Jorge Giordani*: Refundición socialista venezolana, más allá de una esperanza sembrada

Refundición socialista venezolana,

más allá de una esperanza sembrada

Jorge A. Giordani C.

Noviembre 2022

 

El caos bajo la capa del cielo.

 

Florezcan cien flores

y compitan cien ideas.

 

La necesidad puede proporcionar

el impulso para la estrategia

pero no define automáticamente

los medios.

 

 

Realizar un balance de un período de pocas décadas en la vida de un país como Venezuela, que se abrió al mundo el 4 de febrero de 1992, con una rebelión militar derrotada, y que se cerró a finales de diciembre del año 2012, producto de un gobierno que supo ganarse la confianza mayoritaria de la población; requiere dicho balance, un esfuerzo de síntesis, que no puede dejar de lado la subjetividad de quien intente realizarlo.

En nuestro caso particular, tuvimos una experiencia de acompañamiento de un proyecto que con el pasar del tiempo unió voluntades dentro y fuera de nuestras fronteras.

Aceptar responsabilidades, resulta una tarea necesaria y obligada, que debe ser asumida de manera individual y colectiva, por quienes acompañamos el liderazgo del Comandante Hugo Chávez, en ese período de gobierno.

Múltiples publicaciones son del dominio público, como de hecho debe ser la rendición de cuentas y las orientaciones que en parte generaron un proceso de asimilación de conciencias y participación popular, que no puede desaparecer con los hechos, y con la forma de desgobierno, óigase bien, que lamentablemente ha venido operando en Venezuela a partir de abril del año 2013, calificado desde ya, es nuestra convicción, por sus resultados insatisfactorios, como algo inédito en la historia republicana de Venezuela, posiblemente desde 1830, en una fase que calificamos como de una involución histórica, que debe concluirse lo más pronto posible, a menos que se siga poniendo en peligro el desmembramiento de la Nación venezolana.

Del 4 de febrero de 1992 hasta diciembre de 1998, se dio un proceso de renacimiento de esperanzas ya frustradas por tanto tiempo atrás, en el alma del pueblo venezolano, con acumulación de deudas más allá de lo material en sus necesidades insatisfechas, como seres humanos que luchaban por alcanzar una suerte de Segunda Independencia Nacional, atravesada por guerras intestinas a lo largo y ancho del Siglo XIX, que fueron profundamente adormecidas durante el Siglo XX, por la presencia de un sistema de explotación, de enclave petrolera, que terminó por generar una cultura del rentismo, con una penetración social, tal vez, hasta llegar a incrustarse en el ADN del venezolano.

La compuerta abierta a una participación directa y protagónica de amplios sectores populares, fue posible, en parte, bajo una direccionalidad política de gobierno donde pudiese cancelar gran parte de una deuda histórica, cuestión que a nuestro aviso, fue posible al distribuir una renta, medio de producción no producido, captado del exterior, en cerca de dos terceras partes del total, para satisfacer necesidades y aspiraciones humanas de la mayoría, en programas, proyectos, medidas y recursos, que cualquier análisis que quiera comprobarlo objetivamente, puede demostrarlo como cierto.

Ese fue un mérito del gobierno desde febrero de 1999 hasta diciembre del año 2012. Distribución rentista sustentada en una legitimidad gubernamental durante poco más de una década, ante fenómenos contrapuestos de la reacción política interna y externa, Golpes de Estado, sabotaje petrolero, por parte de quienes pretendían volver a épocas superadas en Venezuela.

La convocatoria a un genuino proceso constituyente y la aprobación de la ya tan violada Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), que a esta altura, del hoy y aquí, retoma su valor como punto de partida para el próximo futuro del país, de ella, como Estado social de derecho, se diseñó una referencia que llegó para quedarse, como un hito político jurídico de lo que vendrá en la Venezuela en lo que resta de este Siglo XXI.

Se dio con la llegada del nuevo gobierno un impulso a la participación popular, que ha quedado y esperamos que no sea solo un sentimiento, que se requiere activar por parte de los nuevos liderazgos que deberán emprender una salida al laberinto en que nos encontramos, al plantear el devenir de un modelo de desarrollo nacional autónomo, de tipo intermedio, dadas las características de nuestro territorio, población, e historia, y donde el modelo de acumulación, será necesariamente postrentista por el colapso de ese medio externo, la renta petrolera, que llegó para quedarse, pésele a quien le pese, más allá de las fantasías de explotación de una riqueza en el subsuelo, que esperamos quedará para las próximas generaciones y que requiere de un cálculo económico productivo ajustado a lo que será su uso en los próximos años, de una manera racional, con respeto a las leyes de la naturaleza, y el ya conocido y explicitado fenómeno del cambio climático y el calentamiento global como amenazas para la entera humanidad.

Si fue posible distribuir la renta en el período 1999-2012, asignando una proporción importante de ella, para la satisfacción de las necesidades acumuladas históricamente del pueblo trabajador; ahora y en lo adelante, el desafío será más difícil de resolver, en ese futuro postrentista que nos espera, donde se deberán hacer nuevos tipos de balances, para comprender la sociedad venezolana en su futuro mediato y de más largo plazo, al unísono que se plantee una estrategia revolucionaria capaz de enrumbar al país a una transición socialista.

Sin poder entrar en los detalles, en este escrito, lo que ha sido la experiencia de lo ocurrido en este país a partir del inicio del año 2013, me permito sugerir la revisión de otras de mis publicaciones recientes, sobre dicho tema.[1]

Lo que me interesa resaltar, por ahora, para poder comprender lo que será el futuro de Venezuela en las próximas décadas del presente siglo, es la consideración de tres dimensiones fundamentales, concurrentes y complementarias.

La primera de ellas, relativa a la crisis estructural del metabolismo de la lógica del capital, que afecta a la totalidad de los casi ocho mil millones de seres humanos que todavía existimos y existirán esperamos, sobre el planeta Tierra. Crisis que no podrá resolver cuatro contradicciones básicas: entre el capital global y la presencia de los Estados nacionales, el desarrollo concentrado y expansivo de la lógica del capital y la naturaleza, el problema de la igualdad sustantiva, y finalmente, la existencia del desempleo crónico.

La segunda dimensión esencial, específicamente ya para el caso venezolano, es la llegada del fenómeno, que también vino para quedarse, del colapso rentístico, lo que implica una lucha no solamente en el plano productivo y del modelo de acumulación con los ingentes recursos que ha generado, pero desde ahora en adelante, con la ausencia notoria de ese provento proveniente del exterior, cuya permanencia en el tiempo si bien no se interrumpe a nivel de cero, su merma, sin embargo, requiere necesariamente repensar el modelo de manera radical, asumiendo otras fuentes de recursos que permitan alcanzar una transición que supere las barreras impuestas por la geopolítica mundial, la lucha entre poderes imperiales, transnacionales, resultado de la crisis estructural de la lógica del metabolismo del capital, cuestión que afecta no solamente al modelo de acumulación, sino igualmente al modelo de desarrollo que sea propuesto de aquí en adelante para Venezuela.

La tercera dimensión, propia del país, pero no dejando de lado el impacto que tiene fuera de nuestras fronteras, y particularmente en el ámbito latinoamericano y caribeño, es la profundización de la crisis de hegemonía, la evidente y notoria ingobernabilidad reinante, que se agudiza con el pasar del tiempo, como una tendencia que requiere ser superada como condición necesaria, imprescindible, inmediata, cómo salir del laberinto en que nos encontramos, en el medio de un proceso profundo, como ya lo mencionamos, de involución histórica, ante lo cual se plantea la conformación de un nuevo bloque social hegemónico al actual, ligado a los intereses de los sectores populares y medianos productores del campo y la ciudad.

Tres dimensiones complementarias que continúan interactuando si se quiere retomar la senda de la esperanza, de esa que se cultivó en el período de gobierno 1999-2012, la de una realista y positiva inserción en el mapa geopolítico mundial donde el país reclame la necesidad de luchar por la paz mundial y el respeto a las leyes de la naturaleza; la superación del colapso rentístico a partir de un diseño del modelo de desarrollo y de acumulación postrentista, y la otra condición necesaria, imprescindible, la superación de la actual crisis de hegemonía a partir de la constitución de un nuevo bloque hegemónico popular revolucionario.

Suerte esta que requiere la refundición de la sociedad venezolana, donde el liderazgo de lo que fue la inmolación del Comandante Chávez, en octubre del año 2012, permanezca en el tiempo con otros liderazgos que orienten y definan un futuro de renovadas esperanzas, aún latentes en lo profundo del alma popular venezolana.

Bajo esta apretada síntesis del marco teórico, que asumimos en nuestra interpretación de lo que fue la realidad venezolana a partir de 1998, del triunfo electoral del Comandante Hugo Chávez, y su período de gobierno que termina en realidad con otro triunfo electoral en octubre del año 2012, pero que no pudo ni siquiera empezar a ejercerlo legítimamente, dado el empeoramiento de su delicada salud, y el lamentable fallecimiento 5 de marzo del año 2013.

A continuación tratamos de enumerar con pocas palabras lo que consideramos logros indudables de su gestión y de su indiscutible liderazgo.

  1. El proponer un proceso constituyente en su programa de gobierno a partir de febrero de 1999, que condujo a la elección de una Asamblea Constituyente que debatió a lo largo y ancho del país, sus elementos constitutivos, proceso de extensa participación que culminó con la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) el 15 de diciembre de ese año 1999.
  1. El expandir en la política exterior el mapa estratégico mundial, en medio de lo que calificamos como una crisis estructural de la lógica del metabolismo del capital, al establecer un conjunto de alianzas que respetaron la autodeterminación del pueblo venezolano, no solamente con países del continente Latinoamericano y Caribeño, sino a nivel mundial con las grandes potencias aliadas asociadas a una política de paz a nivel mundial. A partir de dicho Mapa estratégico, se diseñaron una serie de políticas específicas de colaboración con nuevas instituciones que fueron creadas donde el aporte y la decisión del gobierno tuvo un papel resonante.[2]
  1. El ser capaz de resistir la contraofensiva, parte de quienes pretendían volver a la antigua experiencia que se generó en el periodo de la Cuarta República (1958-1998), apoyada por élites tecnocráticas, incrustadas en PDVSA y en el Ejecutivo Nacional, teniendo como aliados organizaciones empresariales, con apoyo de un grupo de oficiales de la Fuerza Armada, los sindicatos tradicionales de Acción Democrática y COPEI, hegemonía bipolar partidista esta del Pacto de Punto Fijo, y sectores de la cúpula religiosa abiertamente declarados conspiradores del Golpe de Estado de abril de 2002 y del sucesivo sabotaje petrolero hasta principios del año siguiente, el 2003, ello sin nombrar las acciones intervencionistas del gobierno norteamericano de ese momento.
  1. La modificación por vía de Decretos y Leyes Habilitantes ya en correspondencia con la CRBV, para tratar de agilizar decisiones por parte del Ejecutivo Nacional del nuevo gobierno. Se realizaron varias Leyes Habilitantes con la participación de la nueva Asamblea Nacional elegida.
  1. Distribución más equitativa de los recursos para el desarrollo de las entidades regionales, estadales, municipales y locales a nivel nacional.
  1.  Inicio de un proceso de apertura que desde una concepción nacionalista, autónoma, independiente, la República se orientara a una transición pacífica de carácter socialista, cuestión que posiblemente iba a requerir cambios jurídico políticos diferentes al contenido de una CRBV, declarada como un Estado social de derecho. El propio Presidente Chávez, liderizaba ese posible proceso, truncado por lo ocurrido en su deteriorada salud.
  1. Legitimación político jurídica permanente a través de los preceptos constitucionales en elecciones libres, abiertas, que le dieron triunfos sucesivos hasta el último logrado a finales del año 2012, en una campaña donde, a nuestro aviso, se inmoló en medio de un torrencial aguacero. De hecho, no pudo comenzar a ejercer el próximo período presidencial 2013-2019.
  1. Reestructuración de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), como cuerpo armado orientado a una política de estrecha alianza estratégica con el pueblo venezolano, inspirada en las luchas independentistas de nuestros héroes nacionales.
  1. Conformación de equipos de gobierno que cambiaban su composición y organización del Aparato Administrativo del Estado, de acuerdo a los planteamientos de cada período constitucional, y las circunstancias del desarrollo nacional y el contexto internacional.
  1. Ejercicio de una comunicación diáfana, transparente con el pueblo, dirigida por el propio Presidente y por los miembros de su gobierno, tal de ofrecer dentro de las circunstancias favorables o desfavorables una información de primera mano, a través de programas de larga duración, en los diferentes medios de comunicación públicos y privados.
  1. Respeto a la institucionalidad generada por la CRBV en el uso de los diferentes poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial, el Electoral y el Poder Moral.
  1. Elaboración de programas de gobierno, ante cada proceso electoral de renovación de autoridades, y de la conformación de los sucesivos planes de desarrollo.[3] La planificación considerada como un aspecto importante de la elaboración, seguimiento, control de los planes y programas puede ser revisada en un libro del autor del presente trabajo, lo que nos ahorra extendernos sobre el tema.[4]
  1. La iniciativa para la conformación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).[5]
  1. Propuesta inicial, a nivel embrional, por parte del Presidente Chávez, de la conformación de un Sistema Comunal en Venezuela.
  1. Control relativo de la expansión del aparato administrativo del Estado venezolano, manteniendo por un lado, una carrera técnica, y por el otro, el respeto a las contrataciones colectivas en el sector público y el sector privado, atento a las variaciones de la calidad de vida de los funcionarios, con especial atención al fenómeno de la corrupción, de la ética de las organizaciones del Estado.

Al tratar de observar el otro lado de la moneda, para nosotros, en términos conceptuales de desencuentros más que de fallas o errores cometidos durante el período de gobierno, desde nuestra lectura se asoman los siguientes comentarios:

  1. La crisis originada por el Golpe de Estado y el Sabotaje petrolero, que en abril luego de la detención del Presidente, y la reacción del pueblo y de parte de las FANB, permitió el regreso en cuestión de pocas horas, en ese momento considero que en vez de profundizar el proceso revolucionario y tomar una radicalización del mismo, se optó por buscar nuevos consensos que a la larga dieron nuevo respiro a la oposición política que había quedado derrotada. Error grave que luego ha dado nuevas oportunidades a los sectores dominantes junto a sus aliados externos, para seguir manteniendo a jaque las posibilidades de un desarrollo en la transición que se buscó años después. Quedo abierta desde ese momento, aquella reflexión de que ¨Revolución que no se profundiza constantemente es revolución que regresa¨.
  1. Con la llegada del impacto de la crisis mundial financiera en el año 2007-2008, se asumió una direccionalidad de la política económica totalmente equivocada, cuando se observaba un proceso recesivo, en vez de aplicar una política expansiva se hizo exactamente lo contrario, cuestión que luego hizo más difícil la recuperación posterior en los años siguientes hasta el año 2012.
  1. Luego del triunfo electoral del Presidente Chávez en las elecciones del año 2012, su enfermedad mostró signos de nuevo preocupantes, que lo mantuvo alejado de las actividades del Estado, en ese período desde que fue hecho público el agravamiento, surgieron fuerzas que pretendieron cercarlo y realizar una operación de aislamiento del resto de la dirección ejecutiva del gobierno, hasta llegar a la situación que se dio en un anuncio público, el 8 de diciembre del 2012, donde solicitó al país que de agravarse su salud, pedía se le diera apoyo a determinada persona. A tal efecto, he dejado constancia en mis escritos anteriores a este trabajo, donde manifieste mi posición en relación a la grave y errada decisión tomada por el Presidente Chávez.[6]
  1. La extrema generosidad, empeño personal, ansiedad del propio Presidente Chávez en ver resueltos problemas seculares de la sociedad venezolana, como la cancelación de la histórica e impagable deuda social acumulada desde posiblemente 1830 o antes y siendo el Presidente profundo conocedor de la historia Patria, lo impulsaron a querer resolver problemas que no podían tener una solución inmediata. La dinámica política es muy diferente a la económica, y más aún a los problemas culturales de una población influenciada por un fenómeno complejo como la ¨cultura rentística¨, que debe ser estudiada por especialistas del área social, porque ha inducido a sectores de la población a obtener beneficios provenientes de ese provento que nadie produce, pero que se capta del exterior, Desde nuestro particular punto de vista, se deben reconocer estudios realizados por venezolanos de diferentes corrientes políticas, ideológicas, partidistas. Cuestión muy diferente a una justa distribución de los recursos del país, es la atención que merecen los ciudadanos y familias, en términos de satisfacer sus necesidades más perentorias. En tal dirección, los planteamientos que siempre he sostenido de una administración severa, honesta, de los recursos públicos, que sean asignados a las prioridades que fije la Nación de acuerdo a los recursos generados por otras fuentes de financiamiento fuera del provento petrolero, lo cual conduce a una profunda reforma tributaria, donde se recaben recursos de quienes más posibilidades tienen. Tema fiscal que debe analizarse en profundidad más ahora que ya se puede declarar como de un colapso rentístico, que llegó para quedarse.
  1.  La distribución del ingreso y la riqueza de acuerdo a la renta de los hidrocarburos tenía como límite el propio colapso, lo cual requirió cambios estructurales tanto en el modelo de desarrollo, como en el de acumulación, como problema hoy nunca más que vigente, al no existir la voluntad política, ni el poder de un bloque hegemónico que lo sustente.

Otro punto de esta presentación se refiere a los logros económicos obtenidos en el período 1999-2012.

  1. Pago de la deuda social acumulada posiblemente desde 1830, a partir de una distribución de la renta de ese período, de un total estimado en un billón aproximado de dólares,[7] dos terceras partes de la misma se destinaron a satisfacer la necesidades de los trabajadores, a través de los presupuestos de la Nación, y de fondos especiales provenientes de dicha renta petrolera, que tuvieron como destino además las diferentes ¨Misiones socioeconómicas¨, con el objeto de mejorar las condiciones de vida, la mejoría en la distribución del ingreso y de la repartición de la riqueza creada proveniente de dicha renta.
  1. El haber mantenido una política de independencia en relación a instituciones multinacionales, FMI, BM, entre otras, con la pretensión de imponer políticas y medidas de neta corte neoliberal, a expensas de la calidad de vida de la mayoría de la población.
  1. Orientar la integración de procesos de cooperación a nivel latinoamericano y caribeño, y también a nivel mundial.
  1. La utilización de recursos extraordinarios para alimentar Fondos dirigidos a la inversión productiva, tales como el FONDEN, en sectores como la electricidad, la infraestructura, la producción mismo, además de los recursos generados en el sector petrolero para fines propios de dicha industria.
  1. Como una expresión estructural del colapso rentístico, en la economía venezolana, a partir de la década del ochenta del Siglo XX, la inversión real en relación al producto interno bruto no ha superado el 30%, manteniendo ese nivel en la primera década del Siglo XXI, por el aumento de la inversión pública, dado que la privada no pasó de los niveles de reposición, cercana a un diez por ciento.
  1. El proceso de nacionalización de las empresas básicas en Guayana, las telecomunicaciones, y parte del sector bancario, para el cual se tomaron igualmente decisiones en el campo regulatorio.
  1. Sostenimiento de una política de endeudamiento razonable nacional e internacionalmente, disminuyendo a la mitad las proporciones de la deuda en relación al PIB respecto a la media del período 1958-1998.
  1. El haber dedicado cerca de los dos tercios de los ingresos a la inversión social.
  1. Mantenimiento de un nivel de Reservas Internacionales adecuadas a los requerimientos de las necesidades del país.
  1. Crecimiento de la economía nacional en tasas por períodos de acuerdo a las contingencias del inicio del gobierno, en una primera etapa de despegue económico, una segunda posterior a la superación del Golpe de Estado de abril del 2002 y el sabotaje petrolero, tasas promedio elevadas, hasta la llegada del impacto de la crisis financiera en el 2008, con una nueva fase de innegable despliegue hasta el final del año 2012.
  1. El mantenimiento de una política antiinflacionaria moderada durante todo el período, prestando atención especial a la calidad de vida de las familias.
  1. Atención especial durante todo el período de gobierno a la política de empleo, logrando tasas inferiores al rango medio.
  1. Como una expresión de la orientación de la política económica en términos del mejoramiento de la calidad de vida del venezolano, expresado en el cumplimiento de las llamadas Metas del Milenio, teniéndose como una muestra ilustrativa el Indice de Desarrollo Humano (IDH), que para finales de la década se ubicó dentro del rango alto mayor del 0,8, y también el Indice de Gini por debajo del 0,40.

Ante la constante y severa pregunta que se formulaba el Presidente Chávez, una vez que declaró la necesidad de orientar el desarrollo del país ¨Hacia una transición al Socialismo¨, y lo que era la realidad de Venezuela, las contradicciones comenzaron a emerger no solo en la lucha social y política a nivel nacional, sino también al plantearse la necesidad de cambios profundos, radicales, ilustrados en aquella reunión del Consejo de Ministros, de hace ya una década, bautizada como Golpe de Timón¨ (Primer Consejo de Ministros del nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana), 20 de octubre del año 2012. ¿Testamento político del Comandante Chávez?, esperando aún por respuestas, habiendo pasado por una década perdida, en retroceso, calificado por uno como de Involución histórica, que ojalá en este encuentro produzca ideas, propuestas, análisis, balances, abriendo caminos para la Venezuela postrentista del ya iniciado Siglo XXI.

A lo largo de este trabajo, hemos centrado atención en solo una parte del problema de la planificación, el de la direccionalidad, dejando para otros análisis, el de la viabilidad, del cálculo, no solo económico, social, cultural, sino también del poder político, todo ello, dentro de la tarea de una planificación entendida, como praxis transustanciadora, aquella que,

…¨…Busca la transformación de la naturaleza mediante el trabajo y la transformación de la sociedad mediante la acción de los seres humanos; del cambio de la forma pasamos al nivel cualitativo de la sustancia al tratar de superar obstáculos como son: la propiedad privada, el dinero y el Estado, propios del metabolismo de la lógica del capital, por otro metabolismo el trabajo, para alcanzar su hegemonía plena, esto es, el socialismo. La planificación entendida como praxis transustanciadora nace de la necesidad de vincular praxis y revolución, lo productivo con lo social, la naturaleza y el ser humano, como elementos ambos intrínsecamente relacionados, dialécticamente imbricados al considerar la razón y la acción del ser humano en una unidad que deje de lado la separación entre el momento especulativo como contemplación, que nos viene de los griegos, a la valorización del producto y su productor proveniente de la experiencia renacentista, que en Marx y Engels, después de pasar por Hegel y Feuerbach, termina como los señala Adolfo Sánchez Vázquez, en dos formas inseparables de la praxis social total, la practica productiva y la práctica revolucionaria…¨…[8]

¿Es que acaso no debe considerarse la planificación como una función a través de la cual los seres humanos pueden conocer la realidad, decidir sobre ella y crear y conformar, su presente y su futuro?

Cómo en una ocasión escribía Ernesto ¨Ché¨ Guevara, que la planificación debía calificarse como la primera posibilidad humana de regir las fuerzas económicas.

Cuestión esta que debe ser analizada seriamente, tanto teóricamente como en la práctica al luchar por una posible transición al socialismo en la realidad de Venezuela.

¿O es qué debemos seguir aclamando el Dios mercado, a la Ley del valor, como el máximo regulador de la actividad socioeconómica en este Siglo XXI, para beneficio de la lógica del metabolismo del capital?

Aunque sin embargo, ni la crisis estructural de la lógica del metabolismo del capital, ni el colapso rentístico, ni la crisis de hegemonía, permiten por si solas, o en su conjunto predecir el futuro de una transición socialista para Venezuela en lo que resta del Siglo XXI. No obstante ello, la lucha de clases, su evolución y perspectivas seguirán como causa permanente de la creación de esa posibilidad, en un tiempo histórico que no se cierra sino que continua como enigma y reforzamiento de esa esperanza ya sembrada, difícil de ser erradicada en este pueblo impertérrito y glorioso.

Consideramos que este coloquio, a puerta cerrada, debe abrirse a un debate nacional, que impulse la elaboración en el terreno teórico pero igualmente en la necesidad práctica, de que Venezuela abra al futuro la posibilidad de transitar en una vía al socialismo, ligada a la idiosincrasia del pueblo bolivariano, a las conquistas históricas de la Independencia de hace ya dos siglos, y sobre todo, en relación con otras experiencias en el ámbito latinoamericano y caribeño, respetando diferencias nacionales, pero embriagadas de ese espíritu internacional solidario, que siempre ha prevalecido en quienes han tratado de construir vías diferentes en otras partes del mundo, para alcanzar una sociedad basada en la lógica del trabajo, en pocas palabras, el socialismo.

Como se mencionó en otro lugar y otro tiempo, que también atañe a nuestra propia existencia,

…¨…El debate entre revolucionarios era (¨y sigue siendo, para nosotros hoy y aquí en la Venezuela actual¨), -y es siempre- un ejercicio indispensable para la vida del socialismo, porque la nueva sociedad hay que crearla, exige invenciones, intuiciones, y una combinación rara de rigor y audacia, de principios y herejía, de fidelidad ye ejercicio del criterio propio…¨…[9]

Y para cerrar este breve ensayo, sobre la esperanza sembrada en Venezuela, vale la pena recordar una expresión del pequeño Gran Gigante de Ales, Antonio Gramsci, cuando afirmaba que,

…¨…Alla legge naturale, al fatale andare delle cose degli pseudoscienziati é stata sostituita: la volontá tenace dell´uomo. Il socialismo non é morto, perché non sono morti per esso gli uomini di buona volontá…¨…[10]¨

________________________________________

[1] Jorge A. Giordani C. Lucha de clases y la transición al socialismo en Venezuela. Volumen Uno. (www.lulu.com. 2020); Jorge A. Giordani C. Venezuela. Tragicomedia de una Involución Revolucionaria. Volumen Dos. (www.lulu.com. 2020); Jorge A. Giordani C. Los Cuatro Ases de la Baraja (Caudillismo petrolero en Venezuela. 1900-2012). Volumen Tres. (www.lulu.com2021); Jorge A. Giordani C. Refundición de la Transición en Venezuela, (Del nacionalismo al socialismo bolivariano). Volumen Cuatro. (www.lulu.com. 2021); Jorge A. Giordani C. Del Colapso Rentístico a la Crisis de Hegemonía. (Hacia una transición socialista bolivariana. (www.lulu.com. 2017); Jorge A. Giordani C. Cruce de Aguas. (www.lulu.com. 2018); Jorge A. Giordani C. Venezuela, sueños y realidades. Testimonio. (www.lulu.com. 2019).

[2]Ver gráficos e ilustraciones del ¨Mapa Estratégico Internacional¨, la secuencia de su elaboración, en Jorge A. Giordani C. Encuentros y Desencuentros en una Construcción Bolivariana. (Caracas. Vadell Hermanos Editores. 2014). pp 313-334.

[3]Véase la secuencia de: Agenda Alternativa Bolivariana (julio 1996); La propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela. Una Revolución DemocráticaLa Propuesta de Hugo Chávez para continuar la Revolución (Equilibrios 2001-2007); Líneas Generales del Plan de la Nación. (Directrices 2007-2013); Proyecto Nacional ¨Simón Bolívar¨ (2007-2013); Plan Nacional ¨Simón Bolívar¨. Primer Plan de la Nación. Desarrollo Económico y Social de la Nación. Areas Estratégicas del Gobierno Bolivariano. (2013-2019). Una discriminación de las Metas y Proyectos de ese último Plan pueden verse en Jorge A. Giordani C. Encuentros y Desencuentros en una Construcción Bolivariana. Ibidem. pp. 327-364.

[4]Jorge A. Giordani C. De la Planificación imposible a la Improvisación permanente. (Retos y desafíos de la Planificación Bolivariana). (www.lulu.com. 2017).

[5]Para conocer el análisis acerca del proceso de ¨Transición al Socialismo¨, como una contribución específica del autor de este trabajo, puede consultarse: Jorge A. Giordani C. La transición venezolana al socialismo. (Caracas. Vadell Hermanos Editores. 2009).

[6]Véase la Parte Uno del libro Jorge A. Giordani C. Encuentros y Desencuentros en una Construcción Bolivariana. Op. Cit. pp. 25-113. En particular el contenido de la Parte Dos ¨Testimonio y responsabilidad ante la historia¨. pp. 81-113. Igualmente puede revisarse el artículo de mi autoría ¨Maldición e inmolación de Chávez¨. (https://m.aporrea.org/actualidad/a266943.htmi), del 27/07/2018.

[7]Cifra que requiere de un cálculo acucioso y de lo que se trata es de mostrar una cierta proporción entre la que fue dedicada a la fuerza laboral, y la otra captada por los representantes de la lógica del capital.

[8]Jorge A. Giordani C. De la Planificación imposible a la Improvisación permanente. (Retos y desafíos de la Planificación Bolivariana). (www.lulu.com. 2017).

[9] Fernando Martínez Heredia. ¨Prefacio. El Che y el Gran Debate sobre la Economía en Cuba¨. En Ernesto Ché Guevara. El Gran Debate sobre la Economía en Cuba. (Melbourne. Ocean Press. 2006). p. 3. Entre paréntesis y comillas se agrego un comentario del autor de este trabajo.

[10]Antonio Gramsci. Odio gli indifferenti. (Milano. Chiarelettere. 2011). p. 23.

 

*Jorge Giordani: Ex-ministro de Planificación. Ingeniero electrónico, profesor y político de origen español e italiano, nacido en República Dominicana y nacionalizado venezolano. Fue ministro del Poder Popular para la Planificación del gobierno venezolano hasta el 17 de junio de 2014.

 

Tomado de Aporrea.org

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