Chile- Luis Vitale*: “Recuperar la memoria histórica” (IV) y (II)/ Chile recupera para la memoria un emblemático centro de torturas del régimen de Pinochet

04 Junio, 2023

Imagen destacada: El ex Centro de Detención Balneario Popular Rocas de Santo Domingo, en Valparaíso, un símbolo de la dictadura en Chile. Foto: EFE

__________________________________________________

En esta cuarta contribución relativa al período del gobierno de Frei (1964-1970), Luis Vitale, luego de haber establecido los orígenes del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) –cuyo nombre resonará internacionalmente más adelante–, subraya la convergencia entre la derecha nacional , opuesto a la orientación del gobierno DC, y de los sectores militares, esto lo ubica en el contexto de militarización impulsada por Estados Unidos en Sudamérica. En las próximas contribuciones se desarrollarán los episodios de la Unidad Popular, del gobierno de Allende. 

Sobre el sentido de esta obra Para recuperar la memoria histórica. Frei, Allende y Pinochet y sobre la biografía de Luis Vitale* , ver la presentación a esta serie de aportes .(Ed. en contra )

La política de los partidos de izquierda: el MIR

Quisiera aquí evocar algunos episodios de la izquierda que conocí por dentro, como investigadora-testigo de aquella época.

El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fue la culminación de un proceso de unificación de 8 organizaciones revolucionarias, impulsado por Clotario Blest, fundador en 1961 del Movimiento “3 de Noviembre” (M3N) y del Movimiento Fuerzas Revolucionarias en 1962, formado conformado por organizaciones que tenían una larga práctica junto a los trabajadores –como el grupo anarquista libertario “7 de Julio”, el Movimiento Social Progresista, encabezado por Julio Stuardo (escisión del Partido Radical), el Movimiento de Resistencia Antiimperialista (MRA), encabezada por Luis Reinoso, exsecretario de organización del Partido Comunista y expulsado por sus “desvíos militaristas”, el diario Polémica, encabezada por Tito Stefoni, la Oposición Socialista de Izquierda (OSI), de Gonzalo Villalón y Oscar Waiss, y el Partido Revolucionario de los Trabajadores que, en 1942, había presentado a Humberto Valenzuela (1909-1977) como candidato de los trabajadores a la presidencia y que recibió 5170 votos. Posteriormente, el POR hizo elegir a Luis Vitale como líder nacional de la Central Única de Trabajadores para el período 1958-1962.

El proceso de reagrupamiento de estas organizaciones continuó y al final solo quedaron dos para 1964:

a) el Partido Popular Socialista – integrado por la mayoría de los comités regionales, desvinculados del PS, de las localidades de Talca y Coquimbo con su principal dirigente Mario Lobos; por jóvenes que habían roto con la Juventud Socialista, como Dantón Chelén Rojas; por un sector de colonos dirigido por Víctor Toro y Herminia Concha; por una corriente proveniente del Movimiento de Independientes de Izquierda, encabezada por Enrique Reyes;

b) Vanguardia Revolucionaria Marxista, que incluía también a los “reinosistas” [referencia a Luis Reinoso, opositor dentro del PC], como Martín Salas, el grupo trotskista PRT, dirigido por Chipo Cereceda, exmiembros de las Juventudes Comunistas, como Gabriel Smirnow, que se había separado del grupo prochino “Spartaco” y que había formado el MRC en 1963, y ERTE, donde militaban Miguel Enríquez y Bautista van Schouwen, que había dejado las Juventudes Socialistas.

Los militantes que venían del PS, el PC, el trotskismo, la Juventud Radical Revolucionaria y algunos anarquistas, tenían importantes experiencias de lucha social, como Clotario Blest, presidente de la Central Única de Trabajadores durante 9 años. Su presencia en el congreso fundacional del MIR (15 de agosto de 1965) y su elección a cargos del Comité Central invalidan la versión –circulada en el exilio tras la muerte de Miguel Enríquez [1974]– según la cual el MIR fue creado por un grupo de estudiantes de Concepción. En efecto, a 15 días de su fundación, el MIR envió 32 delegados al IV Congreso Nacional de la Central Única de Trabajadores, con una lista encabezada por Humberto Valenzuela, dirigente nacional de los trabajadores municipales y de la Central Única de Trabajadores de la provincia de santiago

La versión que consiste en decir que el MIR nació como un grupo foquista [referencia al término fococomo “semillero guerrillero”], con jóvenes desprovistos de base teórica y armados únicamente con aspiraciones de redención social, también está desencaminado. Su programa fundacional establecía que el MIR luchaba por el carácter socialista, permanente e ininterrumpido de la revolución, rechazando la teoría de la “revolución por etapas”, propugnada por el Partido Comunista, así como las orientaciones coyunturales de los diversos movimientos sociales, que permitir avanzar en la tarea central: la actividad militante en las organizaciones de la clase obrera. Por lo tanto, fue y es un error decir –como lo hizo la prensa burguesa con el fin de justificar el golpe militar– que el MIR se dedicó, desde su fundación, al terrorismo y a operaciones foquistas armadas al margen de las luchas de los explotados. ,

Entre 1965 y 1967, el MIR atravesó un período de estructuración orgánica desde abajo, de homogeneización política y de crecimiento de los sectores populares. En la Federación de Yeseros se eligió a Juan Ramos como miembro de la dirección, en la Federación de Trabajadores de la Salud se eligió a Norman Gamboa y Héctor Villalón, en el sector del carbón se eligió a importantes militantes del MIR y se eligió a Luis Concha en la Federación de Trabajadores de la Construcción. En el movimiento estudiantil, el MIR creció rápidamente, especialmente en la Universidad de Concepción, donde Luciano Cruz Aguayo fue elegido presidente de la Federación de Estudiantes de Chile en 1967 y rápidamente se convirtió en el principal líder de masas del MIR. También en Santiago, el MIR ha avanzado en la Federación de Estudiantes de Chile, con 1260 votos en las elecciones de 1968, lo que le permitió tener, por primera vez, un miembro en la Federación de Estudiantes de Chile, así como los mejores puntajes en las Facultades de Sociología, Psicología y el Centro de Medicina, en alianza con el Partido Socialista. Álvaro Rodas, quien también fue dirigente de los empleados del Tribunal de Cuentas, tuvo un papel importante entre los estudiantes de derecho.

La libre expresión de las ideas y la práctica cotidiana de la democracia interna, asegurada por su primer secretario general, Enrique Sepúlveda, permitió afinar paulatinamente las posiciones políticas expresadas en el diario El Rebelde y la revista teórica Estrategia, aunque la adopción de prácticas medidas se estaba quedando atrás. La persistencia de estas debilidades motivó un cambio de rumbo durante el congreso (diciembre de 1967), con la elección de Miguel Enríquez, apoyado por Bautista Schouwen, Luciano Cruz y muchos nuevos delegados y, en particular, por los que venían del trotskismo. Por su parte, Luis Vitale, propuesto durante este congreso por el jefe del aparato militar -cuyo seudónimo era Zapata- no fue elegido para la secretaría general.

El MIR no sólo se ha convertido en la principal fuerza estudiantil de la Universidad de Concepción, con importantes incursiones en la Universidad de Chile y otras instituciones, también ha crecido en los sectores de la clase trabajadora y las poblaciones más pobres. Participó con gran número de delegados en el V Congreso Nacional de la Central Única de Trabajadores, que se realizó en noviembre de 1968, y en las reuniones de pobladores , en el contexto de la movilización popular de la época. Entre sus activistas, más de 2000, había principalmente jóvenes, no solo estudiantes sino también trabajadores, empleados y miembros de las profesiones liberales, pobladoresy unos cuantos campesinos, además de la generación anterior, más experimentados en la lucha social.

Sin embargo, las posibilidades de crecimiento se vieron abruptamente truncadas por acciones precipitadas, como la expropiación de bancos para obtener fondos para la lucha armada, precisamente cuando la candidatura de Salvador Allende despertaba el entusiasmo de amplios sectores de la población. El secuestro del periodista Osses por un comando del MIR en mayo de 1969 fue el pretexto del gobierno de la Democracia Cristiana para lanzar la persecución al movimiento, que obligó a sus líderes a esconderse.

el IVEl Congreso Nacional, que debía celebrarse el 20 de agosto de 1969, pero que nunca se llevó a cabo, podría haber permitido superar las diferencias surgidas. Sorprendentemente, en una reunión del Comité Central el 27 de julio de ese año, el sector mayoritario, integrado por 9 miembros, propuso una división. La minoría, que contaba con 6 diputados, varios de los cuales eran tan jóvenes como los de la mayoría, se opuso, señalando que era un grave error separarse sin que hubiera grandes diferencias políticas y que lo importante era apoyar, aunque sea de manera crítica, la candidatura popular de Salvador Allende. La tendencia mayoritaria insistió en la necesidad de “purgar” al partido de los dirigentes que se opusieron a las acciones armadas, al saber que la minoría no había renunciado a ellas en tanto éstas estaban vinculadas a las luchas de los oprimidos, y al precisar que las primeras armas de las que dispuso el MIR procedían de la expropiación de una armería por parte de un comando trotskista, dirigido por “Mondiola”. La mayoría se negó a participar en el proceso electoral y lanzó la consigna de boicot: “No a las elecciones”. En definitiva, el hecho de no haber apoyado entonces a Salvador Allende fue, a mi juicio, el principal error político cometido por el MIR en toda su historia.

De la oposición parlamentaria a la conspiración

Los partidos conservador y liberal han pasado de una política de espera, con su apoyo a Frei, a una política de confrontación: pues vayan y llamen a las puertas de los cuarteles.

Un sector del Partido Radical se desplazó hacia la derecha cuando, durante la Convención Nacional de 1965, el sector de centroizquierda encabezado por Luis Bossay derrotó a Julio Durán. Dejó el partido junto con Raúl Rettig, Pedro Enrique Alfonso, Edwin Lathrop y otros militantes de toda la vida que luego formaron el partido Democracia Radical con otros marginados en 1969: Ángel Faivovich, Germán Picó, Jaime Tormo, Campos, Mercado y Señoret [33 ] .

Durante los primeros años, estos dos partidos llevaron a cabo una campaña que recuerda al terrorismo ideológico, basada en rumores y especulaciones destinadas a alertar a los empresarios sobre proyectos gubernamentales que podrían desafiar los derechos de propiedad, así como la posible introducción de altos impuestos sobre el capital.

Los parlamentarios de los partidos conservador y liberal se opusieron a la intervención del gobierno cuando ocurrieron los hechos en Colonia Dignidad [comunidad sectaria creada en 1961, fruto de una secta originaria de Renania; uno de sus presentadores es un ex piloto aéreo del ejército del Tercer Reich; en 1966 estalló el escándalo que se menciona a continuación; bajo Pinochet, la colonia servirá como campo de tortura para la policía política], como, por ejemplo, la fuga del colono Wolfgang Müller, perseguido por los líderes nazis por haber sido el primero en denunciar prácticas brutales de violación sobre menores, secuestros y asesinatos. Por otro lado, la intervención de la derecha en el “Plan Camelot”, denunciado por el sociólogo Hugo Nuttini, chileno-estadounidense nacionalizado, cuyo propósito] era obtener información sobre presuntos actos terroristas de izquierda, nunca pudo ser probado. Como señala Dooner en el libro citado anteriormente, p. 71: “Se descubrió que el proyecto, llamado Plan Camelot, estaba patrocinado por el Pentágono [desde 1963]”.

En un principio, El Mercurio apoyó al gobierno, aunque con reservas, pero poco a poco fue retirando su apoyo, sobre todo tras la promulgación de la ley de reforma agraria y el aumento de los impuestos: “En los tres años, el aumento de los impuestos ha sido el mayor en todo el período desde 1940. Los impuestos han pasado de 3.460 millones de escudos a 5.979 millones de escudos [moneda chilena entre 1960 y 1975] de modo que, entre 1964 y 1967, la carga tributaria aumentó a un ritmo 222% superior a la de los ingresos” [ 34] . La Sociedad de Fomento Fabril fue más allá al hablar de “una carga fiscal asfixiante” [35], y también criticó la política salarial de Frei en mítines públicos que organizó para criticar al gobierno, al igual que la Sociedad Nacional Agropecuaria, que exigió la liberalización de los precios al consumidor.

Se inició entonces la política conspirativa de la derecha, a tal punto que el ministro del Interior, Bernardo Leighton, tuvo que ordenar el encarcelamiento y juicio de Víctor García Garcena, presidente del recién creado Partido Nacional, encabezado por Sergio Onofre Jarpa [él será ministro del Interior de agosto de 1983 a febrero de 1985 bajo Pinochet], y que reunió a partidarios de Jorge Prat, con tendencias autoritarias y seguidores de un corporativismo de tipo mussoliniano.

En una entrevista con Jarpa, un reportero le preguntó: “Fuiste acusado de putchism cuando Leighton arrestó a los líderes de tu partido. Desde entonces y en varias ocasiones se ha insistido en que hubo ruidos de botas”. Jarpa dio la siguiente respuesta: “La acusación de golpe de Estado contra el Partido Nacional fue una farsa montada por el exministro Leighton  . Al final del gobierno democratacristiano, Jarpa llegó a afirmar que “Chile atraviesa una etapa de decadencia” [37] .

El grupo Fiducia , que en 1967 había adoptado el nombre de Sociedad Chilena de Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad, se opuso frontalmente a la reforma agraria a través de dos publicaciones: Manifiesto a la Nación chilena y ¿Es lícito a los católicos discordar del proyecto de Reforma Agraria del ¿Presidente Frei? . Calificó este proyecto como “dirigismo de Estado” y “persecución socialista y confiscatoria”, contrario a la “ley natural y la ley divina” [38] .

La derecha acusó a Frei de abrir el camino al comunismo, llamándolo incluso el “Kerensky chileno” por el papel que desempeñó este líder ruso entre febrero y octubre de 1917, antes del estallido de la Revolución Soviética, encabezada por el partido bolchevique de Lenin y Trotsky. No es casualidad que la derecha se diera a la tarea de distribuir en Chile el libro titulado Frei, el Kerensky chileno , del brasileño Fabio Vidigal Xabier Da Silveira, cuyo título original en portugués era Frei, o Kerensky chileno . El título del libro lo dio la editorial argentina Cruzada, cuyas ediciones, desde la primera en 1967 hasta la quinta en junio de 1968, sumaron 23.000 ejemplares. Muchos de ellos fueron distribuidos en Chile a través de canales controlados por la derecha.

Tout le monde savait à l’époque que la droite était en contact avec les casernes par l’intermédiaire du « marquis Bulnes » [Francisco Enrique Bulnes, sénateur du Parti conservateur], lequel n’hésitait pas à proclamer « le droit » à un golpe de Estado. Esta ideología se había nutrido de las ideas totalitarias de González von Marées, el “tabaquero” [del nombre del grupo de comerciantes burgueses -que tenían el monopolio de la venta de tabaco, té y licores- muy conservador nacido en 1824 en torno a Diego Portales ] Jorge Prat y Ramón Callís del Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista. En 1963, un sector consideró proponer la candidatura de Jorge Prat Echaurren a la presidencia de la República, sobre la base de un “nuevo estado”, recordando así la tradición portaliana.

En agosto de 1966, el fascista Sergio Miranda Carrington, durante una reunión en el Club Audax Italiano, declaró en tono apocalíptico: “Ha llegado la hora de la acción”, declaraciones recogidas a coro por un centenar de personas que se pusieron de pie y dieron a los nazis saludo. Al año siguiente, se fundó el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores, dirigido por Franz Pfeiffer, nazi declarado y autoproclamado “canciller del gobierno de Danzig en el exilio” [39 ]. Ese año se formó en Valparaíso el grupo ultraconservador denominado “Tizona”, liderado por Gonzalo Santa María y Juan Antonio Widow, cuyo hermano Andrés estaría más tarde implicado en el asesinato del general Schneider. Al mismo tiempo, hubo un resurgimiento de la derecha con la insurrección del Movimiento Gremialista en la Universidad Católica, encabezado por Jaime Guzmán, luego de la crisis de 1967.

En la prensa se podían leer comentarios sobre la posibilidad de un golpe y un autogolpe, sugeridos de manera poco velada por El Mercurio . Ante la crisis del parlamento con el “poder de facto” de los militares, el presidente Frei consideró la idea de integrar nuevos miembros de las fuerzas armadas a su gabinete. Su decisión de crear el Comité Superior de Seguridad Nacional, integrado por el Ministro de Defensa y los comandantes en jefe de los tres ejércitos, legalizó la participación de los militares en la vida política.

Intento de golpe del general Viaux

Este intento de golpe se dio en un contexto latinoamericano muy particular, una de cuyas características fue la presencia de gobiernos militares en el Cono Sur: Brasil, Argentina, Paraguay, Perú y Bolivia, apoyados por la reunión de los Comandantes Latinoamericanos- en Jefe, organismo promovido por el Jefe de Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos. Durante la sesión celebrada en 1968, declaró que la única forma de detener el avance del comunismo en América Latina era la instauración de gobiernos dirigidos por militares. En esta reunión participó el general chileno Sergio Castillo Aránguiz.

En abril del mismo año, “unos 80 cadetes de la Academia de Guerra presentaron simultáneamente solicitudes individuales de retiro, justificando su solicitud por su baja remuneración y la ausencia de perspectivas de carrera. Estas demandas de renuncia provocaron un revuelo institucional. El General Miqueles fue reemplazado por el General Sergio Castillo Aránguiz; El ministro de Defensa, Juan de Dios Carmona, fue reemplazado por el general retirado Tulio Marambio Durante el desfile militar de 1969, el mayor Arturo Marshall se negó a desfilar frente a la tribuna presidencial de Frei.

En sus inicios, el movimiento de cuarteles aparentemente tuvo un carácter corporativista, particularmente en lo que respecta a los aumentos salariales y la compra de armamento para proteger la seguridad exterior del país, como lo expresó su vocero, el general Roberto Viaux, entonces comandante de la Primera División del Ejército en Antofagasta, quien exigió la renuncia del General Tulio Marambio, Ministro de Defensa. Cuando fue citado a Santiago para explicar su actitud, se refugió, el 21 de octubre, en el cuartel de Tacna. El gobierno ha declarado el estado de sitio. En su objetivo de reunir fuerzas dentro del ejército, Viaux insistió en sus demandas aparentemente corporativas, enfatizando un aumento en la paga militar.

Pero sus razones sí eran políticas: criticó la incapacidad del gobierno para enfrentar la movilización popular y resolver las fricciones interburguesas en el período previo a las elecciones presidenciales, que podrían ver la victoria del socialista Salvador Allende. El sector militar, liderado por Viaux, surgió como una alternativa en un contexto latinoamericano donde la tendencia a la militarización era evidente, especialmente luego del golpe de 1964 contra el presidente Goulart en Brasil.

Pero Viaux no recibió el apoyo esperado de sus compañeros de armas y se vio obligado a reducir su intento de golpe simplemente pidiendo al gobierno que resolviera los problemas de los militares. Frei llamó al pueblo a defender la legalidad y la constitucionalidad. La Central Única de Trabajadores, la Federación de Estudiantes de Chile, el sindicato de docentes, la DC y la izquierda han convocado a un paro general en defensa del gobierno. Los soldados amotinados en el cuartel de Tacna se rindieron sin luchar. El gobierno aceptó muchas de las demandas económicas de los soldados insubordinados, y la mayoría de ellos fueron liberados, mientras que otros, como el propio Viaux, fueron retirados. El general René Schneider fue nombrado comandante en jefe del ejército.

El tacnazo hizo retroceder, Viaux se convirtió en un golpe de Estado profesional y, desde el primer día de la victoria de la Unidad Popular, comenzó a conspirar para impedir que Allende llegara a la presidencia. Está perfectamente establecido que el asesinato del general Schneider en octubre de 1970 fue planeado por Viaux con el objetivo de provocar una intervención militar antes de que Allende asumiera el cargo el 4 de noviembre del mismo año. Creemos que hubo una continuidad política entre los objetivos secretos del “tacnazo” y los intentos de golpe para impedir la toma de posesión de Allende.

Los últimos meses del gobierno de DC estuvieron marcados por elecciones primarias para nominar a los candidatos a la presidencia. Mientras la derecha volvió a elegir a Jorge Alessandri y el sector progresista de la DC logró imponer la candidatura de Radomiro Tomic, la izquierda tuvo que decidirse entre cinco nombres: Salvador Allende (Partido Socialista), Jacques Chonchol (Movimiento de Acción Popular Unida), Pablo Neruda (Partido Comunista), Alberto Baltra (Partido Radical) y Rafael Tarud (Acción Popular Independiente). Este proceso de selección finalizó el 22 de enero de 1970 con la postulación de Salvador Allende como candidato a la presidencia.

(Traducción: Ruben Navarro y Hans-Peter Renk) (Continuará el lunes 5 de junio)

Calificaciones

[33] Patricio Dooner, Cambios sociales y conflicto político , ÉCPU-ICHEH, Santiago, 1984, p. 72 y 174.

[34] El Mercurio , fines de febrero de 1968.

[35] Declaración del 17 de Marzo de 1968 de la Sociedad de Fomento fabril

[36] Sergio Onofre Jarpa, Creo en Chile , Soc. Impresora Chile Ltda., Santiago, 1973, pág. 79.

[37] Ídem, pág. 91.

[38] Patricio Dooner, Cambios sociales y conflicto político , ÉCPU-ICHEH, Santiago, 1984, p. 75 y 76.

[39] Antecedentes publicados en la revista Mayoría, enero de 1973, Santiago, en: Paula Rivera y Marta Sánchez, La evolución Pólitica de la Derecha en el período 1958-1990, trabajo de investigación presentado a la Cátedra sobre América Latina del Prof. Luis Vitale , Universidad ARCIS, 1993.

[40] Hernán Soto, “Las armas constitucionales”, Punto Final, Santiago, marzo de 1999.

 

Fuente: A l´Encontre- La Bréche

____________________________________________________

Chile. “Recuperar la Memoria Histórica” ​​(II)

Eduardo Frei Montalva en una reunión, fecha desconocida. (Foto AP/La Tercera)

En este segundo aporte de Luis Vitale que trata, aquí, del período del gobierno de Eduardo Frei (ver la introducción a este período publicada en este sitio el 31 de mayo ) se destacan las reformas económicas y sociales que, al mismo tiempo, reflejaron una modernización de la sociedad chilena y una contención frente al resurgimiento social. Reformas que formaban parte de la “Alianza para el Progreso” establecida por Estados Unidos en 1961, a raíz de la revolución cubana. Luis Vitale da aquí importancia a una dimensión a menudo descuidada en la llamada historiografía de izquierda: las transformaciones culturales. Sobre el sentido de esta obra Para recuperar la memoria histórica. Frei, Allende y Pinochet y sobre la biografía del autor,ver la presentación a esta serie de contribuciones . (Ed. en contra )

*** 

La gestión del presidente Eduardo Frei Montalva

Por Luis Vital*

La Democracia Cristiana ganó las elecciones presidenciales del 4 de septiembre de 1964 con el apoyo explícito de los partidos conservador y liberal, Eduardo Frei obtuvo 1.409.012 votos (56%) frente a los 977.902 (39%) de Salvador Allende, candidato del Frente de Acción Popular, y los 125.233 votos (5%) de Julio Durán, representante de

 

Nota (1r). Seguir leyendo en el enlace:

 

 

Chili. «Pour récupérer la mémoire historique» (II)

 

____________________________________________________

Chile recupera para la memoria un emblemático centro de torturas del régimen de Pinochet

 

El gobierno de Gabriel Boric lo convertirá en una escuela de derechos humanos. Historias del horror de la dictadura.

Clarín.com
 18/05/2023 
A solo una habitación de distancia, Jorge Silva Huerta oía cómo la policía política del dictador Augusto Pinochet (1915-2006), torturaba a sus compañeros. Era marzo de 1975 y su militancia en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) lo convirtió en un blanco de la represión en la provincia de San Antonio, en la costa central de Chile, a 114 kilómetros de Santiago.

 

Seguir leyendo en el enlace siguiente:

https://www.clarin.com/mundo/chile-recupera-memoria-emblematico-centro-torturas-regimen-pinochet_0_MoeSfFoFZS.html

 

Visitas: 7

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email