LUNES 24 JULIO 2023
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Parece que estamos en temporada de huelgas, con cientos de miles de trabajadores en huelga o amenazando con hacerlo para proteger sus trabajos y por salarios más altos.
Hollywood fue golpeado primero cuando 11,500 escritores se retiraron el 2 de mayo. Unos 60,000 actores siguieron el 4 de julio. Los trabajadores de UPS, 340,000 de ellos, votaron a favor de la huelga si no tienen un contrato nuevo y mejorado para el 31 de julio. tratando de organizar el gigante de la logística.
¿Qué hay detrás de todas estas huelgas y amenazas de huelga? Lo que impulsa el creciente conflicto de clases es la continua transformación tecnológica de la industria estadounidense, ya que la vigilancia informática, el GPS, los robots y la inteligencia artificial desempeñan un papel cada vez más importante. Al mismo tiempo, las demandas de los sindicatos siguen siendo las demandas fundamentales de los trabajadores durante los últimos 250 años: seguridad laboral y, sobre todo, salarios más altos.
La tecnología, impulsada por la pandemia de COVID, ha transformado tanto la industria cinematográfica como la entrega de paquetes. En la industria del cine, la transmisión en línea comenzó hace veinte años y fue una fuerza creciente, pero se volvió dominante durante la pandemia. Los estudios de cine crearon un servicio de transmisión y el servicio de transmisión hizo más películas. Los cambios alteraron los arreglos laborales de modo que los escritores perdieron dinero y, a menudo, no obtuvieron regalías por las reposiciones de las películas que habían escrito. Al mismo tiempo, la inteligencia artificial (IA) amenazó con reemplazar a escritores, actores y otros profesionales en el negocio.
En la entrega de paquetes, el COVID llevó a los consumidores a evitar las tiendas y comprar en línea. UPS y Amazon dependen de cientos de miles de hombres y mujeres que mueven cajas en los almacenes que, como lo describe un trabajador de UPS, “trabajan como mulas”. Tratados como mulas pero monitoreados por computadoras. Y cada día, hay más y más robots corriendo por los almacenes trayendo y tomando cajas de las mulas humanas. Los conductores de UPS en la calle son vigilados por el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) mientras la empresa evalúa su productividad.
Una huelga del sindicato Teamsters en UPS afectaría a toda la economía estadounidense, interrumpiendo las entregas de piezas a los lugares de trabajo y las entregas de productos a los clientes. La Cámara de Comercio de Estados Unidos ha pedido al presidente Joe Biden que intervenga en la huelga. El presidente de los Teamsters le dijo que se mantuviera alejado. Biden dice que no se involucrará, “Creo en los sindicatos”.
La industria automotriz también se encuentra en medio de otra ola de transformación tecnológica. La introducción de robots en las plantas ya ha eliminado decenas de miles de puestos de trabajo en las últimas décadas. Pero ahora el sindicato enfrenta un gran desafío ya que el gobierno y las corporaciones trabajan juntos debido al papel del CO2 en la producción del calentamiento global para reemplazar el motor de combustión interna que quema petróleo con vehículos electrónicos (EV).
Las plantas de ensamblaje de automóviles EV no solo requerirán menos trabajadores, sino que el gobierno de EE. UU. está otorgando miles de millones a corporaciones estadounidenses y extranjeras para crear las nuevas plantas de baterías eléctricas necesarias para los EV, pero sin exigir que las plantas estén sindicalizadas y paguen salarios sindicales. “¿Por qué la administración de Joe Biden está facilitando esta codicia corporativa con dinero de los contribuyentes?” preguntó Shawn Fain, el nuevo presidente de United Auto Workers.
Lo que agrava la situación en todas estas industrias es la avaricia de las corporaciones. Como Fran Drescher, presidente de SAG-AFTRA, dijo: “ Aquí somos las víctimas… Cómo alegan pobreza, que están perdiendo dinero a diestro y siniestro cuando entregan cientos de millones de dólares a sus directores ejecutivos. Es asqueroso. Me avergüenzo de ellos. Tiene razón: “Robert Iger de Disney, 27 millones de dólares; David Zaslav, Warner Brothers, $39.3; Carol Tomé de UPS, $18.9; Mary Barras de GM, $28.9; Jim Farley de Ford, $22.8.
Las transformaciones tecnológicas que tienen lugar demuestran la necesidad de un programa de control democrático de las nuevas tecnologías por parte de los sindicatos y los trabajadores que las utilizan.
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