Maternidades en tiempos de crisis, precariedad y mercantilización

Por Julia Martí y Justa Montero

Terminamos de editar este Plural cuando falta una semana para las elecciones del 23 de julio, por lo que no sabemos qué formaciones integrarán el Gobierno de España cuando estas páginas lleguen a sus lectores y lectoras. Sin embargo, más allá del color del gobierno, sabemos que seguiremos en un mundo regido por el neoliberalismo atroz y patriarcal con una extrema derecha y una derecha con sus políticas neoliberales y sus guerras culturales. Un mundo en el que, lejos de resolverse las múltiples crisis que venimos enfrentando las últimas décadas (como la crisis de los cuidados, la medioambiental, la económica), estas se profundizan, y las desigualdades de clase, de raza, de sexo siguen golpeando con dureza la vida y cuerpos de muches.

Las feministas llevamos décadas advirtiendo sobre una crisis de reproducción social que ahoga la vida de muches, una crisis que se endurece a medida que la inflación encarece el acceso a bienes básicos, pero también por la mercantilización de ciudades y pueblos que hacen cada vez más difícil acceder a espacios y servicios que antes eran públicos o comunes; por una crisis climática que nos pone en riesgo ante olas de calor y fenómenos meteorológicos extremos, cuando no nos enferma a través de tóxicos y contaminantes; así como por un modelo laboral y urbanístico que cronifica la crisis de cuidados y la falta de tiempo. Situaciones que se agravan para aquellas que tienen sus derechos menos garantizados, para las migrantes, las más precarias y las que habitan las periferias.

Con las grandes huelgas feministas demostramos que estos no son problemas individuales ni coyunturales, que podemos construir movilizaciones radicales y masivas para defender vidas dignas para todas y todes. Sin embargo, los tiempos políticos cambian y, más allá de los avances conseguidos, vemos la urgencia de seguir organizándonos para defendernos. Protegernos y denunciar los ataques misóginos, tránsfobos y racistas que crecen en este caldo de cultivo que alimenta la extrema derecha, pero también ante las violencias racistas y machistas que siguen perpetrando las administraciones públicas. Además, asistimos a una nueva vuelta de tuerca de los procesos de mercantilización impulsados por Estados y corporaciones que buscan recuperar el beneficio perdido haciendo de nuestras vidas su negocio.

En este contexto, volvemos a ver cómo las mujeres somos utilizadas como moneda de cambio, cómo se abandera o silencia el feminismo en función de los vientos políticos. Cómo se nos utiliza para justificar políticas racistas, pero también para acusarnos del auge de la extrema derecha. Y, mientras tanto, mujeres y diversidades sexuales seguimos siendo el blanco de esa extrema derecha, junto con las personas migrantes y racializadas.

Pero, a pesar de todo ello, se da la paradoja de que, frente a los ataques y las múltiples crisis, se abren paso nuevas formas de entender la vida cotidiana. De la mano de las luchas feministas y LGTBIQ, vemos nuevas formas de construir nuestras relaciones en comunidad, la familia, la maternidad y la paternidad, que dejan en evidencia la contradicción entre capital y vidas dignas. Son tiempos en los que seguiremos tomando las calles, no solo para defendernos, sino para ganar todos los derechos que aún nos faltan para todes. Y construyendo redes que nos sustenten y que transformen nuestras realidades cotidianas.

Para poder hablar de todo ello, hemos optado por utilizar como foco las maternidades, ya que es un tema que no ha sido muy abordado en viento sur y que creemos que nos puede servir para aterrizar todos estos debates y tensiones en una realidad concreta, que afecta a la vida material de muchas mujeres, aunque también muy amplia. De esta forma, teniendo como eje común la maternidad, les hemos pedido a varias compañeras que escribieran sobre este tema desde diferentes ángulos.

Para empezar, Sandra Ezquerra escribe el artículo “La maternidad como intersticio del conflicto capital-vida”, en el que repasa los debates feministas alrededor de la maternidad, alertando sobre las ideologías que afianzan unas maternidades al servicio del sistema capitalista, pero también reconociendo los esfuerzos para construir escenarios transformadores en los que la maternidad pueda reproducir otra vida.

En segundo lugar, Sara Lafuente Funes, en “Pensar sobre la crisis reproductiva y el deseo desde el epicentro de los mercados de fertilidad”, aborda un debate candente, el de la mercantilización de la reproducción. A partir de la realidad de la reproducción asistida con óvulos de donantes en el Estado español, interroga sobre los problemas éticos y de justicia reproductiva que plantea la respuesta medicalizada, privatizada e individualizada a los deseos reproductivos. Una respuesta que obvia las raíces sociales y comunes del problema del deseo de maternidad y “la crisis reproductiva”. La autora invita a abrir el foco del debate y pensar en alternativas, siempre desde una perspectiva de justicia reproductiva.

En tercer lugar, Claudia Castillo y Catherine Bourgeois nos comparten testimonios de maternidades migrantes en “Madres andantes”, poniendo sobre la mesa las vulneraciones de derechos humanos que sufren las madres migrantes. Pero también las estrategias de resistencia y acompañamiento que ponen en práctica para hacer frente a la soledad de tener que maternar lejos de la familia y en contextos en los que el racismo siempre sobrevuela.

En cuarto lugar, Carmen Romero Bachiller escribe “Maternidades bollo y familias cisheterodisidentes en lucha: ¿de los reconocimientos de derechos al intento de borrado fascista?”, a partir de su experiencia como parte del colectivo de Familias Cis Hetero Disidentes. En concreto, comparte la preocupación ante el ataque a los derechos de las familias formadas por madres lesbianas en Italia a raíz de un decreto de Meloni, y hace un repaso de los derechos conseguidos y las amenazas que vuelven a aparecer ante el auge de las extremas derechas en toda Europa.

Por último, incluimos una entrevista a Nuria Alabao, en la que reflexiona sobre las disputas alrededor de la familia y la maternidad en un contexto de auge de las extremas derechas y profundización de la crisis de reproducción social.

Nos quedan otros temas en el tintero que esperamos seguir tratando en futuros números. Por ejemplo, un análisis más detallado de las políticas públicas en relación con los cuidados y su impacto en los modelos de maternidad, o la relación de estos debates con los ecofeminismos y la crisis climática. Tema en el que nos gustaría recordar que hace 30 años ecofeministas como Anna Bosch (una de sus precursoras en Catalunya) ya se posicionaron de forma clara contra unas políticas demográficas que pretendían controlar los cuerpos de las mujeres con la excusa de la crisis ecológica; ya entonces fue clave desmontar los discursos culpabilizadores de las mujeres del sur global y ampliar el foco para ver las causas estructurales de la pobreza y la falta de recursos1. Después de 30 años, sigue siendo necesario defender políticas de justicia reproductiva, que no utilicen a las mujeres como moneda de cambio para esconder sus crisis.

  • 1 Anna Bosch y Les Petras (1994), “Un nuevo orden reproductivo mundial”, En pie de paz, 34

Tomado de vientosur.info

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