EL DURO JUEGO DE LA DERECHA Y LA LUCHA POR LA RECONSTRUCCIÓN DE LAS ALTERNATIVAS DE IZQUIERDA

Teresa Lara *

28/12/2023

Reflexionar sobre la política nacional e internacional actual requiere una reevaluación de la forma en que se desarrolla actualmente el juego de poder de la derecha, así como de los límites de la “izquierda” que hoy prioriza la llamada “acción institucional”.

La derecha y la ultraderecha avanzan con sus sofisticados métodos utilizando las redes virtuales.

Y así surgen “grandes líderes” que se ganan el favor popular, especialmente los votos de los jóvenes y de una clase conservadora.

En los últimos años, esta fórmula se ha repetido en diferentes países.

En Brasil, tras la victoria del gobierno de alianza de Lula, vemos la fuerza de los extremistas de derecha que presionan las decisiones y medidas del gobierno, exigiendo su parte para conciliar la gobernabilidad.

Vimos que el inicio del gobierno Lula estuvo marcado por el colapso de la sede de los tres poderes, las instalaciones del CPI.

Imaginamos que el gobierno de Lula saldría con toda su fuerza contra el bolsonarismo. Alguna medida que pueda inhibir, hacer retroceder la fuerza de la extrema derecha.

Seguimos con la implicación directa de Bolsonaro, el robo de joyas y la detención de su principal asesor en el gobierno.

El único castigo concreto hasta el momento es la inhabilitación del ex presidente durante ocho años.

Seguimos el IPC de la COVI-19, que mostró los absurdos cometidos durante la pandemia, la corrupción en la compra y distribución de vacunas, el intercambio de ministros, provocando incluso la falta de oxígeno en los hospitales de Manaos.

¿Se han olvidado de las más de 700.000 muertes en esta pandemia? No hay resultados concretos que sacudan la estructura del ultraconservadurismo, de la necropolítica instalada en el poder del Estado.

El gobierno Lula continúa su administración con una amarga conciliación, sin apelar a la movilización popular y acomodándose al centro, una línea pragmática, que conduce a un gobierno asediado y cada vez más tomado por la derecha. Ante la renuncia de Maria Rita Serrano a Caixa Econômica Federal, designar a Carlos Antônio Vieira, designado por Artur Lira (PP-AL). En septiembre, Lula ya había entregado los ministerios de Deportes y Puertos y Aeropuertos al PP y a los republicanos.

Se necesita mucho esfuerzo para que la izquierda comprenda y responda a todo este proceso político, económico y social y salga de la acomodación.

Hoy Argentina vive una nueva era. En una era de incertidumbre, llega mucha represión y control. Lo que también promete agitaciones sociales.

Milei viene con la misma placa que Bolsonaro. Es imposible creer que los argentinos apoyen a Milei durante todo un mandato. Pero si permanece, Argentina se hundirá en una espiral de empobrecimiento, empeorando las diferencias de clase.

Bueno, una vez más se ha lanzado el desafío de una posición directa: las acciones, las actitudes, la fuerza de la izquierda. Esta es la única manera tanto allí como aquí.

¿Que pensar? ¿Qué hacer en este momento político, económico y social actual?

¿Cómo se ha ido reordenando el capitalismo para llevar al mundo al fin de cualquier posibilidad de supervivencia para las personas e incluso para el planeta?

Y así, cuando se agoten todas las formas de explotación del hombre por el hombre, ¿surgirá la esperanza de tiempos mejores?

Lamentablemente no podemos tener esa seguridad… vemos que las cosas siempre pueden empeorar. Sin la construcción de alternativas desde abajo y sin un programa anticapitalista mínimo, sabemos que no hay manera de reconstituir las subjetividades emancipadoras de la clase trabajadora.

Termina el año 2023, tanto se elogió la victoria de la democracia, pero observamos la desmovilización, o incluso la acomodación de sectores de izquierda. No podemos depender de los acuerdos del PT y de Lula.

Con la derecha “rodando y rodando” y apoderándose de espacios importantes en la economía del país, ya es hora de que la CUT, el MST y otros movimientos sacudan las calles de norte a sur por cuestiones sociales.

Las elecciones municipales también son un punto importante para apalancar a la izquierda. Pero si son reediciones de los acuerdos del gobierno federal, y no sirven para presentar soluciones de izquierda a los problemas que viven las ciudades, veremos una avalancha de derecha y ultraderecha.

En 2024, los trabajadores brasileños de diferentes sectores, con o sin empleo, deberán sumarse a los movimientos consolidados (sindicatos de lucha, MTST, MST) siendo capaces de llenar las calles exigiendo sus derechos y libertades.

Los trabajadores de este país debemos sentirnos parte esencial de la sociedad, en busca de su identidad, de su pertenencia a una región, del valor humano que nos hizo y nos hace despertar cada día y empezar de nuevo.

Y la pregunta insiste:

¿Podremos escribir sobre estos nuevos tiempos?

 

* María Tereza Lara: Licenciada en Psicología en Minas Gerais. Mujer, madre y ama de casa.

 

Fuente: PARA UN NUEVO COMIENZO

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