¿Wagner se enfrenta a un nuevo desafío en África?

Paul Martial

La fallida toma del poder por parte del jefe del grupo Wagner, Evgeny Prigozhin, tendrá repercusiones en África, aunque las autoridades rusas no han escatimado esfuerzos para mitigar los efectos y tranquilizar a sus socios africanos.

Wagner está presente de diferentes maneras en los países del continente. Estos van desde el simple establecimiento de una sucursal de una de las empresas del grupo, como en Douala en Camerún, hasta la infiltración masiva del aparato estatal visto en la República Centroafricana.

presencia africana

La presencia de Wagner en África cumple varias funciones: una presencia militar que está sobre todo diseñada para brindar seguridad a las potencias africanas; actividades lucrativas enfocadas principalmente a la minería; campañas de propaganda contra los países occidentales; y un refuerzo geopolítico de Rusia que resultó muy útil durante su agresión contra Ucrania.

En Libia, las tropas de Wagner están trabajando junto al general Haftar para ayudar a controlar los yacimientos petrolíferos de Cirenaica. En Sudán están explotando minas de oro a través de las empresas M Finance, M Invest y Meroe Gold con la complicidad de Hemidti, jefe de las Rapid Support Forces en guerra con su antiguo aliado el general Burhan.

En Malí, el coronel Assimi Goïta, al exigir la salida de la misión Minusma de la ONU, no hace más que reforzar su dependencia de Wagner. Tanto más cuanto que la Junta lucha por pagarle la suma mensual de diez millones de dólares. Esta fragilidad financiera está demostrando ser un regalo del cielo que la compañía de Yevgeny Prigozhin está aprovechando para extender su poder político y económico sobre el país. Las consecuencias fueron desastrosas para la población, con un aumento de la violencia. La masacre de casi 500 personas en la localidad de Moura, perpetrada por el ejército maliense y mercenarios rusos, es un terrible ejemplo de ello.

Violencia y depredación

Estas violaciones de derechos humanos se han amplificado en la República Centroafricana. El reciente informe de Sentry, una ONG que lucha contra la depredación en países devastados por la guerra, revela una violencia sistémica contra la población por parte de las tropas de Prigojine que acompañan a las fuerzas armadas centroafricanas. Con el pretexto de combatir a los rebeldes, estos mercenarios se están apoderando de la mayor parte de las riquezas del país, a cambio de brindar protección al presidente centroafricano Faustin-Archange Touadéra. Los pueblos son borrados del mapa para que las distintas empresas vinculadas al grupo Wagner puedan explotar las minas de diamantes y oro y cortar maderas preciosas. Su dominio absoluto sobre el país es tal que ahora también controlan las aduanas y el aeropuerto de Bangui, lo que les permite recuperar una gran proporción de los impuestos sobre los bienes importados.

Garantizar la continuidad

Durante el intento de golpe de estado de Prigozhin, el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, aseguró repetidamente a sus homólogos africanos que nada cambiaría. Sin embargo, el futuro sigue siendo incierto y son posibles varias opciones.

El Kremlin está en condiciones de integrar a Wagner y sus empresas relacionadas en el estado, incluso si eso significa arrestar a algunos de sus líderes, como parece ser el caso en Siria. Entonces las autoridades rusas ya no podrán esconderse detrás de su avatar y absolverse de los crímenes que han cometido. Otra posibilidad sería montar otra empresa militar privada como el grupo mercenario Patriot vinculado al ministro de Defensa, Sergei Shoigu.

Finalmente, algunas o todas las fuerzas de Wagner sobre el terreno podrían negarse a someterse a la autoridad del Kremlin, manteniendo su lealtad a Prigozhin o continuando sus actividades por cuenta propia. Esto fragmentaría las tropas de Wagner. La ruptura de los estados en Sudán y República Centroafricana podría favorecer esta hipótesis, conduciendo a una exacerbación de la violencia contra la población.

El golpe fallido de Prigozhin ha empañado la imagen de autoridad, fuerza y ​​virilidad que transmite la propaganda de Putin, que parecía atraer a algunos en África, que lo veían como un modelo para su país. Más que un modelo, lo que tienen por delante es una dictadura aislada, traiciones, un golpe de estado, asesinatos, bandoleros compitiendo por el poder, en fin, un aire de déjà vu en el continente.

6 julio 2023

Traducido por International Viewpoint de l’Anticapitaliste .

Tomado de internationalviewpoint.org

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