Por Federico Fuentes.
La Asamblea Legislativa del Estado de Sao Paulo votó a favor de privatizar su empresa de agua y saneamiento Sabesp el 6 de diciembre, después de que la sesión parlamentaria fuera suspendida brevemente mientras las fuerzas de seguridad expulsaban de la galería a los manifestantes contrarios a la privatización utilizando porras y gas pimienta.
A pesar de la represión, y luchando por respirar debido al gas pimienta, los diputados de derecha volvieron a aprobar el proyecto de ley, mientras que 26 diputados de partidos de oposición como el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) estuvieron ausentes.
La diputada del PSOL, Mónica Seixas, afirmó que el uso de porras y gas pimienta por parte de las fuerzas de seguridad había hecho imposible su presencia en la asamblea. “La idea de seguir adelante con la votación en medio de las escenas de barbarie policial que presenciamos era absurda”.
Seixas agregó: “Tuve un aborto hace diez días y todavía estoy sangrando [por el procedimiento]. La diputada del PSOL Paula Nunes está embarazada y tenemos otros diputados y diputadas para quienes regresar a la asamblea cuando se reanudó la votación representó un riesgo para la salud”.
La Izquierda Verde estuvo presente en la Asamblea durante la represión y fue testigo de cómo los manifestantes sufrieron graves heridas en la cabeza y muchos más, incluidos periodistas y parlamentarios, gravemente afectados por el gas pimienta.
Cuatro manifestantes fueron arrestados; dos de ellos fueron liberados posteriormente bajo estrictas condiciones de fianza y otros dos permanecen bajo custodia policial. Se enfrentan a una larga lista de cargos que incluyen asociación criminal, agresión y resistencia al arresto. [Actualización: Los dos manifestantes bajo custodia policial fueron liberados el 12 de diciembre bajo estrictas condiciones de fianza hasta que comparezcan ante el tribunal.]
La votación fue una victoria importante para el gobernador de derecha de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, un aliado cercano del ex presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro. Muchos creen que Tarcísio podría ser candidato presidencial si Bolsonaro no puede presentarse a las elecciones de 2026. Bolsonaro ha sido excluido de su cargo por el tribunal electoral federal, que lo declaró culpable de abuso de poder y mal uso de los medios.
La votación significa que el gobierno estatal reducirá su participación en Sabesp del 50,3% al 15-30%, cuyo porcentaje exacto aún está por determinar. Tarcísio busca privatizar otros servicios públicos, como el metro, el tren y las líneas de autobús, así como recortar R$ 10 mil millones (aproximadamente US$ 2 mil millones) del presupuesto estatal de educación.
Quienes se oponen al impulso de privatización han destacado que acciones similares en otros estados sólo han llevado a facturas de agua más altas y un deterioro en la calidad de los servicios.
Como las encuestas mostraban una oposición mayoritaria a la privatización, cerca de 900.000 ciudadanos participaron en un referéndum popular sobre el tema organizado por sindicatos y movimientos sociales. Los sindicatos que cubren a los trabajadores de Sabesp, del transporte público y de la educación también movilizaron a miles de trabajadores durante dos días de huelga.
Según el diputado del PSOL, Guilherme Cortez, la votación fue “completamente ilegítima”, ya que la privatización de Sabesp requiere la aprobación de una propuesta de enmienda a la Constitución por dos tercios del parlamento.
Los diputados del PSOL han presentado un recurso ante los tribunales, argumentando que la naturaleza inconstitucional del proyecto de ley y el uso de violencia policial y tácticas de compra de votos significan que la votación debería ser anulada.
Cortez señaló que el proyecto de ley fue aprobado apenas dos meses después de hacerse público y con menos de 48 horas de debate en el parlamento. Sostuvo que esto se debía a que el gobernador quería evitar que la privatización se convirtiera en un tema en las elecciones municipales del próximo año.
Cortez añadió: “La guinda del pastel del autoritarismo de Tarcísio fueron las escenas de brutalidad policial contra los manifestantes… que hicieron imposible que funcionarios y parlamentarios permanecieran en la asamblea”.
“En resumen, lo ocurrido este miércoles pasará a la historia de nuestro estado como una vergüenza inolvidable”.
Tomado de greenleft.org.au
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