Argentina- DANIEL CAMPIONE*: Milei, cuando ruge el león/ Ver-Julio C. Gambina*- Argentina: Inflación y dólar en la crisis política

Milei, cuando ruge el león

 

21ABR23 

 

Por DANIEL CAMPIONE*

Como parte de un fenómeno de alcance mundial, la sociedad argentina asiste al crecimiento de una alternativa de ultraderecha. Una incógnita es hasta dónde podrá llegar en el mapa político nacional.

Ya se vuelve asunto de rutina encontrarse con sondeos de opinión o análisis políticos que hablan de un electorado dividido en “tres tercios” y en función de ello sitúan a Javier Milei como un candidato con posibilidades de obtener una elevada votación a escala nacional.

Más allá de la credibilidad de esas evaluaciones, lo que aparece claro es que el economista “libertario” ha excedido el rol que tenía asignado al comienzo. El de llevar a la escena mediática discusiones propias de una visión radical de la economía de “libre mercado”.

Hoy se especula que podría obtener una veintena de diputados propios en los próximos comicios. Y hay quien se atreve a vaticinar que puede ingresar al balotaje, dejando al Frente de Todos (FdT) en un desairado tercer lugar, lindante con la humillación política.

El giro derechista en ascenso.

Un efecto ya notorio de la presencia de “La libertad avanza” en la escena política es que forma parte de, y a la vez impulsa, una secuencia de radicalización hacia la derecha. Al principio de su actuación pública él y el hoy disminuido José Luis Espert  parecían no cumplir otra función que colocar ciertos temas en la agenda pública, inclinando la balanza en dirección a las creencias más radicalizadas en el libre mercado.

El crecimiento de su partido, ya manifiesto en las elecciones de 2021 y en aparente alza con posterioridad, adquirió otro efecto: Incidir en la interna de “Juntos por el Cambio” (JxC) de modo que se difuminen los límites entre derecha “moderada” y extrema.

Tanto Mauricio Macri como Patricia Bullrich parecieron encontrar hace un tiempo a través de Milei, el verdadero rostro que antes no se atrevían a mostrar. Ambos dirigentes de PRO se aprestan en público para emprender una batalla a muerte contra todo lo que resta en Argentina de conquistas democráticas, derechos de los trabajadores y regulación estatal de la economía.

Reivindican el itinerario de la década de 1990, adecuado a las circunstancias presentes y presentes. Lo que va acompañado con la exhibición pública de la disposición plena a reprimir cualquier protesta frente a políticas destructivas.

Macri aclaró, ante una pregunta periodística que está dispuesto a “bancarse muertos”. Patricia Bullrich mantiene y extrema su habitual preferencia por la “solución” mediante el uso de la fuerza de cualquier conflicto social o problema político.

Incluso Horacio Rodríguez Larreta abandonó en su momento sus matices de hombre “de consenso” para librarse a los manotazos de cualquier adherencia de los adjetivos de “socialista” y “zurdo” que el líder de “La libertad avanza” tuvo a bien asestarle. Ahora parece haber vuelto sobre sus pasos.

Ninguno de los dirigentes de la coalición opositora puede hoy eludir la incidencia del economista “libertario”. Sea para diferenciarse, o bien para explorar caminos de convergencia hacia la derecha. Mientras tanto, el dirigente ultraliberal ataca a muchos de ellos, tildándolos de integrantes de “la casta política”, término que ha hecho fortuna y está en el centro de su discurso.

Las infaustas alianzas y la antipolítica.

El dirigente de “La libertad avanza” acaba de mostrarse proclive a ir a una interna con figuras de la coalición opositora:“Estamos a tiempo de crear un partido e ir a una interna con Patricia Bullrich”, afirmó en una entrevista radial. “Soy de Juntos por el Cambio, punto final” contestó con rapidez la presidenta de PRO. De todos modos esto remarca una tendencia del economista a buscar alianzas más amplias, a la búsqueda de los respaldos que le permitan un despliegue nacional en vasta escala.

El ultraderechista está dedicado a un armado político nacional que reúne a políticos locales de diversas procedencias, en general muy distantes de la pureza del ideario “libertario”. Tales como Ricardo Bussi en Tucumán, Martín Menem en La Rioja, Alfredo Olmedo en Salta. Se le suman dirigentes sin significación nacional pero sí extensas carreras políticas en sus respectivos ámbitos provinciales.

Entretanto las dos coaliciones dominantes están sujetas a internas inacabables, desordenadas y ventiladas en público en malos términos. Frente a eso, “La libertad avanza” disfruta de un liderazgo personalizado, que si bien sufrió un par de embates internos (Carlos Maslatón, algunos militantes juveniles) no ve amenazada su conducción ni admite líneas internas.

Ante la expansión del sentimiento “antipolítica”, Milei aparece como alguien no tocado por la propensión a disputar poder de espaldas a los problemas e inquietudes de la sociedad que aqueja a otros políticos. Él estaría realmente ocupado todo el tiempo en el combate contra los privilegios y la injusticia que aquejan al ciudadano común, en forma de inflación, impuestos al consumo, gastos de la “casta” en su propio beneficio.

La línea discursiva del candidato de la ultraderecha conecta muy bien con el impulso del individualismo exacerbado, del desencanto hacia la política. También con la tendencia a buscar los enemigos “abajo” y no “arriba” de la propia posición en la sociedad.

Además adopta una dicotomía “la sociedad vs. el Estado” como eje central de su pensamiento. En una sociedad como la argentina, que padece una administración pública ineficiente, que día a día empeora la calidad de los servicios que brinda, el discurso “antiestatal” gana adeptos. El discurso “libertario” usufructúa parte de ese apoyo, con su promesa de un ajuste radical del aparato estatal. Y de desarrollar una versión extrema de las políticas privatizadoras y desreguladoras.

En ese cuadro gana eficacia la denuncia contra los privilegios de la dirigencia política y la sordera que padece esa dirigencia frente a los reclamos de la sociedad. El fracaso ostensible de la actual gestión presidencial y de la anterior da pábulo a los denuestos en un momento en que casi todos los dirigentes tienen imagen negativa en a la población.

Que crezca pero no tanto.

Varios columnistas ilustres de los grandes medios expresan ahora cierta desconfianza hacia la figura del conductor de “La libertad avanza”. Han contribuido a engendrar una criatura que llegó bastante más lejos de lo que pensaban al principio.

Lo imaginaron como un cruzado del liberalismo más extremo que presionara a favor de los intereses del gran capital desde la jefatura de un bloque parlamentario de minoría. Y ahora se encuentran con un aspirante a la presidencia que parece a punto de entrar en la disputa por el premio mayor de la política argentina.

Una parte del ideario de Milei puede no ser agradable para el empresariado y explica parte de esas prevenciones. Incomodan sus vilipendios contra los “empresaurios” que no arriesgan y hacen negocios con el Estado.  Así esto sea mera retórica, va en desmedro de una enorme proporción de la burguesía argentina. La que tiene en la obra pública, los contratos con empresas estatales o la provisión de servicios públicos mediante subsidios, cuando no el centro, al menos una rama importante de sus actividades.

Incluso embiste al sistema financiero, al que acusa de dedicarse también a hacer negocios con el sector público en lugar de otorgarle préstamos a los emprendedores que lo requieren.

Y agita una propuesta de dolarización de la economía que no convence a buena parte de las empresas más concentradas, que tienen en las periódicas devaluaciones una fuente de realización de sus ganancias.

Otro reparo hacia el postulante “libertario” por parte del establishment tiene origen en que su discurso y sus gestos desmienten el andamiaje del “republicanismo” que se articula en el discurso hoy dominante. El economista ultraliberal no muestra respeto por ninguna regla, salvo las que se supone son las del mercado. Cualquier semejanza con un defensor del “Estado de Derecho” le queda en exceso lejana.

Su prédica en favor de la mercantilización universal de las relaciones sociales le gana simpatías del empresariado en términos de doctrina. Pero no supera las dudas sobre la factibilidad de un programa tan extremo, en manos de una fuerza política sin experiencia de gobierno y con estructuras frágiles, apenas en formación. Tampoco lo ayuda la posibilidad de que tales planteos desaten una conflictividad social inmanejable.

Esto no lleva aparejado que no consideren a Milei un hombre de su propio espacio. Sólo que aún no lo ven maduro como para tomar la dirección del aparato estatal. Tal vez verían con menos prevención que se produzca algún modo de convergencia con el ala más “dura” de Juntos por el Cambio, que le dé un rol importante, pero por ahora no protagónico, en la disputa política nacional.

———

Desde el punto de vista de los intereses populares y de la preservación de las conquistas democráticas la “alternativa Milei” es la peor entre las hoy posibles. No sólo en el campo de la economía, sino en el ámbito sociocultural. Las posiciones del candidato de la ultraderecha quedan expuestas cuando se manifiesta contra el aborto legal o bien hace alianzas con portadores de ideas ultraconservadoras enfrentadas a cualquier posición progresiva.

Eso no le impide penetrar, a golpes de desencanto e incluso de desesperación, en ámbitos populares acosados por una crisis sin término, que devora sus salarios, precariza sus empleos y arroja a la pobreza a cada vez mayor número de argentinxs.

La pregunta que queda en pie es cómo hacer para dar mayor visibilidad y consenso a la perspectiva crítica desde la izquierda. Que por cierto no incluirá dinamitar el Banco Central, como proponen los “libertarios”, pero sí hacer saltar por los aires la explotación de los trabajadores, el saqueo de los recursos y la pérdida de soberanía a manos de los organismos internacionales.

Daniel Campione en Facebook.

“DanielCampione5 en Twitter.

 

*Daniel Campione: Politólogo. Historiador. Autor de libros como Para leer a Gramsci o Los años de Menem. Actualmente trabajo en la Biblioteca Nacional.

 

Fuente: TRAMAS- PERIODISMO EN MOVIMIENTO

 

________________________________________________________________________________

 

Argentina: Inflación y dólar en la crisis política

Fuentes: Rebelión

 

El fenómeno visible es la suba de precios, del 7,7% en marzo y anualizada del 104,3% con perspectiva de escalar.

Parte de esos precios se expresa en la presión por la suba del tipo de cambio, sea el oficial que se acelera y trata de no quedar retrasado respecto de la evolución inflacionaria, como los paralelos, los financieros, o incluso el ilegal denominado blue. Es una gran transferencia de ingresos desde la mayoría empobrecida hacia el sector más concentrado de la economía.

Lo que existe es una gran especulación financiera, inducida por grandes operadores económicos, que tienen excedentes en pesos y buscan cambiarlos por dólares y transferirlos al exterior, como parte de la fuga de capitales. Pero también es plataforma política de partidos o coaliciones que desde la derecha disputan el gobierno en tiempos electorales como este 2023. La política oficial convalida esta demanda desde el propio reconocimiento de la deuda odiosa con el FMI por el préstamo del 2018 y negociada en el 2022.

Detrás de la suba de los precios, incluido el de las divisas, está la lógica del valor marxista, lo que supone la dominación del capital en el proceso de producción y circulación. Por ende, de apropiación del plusvalor vía ganancias. Se trata de un excedente dinerario en pesos, apropiado por una minoría social, de capital local y extranjero, que pretende transformar sus ganancias en divisas para una dinámica global de acumulación.

Política del poder

La lógica capitalista necesita del consenso político y por eso actúa desde el Estado capitalista y las formas de gobierno del mismo, mediados por los poderes, el ejecutivo, el legislativos y el judicial. El régimen institucional y el sistema de partidos favorece la legitimación de los mecanismos de explotación y saqueo que definen al orden capitalista. Por eso, en este marco institucional, la derecha política actúa en la lucha ideológica desde sus posiciones hegemónicas en el sistema de medios, instalando un “sentido común” favorable a la devaluación, la eliminación de trabas a operar con divisas, e incluso a la dolarización de la economía. La respuesta oficialista es confusa y contradictoria, todo depende de quién sea el que comunica desde la coalición gubernamental.

En ese contexto podemos explicar la propagación de un imaginario favorable a la liberalización, al ajuste y a la represión; a la “anti política”, que sustentan emblemáticos personajes que disputan la gestión del capitalismo local, los que se hicieron visibles en el cónclave empresario del “Llao Llao” en estos días.

La demanda del poder se resuelve desde el gobierno con “mini devaluaciones” (contempladas en el acurdo con el FMI) que ajustan el dólar oficial, aun cuando no sea suficiente al reclamo de los poderosos productores, exportadores, y especuladores financieros. El gobierno escapa al pedido por la devaluación por temor al desborde social de un descontento por ahora contenido con protestas que no amenazan con rebeliones, caso del 2001.

En esa actitud, desde el gobierno se transita el camino de los tipos de cambio especiales, sea el “soja I, II, o III”, o el canje de bonos dolarizados por otros en pesos de los organismos estatales. Son formas de acceso a divisas para fugarlos del país. El gobierno está auto limitado en la confrontación con el poder desde el condicionamiento del modelo productivo y de desarrollo asumido y la propia suscripción del acuerdo con el FMI. Por eso, para cambiar hay que anular ese acuerdo y desde ahí modificar la política económica en términos de beneficiarios y perjudicados.

La propuesta por derecha y del gobierno convergen en el ajuste y la subordinación al condicionante de la deuda y muy especialmente al acuerdo con el FMI. El préstamo del 2018 sirvió para acercar divisas a los propietarios de excedentes en pesos y fugarlos. Es lo que dice el informe del 2020 del BCRA, con una concluyente denuncia de un 86% de fuga de capitales respecto del ingreso de fondos externos entre 2015 y 2019. Se requiere profundizar en esa investigación para personalizar a los responsables del enriquecimiento.

El poder económico y sus expresiones en la derecha política presionan para acelerar el ajuste y la regresiva reestructuración del capitalismo local, pretendiendo estar en mejores condiciones ante un eventual cambio de gestión hacia fin de año. Quieren un tipo de cambio más alto, tanto como puedan para acrecentar sus ingresos y riquezas, al tiempo que con cada devaluación se deteriora aún más la capacidad de compra de quienes percibimos ingresos en pesos. La devaluación no es solución para la mayoría social empobrecida.

Construir poder alternativo

La preocupación es la ausencia de una propuesta política alternativa que avance en resolver las demandas populares, por ingresos y acceso a derechos, a la alimentación, a la salud, la educación, la vivienda, por otro orden económico, de cooperación, autogestión y satisfacción de necesidades comunitarias.

Una parte de la izquierda construyó un frente electoral y logró relativa visibilidad y representación electoral. No alcanza, y se necesita una articulación mayor, que trascienda el escenario de las elecciones y la institucionalidad actual.

Eso requiere de una extensión de la organización y lucha social, desde un reagrupamiento del movimiento obrero y popular, más allá de reivindicaciones democráticas, extendidas a la construcción de un proyecto por la emancipación y transformación profunda de la sociedad, con el horizonte de representación de la mayoría empobrecida por el régimen de explotación y saqueo vigente.

*Julio C. Gambina: Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Visitas: 5

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email