“Aunque el otoño de la historia cubra nuestras tumbas con el aparente polvo del olvido, jamás
renunciaremos ni al más viejo de nuestros sueños”.
Miguel Hernández, en los muros de la cárcel de Alicante
“El liberalismo, como hábito de respetar el disentimiento de los otros ejercido en nuestra
contra, es cosa que no cabe en la cabeza de un liberal argentino. El disidente, es enemigo: la
disidencia de opinión, es guerra, hostilidad, que autoriza la represión y la muerte”.
Juan Bautista Alberdi, Escritos Póstumos, Tomo X.
El 3 de mayo el presidente de la Nación Argentina publicó un comunicado oficial referido a las
declaraciones públicas sobre Óscar Puente, ministro de Transporte de España. Su deporte
preferido es escribir en “X” y pelearse con otras naciones: Chile, Brasil, México, Colombia, China.
A la lista se agrega ahora España.
En la Argentina estamos viviendo una etapa desconocida: se proclama “la libertad” pero
cualquier opinión que disienta con la del Sr. presidente, es estigmatizada de inmediato. Lo que
más se produce hoy en la Argentina es miseria, odio y violencia. Los insultos que profiere son
repartidos indistintamente a artistas, intelectuales, sindicatos, organismos de derechos
humanos, presidentes de otras naciones y a cualquier opinión disonante.
El “pacto con los separatistas” al que alude el “Comunicado oficial”, fue una votación mayoritaria
de los/as representantes del pueblo español: el parlamento. La misma institución que el
presidente argentino denigra y llama “nido de ratas” entre otros epítetos violentos. Su estilo
peculiar ya es conocido en todo el mundo. El periodismo español lo apoda “el loco Milei”.
La inflación acumulada en España en lo que va del 2024 es del 2%. Tan sólo en el primer trimestre
de este año, el PBI español creció el 0,7%. Es el país europeo que más tasa de crecimiento
económico ha tenido en un continente atravesado por las consecuencias de una guerra.
En contrapartida, el programa económico del presidente argentino (si es que existe) es
sencillamente la “miseria planificada” de la sociedad argentina, en una alarmante simetría con
el proyecto de la última dictadura militar. El aumento constante de los alimentos y artículos
básicos no guardan correlación con aumentos salariales y tiene como consecuencia la
“economía de guerra” en las familias, así como pérdida adquisitiva del salario: se puede comprar
cada vez menos.
Asistimos a la paradoja de trabajadores debajo de la línea de pobreza, que se profundiza en
niveles alarmantes al igual que la indigencia. Se reduce el impuesto a bienes personales en
beneficio de los más ricos profundizando la regresión impositiva y como contrapartida vuelve el
impuesto a las ganancias sobre los/as trabajadores/as. Termina con la moratoria jubilatoria,
cuyas principales perjudicadas serán sin duda, las mujeres que realizan el trabajo del hogar.
En España se avanza con una Ley de Memoria Democrática, bajo los principios de “Memoria,
verdad y justicia”. En Argentina el presidente toma ejemplo de sus socios españoles para
paralizar la histórica política de los organismos de Derechos Humanos y avanzar en el
negacionismo de las “leyes de concordia”. Dios los cría, ellos se juntan y el odio los amontona.
En definitiva, y tal como quedó expresado en el encuentro de Davos, España y Argentina
representan hoy para el mundo dos modelos antagónicos. El de Argentina un Estado de
destrucción y malestar. Expresión del neoliberalismo en su máxima capacidad: el “sálvese quien
pueda”. El de España el de un Estado de bienestar presente, fuerte, eficiente e inclusivo,
respetuoso de la pluralidad. Lo cual demuestra que es posible un modelo alternativo cuyo eje
es el crecimiento y el bienestar del pueblo.
Lorena Suarez, Sec. General
Gustavo Lopez Pardo, Sec. Organización
PSOE Argentina
Buenos Aires, 3 de mayo de 2024.
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