Campaña para poner fin a la violencia contra las mujeres

Dos veces por semana ocurre en Italia el mismo acontecimiento terrible. Una mujer es asesinada por un hombre. Normalmente él la conoce. Las cifras de feminicidio son similares en Gran Bretaña.

En Italia esto se ha convertido en una parte habitual del ciclo informativo de 24 horas. Hay un programa de televisión diario por la tarde, en el principal canal estatal, La Vita in diretta, similar a Crimewatch, que repasa exhaustivamente los detalles de estos asesinatos. La atención se centra en los aspectos policiacos o escabrosos de los crímenes más que en las estructuras patriarcales o sexistas que los producen.

Recientemente, Guilia Cecchettin, de veintidós años, fue asesinada por su exnovio, Turetta. Como suele ocurrir, él no podía aceptar el hecho de que ella ya no quisiera estar con él. Ella había experimentado su comportamiento controlador y su resentimiento por su reciente graduación como bioquímica. Él no podía soportar sus logros y quería que ella ralentizara su educación para igualar el nivel en el que él se encontraba. La apuñaló y la metió en su coche pensando que estaba muerta. La policía cree que escuchó sonidos, así que salió y la apuñaló nuevamente para acabar con ella.

Su hermana Elena ha escrito esta elocuente carta denunciando cómo toda la narrativa de los ‘monstruos’ y la ‘excepcionalidad’ de estos hombres no logra comprender ni combatir el feminicidio:

A Turetta a menudo se le llama un monstruo. Él no es un monstruo. Un monstruo es una excepción, una persona ajena a la sociedad, una persona de la que la sociedad no debería responsabilizarse.

En cambio, hay responsabilidad. Los monstruos no están enfermos, son hijos sanos del patriarcado, de la cultura de la violación.

La cultura de la violación es la que legitima todo comportamiento que dañe a las mujeres, empezando por cosas a las que a veces ni siquiera se les da mucha importancia, pero que sí son importantes, como el control, la posesividad, los abucheos.

Todo hombre es privilegiado por esta cultura. A menudo se dice “no todos los hombres”. No todos los hombres son asesinos, pero los asesinos siguen siendo todos hombres.

Ningún hombre es bueno si no hace nada para desmantelar la sociedad que tanto lo privilegia. Es responsabilidad de todos los hombres en esta sociedad patriarcal, dado su privilegio y poder, educar y llamar la atención a amigos y colegas tan pronto como escuchen el más mínimo indicio de violencia sexista.

Díselo a ese amigo que controla a su novia, díselo a ese colega que abuchea a los transeúntes, sé hostil ante ese comportamiento. Es aceptado por la sociedad, pero no es más que el preludio del feminicidio.

El feminicidio es un asesinato de Estado, porque el Estado no nos protege.

El feminicidio no es un crimen pasional, es un crimen de poder. Necesitamos una educación sexual y de relaciones generalizada, necesitamos enseñar que el amor no es posesión. Necesitamos financiar centros contra la violencia y dar a quienes la necesitan la oportunidad de pedir ayuda. Por Giulia no hagas un minuto de silencio, por Giulia quema todo.

Non una di meno

Recientemente, el feminicidio se ha convertido en una cuestión más política en Italia. Su primera mujer primera ministra, Giorgia Meloni, ha presentado nuevas leyes que refuerzan algunas medidas contra la violencia doméstica y establecen penas más severas. Los fiscales tendrán nuevos poderes para mantener alejados de ellos a los hombres que amenazan a las mujeres y el dinero para refugios se ha incrementado de 35 a 55 millones de euros para 2024.

Sin embargo, en Italia el problema suele ser si este dinero llega a las personas que lo necesitan y no se desvía o se desperdicia en costos burocráticos bizantinos. De hecho, Meloni toma estas medidas mientras ataca los derechos y la independencia de las mujeres con sus campañas a favor de la familia tradicional y para restringir el derecho al aborto. La violencia contra las mujeres está vinculada a la desigualdad inherente a esas estructuras familiares y tolerada por el catolicismo que ella ensalza.

La cultura de la violación y el sexismo han quedado expuestos en el corazón de las elites políticas italianas. La propia Meloni rompió con su pareja, Andrea Giambruno, presentadora de televisión, después de que quedaran al descubierto los comentarios lascivos que había hecho sobre colegas femeninas.

El hijo de Beppe Grillo fue acusado de violación grupal y su reacción fue inmediatamente cuestionar la validez de los cargos y culpar a la víctima. Grillo es líder del Movimiento Cinco Estrellas, uno de los principales partidos de oposición. Uno de los máximos dirigentes del partido de Meloni, Fratelli d’Italia, La Russa, también tiene un hijo acusado de violación. Su respuesta fue especular por qué la mujer no lo denunció de inmediato y cuestionar los cargos.

Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas

Este sábado 25 de noviembre es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas (VAWG).

En Gran Bretaña se inician 16 días de acción sobre el tema. Habrá una serie de seminarios web de charlas y debates. También es el Día del Lazo Blanco.

El Día del Lazo Blanco es una campaña que anima a hombres y niños a tomar medidas para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas y lograr un cambio cultural. Los alienta a hacer una promesa en su sitio web y tiene muchos recursos educativos que pueden usarse en escuelas y clubes.

El tema de este año llama a “partidarios a #cambiarlahistoria para mujeres y niñas. Esto puede comenzar con la acción más pequeña para cuestionar comportamientos “inofensivos”.

La organización White Ribbon se ha asociado con patrocinadores corporativos como Sky Sports para que los presentadores usen cintas blancas y un video especialmente producido que se transmitirá. Dirigirse a los seguidores masculinos del fútbol es parte de su estrategia para cambiar las actitudes masculinas. También participan empresas ferroviarias y habrá actividades en las estaciones.

También hay acciones y eventos organizados por otras organizaciones para conmemorar el 15 de noviembre: ayuntamientos, algunas universidades y sindicatos (por ejemplo, NAS/UWT, NEU), grupos de mujeres y el Partido Laborista se están involucrando en la campaña de 16 días.

Organizaciones feministas italianas como Non Una di Meno (Ni una menos) están organizando una manifestación en Roma para recordar a Elena y a todas sus hermanas asesinadas.

Fuente: Resistencia Anticapitalista .

Tomado de internationalviewpoint.org