Fayez Badawi nació en un campo de refugiados en el Líbano hace más de setenta años. Su familia fue expulsada de Palestina durante la Nakba de 1948 y él tuvo claro desde muy joven que su camino era la militancia dentro de la izquierda revolucionaria palestina. Durante años fue portavoz a Europa del Frente para la Liberación de Palestina (FPLP), una organización marxista-leninista y laica, con brazo político y militar. Ya retirado, continúa activamente denunciando la ocupación israelí de Palestina y defendiendo el derecho de su pueblo a la resistencia. Esta entrevista se celebró antes del alto el fuego del pasado 24 de noviembre.
“Nuestro enemigo es el imperialismo, el capital encabezado por los Estados Unidos; el segundo, el sionismo y su entidad llamada Israel; y lo tercero, los gobiernos reaccionarios árabes”
“La derecha nos ha ganado políticamente. Ha trabajado mejor la calle y en el ámbito social. Pero tampoco se puede obviar que Hamas recibe el apoyo de muchos países árabes mientras la izquierda no”
“La única salida al conflicto es la siguiente: un único estado desde el Río Jordán hasta el mar Mediterráneo, la capital de la cual es Jerusalén. Y en esta tierra, un Estado Palestino, laico y democrático”
Hay miembros del gobierno israelí defendiendo abiertamente una nueva Nakba. Es solo el deseo de estos ministros o es el escenario real?
Ahora mismo, la franja de Gaza está siendo arrasada y en parte ocupada por tropas de Israel. Y en Cisjordania, el ejército y los colonos están cometiendo abusos y constantes violaciones de los derechos humanos. Israel está llevando a cabo en Cisjordania lo mismo que hacían los nazis cuando ocupaban, por ejemplo, Polonia: entran en un barrio, lo rodean, meten tanques, destruyen casas, arrestan a personas o incluso, si alguien no los gusta, le disparan. Y no pasa nada. El plan de Israel es vaciar el territorio de Gaza, expulsando a los palestinos al Sinaí egipcio. Y en Cisjordania, lo mismo: quieren hacernos marchar a Jordania. Este plan ya ha fracasado y fracasará porque la resistencia en Gaza, hoy en día, a pesar de todo, existe. Daré un ejemplo sencillo: Vietnam. Los Estados Unidos entraron en la guerra de Vietnam y como salieron? Israel puede destruir nuestras casas, nuestros colegios, nuestros hospitales. Pero hay una cosa que no pueden destruir: nuestro espíritu de lucha y de resistencia. Como miembro de la izquierda palestina, considero que la única solución es la aplicación del derecho internacional. Pero mientras esto no pase, nuestra obligación es resistir y defender a nuestro pueblo.
Le ha sorprendido la reacción de la Comunidad Europea o lo esperaba?
Como marxista, no me ha sorprendido. El 1967, Ghassan Kanafani, un escritor palestino que fue asesinado con 36 años, dijo: cuál es nuestro enemigo? Nuestro enemigo es el enemigo de todos los pueblos del mundo, el imperialismo, el capital encabezado por los Estados Unidos. El segundo enemigo es el sionismo y su entidad llamada Israel; y el tercer enemigo, los gobiernos reaccionarios árabes. Hay que diferenciar entre gobiernos y pueblos. La alegría que me dio ver a los judíos antisionistas salir a la calle diciendo “Free Palestine” con la bandera palestina! Cuando en lugares de Europa se prohíbe la bandera palestina, en Glasgow (Escocia), [los seguidores del Celtic] llenan el campo de fútbol con ellas. Lo que tendría que hacer la UE, si tuviera dignidad, seria aplicar sus propios estatutos, empezando por la cláusula que dice que cuando un estado no respeta el derecho internacional, hay que sancionarlo.
Cree que el genocidio en Gaza puede de alguna manera impedir que sigan hacia delante los acuerdos de Abraham, de normalización con los países árabes? O cree que es una simple interrupción?
Hay un consenso entre la población de los países árabes de rechazo a la normalización con este estado criminal de Israel. Los pueblos se han movilizado y han puesto presión sobre sus propios gobiernos, sobre los Estados Unidos y sobre el mismo Estado sionista. Ya habéis visto lo que pasó en Baréin, que se normalizaron relaciones, pero la población forzó el rey a que expulsara el embajador de Israel.
Usted decía hace unos años que Hamas era la derecha religiosa. Qué ha pasado a Palestina para que esta derecha haya cobrado tanto protagonismo y la izquierda tenga un rol secundario?
Estamos hartos que todo sea “Hamas, Hamas, Hamas…” Es importante que la gente sepa que Hamas es la organización más reciente de Palestina. Ya fuera durante las matanzas cuando se creó el Estado de Israel o cuando se troceó el territorio, durante los años 60 y 70, Hamas no existía. Durante la matanza de Sabra y Shatila, en el Líbano, no existía. Israel siempre necesita excusas, pero Hamas surge después de la primera intifada. Entonces Hamas empieza a participar -aunque no me guste- en la vida política palestina. Y ganó las elecciones [de 2006], mientras que nosotros las perdimos. Primero, los palestinos habían votado a la derecha nacionalista y después votaron a la derecha islámica. Yo fui a felicitar a Hamas porque hay que respetar la madurez democrática de mi pueblo. Sin embargo, la Unión Europea dijo que la victoria no había sido democrática. Cómo que no? La que no es democrática es la Unión Europea. La derecha nos ha ganado [a la izquierda laica] políticamente. Ha trabajado mejor la calle y en el ámbito social. Este ha sido uno de los errores cometidos por la izquierda. Pero tampoco se puede obviar que Hamas recibe el apoyo de muchos países árabes mientras la izquierda no disfruta de este apoyo. De hecho, a menudo la izquierda no puede ni comer. Y a pesar de todo, la izquierda también ha aumentado el número de militantes.
En este sentido, desde la izquierda palestina hay un proyecto de futuro?
Hoy por hoy, la única clave es defender a nuestro pueblo. En todo caso, la lucha por la liberación nacional también está relacionada con la lucha de clases, con la lucha de las mujeres, con la lucha social. Somos un pueblo como todos los otros pueblos del mundo.
Hablamos sobre el 7 de octubre. En el ataque liderado por Hamas se cometieron abusos y se mató a civiles, una vulneración de los derechos humanos que siempre criticamos a Israel. Desde este punto de vista, considera que el ataque tuvo errores de planteamiento?
Hemos quedado que un pueblo que vive bajo la ocupación tiene derecho a defenderse. Cuántos años lleva Gaza bajo bloqueo, bajo una vida inhumana? El pueblo ya estaba enfadado con la resistencia: “A ver, estamos muriendo. Y no nos defendéis?” Incluso los mismos militantes se preguntaban hasta cuando estarían en silencio. La resistencia aguantó las críticas y, de la noche a la mañana, hizo esta acción. Se tomó el máximo cuartel general de los sionistas, donde se capturaron ordenadores, informes y a los máximos dirigentes. El ataque del 7 de octubre hacía un año que se planeaba y no fue de Hamas, fue de la resistencia palestina en conjunto. Participaron las brigadas de al-Quds, la brigada de Al-Qassam, las brigadas de Abu Ali Mustafá, las brigadas nacionalistas palestinas, y otras. Todas están trabajando de manera conjunta y aunque haya un partido más fuerte que otro, es igual.
Los ataques del 7 de octubre han propiciado un clima de impunidad interna e internacional hacia Israel. Y el gobierno de extrema derecha lo está aprovechando. Diría que ha habido un cálculo equivocado por parte de la resistencia respecto a la posible reacción de Israel?
Nunca hay cálculo para la resistencia. Peor de cómo estamos ahora, no hay nada. Si cogemos la historia de la fabricación del Estado de Israel, siempre hemos sufrido matanzas, siempre hemos sufrido ataques. Has hablado de la extrema derecha israelí, pero Yitzhak Rabin era de izquierdas, segundos ellos, y es el que promovió [cuando era ministro de defensa] que los soldados israelíes rompieran los huesos de los niños palestinos [que protestaban]. Uno mata en modo halcón y el otro mata en modo paloma. El conflicto principal no es entre israelíes sino con el pueblo palestino. El conflicto entre ellos es secundario.
Visualiza alguna salida al conflicto?
La única salida al conflicto es la siguiente: un único estado desde el Río Jordán hasta el mar Mediterráneo, la capital de la cual es Jerusalén. Y en esa tierra, un Estado Palestino, laico y democrático, donde pueda vivir toda la ciudadanía que respete nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra historia, nuestro derecho.
Entrevista original en La Directa
Traducción Kaosenlared
Tomado de Kaos en la Red
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Yo soy de Palestina, un corto animado
Guionada por Iman Zawahry y Rifk Ebeid, e ilustrada por Lamaa Jawhari, el premiado corto animado representa una distinta manera de mostrar artística y didácticamente la historia ancestral de Palestina. El corto tiene como personaje central a, Saamidah, una joven refugiada palestina, en su primer día de clases. Por Ramiro Giganti (ANRed).
El corto está conectado con el libro infantil Papá ¿Qué significa mi nombre? un viaje a Palestina, escrito por Rifk Ebeid y con las ilustraciones de Lamaa Jawhari. Las historias son muy ricas, pese a su corta extensión, en empoderamiento cultural.
La trama evita con ingenio adentrarse en el conflicto sin negarlo y muestra la riqueza oculta de un pueblo
A pocas semanas de su lanzamiento, el corto de solo 5 minutos de duración logró ser premiado y reconocido en numerosos festivales de cine.
La animación ilustra con belleza elementos de la cultural palestina. Desde la icónica kufiya, hasta el Ka’ak Al Quds (el tradicional bagel de Jerusalén) que se come en todas las calles de Medio Oriente.
Los colores y sus contrastes también tiene una simbología artística, desde imágenes de la tradicional arquitectura árabe, la arena y el mar contrastan con el verde de los olivares y el naranja de las mandarinas.
También está presente la llave, como simbología potente del deseo de retornar a su hogar: Palestina.
Un activismo distinto
Desde este corto o los libros infantiles, las historias tienen una potencia que rompe con los estereotipos establecidos. Creado por mujeres, muestra desde un mensaje pacífico la belleza y la rica historia de un pueblo discriminado.
Aparecen las ausencias esquivando la imagen equivocada que desde los medios hegemónicos se instala sobre los pueblos árabes. Mostrando lo oculto: la existencia, la belleza, la riqueza cultural, la historia.
La directora Iman Zawahry tiene una trayectoria de militancia cultural por los Derechos Humanos, pero también desde el feminismo confrontando el estereotipo instalado sobre las mujeres musulmanas. Hace 2 años estrenó American-ish, considerada la primera comedia romántica musulmana filmada en Estados Unidos. Allí busca mostrar la diversidad que existe entre las mujeres musulmanas
El valor de la historia
Desde este corto, como en tantas otras expresiones culturales, se muestra un bien necesario: la historia. Mientras se niega la historia de los pueblos árabes en general y de Palestina en particular, mostrar la historia se vuelve una de las mayores acciones de resistencia.
La historia que devela quienes son los pueblos preexistentes a la construcción de Estados Nación. La historia, que también muestra identidades y diversidades, ante relatos que presentan a un «otro» carente de ella.
El pueblo palestino existe: tiene historia, cultura y tradiciones. Palestina existe, pese a la negación de las bestias que la invaden.
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Cuando Einstein rechazó al sionismo y lo trató de «criminal y engañoso»
En el año 1948, Albert Einstein envió una carta respondiendo a un pedido de apoyo al sionismo y la creación de un «Estado Judío». Si bien, luego de la Primera Guerra Mundial, el físico judío alemán veía con buenos ojos la idea de que exista un hogar para los judíos en Palestina, no apoyaba la creación de un «Estado Judío» como el sionismo así lo demandaba. Tras manifestarse en contra de la creación del mismo en 1946, fue mas contundente en 1948 tras la masacre de Deir Yassin, calificando a los grupos de colonos sionistas que ya estaban en Palestina como «organizaciones terroristas» .
Por ANRed.
«La idea de un Estado (judío) no coincide con lo que siento, no puedo entender para qué es necesario. Está vinculada a un montón de dificultades y es propia de mentes cerradas. Creo que es mala», declaró en enero de 1946, en una declaración ante el Comité Angloamericano de Investigación que interrogó a varias personalidades sobre la creación de un Estado judío.
En numerosas ocasiones se pronunció a favor de una convivencia pacífica entre judíos y árabes, respetando tanto el derecho de los judíos a poder vivir en paz como el de los árabes a habitar en su territorio, como lo era Palestina.
El 9 de abril de 1948, tuvo lugar la masacre de Deir Yassin, cuando alrededor de 130 milicianos de extrema derecha sionista, que pertenecían a los grupos paramilitares conocidos como Irgún y Leji, mataron, en principio a 107 árabes palestinos, incluyendo a mujeres y niños, en la aldea de Deir Yassin, un pueblo pequeño de apenas unos 600 habitantes que se encontraba cerca de Jerusalén. Los combates se produjeron casa por casa en el poblado, y a pesar de la resistencia que opusieron en principio los aldeanos, las bajas fueron muy considerables. Algunas bajas sucedieron mientras los aldeanos trataban de huir de los ejércitos paramilitares o rendirse ante ellos, también se produjeron fusilamientos y ejecuciones públicas contra los palestinos. Algunas fuentes que habían sido consultadas indicaban que pudo haber, a su vez, casos de violación o de mutilaciones.
Cadáveres de la masacre de Deir Yassin
La masacre continuó hasta el 11 de abril, y se estima que unos 254 aldeanos palestinos (otras fuentes hablan de 360) fueron asesinados y mutilados por bandas sionistas y fue aprovechada y publicitada por el sionismo para generar temor y el éxodo de los palestinos de sus hogares y tierras. De esta forma lograron vaciar Palestina de sus habitantes.
El 10 de abril de 1948, Albert Einstein envió una carta a Shepard Rifkin, el líder sionista de EE.UU., en respuesta a las solicitudes de los sionistas para contar con su apoyo a la «causa sionista». La respuesta fue contundente:
«Estimado señor,
Cuando una catástrofe real y final caiga sobre nosotros en Palestina, el principal responsable por ésta será Gran Bretaña, y el segundo responsable serán las organizaciones terroristas nacidas desde nuestras propias filas.
No me gustaría ver a alguien asociado con esa gente criminal y engañadora
Albert Einstein»
Carta enviada por Albert Einstein a Shepard Rifkin en 1948
Einstein se refería como «organizaciones terroristas», a los grupos sionistas en Palestina, como Haganá, Palmaj, Irgún o Stern, armados y entrenados por Gran Bretaña, para generar terror en Palestina y obligar a los palestinos a dejar sus hogares, mediante masacres y asesinatos de todo tipo. Este accionar se volvió recurrente desde los años 1947 y 1948.
Al respecto, tanto Einstein como la gran mayoría de intelectuales judíos y pacifistas a lo largo del mundo, han rechazado el sionismo y sobre todo la política militarista y de exterminio que Israel lleva a cabo y que continúa en la actualidad.
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