Brasil: Algunas notas sobre las recientes elecciones

*
5 OCTUBRE 2022

)Lula obtuvo una ventaja de 6,2 millones de votos y 5,2% de los votos válidos, alcanzando 48,4% x 43,2% de Jair Su derrota en la segunda vuelta es altamente improbable, no solo por la distancia y el alto nivel de rechazo de Jair Bolsonaro, sino también porque Simone Tebet, en 3º lugar, con el 4,1%, prácticamente declaró su apoyo a él en la segunda vuelta. Sectores del PT atacan Ciro Gomes, que obtuvo el 3%, por no haber retirado su candidatura en favor de Lula, pero no se fijan en el hecho de que la abstención del 20,95% en la primera vuelta solo es inferior a la de las elecciones presidenciales de 1998, poseyendo un diferencial positivo del 1,6% de electores en relación a 2014, del 2,8% en relación a 2010, del 3% en relación a 2006 y del 4,2% en relación a 2002. Así la tendencia indica que Lula no consiguió revertir el desaliento creciente de sectores significativos de la población en relación a la política electoral y al discurso “petista”;

2) Las elecciones parlamentarias registraron un gran avance de la derecha fascista, que obtuvo aproximadamente el 30% de Senado y 25% de la Cámara de los Diputados. La razón para el buen desempeño del fascismo es que Bolsonaro ideologizó la campañas de las legislativas y Lula no lo hizo a causa de su alianza estratégica con el liberalismo y las fuerzas regionales, restringiendo su capacidad de transferencia de votos. El resultado es que la ultraderecha consiguió posicionarse de forma estratégica en la institucionalidad estatal, constituyéndose en la principal fuerza de oposición y elevando el riesgo de obstrucción y golpe parlamentario en caso de caída significativa de popularidad de un futuro gobierno del PT;

3) Lula hizo una campaña centrada en su fuerza personal, preocupado en monopolizar el liderazgo de las izquierdas para negociar con la derecha, sin ser incomodado por críticas, hizo concesiones con el agronegocio, el capital financiero y el monopolio mediático. Su estrategia fue la de impulsar un bloque antifascista basado en la alianza con los sectores más internacionalistas y tradicionales del gran capital para aislar a Jair Bolsonaro y a la burguesia emergente, designados como eje fascista. La campaña asumió un nivel de desarrollo ideológico muy limitado y un tono cristiano, liberal y corporativo, vinculado con una estrategia que no fue la de construir un frente de izquierda; más bien, al revés, la de garantizar la hegemonía del PT en las izquierdas para viabilizar una frágil y superficial coalición antifascista con la aristocracia del liberalismo, la misma que lideró la ofensiva ideológica anticorrupción de la Operación Lava Jato, el golpe de Estado contra Dilma y el encarcelamiento de Lula. El tema central de la campaña electoral fue la disputa entre el amor y el perdón, de un lado, y el odio, del otro. La coalición incluyó además de a la aristocracia liberal, a fuerzas regionales oligárquicas y conservadoras, lo que incluyó evangélicos neopentecostales con fuertes sospechas de conexión con las milicias, como es el caso del gobernador del estado de Río de Janeiro, lo que implicó el vaciamiento de la candidatura de Marcelo Freixo, incentivado a dejar el PSOL y a lanzarse por el PSB al gobierno del Estado en nombre de la unidad de las izquierdas, en fórmula ligada con su alineamiento en la unidad de los partidos de izquierda fluminenses en torno a la candidatura de Lula. La ausencia de candidaturas de izquierda a la Presidencia de otros partidos con representación parlamentaria, como el PSOL, empobreció la calidad de los debates en la televisión, que fueron monopolizados por la agenda de la derecha fascista y liberal. Elogios excesivos al agronegocio y al neoliberalismo quedaron sin ninguna respuesta y Lula, preocupado con la sensibilidad de sus aliados, presentó un nuevo MST, reestructurado, que ya habría recibido tierras en cantidad suficiente para dedicarse a la producción cooperativa y abandonar la ocupación de tierras del latifundio improductivo;

4) La estrategia de alianza con la vieja burguesia tradicional desarrollista tiene varios problemas. Se trata de un segmento económicamente decadente que abandonó el proyecto de la industrialización por el de la financeirización, lo que se manifestó en su adhesión al Plan Collor, a las políticas del Consenso de Washington y la Enmienda Constitucional 95, que impuso el techo de gasto para limitar el crecimiento económico y mantener altos niveles de desempleo estructural. Esta trayectoria refuerza su hibridismo político en relación al fascismo estructural. Si hoy disputa el control del Estado con la extrema derecha, fue su madre al liderar el golpe de Estado de 2016. Ante su decadencia política, manifiesta en la casi desaparición de sus partidos tradicionales, de los cuales el PSDB es la principal referencia, no tuvo otra elección que hacer de Lula su candidato. Para eso rompió con Moro, los procuradores de la Lava Jato y le devolvió sus derechos políticos. Esta burguesia, sin embargo, difícilmente permitirá que Lula promueva un programa neodesarrollista más sustancial, pues sabe que el aumento del nivel de empleo podría implicar una nueva ofensiva de los movimientos sociales, como sucedió entre 2008-2013, abriendo espacio para una posible ofensiva de base popular contra la desigualdad en el país;

5) La decadencia de la aristocracia liberal brasileña implicó resultados frustrantes para el PT en su alianza electoral. Lula intentó, haciendo de Geraldo Alckimin su vicepresidente, garantizar que Fernando Haddad fuera gobernador de Sao Paulo y, en 2026, su probable sucesor. Sin embargo, la antigua base electoral del PSDB no acompañó su movimiento y volvió hacia la extrema derecha apoyando la candidatura de Tarcísio de Freitas, que obtuvo un 42% en la primera vuelta, contra los 35% de Haddad. Hay un riesgo muy alto de que Haddad no sea elegido y que Lula quede con su hipotético sucesor, otra vez, extremadamente fragilizado, principalmente si tenemos en cuenta que Jair Bolsonaro alcanzó el 47,7% de los votos válidos en São Paulo;

6) El abrigo político de la burguesia liberal es relativamente frágil, lo que se puso de manifiesto en su incapacidad para articular el impeachment de Jair Un gobierno Lula comprometido con el neoliberalismo podría alimentar la frustración social y crear un ambiente favorable para la ofensiva del fascismo, que sale de esta elección con un alto nivel de acumulación política, posiciones institucionales claves y una base social cada vez más articulada. Este escenario podría tener algunas semejanzas con el de Alemania de los años 1920, remitiendo a una social-democracia comprometida con la aristocracia liberal y el imperialismo extranjero, convalidando la subyugación del Estado nacional en pago de posiciones y ventajas estatales, lo que abrió el camino para acusaciones de elitismo y corrupción;

7) Sin embargo, el fascismo dependiente bolsonarista es ultraliberal y servil a Estados Unidos y busca ocultar estas concesiones nombrando a las izquierdas y a los movimientos sociales como el enemigo interno, a quienes acusa de corrupción. El combate a la corrupción se hace la cuestión central de su agenda y el odio y la violencia un método de exclusión de adversarios o competidores y de ascenso social a través del Estado o paralelamente a él. El compromiso de Lula con la agenda liberal lo hace vulnerable a esta ofensiva, pues le impide señalar que los grandes problemas del pueblo brasileño están fuera de la administración del aparato estatal, residiendo principalmente en la sociedad civil, que se apoya en el control del Estado para imponer desigualdades y opresiones. Ese compromiso político deja a Lula sin respuestas adecuadas a las críticas liberales y fascistas que se complementan;

8) Confrontar el fascismo exige atacarlo no solo en su superficie o en su vertiente más caricaturesca, sino también en sus profundas raíces sociales. El fascismo en Brasil tiene dimensiones estructurales. Están relacionadas tanto con la génesis y dinámica del capitalismo dependiente, basado en la superexplotación de los trabajadores, como con la posición geopolítica del país en Sudamérica. No es por otra razón que Brasil es el único país de la región sin justicia de transición, habiendo dejado impune el terrorismo de Estado del golpe militar del gran capital. El imperialismo estadunidense y los liberales preservan a los fascistas para acciones de emergencia contra la izquierda y no aceptan que Brasil pueda ser fuerte y soberano lo suficiente para avanzar en la integración latinoamericana y amenazar el protagonismo de Estados Unidos en el Cono Sur. Enfrentar este complejo articulado de poderes requiere contemplarlos más allá de sus contradicciones puntuales para no transformar movimientos tácticos en concesiones estratégicas que impliquen desmontar la ofensiva ideológica para hacer a los trabajadores conscientes de sus intereses, de la posición social en que se encuentran y de las luchas que deben trabar y del mundo que quieren construir, pues solo así dejarán de ser vulnerables a la ofensiva neofascista que tiene en las iglesias neopentecostales y en la teologia de la prosperidad uno de sus principales soportes.

Carlos Eduardo Martins es profesor asociado del @Instituto de Relaciones Internacionales y Defensa de la UFRJ y coordinador del Laboratorio de Estudios sobre Hegemonía y Contra-Hegemonía (LEHC/UFRJ). Miembro del consejo editorial de la revista semestral de la Boitempo, el Margen Izquierdo, es autor, entre otros, de Globalización, dependencia y neoliberalismo en Latinoamérica (2011), coorganizador de Latinoamérica y los desafíos de la globalización (2009) y uno de los coordinadores de la Latinoamericana: Enciclopedia contemporánea de Latinoamérica y del Caribe (Premio Jabuti de Libro del Año de No Ficción en 2007).

 

https://blogdaboitempo.com.br/2022/10/03/algumas-notas-sobre-as-eleicoes-brasileiras-de-2022/

 

Traducción: Xaquín Pastoriza

*Carlos Eduardo Martins: Doctor en Sociología por la Universidad de San Pablo (USP), profesor adjunto y jefe del departamento.

Fuente: Viento Sur

Visitas: 10

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email