Israel y Colombia: Negocios, armas y paramilitarismo

Desde hace años, Israel y Colombia desarrollaron una alianza de negocios que implican la venta de armas, asesoramiento, entrenamiento paramilitar y acuerdos multimillonarios para hacer de la guerra un negocio lucrativo. 

En 2003, fue creado el Grupo Bilateral de Trabajo Diálogo Político Militar entre Colombia e Israel por parte de los gobiernos de ambos países para fortalecer acuerdos militares que han realizado desde hace varias décadas.

Según la organización antimilitarista Tadamun y el Congreso de los Pueblos, esta alianza entre Israel y Colombia se ha visto reflejada en millonarios acuerdos para la venta de armas.

Gracias a esta alianza se ha destacado la empresa Rafael, que ofrece misiles y sistemas de control a las fuerzas militares de Colombia.

Así mismo, la empresa Israel Aerospace Industries fabrican los aviones Kfir los cuales desde hace décadas fueron adquiridos por la Fuerza Aérea Colombiana. La empresa RT Aerostats System fabrica globos aeróstatos llamados Skystars.

Armas, equipos de comunicaciones y logística para equipos de transporte y mantenimiento han permitido que empresas israelíes se enriquezcan con millonarios contratos con el Ministerio de Defensa.

Aviones Israelíes Kfir comprados por la Fuerza Aérea Colombiana

Por ejemplo, la empresa Plasan fabrica vehículos blindados comprados por países como Colombia. Meprolight vende miras térmicas y designadores de láser para los fusiles que usa la fuerza pública. Por su parte, la empresa Orbit Communication brinda soluciones para atender aplicaciones terrestres, marítimas y aéreas.

Indumil y Predators

En Colombia existe la empresa colombiana de armas Indumil. Esta industria militar de Colombia está encargada de fabricar y comercializar armas, municiones, explosivos y accesorios de voladuras.

En 1994, Colombia le compró a la empresa israelí IMI Systems la patente para la fabricación del fusil Galil y otras partes. Desde entonces, Indumil fabrica este tipo de fusil usado por varios ejércitos como el colombiano.

De otro lado, la policía nacional y las fuerzas militares de Colombia le han comprado a empresas israelíes como Intelexa y Cellebrite tecnología que permite hacer cibercontrol y ciber represión. De hecho, Intelexa le vendió al Estado colombiano el software conocido como Predator, usado para espiar a políticos, periodistas y a líderes y lideresas sociales. Este mismo software ha sido utilizado en países como Alemania, Egipto, Grecia, Vietnam, Arabia Saudita, Serbia, Indonesia, Armenia, Madagascar, Omán, Costa de Marfil y Filipinas.

Fusiles israelíes Galil producidos por la empresa colombiana Indumil

Armas para reprimir a la población y amenazar otros países

El Congreso de los Pueblos y la organización antimilitarista Tadamun también señalan que muchas de las armas compradas a Israel han servido para reprimir a la población colombiana.

En el paro nacional de 2019, la fuerza pública colombiana usó contra manifestantes vehículos de asalto Santcat fabricados por la empresa israelí Plasan. Los mismos han sido usados para reprimir a la población campesina e indígena de Colombia en regiones como el Oriente o el Sur de Colombia.

Vehiculos Sandcat comprados por Colombia a Israel

Recientemente, Israel Aerospace Industries le vendió a Colombia un sistema de defensa aérea por un valor de $131 millones de dólares.

Del mismo modo, Elbit Systems, una de las principales empresas israelíes que surte de armas al Estado colombiano, le vendió sistemas de artillería por $102 millones de dólares. De igual forma, sistemas de vigilancia para la frontera por $30 millones de dólares.

Paramilitarismo marca Israel

Según el investigador estadounidense Jeremy Bigwood, los nexos militares entre Israel y Colombia datan de 1980, cuando un grupo de soldados del batallón Colombia “… uno los peores violadores de los derechos humanos en el hemisferio occidental, recibieron entrenamiento en el desierto del Sinaí por algunos de los peores violadores de los derechos humanos en Medio Oriente”.

El paramilitarismo es una estrategia del Estado colombiano y las élites para reprimir a la población colombiana por medio de masacres, desplazamientos y terror. Las Fuerzas Armadas de Colombia y estos grupos tuvieron relaciones con el apoyo de ganaderos, narcotraficantes, terratenientes y empresas nacionales e internacionales.

Según la Comisión de la Verdad, la unidad de los paramilitares con las fuerzas militares los convirtió en los principales violadores de derechos humanos.

Israel estuvo involucrado en el desarrollo de estos grupos paramilitares en Colombia. Este país brindó asesoramiento y entrenamiento a militares y paramilitares colombianos.

Así lo indica Bigwood, quien afirmó que el entrenamiento de los paramilitares colombianos ocurrió con el total respaldo de altas autoridades de las Fuerzas de Defensa de Israel.

Klein y Castaño

Yair Klein es un exmilitar y mercenario israelí que con una empresa privada de mercenarios llamada Spearhead Ltd proveyó armas y entrenamiento a las fuerzas armadas y grupos paramilitares en varios países como Sierra Leona y Colombia, en este último entrenó a grupos paramilitares en la década de 1980.

Yair Klein

En 2012, Klein declaró ante la justicia colombiana que los entrenamientos a grupos paramilitares que realizó en Colombia en los años 80 eran conocidos y respaldados por el gobierno de la época.

También dijo en entrevista a algunos medios que tuvo el apoyo del DAS y la Policía Nacional. Así mismo, explicó que fue financiado por hacendados y ganaderos como el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

El paramilitar Carlos Castaño fue el máximo líder de las Autodefensas Unidas de Colombia, grupo paramilitar que aglutinó varios grupos armados, algunos de los cuales se dedicaban al narcotráfico.

Bigwood afirma que en 1983 un grupo de jóvenes colombianos viajó a Israel a recibir entrenamiento militar. Uno de estos jóvenes fue Carlos Castaño, quien tenía 18 años. Dieciséis meses después retornó a Colombia y trató de aplicar a pie juntillas lo aprendido en el curso 562 impartido por el Ejército de Defensa de Israel.

Carlos Castaño

En la biografía de Carlos Castaño, “Mi Confesión” (una serie de entrevistas que el paramilitar dio a Mauricio Aranguren) reitera su admiración a Israel y recuerda lo aprendido en ese país: “la firmeza del sionismo… que siempre ha estado en función de defenderse, invadir y ganar territorio… De allí, vine convencido de que es posible derrotar a la guerrilla en Colombia”.

Tomado de colombiainforma.info

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