5 Diciembre, 2024
Osmán Cañizales*
Las poblaciones de Boca de Aroa, Tucacas, Chichiriviche, San Juan de los Cayos, Yaracal, Tocuyo la Costa viven netamente de la afluencia turística, de la pesca y de la agricultura. Pero, en los últimos años se han visto afectados profundamente, por la crisis que generó la pandemia del COVID-19 y después por la desatención gubernamental, local, estadal y nacional con una desmejora notable de los servicios públicos, que ha sido no sólo por la crisis o bloqueo económico.
Los pésimos sistemas de aguas negras que no sirven para nada, los malos servicios de agua potable que tampoce sirven en estos poblados son hechos increíble porque en esta región de la costa oriental del Estado Falcón existen 7 plantas desalinizadoras, pero ninguna de ellas funciona. Además, la existencia de ríos por todos lados, es un hecho natural que tampoco les garantiza un buen servicio de agua potable.
Aunado a esas deficiencias ya descritas, está también el problema de la electricidad, el cual es un caos de larga data. No existe un día del año que en esta zona no se vaya la luz. En la población de Boca de Aroa todas las noches se va el fluido eléctrico y llega al siguiente día, e igualmente en Tucacas y las zonas aledañas. Este 31 de diciembre 2023, los pobladores de Tocuyo de la Costa celebraron junto a la llega del nuevo año, el “milagro” de que después de 3 años seguidos, ese fín año hubo servicio de energía eléctrica ininterrupida.
En pocas palabras en esta zona del Estado Falcón el gobierno regional y el gobierno nacional brillan por su ausencia. Los altos funcionarios públicos y a los grandes dirigentes del partido de gobierno, sólo hacen acto de presencia y se les ven las caras en tiempos de elecciones. Por cierto, le quedan pocos días para que aparezcan ofreciendo villas y castillos. Ojalá tomen en cuenta y recuerden, la gente de esta Costa, ya no se come esos cuentos chinos.
El problema de la electricidad se ve a simple vista. No le hacen el respectivo mantenimiento al tendido eléctrico. Los postes están en el piso; las cruzetas dobladas o partidas; las líneas de alta tensión de 13800 voltios casi en el piso; los bancos de transformadores no sirven; las líneas casi siempre están sobre cargadas, ya que el tendido eléctrico de los años 70. Para nada, no se han preocupado por actualizarlos de acordé con el crecimiento de la zona y, así pensamos atraer el turismo con estos pueblos que deberían de ser una tazita de oro, pero la realidad es que están convertidos en una zona de desastre que solo se ve en los países en guerra.
Como la ginda de la torta, están los descarados hechos de corrupción. En Chichiriviche, los lancheros que trasladan a los vacacionistas y turistas a las Islas o Cayos del Parque Nacional Morrocoy u otro lugar del Golfo Triste, tienen que entregarle 10 dólares a la Guardia Nacional por cada turista que estos les lleva a sus respectivas puestos en las lanchas y a los pescadores cuando van a surtir combustible a la estación de servicio, le exigen la entrega de 5 kilos de pescado. De esa misma manera, funcionarios de la GNB “matraquean” con la entrega de combustibles a los productores del campo en el Tocuyo, Mene de la Costa y Yaracal.
El pueblo trabajador de la Costa Oriental de Falcón se pregunta ¿cuándo será qué va a llegar un gobierno que recuerde que los que acá habitamos somos seres humanos? Sobrevivimos con el turismo sí, pero a muchos turistas no les va a provocar ir a un lugar así sea muy bonito y paradisíaco como lo son las playas, islas y manglares de Cuare, Golfo Triste y todo del Parque Nacional Morrocoy, siendo que las poblados en donde van a pernoctar y transitar, están con las calles deterioradas, llenas de estiércol, huecos por todos lados y malos olores.
Somos gentes apacibles, serviciales, guerreras y trabajadoras. Ya en muchas oportunidades lo hemos desmostrado. Hacer 3 días nada más, hubo una poblada, sublevación o levantamiento popular en Boca de Aroa, impidiendo el tránsito por la carretera nacional en señal de protesta ante la situación que estamos padeciendo, que en parte acá hemos descrito. Sin embargo, esto es sólo una primera advertencia. Que no nos acusen de enemigo del proceso. Sólo somos enemigo de la injusticia. Y, ya estamos casando de esperar de que vengan a resolver nuestros problemas y nunca vienen. La gran mayoría de estos pobladores y de toda Venezuela necesita sobrevivir. Y, por esa razón de sobrevivencia vamos a resistir.
*Osmán Cañizales: trabajador de la construcción y servivio de mantenimiento
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