debemos prepararnos para defender nuestras conquistas históricas, bajo la certeza de que nadie se salva solx y que de esta crisis se sale organizadxs y luchando.
¡Si tocan a unx, tocan a todxs! ¡Solidaridad y organización para enfrentar el ajuste! ¡Hasta construir un mundo sin explotadorxs ni explotadxs!
COORDINADORA POR EL CAMBIO SOCIAL:
FOL (FRENTE DE ORGANIZACIONES EN LUCHA) – MOVIMIENTO DE LOS PUEBLOS (FRENTE POPULAR DARÍO SANTILLÁN CORRIENTE PLURINACIONAL; MULCS MOVIMIENTO POR LA UNIDAD LATINOAMERICANA Y EL CAMBIO SOCIAL; MOVIMIENTO 8 DE ABRIL) – FAR Y COPA EN MARABUNTA – FOB AUTÓNOMA (FEDERACIÓN DE ORGANIZACIONES DE BASE, AUTÓNOMA) – OLP RESISTIR Y LUCHAR – MOVIMIENTO JUANA AZURDUY – ARRIBA LXS QUE LUCHAN
Tomado de folweb.com.ar
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Cuando el ajuste lo pagan pobres y trabajadores
La asistencia a los caídos, una curita para un sablazo
Por Laura Vales.
Los anuncios económicos del ministro Luis Caputo incluyeron tres novedades en las políticas sociales: la reducción del Potenciar Trabajo -su presupuesto quedará congelado, no excederá lo gastado en 2023-, y el refuerzo de la asistencia alimentaria -el monto de la AUH será llevado al doble y el de la Tarjeta Alimentar tendrá una mejora del 50 por ciento-. Los movimientos sociales advirtieron que esta suba en asistencia alimentaria no alcanza para reparar el daño social que provocará el «plan motosierra».
Para los movimientos sociales, las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, “nos llevarán del actual desastre de un país con un 45 por ciento de pobres a una situación catastrófica, con más pobreza e indigencia ”. Referentes de varias organizaciones explican, en esta nota, su mirada sobre los cambios en materia de políticas sociales. Caputo anunció tres: el congelamiento del Potenciar Trabajo, el aumento de la Asignación Universal por Hijo (al doble) y la Tarjeta Alimentar (en un 50 por ciento). El primero es un guadañazo, las otras dos siguen el libreto que ya había anticipado Javier Milei de “asistir a los caídos” de su Plan Motosierra. ¿Alcanza?
El titular del Isepci, Isaac “Yuyo” Rudnik, plantea que quienes perciben la AUH y la Tarjeta Alimentar son hogares que ya están bajo la línea de indigencia. Ahora deberán afrontar no sólo las próximas subas en el precio de los alimentos sino, y esto es sustancial, la caída en sus ingresos como trabajadores informales, debido a que habrá menos changas y menos trabajo de limpieza en casas particulares.
“No creo para nada que el aumento en la AUH y la Tarjeta Alimentar sean una garantía” para que las familias puedan parar la olla, dijo a Página|12. Su punto de vista es altamente calificado, ya que el Isepci es un centro de estudios que se dedica a medir los precios en los comercios de cercanía de villas y asentamientos, de registrar la evolución del peso y la talla de los niños que asisten a comedores populares y entender los consumos de los que menos ganan. En lo político, el Isepci está vinculado a Libres del Sur, un movimiento social de izquierda.
“Hay que tener en cuenta que la línea de partida, hoy, es muy baja. Una familia de dos adultos y dos niños necesita, para no ser indigente -para poder comprar una canasta básica de alimentos- 180 mil pesos. Si esa familia percibe dos AUH y la Tarjeta Alimentar para dos hijos, hoy llegan sólo a 80 mil pesos. Son hogares que completan sus ingresos haciendo changas, en el caso de las mujeres la actividad mayoritaria es el trabajo en casas particulares; cuando la clase media pasa a ver reducidos sus ingresos, como va a suceder ahora, estos trabajos son los primeros que se cortan”.
Rudnik agregó que en los comercios populares del conurbano la inflación de los alimentos viene en el orden de un 25 o 30 por ciento mensual, que se llevará parte del aumento en el monto de la asistencia alimentaria. Por eso las mejoras en la AUH y la Tarjeta Alimentar, pueden parecer importantes nominalmente, pero no lo serán en lo real. Para decirlo gráficamente: “En las carnicerías de barrio, un kilo de milanesas, que hasta el viernes estaba en 4 mil pesos, ayer ya había pasado los 6 mil”.
En la Unión de Trabajadores de la Economía Popular las voces coinciden. “Evidentemente, al ajuste lo pagan los pobres y los trabajadores, no la casta”, dijo a este diario Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP.
La medida de congelar el Potenciar Trabajo para que el gasto de 2024 sea el mismo que el de 2023 implicará que el monto del Potenciar se vaya licuando con la inflación. Se mantendrá el millón doscientos mil beneficiarios (un porcentaje reducido en relación a los trabajadores informales, que son 8 millones), pero el salario social complementario les alcanzará para comprar cada vez menos.
“Congelan el salario social complementario que se creó por ley, hacen una devaluación del 120% en un día, liberan los precios de los alimentos, aumentan el transporte público, aumentan los precios de la energía, más recesión, todo eso va a llevar a que haya menos empleo y peor trabajo, menos changas. Son las mismas recetas del pasado y nos llevan a los mismos lugares, pero esta vez aún peor, porque estamos parados en 45% de pobreza y con estas medidas nos vamos a ir a un 60 % 70% de pobres”.
Alejado formalmente de la conducción de la UTEP para enfocarse en un rol más político, como figura del Frente Patria Grande, Juan Grabois hizo un punteo de las medidas económicas en el que habló de los temas de esta nota. Sobre el Potenciar, dijo que su congelamiento es “ilegal” (la ley establece que su monto debe ser siempre equivalente a la mitad del Salario Mínimo Vital y Móvil). “Su congelamiento implica una congelación ipso facto del 80 por ciento de su poder adquisitivo”, agregó.
En cuanto a la mejora en las políticas alimentarias, las relativizó: “Para los más pobres de los pobres se anuncia el aumento de AUH+Alimentar, pero este beneficio llega solo a 2,3 de 5 millones de hogares pobres actuales, que con la devaluación van a pasar a ser al menos 6,8” millones.
Por su parte, Dina Sánchez, del Frente Popular Darío Santillán, remarcó que los anuncios que hizo Caputo “incluyen aumentos en las tarifas de los servicios y aumento del transporte público. La casta no toma el tren ni el colectivo, volvemos a lo mismo: el aumento del dólar, su traslado a los precios de los alimentos afecta como siempre a los sectores populares. La economía popular, el trabajo informal, va a crecer con mucha más fuerza, así como sindicato estamos discutiendo qué vamos a hacer”.
Tomado de pagina12.com.ar
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