Impotente, decepcionado y resignado, son algunos de los calificativos que usaron trabajadores de Guayana para describir cómo se sienten tras los anuncios del Ejecutivo nacional el pasado 1 de mayo, debido a que luego de más de 100 días de espera, la realidad es que el salario mínimo no fue aumentado.
En el marco del Día del Trabajador, Nicolás Maduro notificó en una marcha alusiva al festivo el incremento del bono de alimentación, el cual pasó de 40 bolívares a 40 dólares indexados a la tasa de cambio del Banco Central de Venezuela, así como del bono de guerra, que quedó fijado en 20 dólares también indexados -el lunes-, cifra que Maduro cambió y lo dio a conocer el momento de la firma del decreto: ahora son 30 dólares.
Aun así, el salario mínimo permanece en 130 bolívares, los mismos que en marzo del 2022 equivalían a 30 dólares, y que hoy apenas alcanzan los 5,5 dólares.
Los anuncios de Maduro se traducen en un ingreso de 75 dólares, el cual en más de 60% corresponde a bonificaciones que no tienen incidencia en las prestaciones sociales, utilidades o cálculo de otros beneficios laborales.
Trabajadores de Guayana calificaron como una burla el presunto aumento de los bonos, que al final del día no son suficientes para mantener a una familia de 4 miembros ante una canasta básica que, según Fedecámaras Bolívar, equivale a 580 dólares.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Siderúrgica Nacional (Sidernat), Alejandro Álvarez, destacó que ningún dirigente sindical de Guayana está de acuerdo con los anuncios.
“Esto es contrario a la estructura jurídica de Venezuela. Cuando decimos que el presidente está apostando al exterminio de los trabajadores, no es exageración. Los únicos que defienden esa política son los sindicalistas de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST). El incremento real es de 500 bolívares, eso es lamentable. Los pensionados del Seguro Social no cobran bono de alimentación. Van a cobrar 20 dólares de bono de guerra. Se está aplicando una política de venezolanos de primera, de segunda y de tercera”, destacó Álvarez.
La bonificación del salario, según empresarios y autoridades económicas, busca evitar el pasivo laboral y la repercusión del aumento en beneficios como las prestaciones sociales; a propósito de esto, los trabajadores consideraron como una injusticia las pírricas jubilaciones con las que sale un empleado con 40 años de servicio.
“Es una burla que el presidente, después de 400 días, haya salido con este chiste. Haciendo ver que el salario se incrementó. No hubo incremento, se bonificó el salario. El bono de guerra y de alimentación no cubre las expectativas de los docentes y por ello seguiremos protestando. No pueden salir a decir que no tienen para pagar prestaciones, cuando este país cobra impuestos por todo y el Seniat rompe récord de recaudación. ¿Cómo un país tan rico que extrae oro, vende diferentes rubros económicos, puede decir que no tiene recursos? Sus mismos representantes saquearon Pdvsa”, declaró el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, Raúl Brito.
Los educadores se han mantenido protestando desde principios de año para exigir un aumento de salario; sin embargo, maestros entrevistados por este medio declararon que este incremento está muy por debajo de sus exigencias.
Ingreso mínimo
A través del canal oficial Venezolana de Televisión, autoridades nacionales explicaron lo que significa para los venezolanos el aumento del “ingreso mínimo vital”, toda vez que decirle salario ya no aplicaría puesto que el incremento se limitó a los diferentes bonos que reciben los trabajadores.
Con respecto a la situación de jubilados y pensionados, el ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, informó a través de su cuenta de Twitter que los jubilados adscritos al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) cobrarán un bono de guerra de 20 dólares indexados al dólar. Mientras que los jubilados de la administración pública recibirán 49 dólares por el mismo beneficio.
El presidente de la Asociación de Jubilados de CVG Casa Matriz (AjupeCVG), Miguel Espinoza, ratificó que estos anuncios solo provocan frustración y desesperanza en la población jubilada.
“¿Nada más 49 dólares? Eso es un exabrupto. Eso es no querer a los jubilados. Jubilados que hemos dado todo por este país. Ahora nos eliminan la cestaticket para cobrar nada más el bono de guerra con la misma pensión. Eso va en contra de nuestro contrato colectivo. ¿Cómo reclamar algo del contrato colectivo si todos los sindicalistas fueron retirados o jubilados forzosamente? Los jubilados estamos pasando hambre. Morimos de inanición”, manifestó Espinoza.
Asimismo, el extrabajador destacó la falta de recursos para adquirir a medicinas, aunado a la inexistencia del servicio de HCM también establecido en la contratación colectiva.
La organización laboral Unidad en la Coincidencia reportó que para 2022, al menos, 600 trabajadores, jubilados y pensionados de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) murieron por falta de atención médica.
Tomado de elcorreodelcaroni.com
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