Eliminación de la Violencia Contra Las Mujeres
🟣 Desde el MSP y la Coordinadora Nacional de Usuarias y Usuarios en Resistencia (CONUR), nos pronunciamos una vez más en contra de todas las formas de violencia machista este 25 de noviembre “Día Internacional De La Eliminación de la Violencia Contra Las Mujeres”.
En todos los rincones del territorio, llámese pueblo, barrio o colonia popular, se sigue viendo normalizado el que se violente a la mujer en todos los ámbitos de su vida.
En el sólo hecho de salir a la calle a desarrollar actividades cotidianas, existe el riesgo para las mujeres de ser víctima violencia, desde el acoso verbal hasta ataques físicos, sexuales o, incluso, feminicidas. El salir a la calle sigue significando exponer la vida frente a una sociedad que al ver el acoso hacia una mujer voltea la mirada; una sociedad que prefiere manifestar que las violencias hacia las mujeres son situaciones circunstanciales, aisladas, y no una práctica machista generalizada. Peor aún, revictimiza a las mujeres al culpabilizarlas por provocar a los varones por su forma de vestir, por sus actitudes, por divertirse, por transitar en ciertos horario o rutas; cualquier pretexto para justificar siempre y sin ningún argumento válido al agresor.
En la cuestión laboral, el acceso a trabajos dignos también coloca a las mujeres en situaciones de vulnerabilidad ya sea por la posibilidad de vivir acoso de un superior o los mismos compañeros de trabajo; verse orilladas a acceder a ciertas peticiones deshonrosas por la amenaza de perder el empleo; o, en la mayoría de los casos, por ceder a ganar menos y trabajar más que los hombres.
Hoy en día preexisten limitantes de género en cuanto a escolarización respecta, pues es común que se trunque el acceso a las mujeres a la preparación escolar, por decisión o costumbre en el seno familiar, o por discriminación por parte de las instituciones educativas. Y quienes acceden a la educación, en cualquiera de sus niveles, pueden enfrentarse al miedo a ser agredidas por sus compañeros de clases o por sus profesores, quienes utilizan la autoridad que les confiere contar con un grado académico superior, además de sentirse protegidos por la institución y el propio sistema educativo.
La privacidad del hogar tampoco es un espacio donde las mujeres pueden gozar de plena seguridad. Muchos hogares son los sitios donde se termina con la vida de mujeres, ya sean niñas, adolescentes, adultas o adultas mayores a manos de sus propias parejas o familiares. Lamentablemente, esta acción se presenta todos los días en diversas situaciones adversas.
Las mujeres en resistencia de la CONUR experimentamos también la violencia de varias instituciones, como es el caso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El personal y contratistas de esta empresa pública efectúan constantemente amenazas y agresiones, tanto verbales como físicas, a nuestras compañeras sin importar ponerlas en riesgo, con tal llevar a cabo su trabajo de negar el acceso a la energía eléctrica.
Las mujeres necesitamos que las autoridades, de todos los niveles local, estatal y federal, actúen firmemente y bajo la ley para garantizar una vida libre de violencia, sin distinción de clase social, cargos, empresas o instituciones, a la que pertenezca el abusador o agresor.
Es necesario que como sociedad dejemos de normalizar la violencia, para ello es necesario que todas las mujeres conozcan y reconozcan los distintos tipos de violencia que existen para poder denunciarlas, enfrentarla y erradicarla ¡Debemos levantar la voz!
¡Violencia también es tener que decidir entre pagar la luz o comer!
¡No queremos sentirnos valientes cuando salgamos a la calle, quieremos sentirnos libres!*
¡Ni una más! ¡Ni una asesinada más!
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