22 Enero, 2024
1resisto.com
In memoria a Chesnay:
A François Chesnais, lo conocí a mediados de la década de los ´80. Desde nuestra militancia en el MIR Proletario y de la relación de esta corriente con la Organización Comunista Internacionalista OCI, sabíamos de su existencia y su elaboraciones, sobre todo, de sus postulados económico. Posteriormente, nosotros ingresamos al PST y rompimos lazos con la OCI y Lambert. Para 1984, Chesnais fue expulsado de la OCI.
En mi primer viaje a Francia, como en otras más, me tocó exponer junto a él en Foros públicos y en reuniones orgánicas. Así, nos mantuvimos comunicados vías correo e internet por varios años. De su actuación y amistad guardo gratos recuerdos. Lamentablemente, de su fallecimiento, el año pasado, me informé muchos días después. Nuestro respeto, aprecio y admiración siguen siendo muy grande.
Hoy, a sus 90 años de haber nacido, le hacemos este reconocimiento, haciendo estas publicaciones. Una de la Revista Herramienta (Argentina) otra de Viento Sur (España) y la última de Sin Permiso.
Stalin Pérez Borges: Integrante del Consejo Editor de 1resisto.org
_______________________________
En memoria de François Chesnais (1934-2022)
15/11/2022

El viernes 28 de octubre, en el Hospital Tenon de París, falleció el economista marxista y activista revolucionario François Chesnais a la edad de 88 años. Nació el 22 de enero de 1934 en Montreal, Canadá.
Como escribe Daniel Albarracín en Viento Sur , “Chesnais fue uno de los principales economistas marxistas de Europa con una larga y prolífica obra, sustentando un análisis crítico, rigurosamente científico, alimentado por su espíritu comprometido, libre e inteligente”. Economista e “investigador militante”, como él mismo se autodenominaba, trabajó durante varios años en la OCDE, donde ingresó en 1966 como analista económico en el Departamento de Ciencia, Tecnología e Industria. Fue profesor emérito de economía en la Universidad de París XIII, miembro del consejo científico de ATTAC-Francia y, siempre, activista político-revolucionario.
Su compromiso militante se inició en los años 1960 en el grupo Socialismo o Barbarie de Cornelius Castoriadis y Claude Lefort. En 1963 se unió a lo que se convertiría en la Organización Comunista Internacionalista (OCI) dirigida por Pierre Lambert y desempeñó un papel clave en el desarrollo del Comité Organizador para la Reconstrucción de la Cuarta Internacional (CORCI) en España y en toda América Latina. El peruano Ricardo Napurí y el catalán Francesc Matas Salla recuerdan su seudónimo de entonces: “Étienne Laurent”.
Chesnais fue expulsado burocráticamente de la OCI en 1984. Una década después (en 1995) fundó la revista Carré Rouge y comenzó a colaborar regularmente en el portal suizo A l’encontre de Charles-André Udry, así como en la revista Herramienta .
También ha escrito para las publicaciones de ATTAC Grains de Sable y Les Possibles . En 2009, participó en la fundación del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) en Francia, ingresó en su Comité de Economía y permaneció activo allí mientras su salud se lo permitió.
Fraternal y jovial, intelectualmente generoso, irreductiblemente anticapitalista, hostil a toda expresión de dogmatismo y sectarismo, estaba decidido a buscar instrumentos que ayudaran a enfrentar la diáspora de izquierda y que contribuyeran teórica, política y organizativamente a superar la crisis de un socialismo. alternativa y relanzar la lucha por el comunismo en el siglo XXI.
Sus estudios sobre el capitalismo globalizado y el predominio de las finanzas le valieron un sólido prestigio y reconocimiento internacional. En 1994 publicó La globalización del capital (revisada y ampliada en 1997). Luego agregarían Actualizando la economía de Marx (1995); Globalización financiera: génesis, costos y desafíos (1996); Tobin, sí o no: un impuesto internacional al Capital (1999); Globalización: capital rentista en control (2000); Globalización e imperialismo (2003) con Gérard Dumesnil; la obra colectiva Finanzas globalizadas: raíces, configuración y consecuencias sociales y políticas (2004); Deudas ilegítimas: cuando los bancos determinan las políticas públicas (2011) y El capitalismo financiero hoy: corporaciones y bancos en la persistente crisis global (2017), además de numerosos artículos en publicaciones de todo el mundo.
Fue uno de los marxistas que desde el principio asumió la urgente necesidad de desarrollar la crítica del capital en relación con la catástrofe ecológica y el antagonismo social. Con Claude Serfati también abordó el estudio de la industria armamentista y el lugar de la guerra en el capitalismo actual. El análisis de la dinámica del régimen de acumulación le permitió señalar con sólidos argumentos que el proceso de financiarización incrementó la influencia del sector rentista y la expansión del capital ficticio. Compartió con los recientemente fallecidos Michel Husson y Francisco Louça, entre otros, la opinión de que la productividad se desacelera a pesar de las innovaciones tecnológicas y que sería difícil abrir un nuevo ciclo expansivo del capitalismo, contexto que favorece tanto la intensificación de la precariedad como la super -explotación del trabajo así como la depredación de la naturaleza.
En el Séminaire d’études marxistes impulsado por Actuel Marx profundizó en la noción de capital ficticio, reflejada en el capítulo que escribió para La Finance capitalist (2006). En la Conferencia Internacional Marx de Nanterre, en octubre de 2007, presentó una interpretación marxista de la recién iniciada primera fase financiera, que continuó en 2008 y 2009 hasta llegar a la zona del euro en 2010. Entendió que la crisis estructural, global y sistémica del capital y la alteración ecológica que genera amenaza la supervivencia de la humanidad.
Hace unos meses, ya con una salud muy precaria, François nos envió una carta dirigida a amigos brasileños que, con su permiso, la Herramienta publicó. Este luchador de toda la vida contra el imperialismo y el estalinismo rechazó los reflejos “campistas” de gran parte de la izquierda y condenó inequívocamente la invasión de Ucrania ordenada por Putin. “Genio y figura, hasta la tumba”: así lo recordamos y amamos.
Un poco más sobre tu especial y generosa relación con Herramienta
François Chesnais fue, desde el principio, un amigo y colaborador generoso y entusiasta de nuestra revista y colectivo. En agosto de 1996, Herramienta n° 1 incluyó su artículo titulado “Apuntes para una caracterización del capitalismo de finales del siglo XX” . Es justo destacar y agradecer que el acercamiento con Chesnais, que pronto formaría parte del Consejo Asesor de la revista, fue facilitado y alentado por Charles-André Udry y A l’encontre . En esta “afinidad electiva” jugó un papel decisivo el deseo común de promover un trabajo colectivo e internacionalista de renovación programática para “pensar el comunismo, el socialismo, hoy”. Tal es el título de un documento conjunto de Carré Rouge , A Contre Courant y A l’encontre de 2006, que Herramienta reprodujo y discutió en un foro realizado en Buenos Aires con la participación del propio Chesnais, cuya intervención se puede leer aquí .
Allí también podrás consultar todos tus textos publicados en la Herramienta, destacando algunos de ellos:
• “Está surgiendo un nuevo régimen de crecimiento débil en el que aumentará la presión sobre el trabajo y la naturaleza” , publicó este último en enero de 2022.
François Chesnais nos visitó en varias ocasiones, participó de debates, mesas redondas, conferencias y “conversaciones” con activistas, en Buenos Aires y otras ciudades del país. Gracias a su generosa gestión, Herramienta también logró publicar Las Finanzas Capitalistas. Para comprender la crisis mundial , escrito junto com Suzanne de Brunhoff, Gérard Duménil, Michel Husson e Dominique Lévy em 2009. Com tudo isso no coração e na memória, o coletivo Herramienta se despede de um camarada e amigo dizendo, como é uso e costume entre nosotros:
François Chesnais: ¡Presente! ¡Hasta el socialismo, siempre!
Tomado de:
_______________________________
François Chesnais: uno de los referentes de la economía marxista europea.
François Chesnais nos ha dejado este mes de Octubre de 2022. Ayer, viernes 28, recibíamos la fatídica noticia desde Francia donde falleció en el Hospital Tenon,en París con 86 años.
Chesnais ha sido de uno de los economistas marxistas referentes en Europa con una larga y prolífica obra, sosteniendo un análisis crítico, rigurosamente científico, alimentados por su espíritu comprometido, libre e inteligente.
Entre 1962 y 1992 François Chesnais fue economista principal en la OCDE. Fue profesor asociado y, después, emérito de la Universidad París XIII. Miembro del Consejo Científico de Attac Francia.
Desde su origen en 2009 fue miembro del NPA y formó parte de su Comisión de Economía. Anteriormente formó parte de la Organización Comunista Internacional, de corte lambertista, después PCI, y del grupo de Stéphane Just (Combattrepour le socialisme – Comité pour la construction du Parti ouvrier révolutionnaire).
Su trabajo se centra sobre las dinámicas del régimen de acumulación, término tomado de la Escuela de la Regulación francesa, sometido a un proceso de financiarización que privilegia al sector vinculado a las finanzas, que conduce la lógica del capital dirigida por su sector rentista. Experto en el campo de la tecnología, las finanzas y la mundialización compartía la perspectiva, como la que seguía el brillante Michel Husson o con la que continúa el destacado economista portugués Francisco Louça, según la cual la productividad se está estancando, a pesar de las supuestas innovaciones existentes. De modo que sostenía que la acumulación capitalista difícilmente podría abrir un ciclo expansivo, tanto por el lastre de capital rentista como por la falta de impulso del modelo tecnológico, propiciando la intensificación de la explotación, como salida por la que apuesta el capital. Otro de sus objetos de estudio fue la industria armamentística.
Ha colaborado con múltiples revistas marxistas internacionales, “Carré Rouge”, o la revista teórica de la LCR “Critique Communiste”. Anteriormente formo parte del grupo de Cornelius Castoriadis que publicó la revista “Socialisme ou barbarie” .También ha escrito artículos de divulgación económica en la revista El grano de arena de ATTAC. Pueden encontrarse múltiples aportaciones en castellano en la Revista Viento Sur y en la Revista SinPermiso.
Tuvimos la ocasión de encontrarnos con él en algunas ocasiones, con motivo de su participación en los Seminarios de economía que organiza la Escuela de Formación (IIRE) de la IV Internacional en Amsterdam, o en sus participaciones como invitado en las Jornadas de Economía Crítica en el Estado Español.
Sin duda alguna, se nos va un baluarte de un selecto grupo de militantes marxistas dentro de una corriente que se ha caracterizado por su condición puntera en el análisis y crítica de la economía política. Le vamos a echar de menos. Mientras tanto, sigamos formándonos, aprendamos de su legado y prosigamos su combate. Sus causas, su método y sus análisis nos siguen inspirando, para, como afirmaba Miguel Romero, el “Moro”, poder seguir pensando por nosotros mismos.
Fuente:
_________________________
François Chesnais (1934-2022): la economía y la militancia como herramientas para la reconstrucción de la izquierda
Francesc Matas Salla
Miguel Salas
Enrique García

François Chesnais fue asimismo autor de numerosos artículos, algunos de los cuales han sido traducidos al español o reproducidos por la revista Sin Permiso (se pueden consultar en sus archivos), pero especialmente por la revista argentina Herramientas (ver sus artículos), de cuyo consejo asesor formaba parte y con cuyo comité de redacción Chesnais tenía una fraternal relación desde su fundación en 1996. Ha sido un referente del marxismo «regulacionista» y miembro del consejo científico de ATTAC-Francia.
El proyecto de investigación de François Chesnais había ido madurando sobre bases empíricas sólidas desde su incorporación en 1966 a la OCDE, como analista económico en el Departamento de Ciencia, Tecnología e industria, que dirigía Alexander King. En él trabajó hasta 1992, cuando fue cesado por el secretario general de la organización por sus ideas políticas. Y aquí empieza para nosotros la verdadera y extraordinaria historia de François Chesnais, al que algunos conocimos como Étienne Laurent.
Chesnais-Laurent llegó a Madrid en 1966 para realizar los primeros estudios económicos sobre la España franquista, que había ingresado en la OCDE en 1961, en pleno pulso entre funcionarios del Opus Dei y falangistas en el que se cocinaría el “caso Matesa”. Traía consigo la agenda de contactos clandestinos del POUM, que le había entregado el secretario de esta organización en el exilio, Wilebaldo Solano, a través de Pierre Lambert, principal dirigente de la Organisation communiste internacionaliste (OCI), una de las tres fracciones del movimiento trotskista en Francia.
De hecho, la militancia de Chesnais-Laurent se remonta a comienzos de los años 60, cuando había participado en el grupo “Socialismo o Barbarie” de Cornelius Castoriadis y Claude Lefort. En 1963 se unió a la corriente lambertista, que en 1965 constituiría la OCI y en la que participó en la dirección, pero sobre todo en el trabajo internacionalista de la organización en España y América Latina, hasta su expulsión en 1984 junto a Stéphane Just. Posteriormente, tras reagrupar a antiguos militantes de la OCI en la revista Carré Rouge (cuyos archivos se pueden consultar aquí), se integró finalmente en el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) francés, en el que participó desde sus propias posiciones mientras se lo permitió su salud. Chesnais-Laurent relató esta experiencia como militante del Comité de Organización por la Reconstrucción de la Cuarta Internacional (CORCI) en una entrevista con el historiador Lucas Malaspina (que se puede consultar aquí), y de la que reproducimos lo relativo a su etapa española.
¿A partir de cuándo fuiste responsable de la OCI para España y América Latina?
François: En realidad el término «responsable» hay que ponerlo entre comillas, porque el grado de autonomía era relativamente limitado. En el caso de España, mi primer trabajo para la OCDE fue para España en 1966, 1967, y tenía simplemente la libreta de direcciones del POUM.
¿Para la OCDE? ¿Tenías las dos funciones? ¿Fue porque trabajabas para la OCDE que empezaste a trabajar para la OCI en España?
François: Entré a la OCDE porque me aburría en la facultad. Vi un anuncio de una búsqueda de becarios de la OCDE para ir a España, me instalé en Madrid y hacía un doble trabajo para el director de mi departamento (ciencia, tecnología e industria), Alexander King. Yo observaba, identificaba quién era quién en el complicado escenario político español, de qué corriente eran, quiénes eran franquistas, desarrollistas, quiénes demócratas-cristianos. Wilebaldo Solano y los viejos del POUM eran muy amigos con Lambert y fue a partir de esa relación que comencé a «explorar» entre comillas España.
¿Por qué esa amistad?
François: Bueno, porque creo que la OCI, la corriente de Lambert hizo mucho para ayudarlos materialmente. Pero no había discusión política, nunca fue cuestión de que participaran, ni siquiera como observadores en las conferencias internacionales, era verdaderamente una relación bilateral. En todo caso, empecé a recorrer España con esa libreta de direcciones para ver quiénes seguían vivos y no habían retomado el contacto.
Con ese trabajo de tomar contacto seguí en esas condiciones, si se escuchaba hablar en París de tal o cual grupo en tal o cual ciudad, en fin, generalmente en Madrid o en Barcelona, un poquito en Bilbao, yo me iba a verlos y a mantener discusiones exploratorias con ellos. Y así fue como el primer grupo, el primer pequeño núcleo con el que tuvimos una relación organizada fue un pequeño grupo en Barcelona y Sabadell, en Cataluña, el nombre de guerra del dirigente era Aníbal Ramos (dirigente del POR español, su verdadero nombre era Arturo van den Eynde), quien tuvo un pequeño grupo que fue miembro del CORCI y que se fue durante el asunto Varga. Aníbal murió bastante joven. Después reclutamos españoles en Francia y enviamos a uno de ellos a hacer un trabajo verdaderamente a la Lambert, es decir, reconstruir el POUM en Barcelona y como había todavía algunos poumistas, fue mal recibido. Y después, enseguida, desde Francia, hubo un contacto en Madrid de alguien que estaba en la sección juventud del PSOE, Raúl Gómez. Hizo un trabajo de reclutamiento en el PSOE antes de distanciarse en el momento en que el PSOE participó en la «transición democrática» posfranquista. Así que yo era el emisario de la OCI, iba a darle consejos, cada uno de mis desplazamientos se preparaba en una reunión en la que nos poníamos de acuerdo sobre lo que tenía que decirle.
¿Quién participaba de las reuniones?
François: François Forgue (pseudónimo de François de Massot, actual presidente del CERMTRI, centro francés de documentación sobre el movimiento trotskista), Just y alguien cuyo nombre de organización era Clément, Xavier Mourre. Eran dos, tres personas además de mí.
Ahora, para América Latina, fue de la siguiente manera. El centro de desarrollo de la OCDE me envió a Buenos Aires por un tiempo bastante largo, una estadía de dos meses. En mi recuerdo, fue entre octubre y diciembre de 1969. Y muy pronto me tomé el avión de Buenos Aires a La Paz para visitar a Lora.
¿Él ya estaba en contacto con Lambert?
François: Sí. Pero nunca había venido a Europa. Recién vino en 1971. En todo caso, fui a ver a Lora, me quedé unos días en La Paz y durante ese tiempo él me explicó el trabajo del POR (Bolivia), me llevó a reuniones. En esa ocasión me dio el nombre y el contacto de Altamira. Así que me encontré con los dirigentes de Política Obrera (Argentina) al volver de La Paz, siguiendo el consejo de Lora, quien todavía no los había visto. Altamira lo había contactado, pero para Lora era complicado viajar, tanto financiera como políticamente, no estaba seguro de poder volver a Bolivia, se moderaba con los viajes. Desde que tuve contacto con Altamira, tuve discusiones intensas con él, yo salía del Ministerio de Industria, en donde hacía aquel trabajo para la OCDE, me lo encontraba en la dirección de PO y discutíamos por dos, tres horas. Un fin de semana me llevaron a Córdoba, a una reunión del sindicato Sitram,[1] en donde tenían gente que ya habían incorporado a la organización. Y me acuerdo de que había escuchado una intervención corta de Altamira. Volví a Francia diciendo «ese grupo tiene un lazo efectivo con la clase obrera, se involucra». Eso hizo imposible que yo estuviera de acuerdo con el motivo de la exclusión [del CORCI] de PO en 1979.
En el último artículo que Sin Permiso publicó de François Chesnais, el 4 de diciembre de 2021, concluía:
“Un ‘régimen de crecimiento débil’, acompañado además de una tendencia al alza de los precios de la energía y de los principales productos básicos, conduce a exagerar el reflejo de ‘cada uno para sí’, así como a endurecer la competencia internacional. Estos factores flotaron sobre la COP26 en Glasgow, de donde los países en extrema necesidad de asistencia financiera, para su consternación, salieron con las manos vacías. A nivel doméstico, en Europa la única respuesta para que ese ‘cada uno para sí’ no alimente aún más los reflejos racistas y xenófobos y para salvaguardar las condiciones básicas de vida de los trabajadores es impulsar la lucha política contra el coste de vida y las fuerzas responsables de ello”.
Todavía en abril de este año tuvo fuerzas para explicar su posición sobre la invasión Rusia de Ucrania, en polémica con la revista Monthly Review, a sus muchos amigos y discípulos brasileños, que Herramientas tradujo al español:
“El objetivo de esta carta es explicar las causas de la guerra y no prever su desenlace. Me limitaré a su curso en las seis primeras semanas. Recordemos antes que la renuncia de Yanukovitch fue seguida por la elección de Petro Porochenko en 2014 y, luego, de Zelenski en 2019. El primero había continuado la política conciliadora de su predecesor en tanto la guerra en el Donbás lo permitió, pero Zelenski es un nacionalista convencido, orientado hacia la Unión Europea. Existe un abismo entre él y Putin. Todo lo que Zelenski hace atiza el odio de Putin hacia los ucranianos. También está la cuestión del timing. No está claro por qué en marzo-abril de 2021 comenzó la movilización masiva de tropas en las fronteras con Ucrania y se lanzó la invasión en febrero de 2022. Las formas de guerra utilizadas en la invasión fueron las experimentadas en Siria en 2016-2017. No hubo ningún cambio notable de la OTAN en las relaciones con Ucrania establecidas en Maidán. Las razones del timing deben sin duda buscarse en la necesidad, por parte de Putin, de encontrar, en el marco de los cambios geopolíticos mundiales, un campo de acción política y militar que recordara a los Estados Unidos y a China que Rusia es una gran potencia al igual, o casi, que ellos. Pero fracasó. Mostró que su fuerza es muy inferior a la de ellos.
La invasión del 24 de febrero estuvo marcada por decisiones estratégicas basadas en errores de apreciación muy importantes sobre las capacidades de resistencia de los ucranianos, que a su vez revelaron el real estado del ejército ruso en los planos operacional y material. Putin, creyéndose fuerte por su desprecio hacia los ucranianos en general y a su presidente Zelenski en particular, y alentado por las informaciones y consejos que recibía de su círculo íntimo, apostó a una guerra-relámpago, un “paseo militar” con una entrada rápida en Kiev y la expulsión de Zelenski por asesinato o fuga. La resistencia encarnizada del ejército ucraniano y el comienzo de acciones de la población contra los tanques rusos decidieron otra cosa. A partir de entonces, la maquinaria militar se trabó: hundimiento parcial de las líneas de abastecimiento de combustibles y víveres, parálisis en el desplazamiento de tropas y, de manera retroactiva y acumulativa, crecientes pérdidas de personas y de materiales; en particular, tanques.
Desde que la superioridad del ejército ruso sobre el ejército ucraniano reveló ser menos importante de lo previsto y mayor la resistencia de la población, el Estado Mayor ruso pasó a la guerra contra los civiles y al bombardeo de ciudades; muy pequeñas, como las que rodean a Kiev, o grandes, como Mariúpol, situada sobre el mar de Azov a 100 km al sur de Donestk, que tuvo una suerte análoga a la de Grozny en 2000. Cuanto más se sumerja en la guerra, más tendrá que perder Putin”.
Que la tierra te sea leve, Étienne. La lucha continua.
Notas:
(1) Antiguo sindicato de empresa de MaterFer, filial de FIAT en Argentina. Fue la cuna de la radicalización obrera que condujo al Cordobazo, rebelión antidictatorial de 1969.
Visitas: 8