Fukushima 12 años después: El accidente nuclear que nunca termina

Por Cristian Basualdo

“Llegué a la conclusión de que la energía nuclear no debe existir por el futuro de nuestros hijos”.

Entrevista a la activista antinuclear Seiko Nishikawa.

Fukushima es un símbolo del Antropoceno, el período de la historia en el que las actividades humanas dejan una marca imborrable sobre los ecosistemas terrestres. A pocos días de cumplirse los 12 años del accidente nuclear, el director de la central destruida afirmó que apenas se empiezan a conocer los detalles de los daños sufridos en el interior de sus reactores, lo que hace difícil prever cuándo o cómo se completará su desmantelamiento. La tarea inmediata más apremiante es comenzar a verter agua radiactiva al mar. “En el futuro, tendremos que hacer frente a tareas inconcebiblemente difíciles, como recuperar los restos fundidos” del interior de los reactores, dijo Akira Ono, en una entrevista con The Associated Press.

El 11 de marzo de 2011, a las 14:46 horas, un terremoto frente a las costas del noreste de Japón generó un tsunami que embistió a la central nuclear de Fukushima Daiichi, donde una serie de fallos provocó la fusión de 3 reactores nucleares, con explosiones de hidrógeno que destruyeron las contenciones y liberaron material radiactivo al exterior.

Seiko Nishikawa vivía a miles de kilómetros de Japón cuando ocurrió el accidente nuclear de Fukushima. Comenzó a estudiar la tecnología nuclear para explicarle lo que estaba pasando a una amiga que vivía cerca de la central y tuvo que evacuarse.

― Seiko ¿El gobierno japonés y la Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco) pudieron evitar el accidente nuclear de Fukushima?

― Hay especialistas, técnicos e ingenieros, que dicen que los reactores ya estaban dañados antes del tsunami, por el terremoto, pero esto no se sabe. En Japón todavía están en juicio los cinco directivos de Tepco acusados de ser responsables del accidente, han llegado hasta el segundo juicio del proceso penal, están esperando la Corte Suprema, supongo, ellos dicen que no pudieron evitarlo. Mucha gente no piensa así, porque en la historia ya se había hablado del peligro de un tsunami tan grande como el que ocurrió, y, como gerentes de Tepco, debían estar preparados al instalar la central nuclear en ese lugar. Al Estado, a los jueces, y a todos los poderes les gusta echar la culpa al siniestro natural.

Hay otro juicio en el que los demandantes son accionistas de la empresa y ellos ganaron. O sea que los gerentes han provocado daños a la compañía, y le tienen que pagar mucho dinero, unos 100.000 millones de dólares, es un juicio civil, y por supuesto, los gerentes están apelando a la Corte Suprema. Está claro para nosotros, los antinucleares, que ellos tienen responsabilidad.

Un contador Geiger mide un nivel de radiación de 0,106 microsievert por hora, en un complejo de viviendas temporales que aloja a los evacuados nucleares de la ciudad de Namie, en Nihonmatsu, prefectura de Fukushima, Japón, 27 de febrero de 2017. Foto: Toru Hanai / Reuters.

― A menudo se dice que el accidente de Fukushima es un Chernóbil en cámara lenta, o un accidente nuclear que nunca termina ¿Por qué?

― En Chernóbil el combustible se incendió, y con mucho sacrificio, con la muerte de muchas personas, se puso a cubierto para que no escapara tanta radiactividad. Pero en el caso de Fukushima, el combustible fundido todavía tiene mucho calor y necesita de enfriamento permanente; no se puede tocar porque es muy peligroso, un humano puede morir solo por acercarse. Entonces, lo que están haciendo es echar agua siempre, bueno, hace ya doce años, y se tiene que mantener refrigerando con agua. Pero los reactores están dañados y no se sabe dónde están los orificios por donde escapa el agua al mar, agua muy contaminada que estuvo en contacto con el combustible fundido. Tepco intentó almacenar una parte, pero ahora dice que tiene tantos tanques de agua contaminada en el predio que ya no puede más y quiere verter el agua en el mar. Otra forma de almacenarla sería solidificarla, o por lo menos almacenarla en otro sitio y esperar más tiempo. El radionucleido más significativo es el tritio, con una vida media de más de diez años, o sea que se puede guardar, por ejemplo, treinta o cincuenta años, hasta que la radiación disminuya.

― ¿Hasta cuándo se va a seguir contaminando el agua de Fukushima?

― Algunos técnicos dicen que hay formas de enfriarlo con aire en vez de agua (N. del E.: se refiere al combustible nuclear fundido), pero yo no sé cuál es mejor. Tepco sigue enfriando con agua, supongo que es más seguro. El calor de Fukushima no desaparecerá hasta dentro de muchos años, y todos estos años estará contaminando el agua de enfriamiento.

― ¿Por qué las autoridades japonesas modificaron el límite anual de dosis a las personas del público, de 1 milisievert a 20 milisievert?

― Eso lo hicieron al principio del accidente, para reducir las indemnizaciones a la gente. La energía nuclear es un negocio privado, pero muy subvencionado por el gobierno. Entonces, el gobierno presta a Tepco mucho dinero para las indemnizaciones. Con un límite de dosis de 1 milisievert, el gobierno y Tepco deberían pagar muchísimo, muchísimo dinero, a muchísima, muchísima gente, porque hay muchos sitios contaminados. Después del accidente, el gobierno declaró el estado de emergencia, de catástrofe nuclear, en el que Japón permanece todo el tiempo, incluso mientras se celebró la Olimpíada, y así pueden seguir manejando la Ley. En todo Japón sigue siendo 1 milisievert, igual que en el resto del mundo, pero bajo este estado de emergencia, en la zona devastada pueden poner temporalmente 20 milisievert al año. Entonces, el gobierno dice que la gente puede volver a los pueblos y ciudades que fueron evacuados. También construyeron escuelas y muchas cosas para que la gente quiera volver a vivir allí, pero muchos decidieron no regresar.

― ¿Qué opinas del papel que desempeñan los organismos internacionales, el OIEA y el UNSCEAR, en el accidente de Fukushima?

― El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) es una organización destinada a promover la energía nuclear. El Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR) confeccionó un informe en el que sostiene que la radiactividad emitida durante el accidente de Fukushima no puede causar cáncer en las personas, sobre todo el cáncer de tiroides en los niños, como en Chernóbil. En 2022, UNSCEAR informó esto, pero basado en informes que recibió del gobierno japonés y Tepco, que suponen que la radiactividad emitida durante el accidente es setenta veces menos que la que se ha fugado. La radiactividad no se ve, Tepco tiene que medirla y hacer cálculos.

Por ejemplo, en Fukushima el cáncer de tiroides tiende a desarrollarse en niños, jóvenes, adultos y ancianos. Y el número de niños con cáncer de tiroides es mayor de lo esperado, pero el UNSCEAR dice que en Fukushima no se van a producir casos de cáncer de tiroides debido a la radiactividad emitida, entonces, si hay muchos casos de cáncer de tiroides tienen que ser por otra razón. Y con esto, los pro nucleares de Japón dicen que el aumento del cáncer de tiroides entre los niños de Fukushima no tiene nada que ver con el accidente, sino con alguna otra causa, puede ser porque se hicieron testeos que descubrieron muchos más casos de los que normalmente se descubren. Entonces, las organizaciones internacionales son bastante pro nucleares, intentan que la gente no se dé cuenta de la importancia del accidente.

― ¿La gente le cree al gobierno y a Tepco?

― Ellos siempre intentan decir que no pasa nada, que la radiactividad existe en la naturaleza, que no es tan mala como la gente piensa. Por su historia, los japoneses le temen a la radiactividad, desde Hiroshima y Nagasaki, y también desde las pruebas nucleares en el Pacífico. Después del accidente, tanto el gobierno como Tepco intentaron recoger los radionucleidos…

― Fukushima es un área boscosa

― Los bosques se dejaron de lado. En las ciudades, en los pueblos ―Japón está muy densamente poblado―, donde vive la gente ellos quitaron una capa de tierra. Antes en Japón la tierra con 100 bequerelios por kilogramo (Bq/kg) no se podía reciclar, ahora ellos decidieron que con hasta 6.000 Bq/Kg la tierra se puede reciclar para hacer cemento, para hacer ladrillos, para la construcción, se puede poner tierra normal encima y ya no hay tanta radiactividad. El accidente liberó tanta radiactividad, que para el gobierno y Tepco es hora de compartirla, la que está en la tierra con los japoneses, y la que está en el agua con todo el mundo.

― El gobierno japonés desplegó una estrategia de normalización del accidente nuclear basada en la propaganda. Un caso curioso es el personaje animado “Pequeño Señor Tritio” que debía ayudar a conseguir la licencia social para el vertido de agua contaminada en el mar.

― Eso es lo que hacen, ellos intentan educar a la gente diciendo que el agua tritiada es casi como el agua normal, que si bebes agua tritiada no pasa nada porque luego se excreta. El dibujo del señor tritio, o tritio kun, es como una manera que tienen ellos de decir que la radiactividad no es una cosa tan mala, que es una cosa que está en la naturaleza.

― ¿Cuándo y por qué decidiste ser una activista antinuclear?

― Vivo aquí en Barcelona hace ya treinta años, cuando ocurrió el accidente de Fukushima, una amiga muy cercana, que vivía a unos treinta kilómetros de la central nuclear, tuvo que escaparse de ahí sin nada, con la gasolina que tenía, que se gastó, o sea, no podía llegar muy lejos, había perdido contacto con su madre. Yo, del otro lado del mundo, intentaba buscar a su madre, llamaba al sitio de refugio tal y preguntaba por su madre, y también le explicaba a ella lo que estaba pasando, porque mi amiga no tenía manera de informarse. Entonces, yo tenía que estudiar las centrales nucleares, la energía nuclear. Tengo dos hijos y llegué a la conclusión de que la energía nuclear no puede existir por el futuro de nuestros hijos. Hay otras alternativas, otras tecnologías para crear energía. La energía nuclear, desde las minas de uranio hasta el combustible usado, desde el principio al fin del ciclo del combustible nuclear, deja problemas sin solución, entonces es mejor pararla ya. Desde entonces colaboré con el movimiento antinuclear en España.

Seiko Nishikawa pertenece a “Sí renovables, nuclear no”. En el Foro Social Mundial Antinuclear de Madrid 2019 realizó la presentación “El accidente de Fukushima continúa”.

Tomado de tramas.ar

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